🎈10
Días después.
Faltaban dos días para la fiesta de Silver Spoon.
—Todo está listo, ¿verdad Pinkie Pie?
—¡Claro que sí Diamond Tiara!
—Me alegro, porque ya solo faltan dos días.
—No te preocupes, porque todo está listo, todo saldrá bien...
[…]
La pelirosa se encontraba recostada en su cama.
—¡Pinkie Pie, te hablan por teléfono!
—¡Ahora voy señora Cake!
La chica bajó y fue a la cocina.
—Gracias. —tomó el teléfono—. ¿Hola?
—Pinkie Pie.
—¡Oh! ¡hola Maud! ¿cómo estás?
—Debes venir a la granja, es-.
—¿Eh? ¡¿Maud?!—se preocupó al dejar de escuchar su voz.
—¡Escucha tonta, tienes que venir a la granja!
—¿Limestone? Ya sé que tengo que ir a la granja, Maud me lo decía, muchas gracias. Pero porqué debo ir, ¿qué pasa?
—¡Mamá está enferma así que tienes que venir!
—¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ TIENE?!
—¡Solo ven grandisima tonta! ¿¡ESTÁS SORDA O Q-.
La pelirosa colgó.
—¡SEÑORA CAKE ME TENGO QUE IR, MAMÁ ESTÁ ENFERMA!
—¡¿Qué?! ¡¿qué tiene?!
—Eso es lo que estoy apunto de averiguar, muchas gracias.
[..…]
—¡MAMAAAAAÁ!—gritó al llegar a la granja.
—¿Pinkamina Diane Pie?—su padre salió de la casa—. Que rápido has llegado, querida.
—Si, si papá, ¡¿qué tiene mamá?!—interrogó acercándose a él.
—Tu madre se lastimó la espalda así que tuvimos que llamar al doctor, él se ha encargado de todo y ya le ha dado a tomar medicamentos.
—Que bien. —dijo aliviada—. ¿Y porqué Limenstone dijo que estaba enferma? bueno, aunque esto es parecido.
—Se ha desmayado unas pocas veces.
—¡¿NO SERÁ QUE EST-.
—Ojalá Pinkamina, pero no, fue por el cansancio de trabajar mucho en la granja. —explicó a lo que su hija asintió entendiendo todo.
—Quiero verla.
—Adelante. —la dejo entrar—. Pero Pinkamina, evita gritar.
—Está bien, estuve gritando "Mamá" durante todo el caminó y mi garganta ahora me duele. —dijo antes de ir a la habitación de su madre.
—¿Cómo te sientes Mamá?—preguntó Marble Pie.
—Bien, tranquila cariño. —le sonrió a la menor.
—¿Hola? ¿mamá?—entró a la habitación.
—¿Pinkamina?
—¡Mamá!—se acercó a ella para abrazarla, con cuidado por supuesto—. Me alegra que estés bien.
—A mi me alegra verte, hija. —se separaron—. Dime, cómo está la señora Cake.
—Bien, se caso y tuvo dos hijos. —respondió sentándose en la primera silla que vio.
—Eh, Pinkie...
—Déjala ser. —le dijo a su hija menor mirando a Pinkie con una sonrisa.
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