01; i heard that there's a special place
࣪🌷𓏲࣪ ִֶָ﹫៹ i kinda wanna kiss your girlfriend if you don't mind
Emma se paró frente a las grandes puertas de madera, el gigante logo de un pony en color rosa resaltaba en la cima, el sonido de la música y los balbuceos de la gente podían ser escuchados desde afuera.
Sus amigos habían decidido que esa seria la mejor noche de su vida, entonces la llevaron a ese desconocido bar en Manhattan el cual Renee lo había descrito como un lugar especial.
Emma sabía lo que su representante diría; "Nunca pierdas un viernes por la noche en una primera cita" pero ahí estaba, vistiendo un pequeño vestido rosa, tacones y con el pelo liso, el chico que conoció por internet a su lado, sonriéndole.
—Hola — el chico habló con nervios— soy Thomas,— hizo una pausa viendo la cara confundida de la chica— hablamos por internet el ultimo mes — explicó.
—¡Oh! Claro — exclamó — puedes llamarme Claire, — sonrió, levantando su mano para que el chico la tomara.
Sonaba como una mentira pero para ella no era así, nunca usaba su segundo nombre, pero este chico y las personas a su alrededor no la conocían, estar en un lugar así era como un soplo de aire fresco.
—¿Quieres algo de tomar? — preguntó señalando hacia la barra.
—Si. Un martini, por favor.
Thomas asintió para después desaparecer en la multitud. El olor a alcohol inundó sus pulmones, la mesa en donde se encontraba tenía una gran vista del lugar, se podía observar a la pareja que se besaba afuera del baño, las grandes disco balls que colgaban en el centro y lo más atractivo que había, el pequeño escenario.
—Toma — el chico volvió después de unos minutos, entregándole la copa— ¿estás aquí sola? — cuestionó después de tomar asiento a su lado.
Emma retiró la bebida de sus labios y tragó el sorbo antes de responder: —Se podría decir, vine con mis amigos pero desaparecieron en cuanto entraron — explicó con una sonrisa.
Thomas se acomodó en el sofá, su cuerpo ahora estaba en dirección hacia la izquierda de manera que ver a la rubia no fuera incómodo, una de sus piernas arriba del asiento mientras su brazo se recargaba en el respaldo. Ninguno de los dos habló en minutos, la incomodidad se notaba desde lejos.
—¿Te gustaría bailar? — emma preguntó después de unos minutos, su rostro girando para ver al chico.
—Lo siento, no bailó — se disculpó con vergüenza.
—Oh, está bien, hablemos entonces — el chico asintió notando la leve decepción en su voz — ¿ya conocías este lugar?
—Si, confieso que fue raro e irónico venir aquí, dos heterosexuales en un bar gay — dijo, soltando una risa ante sus últimas palabras.
Los ojos de Emma se abrieron en sorpresa, un leve rubor apareciendo en sus mejillas.
—¿un bar gay? — preguntó con timidez.
Thomas asintió por segunda vez, su mirada se dirigió hacia la multitud y por último cayó en la chica.
—Muchos famosos suelen venir, nadie los conocen y si lo hacen no le toman mucha importancia — explicó llevándose el vaso hacia sus labios.
La incomodidad del silencio de ambos volvió a consumirlos, Emma dirigió su mirada hacia el escenario cuando la música electrónica se desvaneció y en su lugar el sonido de los acordes de una guitarra apareció.
—Hola, soy Chappell —la suave voz de una chica resonó en el lugar, la multitud había dejado de bailar para admirarla — escribí esta canción gracias a este lugar, y quiero agradecerle a Abbey por dejarme cantar aquí — señaló a la mujer en la barra.
Maxwell la observó con fascinación, sus ojos siguiendo cada uno de sus movimientos, comenzaba a creer que parecía una acosadora pero no podía evitarlo, el largo cabello rizado de la mujer y el impresionante traje que llevaba tenían toda su atención.
Entonces recordó al chico a su lado, este hombre no bailaba, no hacía ni una sola pregunta y si fuera poco llevaba esos horribles jeans.
—Vamos — Thomas se levantó del sofá y le tendió la mano.
Emma la aceptó, dejándose guiar por el chico, lo único que podía escuchar, además de la hermosa voz, era un "disculpa" unos segundos después notó como estaban lo más cerca del escenario posible.
—¿No es increíble? — Milo, quien había aparecido casi de la nada, le preguntó por detrás.
—¿Quién? — soltó confundida.
—Chappell — aclaró, moviéndose a su lado— Renee y yo venimos solo para oírla cantar, creemos que debería de ser una artista más conocida — explicó volteando a ver a su amiga, quien asintió en respuesta.
Maxwell se perdió en el sonido de la canción, su cuerpo se mecía y se sentía tan ligero como una pluma en el viento, veía a la chica bailar en el escenario, la pasión que ponía en cada letra era fantástica, ese momento fue como un campo eléctrico, sus ojos se encontraron como dos imanes y se sintió tan cliché como fue, era casi como si solo fueran ellas dos.
—Y con eso hemos terminado — roan hablo con la voz agitada al finalizar la canción — disfruten lo que queda de la noche ¡gracias! — dijo antes de darse la vuelta para desaparecer detrás del viejo telón.
—Ella realmente dijo lesbians rights — habló Thomas alzando su puño al aire.
Milo lo miró con desconfianza, sin tener idea de quién era, mientras Emma miraba a todos lados evitando que notaran el color rojo de sus mejillas, los tres caminaron lentamente hacia la mesa en la que anteriormente estaban, para su suerte Renee se dirigía hacia ellos llevándose toda la atención.
—¿En dónde estaban? Me perdí de camino a los baños — dijo con exageración — ¿y tú quién eres? — le preguntó a Thomas, al notar su presencia.
—Es mi amigo, Thomas— Emma se apresuró a decir al salir de su trance.
La chica le respondió en un murmullo sin sentido, sus ojos miraban hacia todas partes como si estuviera buscando a alguien, Milo abrió la boca para preguntarle cuando fue interrumpido por la misma chica del escenario.
—¡Renee! — exclamó golpeando levemente su brazo.
—¡Chappell! — respondió de la misma manera, girando su cuerpo para abrazarla.
Emma pudo ver como su amiga la superaba en estatura, definitivamente el escenario la hacía ver más alta de lo que era. También observó como su llamativo traje fue remplazado por unos shorts holgados y una camiseta.
— Tu debes ser... — la castaña habló en dirección a Maxwell cuando salió del abrazo.
— Claire — interrumpió, ganándose una mirada confundida de sus amigos.
—Un gusto, soy Chappell — se presentó con una sonrisa dando un paso para meterla en sus brazos el cual Emma rápidamente devolvió con un abrazo.
Su toque era tan gentil como su sonrisa.
Milo no tardó en darse cuenta del color que adornaba sus mejillas, y como se ponía nerviosa ante el mínimo toque de la chica. Las esquinas de sus labios amenazaban con alzarse, buscó con la mirada a Renee, quien se encontraba frente a él y con solo una mirada le dio a entender la situación.
— Thomas — habló tomando su atención— ¿nos acompañas por unas bebidas? — su cabeza se movió, señalando la barra.
El chico asintió. Emma vio como desaparecían dejándola sola con la chica.
— Entonces, Claire — se acercó más a ella lentamente — eres muy parecida a esta cantante americana — el tono juguetón no pasó desapercibido.
Emma cruzó sus piernas bajo su atenta mirada, agradeció a la poca iluminación por que gracias a eso no podía ver como su cara estaba roja.
— Oh claro — bufó poniendo los ojos en blanco— me lo dicen mucho.
Chappell la miró con diversión, su cabeza estaba ladeada era como si tratara de obtener todos los detalles de la chica.
—¿Porque estás nerviosa? — preguntó divertida.
— No lo estoy — murmuró, aunque gracias al enorme sonido de la música casi no fue audible.
—Bien lo que digas — hizo una pausa antes de levantarse del sofá— aún es medianoche, vamos a bailar — se paró frente a ella y le extendió su mano.
Emma la miró y después de unos segundos la aceptó, su toque fue tan diferente al de Thomas. Chappell tomó su mano con fuerza y después la jaló hacia su cuerpo, lo hizo con tanta facilidad que en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban a mitad de la pista.
—Deja de mirarme así — la rubia dijo en un susurro al sentir la mirada de la chica en ella.
—No te estoy mirando — mintió, una sonrisa tirando de sus labios.
Roan llevó sus manos a su cintura, acercándola más a ella, Claire creía que su cara debía parecer un tomate en ese momento, se negó a verla a los ojos con miedo de que pudiera ver el desastre que era.
No sabía que sentía pero eran tan diferentes a las otras veces que había bailado con Gracie o Renee. El toque de la chica se sentía caliente en su piel, sus manos era suaves y tocaban los lugares correctos en su espalda.
Nunca lo había sentido, esa necesidad de estar tan cerca de alguien, quizás se conocían desde hace unos minutos, quizás era el alcohol o quizás era esa parte de ella que nunca se sintió satisfecha con el toque de un hombre.
Durante unos buenos minutos bailaron, sus caderas se movían en sincronía y sus manos se habían enredado en suave el cabello castaño, por primera vez la miró a los ojos, esos mismos que ya la miraban, sintió su respiración detenerse e inconscientemente miró a sus labios, el color rojo comenzaba a desvanecerse.
De pronto volvió a sentir esa necesidad crecer, Chappell también lo sentía, la vio pasar su lengua por sus labios, la electricidad la recorrió de arriba a abajo y tragó saliva al tratar de contenerse. Pero solo se necesita un flama para desatar la bomba:
—Tócame, por favor.
it's me
muy corto i know, pero es solo una introducción (estoy en bloqueo) byee
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