El lunes y el martes habían pasado para Travis de manera extraña, tal y como Oli le había pedido, se había tomado ese tiempo para pensar en la relación que tenía con ella. Si, la chica tenía razón, esos últimos días habían pasado demasiado tiempo juntos y eso lo había confundido más de la cuenta, pero eran adultos, sobre todo él. Podía controlar todo lo que estaba pasando. De forma que decidió seguir con todo aquello, sólo era un verano, luego la chica se marcharía y el volvería a su rutina, tal vez le costase olvidarla, pero era algo que ya había conseguido una vez hacía mucho tiempo, podía volver a hacerlo de nuevo.

El miércoles volvió a entrar en la cafetería, a las diez, la hora de siempre, se sentó de nuevo en el mismo taburete y la buscó con la mirada. Esta vez no se aguantaría, como lo había hecho los dos últimos días, hablaría con ella.

─Café solo ─Le dijo con una preciosa sonrisa mientras le servía. Para ella esto era lo más natural del mundo, lo tenía muy claro y él debía tenerlo igual. Sólo es una historia de un verano, luego acabará, disfruta mientras la tengas Travis, se dijo a sí mismo mientras la miraba.

─Oli, este fin de semana me voy de ruta con la moto ...─le susurraba mientras agachaba la cabeza y controlaba con la mirada que nadie a su alrededor pudiera oírle ─¿te gustaría venir? Saldríamos el sábado y volveríamos el domingo ─

Oli lo miró y su expresión pasó de una sonrisa a fastidio.

─Lo siento, pero... no puedo pasar la noche fuera si no es con Diana, otra vez será ─Y siguió con sus tareas dejando al motero mirando su café. Se lo tomó de un sorbo rápido, dejó las monedas encima de la barra y se marchó para seguir trabajando. Antes de salir por la puerta, echo un último vistazo a la chica morena y bajita que servía a una pareja de ancianos con una sonrisa dulce en los labios. Y con la imagen de esa sonrisa siguió su camino.

Más tarde, mientras las chicas se cambiaban en el vestuario antes de marcharse a casa, Anne habló la primera.

─Antes oí a Travis invitarte este fin de semana.

─Ajá ─Oli asintió mientras guardaba su uniforme en la bolsa.

─Pues, verás, este finde Oliver no va a estar en casa, y había pensado pedirte que dijeras a mi madre que dormiría en tu casa, tal vez quieras decirle a tu padre que vas a dormir en la mía, y así podemos pasar el fin de semana fuera las dos ─

Oli se quedó boquiabierta, Anne, su amiga Anne, la dulce, inocente y tierna Anne, estaba proponiendo mentir como una bellaca a sus padres para pasar una noche con Oliver. Olimpia no daba crédito a lo que estaba proponiéndole su amiga.

─Anne ¿estás bien? ─Y colocando una mano en la frente de su amiga haciendo como si le controlase la fiebre comenzó a reírse. La pelirroja apartó a su amiga de un empujón.

─Claro que estoy bien, es que... Bueno, quiero pasar la noche con Oliver y cómo te lo iba a proponer de todas maneras...

─Es que esto es alucinante, ¡tú! Precisamente tú me estás proponiendo mentir para pasar una noche pasión con tu novio, que fuerte Anne ─

La chica comenzó a ponerse roja como un tomate. Sentía el calor en sus mejillas, su frente y sus hombros. Miró al suelo avergonzada.

─Lo siento Oli, olvida lo que te he dicho ─

─¡Vamos Anne! Que estoy de broma, claro que acepto tu propuesta, es genial tu idea ─

La pelirroja volvió a mirar a su amiga y comenzó a sentir que el calor de sus mejillas se disipaba.

Oli se marchó a casa, pasó por delante del taller, pero la moto de Travis no estaba, se había marchado, siguió adelante hacia la parada del bus. Y una vez sentada en el banco a la espera de la llegada del transporte que la llevaría a casa, sacó su BlackBerry.

..............................

Travis sintió vibrar el bolsillo trasero de su pantalón, estaba terminando de guardar el casco en la alforja derecho de la Harley. Se incorporó y miró el mensaje de texto que acababa de recibir.

[[De: Olimpia

¿me montarás en la moto nueva?]]

Travis sonrió travieso ante la pregunta de la chica, un cosquilleo le nació en la boca del estómago, esa mañana le había dicho que no podía ser, pero finalmente, sin saber cómo, ni tampoco se lo preguntaba, Olimpia había accedido.

...........

[[De: Travis

Ya te lo dije, siempre que quieras]]

Oli sonrió ante la respuesta del motero. Tal vez lo mejor sería hablar con él sobre si se ha pensado todo tal cual ella le había pedido y asegurarse que tenía claro las cosas. Pero, por otro lado, si Travis le había propuesto lo de la ruta en moto es porque lo tiene bastante claro, así que ¿por qué debía seguir preguntando? Lo dejaría correr, se divertiría con el motero y él con ella, no era una relación egoísta, era algo mutuo, ambos salían ganando.

El sábado sobre las diez, Oli salió de casa con su bolsa. Había hablado con su padre el día antes, diciendo que pasaría ese fin de semana con Anne, que irían por ahí, seguramente al lago a tomar el sol y a bañarse y que dormiría con ella en su casa, de la misma forma que Anne le había dicho lo mismo a sus padres, pero durmiendo ésta en casa de su amiga.

Oli marchó hacia la parada del bus que siempre cogía cuando iba a casa de Anne, pero en vez de pararse en frente de la casa de la chica, se bajó un par de paradas antes, y tomó un Segundo bus que la dejaba en el barrio dónde vivía el motero. Subió la calle tranquilamente, mirando y repasando el barrio casa a casa. Encontró sin mucho problema el bloque de pisos dónde vivía Travis. Y frente a la verja de entrada estaba la preciosa Kawasaki GTR 1400 azul noche y saliendo del portal estaba Travis. Llevaba puesto un mono negro, con franjas azules en los brazos y en los muslos, unas botas especiales para la moto y en las manos aun por colocárselos llevaba unos guantes.

La chica le sonrió y él le tendió las llaves de su piso.

─Vamos sube, en mi cama hay otro mono para ti, es de la novia de un amigo, me lo ha prestado, creo que es de tu talla ─

Oli asintió y subió a cambiarse. Entró en el piso, estaba ordenado y limpio, pasó al dormitorio y encontró el mono del que le hablaba Travis encima de la cama, Se desvistió completamente quedándose sólo con la ropa interior y los calcetines, se colocó el mono y guardó toda su ropa en la bolsa. El mono le quedaba algo estrecho, sabía que debía apretarle, pero estaba muy segura de que la dueña era más delgada que ella, se miró en el espejo de la puerta corredera del armario. Marcaba toda la figura, incluso algunas partes que no le hacía mucha gracia que le marcara, pero era por seguridad, así que no podía quejarse. Luego, antes de bajar, y mientras se miraba en el espejo se le ocurrió una pequeña travesura.

Salió del portal y se acercó a Travis, le tendió su bolsa y éste la metió en una de las alforjas, para luego tenderle el casco negro con la calavera en el lateral que la chica conocía.

─Travis ¿dónde vamos a ir?

─Vamos de ruta.

─Eso ya lo sé ─, respondió poniendo los ojos en blanco ─mi pregunta es a dónde.

─Pues, hay dos opciones, ¿quieres mar o montaña?

La chica se encoje de hombros. No tiene ni idea.

─Elige tú, que es quien va a conducir─

─Entonces montaña, te llevaré a un parque natural, es muy bonito, vamos sube.

Travis se monta en la moto, y esta vez tiene que ayudar a Oli, esta moto es más alta que la Harley y algo más ancha. Travis muestra a la chica dónde tiene que colocar los pies y dónde puede sujetarse si se cansa de agarrarse a la cintura de él. Le dice qué señas tiene que hacerle si quiere parar o se siente mareada.

─¿alguna duda? ─, Oli niega con la cabeza, lo ha entendido todo perfectamente a la primera. Travis está delante de ella, se ha girado y está preparando las correas del casco para colocárselo, pero antes de que se lo ponga por la cabeza, la chica lo para, lo agarra por la pechera del mono y tira de él hacia detrás para regalarle un beso dulce. Éste se deja besar y le sonríe al separarse. Todo está dicho con ese beso, no hacen falta explicaciones, no es necesario aclarar nada entre ellos ya.

Se colocan ambos cascos, Travis enciende la moto, mete la primera y se marchan.