Yoongi tenía los pies apoyados contra el pecho de Jungkook, mientras este lo embestía con fuerza y brutalidad. Todo su peso estaba sobre sus brazos atados bajo su espalda, y no podía moverse ni un centímetro puesto a que los nudos estaban hechos con firmeza sobre su sensible y aún adolorida piel.

-¡Papi, papi, papi!- Gemía entre sollozos de placer sintiendo su interior arder por la brusquedad de los empujes.

-Nene- Llamó con voz grave y ronca por la excitación.  -Amo lo calienten y apretado que eres-

-¡Papi, dios, no aguanto!- Gritó con fuerza sintiendo el roce de  su miembro entre sus piernas sostenidas con las cuerdas. -¡Joder!-

-Correte, bebé- Gruñó echando su cabeza hacia atrás. -Correte para papi, gatito-

-¡Papi~!-

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