🍋Final
Las cuerdas acariciaban su piel mientras la lengua ajena se movía en su interior sin cuidado alguno, haciendolo gemir contra la almohada bajo él.
La lengua salió de él y acarició el borde de la cuerda por su espalda hasta llegar a su cuello.
Estaba de rodillas con las manos en su espalda y las cuerdas lo mantenían fijo sin poder siquiera respirar con facilidad.
La palma ajena impactó en su trasero dejándolo rosa, antes de que se acomode tras él y apoye si miembro contra su entrada.
-Bebé, tu trasero me tiene loco- Susurró acariciando sus nalgas con ambas manos. -¿Estás listo para recibir a papi?-
-Si, por favor, follame- Susurró en un gemido.
Jungkook tomó el lubricante de cereza de la cama y acomodó la boquilla en la entrada, presionando para llenar su interior del gel frio que lo hizo estremecer.
Yoongi soltó un gemido alzando la cadera para incentivarlo, ganando que el lubricante caiga a su lado y Jungkook contemple el rosa bajar por sus blancos muslos antes de acomodarse perfilado su entrada.
-Gatito- Sususrró adentrando su glande. -Papi va a dejarte ese lindo trasero rojo fuego-
Min gimió ante la idea, arqueando la espalda y clavando sus uñas en sus brazos mientras la erección ajena entraba en él.
Jungkook durante las sesiones era rudo, firme y desconsiderado, como las embestidas desde un inicio.
La cama hacía ruido y los golpes constantes de su cadera contra el trasero del menor lo hacían hundirse en la almohada cada vez más cerca del cabezal de la cama.
Adentro sus dedos bajo las cuerdas de su espalda y lo alzó para mantenerlo firme mientras daba inicio a una serie de embestidas rápidas y desesperadas.
Yoongi vió la sábana bajo él y luego sus piernas apretabas en las cuerdas rosas que llegaban a mantener fijo su miembro contra su vientre.
La mano libre de Jeon comenzó a golpearlo, una y otra vez dejando su trasero cada vez más rojo carmín y su entrada más ansiosa por empujes más dolorosos.
Sus labios se separaron para comenzar a gritar, dejando caer la saliva de su boca directamente en la cama, dejando húmeda su barbilla y sintiendo los ojos cristalizandose de lujuria.
-¡Papi!- Lloriqueó moviendose contra él. -¡Más, por favor!-
Jungkook gruñó viendo su miembro perderse en su entrada rosada entre sus nalgas rojas y ardiendo de dolor y placer por igual medida.
Aumentó la velocidad de sus embestidas y no pudo evitar sonreír al oir los gemidos volverse más rápidos y altos.
-Y yo que tenía miedo de hacerte daño, dios- Murmuró dejando caer su cabeza hacia atrás. -Haces tan jodidamente feliz a papi-
Yoongi sonrió entre gritos y gemidos, alzando el trasero y sintiendo las lágrimas caer por sus mejillas y mezclarse con la saliva de sus labios.
-¡Dios!- Gritó Min sintiendo los golpes directos en su próstata embestida tan embestida. -¡Papi, voy a venirme!-
Jungkook alzó más el cuerpo ajeno para hacer que note más los empujes contra su punto sensible.
El menor sentía que su cuerpo no aguantaba tanto placer, la electricidad recorriendo su cuerpo, los espasmos en sus piernas, las contracciones en su vientre... Estaba a nada y lo sabía.
-No te detengas, por dios- Susurró Yoongi contrayendo su interior para hacer a Jungkook gruñir a sus espaldas.
-Ven aquí, nene- Pegó la espalda del menor a su pecho para poder besar sus labios con hambre y lujuria.
Yoongi respiró hondo entre gemidos, sintiendo el aroma de Jungkook impregnarse en su cuerpo y llevarlo a ese Edén donde solo su novio lo había podido llevar en su vida.
-¡Papi!- Gritó dejando libre su semen en toda la cama.
Jungkook soltó un jadeo viniendose en su interior, llenándolo de su semen caliente y espeso logrando que el orgasmo de Yoongi se propagara hasta que las embestidas cada vez más suaves cesaron.
Permaneció en su interior mientras desataba las cuerdas, hasta que su blanco cuerpo quedó liberado de las ataduras, dejando marcadas en su sensible piel las lineas rosas.
Jungkook salió de él para voltearlo y poder abrir sus piernas, volviendo a entrar en él lentamente viendo sus rosados labios separarse para soltar un gemido.
Lo besó lentamente mientras una nueva ronda de embestidas suaves y llenas de amor comenzaban, inundando la habitación de suspiros y jadeos de excitación.
Porque si, después de cada sesión que le dejaba el trasero ardiendo de dolor en el más puro color rojo; le seguía una ronda de sexo suave y cariñoso entre besos profundos en esos dulces labios rosas.
Fin
Si... no sabía como terminarlo...
Pero les voy a traer "Your silence" otro au kookgi en unas horas 😇
Les gustó?
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