La noche era tranquila, todos estaban calmados y durmiendo plácidamente sin que nadie los molestará.... Pero cantar victoria antes de tiempo era algo que nunca se tenía que hacer.

(¯'·.¸¸.-> °º Takeo º° <-.¸¸.·´¯)

Él se encontraba acostado en su cuarto durmiendo tranquilo. Soñaba que estaba con Sky platicando de cosas aleatorias tomando el té.

Takeo: Por cierto, ¿cómo te encuentras mamá? Ya casi no te he visto volar estos días, ¿todo bien?

Sky: Estoy bien hijo mío, tranquilo, solo me estoy volviendo más vieja como para seguir volando, es muy cansado

Takeo: Puedo pedirle a Seiya que te ayude con eso

Sky: No es necesario, así estoy bien

Takeo: ¿Segura? Es que me preocupa

Sky: -sonríe leve y palmea sus piernas-

Cómo era de costumbre desde niño, Sky lo llamaba, él se sentaba a su lado y reposaba su cabeza en sus piernas mientras ella solamente se dedicaba a acariciar su cabello con cariño para calmarlo. Pues a pesar de tener 23 años seguía siendo su hijo y ella su madre que siempre seguía cuidando de él, llamando su atención cuando se sobrecargaba.

Era un lazo tan genuino como el de una madre y un hijo biológicos, pues ellos eran hijo y madre adoptivos pero eso no quitaba el amor y cariño que se sentían el uno por el otro.

Él lentamente iba cerrando los ojos hasta quedarse completamente dormido.

Sky: Dulces sueños Takeo -sonrio y cerró sus ojos junto a él-

Habían pasado unas "horas" en su sueño, despertó y al levantarse se estiró un poco bostezando leve.

Takeo: Perdóname por dormirme en tus piernas mamá, debí de habertelas dormido, ya no soy tan pequeño como antes..... ¿Mamá?...

Se extraño al esperar respuesta y no recibirla, volteo a verla y ella estaba dormida, él sonrió un poco hasta acercarse a ella, pero al tocar su mano, estaba demasiado helada, eso lo hizo jadear y empezó por revisar su pulso entro en pánico, trataba de reanimarla para ver si conseguía respuesta pero era inútil.

Ella ya se había quedado "profundamente dormida" cuando él lo había estado, eso lo hizo sentirse lleno de coraje, rabia y tristeza. Pues ella era la mujer que lo había visto crecer desde que era un bebé, comenzó a llorar como nunca antes lo había hecho, abrazando al cuerpo de la mujer a la que quería como si fuera su verdadera madre.

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◦•●◉✿ Cris ✿◉●•◦

Ella en su sueño, se encontraba acostada en un gran jardín de flores, era tan grande que incluso las mismas la ocultaban y embriagaban con su dulce aroma. Estaba por cerrar sus ojos hasta sentir como algo tomaba sus manos entrelazandolas de forma gentil y la besaban con amor puro.

La azabache miro al causante y sonrió internamente al ver a su amado frente a ella, correspondió tanto el agarre como el beso y ambos soltaron un suave suspiro al separarse.

Cris: Hola amor, es bueno verte aquí

Blanc: Lo mismo digo -sonríe y besa suavemente su rostro para después abrazarla sin dejar de acariciarla-

Cris lentamente se iba quedando dormida por la paz que sentía al estar con él, pues para ella, era alguien a quien le había enseñado lo que era el verdadero amor. Algo que nunca había sentido desde su infancia debido a ciertas cosas. Ella se había enamorado perdidamente de él, ya que incluso confiaba en su palabra, no importa que fuera. Aunque ella se sentía insegura de algunas cosas, él lo ayudaba a sobrellevar esas cosas y entre ambos se apoyaban a la perfección.

Era algo tan fuerte que no se podría explicar claramente con palabras tan simples, era incluso más que eso, y se lo probaban el uno al otro con solo entregarse para recordarse hasta que tan lejos llegaba aquella confianza.

Piensa en todo eso, la hizo sonreír mientras dormía en los brazos de quién más amaba y apreciaba.

Blanc: Dulces sueños Cris -la acariciaba con ternura mientras la miraba dormir-

Pero toda esa paz llegó a su fin al escuchar como algo se rompía.

Cris abrió los ojos y jadeo temblando al ver cómo todo era como su "antiguo hogar", pues empezando a escuchar los gritos de una mujer pidiendo ayuda y de un hombre molesto golpendola mientras le gritaba que se callara, trato de levantarse e irse lo más rápido posible del lugar pero se quejo volteando a ver sus piernas, estás estaban llenas de sangre y moretones. El líquido de color carmesí llenaban las pocas ropas viejas y desgastadas que tenía encima.

Estás eran más pequeñas de las que siempre tenía, eso quería decir que ella era una niña. Empezó a llorar, ¿Todo lo que había vivido solo era un sueño?, ¿Aún no escapaba del infierno por el que ahora en estos momentos estaba viviendo?, ¿Realmente era un mal juego de su mente? Por qué si en serio era eso, era muy cruel.

Mientras seguía llorando llamo la atención del hombre, uno robusto y bastante alto, era el más arreglado que el lugar en si. Este se acercó a la menor y la tomo del cabello con brusquedad.

???: ¡¿Aún sigues viva?! Al parecer no importa que daño te dé o te cause sigues consiciente.... Bien... Si esas tenemos, ¡Me aseguraré que no vuelvas ni a existir!

Para la pequeña azabache, el olor que salía de su boca era aún más opacada por sus gritos, pues olía exageradamente a alcohol y finalmente dejo de escuchar algo de su parte más que unos fuertes azotes contra la pared junto a un pitido en su cabeza que había sido el que había terminado con todo.

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💙>ԑ̮̑ঙ🎼 Luna (Pequeña) 🎼ԑঙ<💙

Esta pequeña dormía en el cuarto de su madre acurrucada en sus brazos, soñaba que corría y jugaba por todo un campo junto a su hermano mayor, reía como si no hubiera mañana, incluso ambos se divertían. En eso, ambos decidieron empezando a jugar a las escondidas.

Ray era el que empezó a contar primero y ella se escondió lo mejor que pudo, al lograrlo, río leve al ver cómo su hermano intentó encontrarla y logro hacerlo debido a su risa, entonces ambos cambiaron y ella empezó a contar.

Luna(Ch): -se posicionaba frente a ún árbol empezando a contar de manera lenta- 1... 2... 3... 4... 5... 6... 7... Uh..... ¡Ah! 8... 9... Y ammm.... ¡10! Listo o no ¡Aquí voy! -rie y empieza a buscarlo "corriendo"-

Todo eran risas, ella estaba determinada a buscar a su hermano y encontrarlo más rápido que él lo hizo con ella. Y fue en su búsqueda.

Conforme pasaba el tiempo, empezaba a enojarse por no encontrar a su hermano empezó a gritar que él había ganado para que saliera y volvieran a jugar juntos. Pero no hubo respuesta. Ni un simple ruido había, estaba a nada de volver a casa para pedir ayuda hasta que se tropezó y cayó encima de algo viscoso que había llenado su ropa y manos, olía tan horrible que solo se quejo por el olor, se levantó y al ver hacia enfrente, pudo observar a su hermano muerto abierto del estómago, había sangre por todas partes, ya no tenía sus piernas y brazos, se observo a si misma y miro que lo viscoso donde había caído era la sangre de su hermano.

Ella no entendía por qué soñaba con algo así, se quedó estática mirando el cuerpo, pues no tenía ni idea de cómo reaccionar, esa imagen simplemente era demasiado para ella. No tuvo otra cosa más que llorar y gritar con fuerza mientras su grito se volvía inaudible convirtiéndose en un pitido.

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Los tres habían despertado angustiados y sobre todo asustados, Takeo fue corriendo directamente a dónde estaba su madre y al verla la abrazo con fuerza empezando a llorar como si fuera un niño.

Cris abrió sus ojos y empezó a llorar igual o de peor forma, pues pensaba que ella nunca se había librado de tan mal recuerdo.

Y la menor despertó a su madre debido a su llanto, Candy arrullo a Luna para intentar calmarla pero era inútil, seguía llorando. Se podría decir que incluso por toda la casa se escuchaba el llanto de los tres.

Sin mencionar que en ellos, habían raíces negras desde su corazón empezando a expandirse por todo su cuerpo de manera lenta.

En otro lugar, una mujer de cabellos dorados intentaba evitar que un ser de oscuridad y miedo saliera de su interior jadeando encerrándose unos momentos en un capullo de luz para intentar calmar a tal ser.