La única oportunidad
Las tenía en mis manos. Tal como siempre soñé. Con la mirada perdida y en completo terror Raniie y Naty parecían dos ratoncitos acorralados en una esquina de mi habitación en penumbras. Exquisito regocijo se filtraba por mis venas sedientas de sangre. Solo faltaba un paso y ese era...
—¡¿Puedes dejar de narrar así Daniela?!, ¡haces que me de más miedo todo esto!
—¡Ya te dije que Daniela no está, soy la sádica!—grité a Aliz.
—¿Qué?...Chicas, ¿Dónde están?—preguntó Raniie.
Encendí la luz de la habitación solo para aguantar la risa al ver como Naty y Raniie temblaban en una esquina.
—¡Dani!—me dijo Raniie—. ¿Cómo es que estas aquí?
—Logramos escapar—comentó Aliz atrás de Daniela—. Coincidimos en la entrada de la sala de chat y vimos lo que estaba pasando antes de entrar. Tan rápido como pudimos llegamos hasta aquí para avisar a los elementos de seguridad, pero...
—Ya no había nadie—completé—. Lo único que funciona es esta pantallita por donde vimos que ustedes estaban en peligro y accionamos esta palanca, luego cayeron hasta aquí.
Naty y Raniie miraron todas las cámaras de seguridad que se alzaban en lo alto y ancho de la habitación.
—¿Como es posible que no funcionen?—Preguntó Raniie.
—Alguien debió hackear la editorial—comentó Naty moviendo unas teclillas sin obtener respuesta alguna de las pantallas frente a nosotras.
—¡Tampoco los teléfonos celulares sirven!—gritó Aliz presionando con firmeza su celular.
—Yo digo que salgamos y ¡luchemos a muerte con esos zoombies!—propuse animada mientras afilaba un palo de escoba.
—¡Por supuesto que no!—gritó Raniie a lo que todas volteamos a ver su apurada reacción—. ¡Digo!, es decir... son nuestros amigos, no podemos solo lincharlos o algo así.
Todas asentimos, pero yo seguí afilando el palo, por simple precaución futura.
—La prioridad ahora es salir de aquí para pedir ayuda afuera—dijo Naty sobándose el mentón—. Pero la salida principal está bloqueada y todas las ventanas del edificio también.
—Ustedes tienen más tiempo en la editorial, ¿están seguras de que no hay otra salida?—preguntó Aliz a punto de morderse las uñas.
—Ninguna. —Raniie suspiró recargándose en un teclado de computador— A menos que..
—Sí, sí. ¡Claro Raniie, la oficina del guardián, esa podría ser nuestra única oportunidad!—gritó Naty con brillosa mirada y Raniie agitó su cabecita de arriba abajo.
—¿El guardian?— Aliz no estaba muy familiarizada con ese apodo, pero yo rápidamente entendí.
Si lográbamos entrar a la oficina de Darsien, podríamos cruzar un portal dimensional dentro de ella y tal vez alguno nos llevaría hasta el exterior para pedir ayuda.
—Sí Aliz, mira, te explico.
Naty continuó explicando a que se referían mientras yo vigilaba la única camarita que, al parecer servia, donde los zombiarrows olfateaban por toda la pared donde habían desparecido Naty y Raniie sin éxito de encontrar el pasadizo secreto.
Pero algo en aquella pantalla llamó mi atención.
Rosario estaba entre esa horda, sin embargo, miraba directo a la cámara de seguridad y por momento se presionaba la cabeza. Parecía sufrir mucho. Casi sentí como si nos estuviera pidiendo ayuda.
—Pfff, si que son zombies ¿eh?, no se les ve muy inteligentes—comentó Raniie que estaba a un lado de mi observando.
—Sí. Lo peor es que quien sabe si puedan regresar a la normalidad.
—No Dani...yo... no lo creo.—Raniie se tapó la boca para evitar el llanto.
—Oh, vamos, pequeña Raniie todo saldrá bien. —La abracé por un costado y apunté a mi pecho con el pulgar—. Nosotras te protegeremos.
Raniie solo me miró y después sonrió limpiándose las lagrimitas.
—Gra-gracias.
—¡¿QUE?!, ¿! Como que no saben donde está esa oficina ¡?
—Cálmate Aliz, ya te dije que esa oficina esta viva y puede aparecer en cualquier rincón de la editorial.
—Aunque cuentan que siempre a estado en lo alto del edificio—repuso Raniie ya completamente compuesta—. Pero no a cualquiera se le aparece, creo necesita ver que realmente la necesitan para aparecer ante alguien que le caiga bien.
—Así es—asintió Naty.
—Entonces solo tenemos que llegar al ultimo piso—comenté mientras me armaba con una cinta que decía "Soy arrowers" en la cabeza y tomaba fuertemente el palo de escoba.
—Esperen un momento—interrumpió Aliz—. ¿Me están diciendo que tenemos que salir y pasar por toda esa horda de zombiarrows?
Asentimos mientras Raniie se asomaba por una pequeña puerta para estar segura de que no hubiera peligro para salir.
—Bien, no hay nadie—susurró Raniie—. Podemos salir.
—AYYYY...—Aliz sujeto temblorosa la mano de Naty y la mía.
Y cuando estábamos a punto de salir, un pitido en el computador se escuchó y algunas cámaras de seguridad se encendieron, dejando solo cuatro con una imagen distorsionada y el resto en blanco y negro sin señal aparente.
Cuando la imagen se aclaró, en ellas pudimos observar a dos de las Pink Arrows que luchaban valientemente un piso más debajo, de donde estábamos, a punto de alcanzarnos. Vimos también en el centro del edificio a Niji ocultándose con Rafelina tras unos escritorios. Y, en la misma planta donde nos encontrábamos, estaba Luz Céspedes tratando de cerrar una puerta donde tres zombies forcejeaban para abrirla.
—¡Hay que ayudarla! —grité saliendo de la oficina.
—¡No, espera Daniela, es muy peligroso si solo vas así!
Obvio no les hice caso. Y tampoco fue como que me lo impidieran mucho. Pensé que ellas estaban corriendo atrás de mí, pero no estaban. Por distraerme di la vuelta en una esquina y una fuerza invisible me empujó por completo, seguido de un ruido atroz, como cuando hay interferencia en un aparato, me dejó ensordecida a punto del desmayo.
Había encontrado a una horda de zombiarrows. Y sus gritos ultrasónicos eran más poderosos delo que pensé.
—¡JA, USTEDES NO SON NADA PARA MI!—grité abalanzándome a ellos con el palo, cual si fuera un romano en batalla.
Adiós Arrowy...adiós arrowers...
N/A: Pobre de dani :(
¿Creen que puedan encontrar esa oficina? o mejor dicho, ¿ Creen que la oficina las deje encontrarla?
;) Gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro