Luna: -se encontraba jugando con su hermano en el patio- ¡No me atrapas!

Ray: ¡Ja! ¿Quieres apostar? -acelera el paso-

Luna: -rie y empieza a correr lo más rápido que puede pero se tropieza y empieza a lagrimear cuando cae al piso-

Ray: -al verla caer se le acerca y la carga- Nononono, no llores Luna por favor

Luna: -se aguanta las lágrimas y solloza por lo bajo-

Ray: -suspira y camina adentro de la casa, va al cuarto de la mamá de Luna, con solo llegar a este toca la puerta-

-la abre y al verlos toma a Luna cargandola- ¿Qué pasó?

Luna: M-me.... M-me caí.... -sniff sniff-

- Awww mi bebé -besa su frente y la atrae a su pecho- Los golpes te hacen más fuerte, y lo estás logrando, no has llorado y eso lo demuestra

Luna: -sonríe leve y se abraza a ella-

No paso mucho para que Luna empezará a pesar aún más que de costumbre, también su cuerpo empezaba a estirarse y su ropa encogerse, y no solo con ella sino que con Ray también.

La castaña dejo a Luna en la cama y pensó mucho solo llevándose a Ray a otro cuarto cercano, al volver al cuarto, Luna tenía los restos de su antigua ropa pequeña esparcidos en la cama y el piso, logro quitarse los zapatos a tiempo de que le lastimaran.

Luna: Uh.... ¿M-mamá?...

Su tono de voz, cuerpo... Todo había cambiado, había crecido al tamaño de una chica de 17 años, la castaña solo podía ver la inquietud en los ojos de su hija sin saber bien que hacer.

- Tranquila Luni, todo estará bien.... -va a por una bata para ponérsela y cubrirla-

Luna: ¿Q-que me paso?.... ¿V-volvere a ser normal?....

- Yo.... N-no lo sé......

La madre solo podía abrazarla sin mucho que hacer o que decir y pensar, Ray también se encontraba con restos de ropa muy inquieto sin saber que hacer con exactitud, solo pudo tomar unos pantalones del cuarto en el que se encontraba, el cual era de Takeo, se los puso y salió de este con la apariencia de un joven de 19 años.