ℂ𝕒𝕞𝕓𝕚𝕠 𝕕𝕖 "𝔼𝕤𝕥𝕚𝕝𝕠"
Cómo sabrán, era un día tranquilo como cualquier otro, sin embargo, cierta castaña de ojos oscuros miraba al espejo con indiferencia a su mismo reflejo; pues está, no se sentía de una manera especial, como si no bastará con la inseguridad en si misma simplemente no faltaría la de su propio rostro.
-suspira leve dejando de verse en el espejo volteando a otro lado mientras tomaba su cepillo para desenredar su largo cabello- .... -toma un mechón mirando el largo que tocaba ligeramente hasta el piso debido a que se encontraba sentada en su silla- Supongo que.... Un corte de cabello no estaría mal, no tengo por qué seguir cargando con tantos recuerdos tampoco.... Solo con los que mejor tengo y voy a hacer, ¿no es así?... -vuelve a mirarse al espejo con tristeza en su rostro- Ojalá desearía tener más autoestima y no sentir asco de mi misma...
Después de haberse cepillado el cabello, deja el cepillo en su tocador acercándose a su cama, se retira los lentes dejándolos en su mesa de noche para después acostarse y abrazar con fuerza los peluches que le habían regalado cuando volvió a casa. Sin más después de seguir despierta y pensar en lo que sentía y pasó durante todo el día cerro sus ojos durmiendo sin darse cuenta.
A la mañana siguiente despertó temprano sin saber por qué el jodido motivo, no tuvo más remedio que levantarse, cambiarse e irse a la cocina a desayunar mientras se hacía su típica coleta baja acomodándose los lentes. Al escuchar la puerta principal abrirse, entro en pánico y se quedó estática viendo la dirección de la puerta.
Por suerte, no era nadie más que Takeo volviendo de su turno nocturno. Suspiro algo aliviada y se le acercó, pero no tanto como para que estuviera tan pegada a él.
- Buenos días hermano, ¿cómo estás?
Takeo: -bosteza leve- Estoy bien, ¿Cómo te encuentras?
- Supongo que bien, ¿quieres algo de desayunar antes de que descanses?
Takeo: Estoy bien, gracias de cualquier forma, si necesitas algo estaré en mi cuarto, o dile a tu otra yo
-asiente leve- Gracias, espero y puedas descansar bien
Takeo: Trataré de hacerlo, provecho pecosa -se estira un poco suspirando yéndose a su cuarto-
-suspira leve cocinandose algo rápido de desayunar-
La ojimarron comió tranquila en un muy pero muy corto lapso de tiempo, ya que otra castaña y una de cabello azabache se les acercó de forma tan silenciosa que al estar cerca de ella mientras le hablaron solo hicieron que esté atragantandose y comenzará a toser como perro.
- Lo siento, nuestro error, ¿Estás bien?
Cris: -había ido por un vaso de agua acercandosele para darselo- Una disculpa, Candy
-toma el agua después de casi devolver lo poco que había comido tomándolo algo a prisa para quitarse la sensación en su garganta- T-tranquilas... De cualquier forma, ¿qué sucede?
- Pensamos en preguntarte qué si te gustaría hacer algo con nosotras
- ¿Algo?... ¿Cómo que cosa?
Cris: Solo un nuevo cambio de estilo, nada más
- ..... Pero... ¿Por qué? Ustedes son perfectas como son, no tengo por qué cambiarles nada
- Nos referimos a unos simples toques como el cabello, o la ropa
Cris: Claro, todo si tú quieres
- ¿Y como qué podría cambiarles? Cris eres simplemente hermosa y con un cuerpo malditamente perfecto, tienes curvas donde deben de estar en incluso tu rostro tan tierno hace que tengas el rostro de una niña con cuerpo de mujer
Cris: -se sonroja por los halagos jugando un poco con sus dedos desviando la mirada-
- Y tu, a pesar de ser yo, tu si eres querida por la mayoría, la única estúpida que tienes de "rival" es a la arroz de Scarlet Malfroy
-gruñe bajo- Detesto a esa p*7@....
- Yo también, aún así a pesar de tener algunas cicatrices en el cuerpo no es tan exagerado, hombros pequeños, grandes muslos, tienes buena pechonalidad como Cris, tienes ojos claros además de buena vista, y sobre todo, tienes el autoestima hasta los cielos
- ..... Gracias, es extraño que admitas algo bueno de ti en otra versión pero no en tu yo original
- Las cosas buenas que tengo a rescatar de mi misma están hasta en lo más abajo de los 7 anillos del infierno
- .......... No mms, chingada madre contigo
- Sabes perfectamente cómo soy, además, que esperaban que les cambiará o que les pusiera, con lo que son ya es suficiente
- En realidad todo es relleno, el cambio es para ti, no para nosotras
- ... Espera, ¿Qué?
Cris: S-si bueno ammm.... Ahhh...
- Tienes que cortarte esas greñas, tienes un chingo, además, te aseguro que si te cortas bastante sentirás más ligera, créeme, lo digo por experiencia
- (¿Con que un corte, no?...) Ya veo... Esta bien, solo que, ¿quién me va a cortar el cabello?
- Será Cris, como mamá no está y pues a ella se lo enseñó en cómo hacerlo, pues Cris lo va a hacer
- De acuerdo, está bien para mí
- Entonces, manos a la obra -la toma como saco de papas caminando a su cuarto-
La azabache de piel pálida las siguió a la habitación de la ojiazul donde la llegar cerraron la puerta y comenzaron su trabajo, no tardaron mucho en darle un nuevo peinado o bueno, Cris no tardó tanto en cortar y acomodar su cabello.
- ¿Qué tal? ¿Te gusta?
Cris: Si no te gusto lo entendemos, aunque te vez linda así
- .... ¿Linda?
- Sí, te vez bonita
La castaña de lentes no muy convencida solo se dejó los lentes colgando los un poco de su pecho y se volvió a hacer su típica coleta baja poniendo sus manos dentro de las bolsas no muy segura, pues a ella le había cortado bastante cabello y algo de flequillo.
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