ᴅᴏꜱ
— Dijiste que estaría aquí — Murmuró Taehyung un poco aburrido.
—Debería haberlo estado, llegamos tarde... Todo por ese puto helado, Kim — Dijo el pelinegro volteándose para ver al otro chico con enojo.
— No es un puto helado Yoon. Es el HELADO ¿No entiendes?. Era edición limitada... de Peppa Pig — Puchereó.
¿Qué había pasado? Pues Taehyung había ido a buscar a Yoongi a su casa. Iban de camino a la universidad cuando una señora, de aspecto extraño, se les acercó. Yoongi en el primer instante frunció la nariz molesto. Taehyung quiso aparentar enojo, pero cuando vio a que la señora sacaba dos helados con envoltura de Peppa Pig no se puedo resistir. Le compró cinco y los devoró como si no hubiera comido en días. Al parecer el castaño seguiría comiendo si no hubiese sido por Yoongi, que lo arrastró hacia la universidad alegando que llegarían tarde.
El pelinegro solo pudo bufar, tratando de no soltar feromonas de enojo. Se dio vuelta poniendo el gorro del gran polerón sobre su cabello, comenzó a caminar en dirección al comedor. Taehyung le siguió de cerca, soltando de sus comunes y molestos chistes.
— Tu cabello es negro, así como tu corazón — Dijo poéticamente — En realidad seria de otra forma si no fueras tan gruñón Gi.
El pelinegro le ignoró, entrando a la gran sala, haciendo la molesta fila solo por un par de papas fritas con carne y ensalada, junto a un vaso de jugo. Valdría la pena si todo lo que le dieran de comer fuera carne, Yoongi amaba la carne. Caminó hasta su típica mesa, la mesa de su grupo, una bastante alejada debido a que en ella comían Yoongi y Jungkook.
Sintió aquel dulce aroma y solo paró en seco, levantando la mirada de ese apetitoso trozo de carne. Sus ojos se conectaron con los del pequeño Omega, y sintió esas agradables descargas en su cuerpo. Hasta que fue otra cosa lo que sintió, de pronto un frío húmedo invadió su espalda. Y se dio cuenta de que su amigo castaño había chocado con él, tirándole el jugo encima y votando la bandeja al piso, la cual sonó estruendosamente provocando que todas las miradas fueran dirigidas a ambos.
Las personas se encogieron en sus asientos, sabían lo que venía. Yoongi solo pudo darse vuelta con una sonrisa totalmente forzada. Miró a su amigo, con sus ojos ahora de un fuerte color dorado, que revelaban su enojo. Taehyung bajó su mirada y susurró un suave "Lo siento". Yoongi suspiró y supo que si no hubiese estado su Omega allí, ya le habría dado un buen golpe a Tae.
— Por esto Taehyung, por esta vez te salvas — Gruño más de lo que habló, mientras retomaba su camino a su mesa.
Dejó la bandeja en la mesa de golpe, fue un milagro que la comida no haya salido esparcida. Gruñó fuertemente mirando a todos allí, ellos sabían cuánto le molestaba el que lo mirasen, eso solo aumentaría su enojo, y ¿Quién querría a un Yoongi enojado? Pues nadie, por lo pronto todos volvieron a sus cosas.
Yoongi bufó y quitó su polerón, era su favorito, joder. Ahora tendría que pasearse en camiseta todo lo que restaba del día, soportando aún más miradas sobre su cuerpo.
Por otro lado, Jimin había observado todo aquel espectáculo con un poco de nervios. De por sí Yoongi cargaba un aura, y en vez de oler su típico aroma, éste destilaba enojos por los poros. Un poco sorprendido vio a Yoongi tirar la bandeja en la misma mesa en la que estaba él. Un escalofrío recorrió su cuerpo al escucharlo gruñir. Se obligó a apartar su mirada cuando el Alfa se quitó su gran polerón, simplemente mordió su labio jugando con la comida.
— Yoon... YoonGi — Murmuró finalmente Hoseok, El chico Alfa que le había dado la bienvenida.
Jimin quiso golpearse, Obviamente Hoseok y Yoongi eran amigos. Todo encajaba, el pelirrojo le había hablado bastante de Yoongi, hasta se lo había descrito y él, por estar pensando en el olor del Alfa no había escuchado absolutamente nada.
— Buenas Tardes — Saludó de mal humor el pelinegro.
En la mesa estaban Hoseok, Jungkook, un omega con carácter casi igual al del Yoongi, y Jimin. Por lo que Hoseok tenía entendido, Yoongi no conocía a Jimin, y viceversa, por lo cual lo más adecuado para el momento sería una presentación.
— Él es Park Jimin, es nuevo. Viene de Busán, al igual que tú. Ahora estará acompañándonos mientras se adapta al lugar — Dijo el pelirrojo, todo muy lentamente mientras observaba la reacción de Yoongi.
— Ya lo sé — Se limitó a contestarle a Hoseok mientras se sentaba a dos puestos de distancia de Jimin, los cuales estaban desocupados. No era como que quisiera alejarse de él, solo que el olor del pelirrosa le abrumaba en un buen sentido de la palabra —Un gusto Jimin, Soy Min Yoongi... Es una lastima que hayas presenciado aquello — Murmuró lo último sonrojándose un poco.
Hoseok no podía creer aquello, pero prefirió guardarse sus comentarios antes de recibir una paliza de Yoongi. Mordió su puño tratando de disimular la gran sonrisa que tenía plasmada en el rostro.
—También es un gusto Y-Yoongi — Murmuró sonrojado sin poder sostenerle la mirada.
Yoongi iba a decir algo, pero justo en ese momento llegó Taehyung, cantando y listo para sus asquerosos chistes.
—Debajo de un botón-ton-ton había un ra... Vaya vaya, ¿Quién es este chico tan lindo? — Sonrió Taehyung con la intención de sentarse entre Jimin y Yoongi, pero este último fue más rápido y ocupó el asiento junto a él.
Taehyung miró un poco confundido a Yoongi, antes de entenderlo todo. Ese chico era el Omega del pelinegro, claro... El pelo rosa, el aroma dulce, la estupidez de Yoongi al pararse en medio del comedor provocando así que le tirara el vaso de jugo encima. Aunque lo último fue su culpa, no lo admitiría en voz alta.
Con una sonrisa un tanto pícara, Taehyung se sentó al lado de Hoseok y Jungkook, para luego mirar a Jimin y a Yoongi, a Jimin y otras vez a Yoongi. Jungkook, el omega peligris rodó los ojos antes de darle un codazo a Taehyung.
— Un gusto, soy Kim Taehyung, amigo de este idiota de aquí —Dijo mientras señalaba a Yoongi.
— Quien fue el idiota que me tiro la bandeja encima — Dijo Yoongi mientras su mano se hacia un puño alrededor del pobre tenedor.
La mirada de Jimin se desvió sin poder evitarlo a los brazos de Yoongi, antes había estado lo suficientemente atontado con su rico aroma como para siquiera prestar atención a lo que hablaban los chicos. Los brazos de Yoongi eran fuertes, de un tono pálido, en sus antebrazos y manos resaltan algunas venas. Jimin mordió su labio nuevamente y apartó su mirada, estaba siendo un descarado.
Antes de que Taehyung le pudiera responder a Yoongi por sus comentario anterior, el pelirosa habló.
— Un gusto Tae, mi nombre es Park Jimin y espero que nos llevemos bien — Terminó con una tierna eyesmile que a Yoongi le provocó además de querer darle un besito, una oleada de celos.
"Claro, a él hasta le sonríe y a mi ni mirarme puede" Se dijo a sí mismo Yoongi, pero el enojo poco le duró cuando el aroma del Omega le llegó con más claridad. Cuando terminó de comer, corrió la bandeja a un lado y apoyó sus brazos en la mesa. Hundió allí su cabeza, de forma que su boca y nariz quedarán en dirección al omega, así podría tener un excelente acceso al aroma que éste desprendía.
—¿Cuántos años tienes Jimin? — Preguntó bajamente con sus ojos cerrados, un momento dudó si el chico le había escuchado o no.
— Tengo... tengo diecinueve , ¿Cuántos tienes tú? —Devolvió la pregunta cruzando sus brazos también y apoyando su mentón en ellos.
— Yo tengo veintidós —Murmuró Yoongi. Después de eso no dijo ninguna palabra, por lo que Jimin tampoco habló.
Los chicos siguieron conversando un rato hasta que Jungkook anunció que tenía su última clase. Taehyung le acompañó usando la excusa de que quería ir al baño y que quedaba en la misma dirección. El Omega rodó los ojos, todos sabían que los baños estaban para el otro lado. Ambos chicos se retiraron y nada más quedó Hoseok, Yoongi y Jimin en la mesa.
—¿Cuál es tu próxima clase Minnie? — Yoongi inevitablemente abrió los ojos al escuchar el apodo, su nariz se frunció y solo pudo mirar la Omega esperando una respuesta.
— No sé muy bien mi horario, pero creo que es en la sala 36 — Murmuró antes de morder su labio al sentir la potente mirada del Alfa sobre él — y ya está por comenzar, tengan una linda tarde chicos.
El Omega se levantó de la mesa y guardó sus cosas, tomó la bandeja en una mano, mientras que colgaba su pequeña mochila en su otro brazo. Yoongi se levantó tras él y le siguió de cerca, igualmente con la bandeja en la mano. Jimin dejó la bandeja sobre la mesa que tenían allí para ello y sonrió a la señora con gorro de cocinera, Yoongi solo murmuró un seco gracias. Cuando ambos estuvieron fuera, Yoongi se puso de su lado y caminó junto a él.
—Mi clase está a dos salas de la tuya, voy contigo — Dijo sin siquiera preguntar, aunque tampoco es como que a Jimin le importara o molestara.
— Está bien, Gracias. Aún no sé muy bien el camino — Subió su mochila, que estaba resbalando de su brazo.
Yoongi examinó su polerón mientras caminaban y frunció su ceño.
—¿Sabes con qué puede salir eso? — preguntó refiriéndose a la gran mancha de jugo que había allí. Estaba seco pero la mancha era lo que destacaba.
— Con jabón de ropa y jabón para los platos, debes refregarlo y luego dejarlo reposar. Aunque... si quieres yo podría hacerlo por tí —Susurró lo último mirando hacía el lado contrario.
— ¿Seguro? No quiero causarte una moles-....
— No es una molestia — interrumpió y estiró su mano tomando el polerón tímidamente.
— Si tu dices —Murmuró y le entregó el polerón cuando estuvieron afuera de la sala donde Jimin tomaría clases —Me dejaras agradecértelo —Sonrió y se inclinó dejando como despedida un beso en la rojita y abultada mejilla del Omega.
Por otro lado, Jimin solo pudo sonrojarse aún más al ver la fuerte espalda del Alfa, que se traslucía por la camiseta blanca. Ingresó a su clase y se sentó en el último puesto. Gracias a dios que en esa materia le iba bien ya que se quedó dormido con el rostro hundido en el polerón perteneciente al Alfa, no era una buena forma de aprender.
Al final todos se fueron y cuando Rosé llegó a buscar al Omega, este seguía durmiendo tranquilamente con las mejillas rosadas mientras ronroneaba. La chica juraría que nunca le había visto dormir tan tranquila y cómodamente.
Al día siguiente Jimin se despertó con el polerón del Alfs pegado a su cuerpo aún sin lavar. Por lo que se apresuró a dejarlo remojar mientras se bañaba y se vestía. Luego lo echó a secar en la secadora mientras comía su desayuno, para luego ir al baño y maquillarse levemente. Puso un brillo en sus labios y delineó sus ojos, se sonrió a sí mismo, hoy se veía espectacular.
Al llegar a la universidad se topó con el Alfa afuera, estaba sentado en una banca con un cubrebocas puesto. Jimin frunció su ceño tiernamente y se le acercó para luego sentarse a su lado.
— ¿Estás enfermo? — preguntó mientras dejaba la bolsa donde estaba el poleron en su regazo.
Yoongi abrió sus ojos y le miró recorriendo su rostro. El Omega hubiese pensando que tenía algo en la casa, pero Yoongi habló antes de que ello pasara.
— Te ves muy bonito —Habló después de bajar su cubre bocas sonriendo ante el lindo sonrojo del Omega — Y no, lo uso comúnmente. — Dijo en respuesta a la pregunta que le había hecho antes.
— O-hh G-gracias —Murmuró tocando su cabello nervioso ante el cumplido.
Yoongi solo sonrió y se acercó dándole un beso en su mejilla. Cuando se separó Jimin solo pudo cubrir su rostro avergonzado.
— Salgamos... — Dijo — es decir, te invito a salir —Corrigió.
Jimin quería gritar por dentro, su corazoncito latía demasiado rápido y su Omega estaba demasiado inquieto. Miró nerviosamente sus uñas que tenían un brillo azul, asintió y le sonrió.
—Quiero un helado.
- Peach
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