Hace muchos años, dos hombres, arriesgaron la vida para proteger a su familia, pues para ellos eso siempre era lo primero. Arriesgaban la vida por sus hijos, incluso se peleaban por sus hijos y eso hicieron hasta el último de sus días.....

El día de hoy Sky, Takeo, Zen, Ed y Mia, llegaron a la casa de Candy con la que compartía con Zero, su otra versión y los niños, todos estaban a primera hora de la mañana esperando a que Candy original volviera de su trabajo junto con la visita.

Takeo: .... Dijo que iba a llegar a las 6 y ya son las 6:10

Sky: Tranquilo, ayer le llamaron en la tarde, puede que esté cansada

Takeo: Entonces mejor vámonos para que descanse la burra -se levanta del sillon-

Sky: Takeo, toma asiento por favor hijo

Takeo: .... -suspira- Está bien -se iba a sentar pero se oye la puerta abrirse, en eso voltea a ver a dónde estaba la puerta- Hasta que llegas...... Te......

Hubo un silencio muy corto, pues al llegar lo primero que vieron fue a los hombres que más amaban, apreciaban y querían cerca de ellos, devuelta a ellos, se oyeron gritos de emoción por parte de Ed, Zen y Mia, Sky se cubrió con sus alas no creyendo lo que estaba viendo, Takeo era el único que no reaccionaba.

Leo: Jejeje ¿Por qué se quedan ahí?

Aquiles: Vengan a darles un abrazo a sus viejos

Zen, Ed y Mia salieron corriendo a abrazarlos con todas sus fuerzas para ver si de verdad estaba ahí o era producto de su imaginación, los tres empezaron a llorar como llaves sin cerrar, rato después se calmaron y dejaron que Sky los fuera a Recibir.

Sky: Se ven igual desde el día en el que se fueron... -sonríe teniendo los ojos lloros teniendo cada una de sus manos en sus mejillas-

-ambos se acurrucan en sus manos-

Aquiles: Es bueno verte después de tanto tiempo

Leo: Bueno, claro que te veíamos pero nada se compara a verte de cerca

Sky: Sabía que nos cuidaban desde arriba - se separa y le deja el camino libre a ambos para que vayan con Takeo-

El castaño seguía inmóvil, aún después de verlos y saber que son reales no lo podía creer.

Aquiles: Vaya, has crecido tanto como yo, que tanto has comido, ¿Eh?

Leo: Me alegra saber que ya eres todo un hombre, sobre todo alguien fuerte que no se rindió después de todo

Aquiles: ¿Te parece si dejas de vernos y nos das un abrazo?

Takeo: -sus ojos se ponen llorosos y se acerca a ambos abrazandolos con fuerza mientras sonríe tragando saliva para que no se entrecorte al hablar- Los..... Los extrañe bastante jaja.... Es bueno verlos.... E-es.... Bueno verlos... Yo...

Leo: Tranquilo hijo, déjalo salir

Aquiles: Ya te has guardado mucho, déjalo fluir

Takeo: -oculta su rostro en los hombros de ambos y empieza a llorar en silencio aferrandose a ambos sin dejar de sonreír-