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Jungkook llevaba cinco minutos delante del pequeño Taehyung, sin saber que decir exactamente. Aquella mañana de invierno —despues del rico chocolate de su madre y unos cuantos besitos por parte de su padre—, el pequeño azabache por fin habia decidido confesar sus sentimientos a su mejor amigo.

Y es que Taehyung y el se conocen desde la cuna. 

Jungkook conocía los mas profundos secretos de Tae. Sabia donde debía acariciarlo para que cayera profundo en los brazos de morfeo, cuanto amaba el pay de frambuesas e incluso lo mucho que lo emocionaba que le prestara una de sus playeras. Sabia que amaba el anime cual otaku y que de vez en cuando lo obligaba hacer cosplays de algún personaje como sailor moon o ese tal shouto todoroki que tenia mas traumas que niño con sobrepeso.

Taehyung por su parte tampoco se quedaba atrás. Sabia lo mucho que Jungkook amaba los videojuegos, especialmente el de overwatch. Sabia que su comida favorita era el ramen y lo sensible que era con los olores.

Se conocían de pies a cabeza. Nunca se ocultaban nada, por eso, despues de mucho meditarlo, Jungkook decidió que Taehyung debía de ser conocedor de sus mas profundos y lindos sentimientos.

El queria protegerlo y amarlo de una manera bonita, darle besitos y una que otra caricia inocente. Asi como sus padres que aun despues de casi 10 años, siguen felizmente casados y amándose como si fuese la primera vez.

— ¿Koo? — Susurro confundido el menor mientras agitaba su diminuta manito frente al mas alto — Uh Koo~ ¿No ibas a decirme algo?

— Y-yo...

Su mirada aun seguía perdida en el cosmos mientras sostenía temblorosamente una piedrita blanca. 

«¡Vamos kook! ¡Te preparaste desde las tres de la madrugada para esto! ¡Se un hombre!»

— ¿Tu...? — Repite con una de esas deslumbrantes sonrisas, que lograba hacer latir con locura el pequeño corazoncito enamorado de Jungkook. A pesar de ser invierno, el pequeño azabache siente su cuerpo ardiendo en llamas — ¿Que pasa kookie?

«Oh por amor a Dios, cásate conmigo»

— T-tae tu... — Traga duro mientras constantemente intercambia la piedrita de mano, por el asqueroso sudor — Tu sabes que a mi m-me gustan mucho los pingüinos ¿Verdad? — Murmuro un poco nervioso. 

El rubio entrecierra los ojos dudoso mientras asiente lentamente — ¿Que pasa? ¿Adoptaste un pingüino?

— T-tu solo escucha — Susurra temeroso y jala un asiento, sentándose frente al mas pequeño — C-cuando un pingüino macho se enamora de un pingüino hembra, el busca una piedrita en la playa para dársela. Debe de ser la piedrita mas perfecta de todas — Enfatiza al mismo tiempo que esboza una tierna sonrisa de conejo — Cuando la encuentra va hasta donde ella y se inclina, dejándola justo enfrente de ella. Si la hembra toma la piedrita, significara que acepta la propuesta. 

— Eso es tonto — Ríe el menor mientras se inclina en el pupitre, interesado en el relato de su amigo.

— Eso es romántico TaeTae — Corrige el azabache con orgullo — Ahora calla. Los pingüinos eligen una pareja para toda la vida, por eso se cree que estos animales son símbolo de romanticismo porque son monógamos y a nivel cientifico, se consideran la especie mas fiel.

— ¿Que es nonogamo? 

— Monogamo TaeTae — Vuelve a corregir — Según mama eso significa que en toda su vida solo se aparean con una sola hembra — El pequeño rubio forma una pequeña "o" con su boquita mientras asiente repetidas veces — Bueno escucha, los pingüinos tienen un ritual especial para enamorar a su pareja. Cuando un macho corteja a una hembra infla su pecho e inclina la cabeza hacia atrás y ambos empiezan a emitir fuertes sonidos parecidos a un rebuzno agudo ¡Se pueden gritar mutuamente por horas Taehyung-ssi! Y muchos lo llaman "La canción del amor" — El brillo en sus ojos era incomparable, tanto que Taehyung creía estar viendo una hermosa galaxia a través de ellos. Definitivamente su Jungkookie era todo un fanático de pingüinos.

— Son muy tiernos — Dice finalmente Taehyung, cuando el azabache se le queda mirando como si esperara una respuesta — Pero no entiendo por que me lo cuentas — Confiesa con un pucherito — ¿Piensas ir en una expedición conmigo en busca de pingüinos que se estén apareando? 

— TaeTae... — Susurra con ternura mientras deja la piedrita encima de la mesa, justo delante de los bonitos ojos miel. Taehyung mira asombrado el regalo y por fin entiende a que se debe tan bonito relato — T-tu... ¿Q-quieres ser mi pingüino?

El sonrojo que se extiende por su rellenito rostro es adorable y el brillo que emiten sus ojitos miel, mas que precioso. Jungkook siente su corazón latir con fuerza mientras mira a su mejor amigo, que aun sigue en un estado parecido al shook.

— ¿T-taehyung...?

— Oh koo... — El de hebras doradas suelta una risilla mientras toma la piedrita, apretándola a la altura de su corazón — Por supuesto que quiero ser tu pingüino — Dijo con la misma timidez mientras se alzaba solo un poco sobre el pupitre dejando un casto beso en los abultados labios del mas alto.

Y Jungkook estaba mas que feliz, por que su animal favorito habia logrado conquistar el corazón de su precioso osito.

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Lo tenia en borradores. Amo a los pingüinos :3

Leí el articulo y me pareció muy tierno, y la idea surgió. 

Espero les guste.

Nos vemos :3