Hoy había pasado otra mañana más, la rutina de nuevo empezaba, levantarse, bañarse, cambiarse, comer, terapia, leer y jugar un poco con su nuevo compañero y con ayuda de alguien a quien apreciaba bastante, y hasta que llegara la noche volver a dormir.

Pero hoy no sería así.

El día de hoy, su madre llegó de trabajar temprano, se bañaron juntas, su mamá la arregló, la cambio con una ropa cómoda pero abrigada para que no mostrará las marcas que llevaba en su cuerpo, la peino con una trenza larga dejando unos mechones y unos flecos libres.

Al estar ambas listas, esperaron a Jaden. Luna no entendía el por qué el cambio de rutina, y aunque no le molestará la emocionaba pero también la ponía nerviosa, no había salido de su casa más que solo una vez y fue sin permiso, pero ahora que la llevarán afuera con más gente hace que se sienta ansiosa.

Jaden llegó y las subió a su auto viejo, fue recibido por la menor con un abrazo lleno de cariño y de emoción.

Luna: ¡Jaden! Me alegra verte de nuevo

Jaden: -corresponde el abrazo acariciando su cabeza- Hola pequeña, ¿sabes que día es hoy? Es uno muy importante

Luna: U-uh.... N-no lo sé.... ¿Qué día es hoy?

Jaden: Es el día de tu cumpleaños, no me digas que olvidaste tu propio cumpleaños

Luna: B-bueno.... E-es que no lo sabía... ¿M-mi cumpleaños?

- Todos los días del año eres nuestra princesa, pero hoy eres nuestra reina y todo lo que quieras se debe de cumplir

Luna: ¿E-en serio? -mira a ambos sonriendo un poco nerviosa-

Jaden: Claro que sí, recuerda, pedir no es malo, lo que es malo, es abusar de ello

Luna: ¿I-incluso si no es mío?....

Jaden: Sobre todo si no es tuyo pero es para ti -besa su frente- Vamos mi pequeña reina, hoy te llevaré a ti y a tu madre a un lugar muy lindo y animado, y te aseguro que es mejor que estar encerrada en un cuarto todos los días

Luna: -asiente leve y sonríe un poco- Está bien...

Jaden: Vamos entonces -toca suavemente su mano y la lleva al auto-

La castaña los seguía, se subió a la parte delantera en el asiento del copiloto, Jaden aseguro a Luna en el sillón de atrás y se subió arrancando el auto no sin antes ponerse el cinturón.

Y el viaje empezó, fueron al cine, fueron a comer, fueron a la feria un rato y ahora se encontraban en el zoológico. Toda clase de animales estaban ahí y eso le alegraba a la niña, no sabía lo que era pasársela bien un momento o un solo día, un día sin preocupaciones, molestias, dolores, tristezas, simplemente era un día maravilloso para ella, apesar de su apariencia adulta, seguía siendo una niña, una la cual solo debe divertirse como lo estaba haciendo en estos momentos como todo niño de, ahora, 6 años debería de gozar.

Luna: -tenía una sonrisa enorme en su rostro llendo de un lado a otro con Jaden mirando todos los animalitos que había- ¡Mamá, mamá! ¡Mira! -señalaba unos monos/changos emocionada- ¿Cómo se llaman esos?

- Se llaman monos, y esos monitos son muy traviesos -sonríe débil al verla estando detrás de ambos-

Luna: ¿Y que son esos? -había jalado a Jaden a ver a unos pingüinos-

Jaden: Oye, tranquila pequeña, no se irán a ningún lado, ten calma jeje

Luna: Es que se miran muy bonitos todos, ¿verdad que si mami?... ¿Mm? Mami, ¿estás bien? -giro su cabeza de nuevo a su madre ladeando un poco la cabeza extrañada-

- Si mi cielo... Estoy bien solo que mami necesita ir al baño, iré a buscarlo, ustedes adelantense, ¿está bien?

Luna: Está bien mami, pero no tardes mucho, es mejor ver los animalitos todos juntos

- Je Tienes razón mi vidita hermosa -se le acerca y besa su frente, mejillas y termina en su nariz- Ya regreso -se da la vuelta y se retira quitándose los lentes tallandose los ojos que comenzaban a humedecerse sin aviso-

Ambos contrarios solo la miraban como se iba y al perderla entre la multitud volvieron al recorrido.

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Mientras tanto, en la casa Namikaze, planeaban el como esparcirse por toda la ciudad con tal de encontrarlas y volver a reunirse con quienes no habían visto durante mucho tiempo, eso solo hacia que las ganas de tener el reencuentro fuera más anhelado.