jennie.
summary: donde a jennie le llega una foto comprometedora.
rosé g!p.
...
Jennie estaba gratamente sorprendida, lo último que esperaba al abrir el chat del número desconocido era una foto en alta calidad de un pene.
Frunció el ceño y bloqueó el dispositivo. Cuando saliera de clases responderían, lo último que quería era que alguien se acercara y por accidente viera la foto y pensara quién sabe qué de ella.
Trató de concentrarse en su profesor pero le resultó algo difícil, no podía dejar de pensar en lo que le habían enviado. No era la primera vez que venía un pene pero sí uno así de... ¿lindo?
Sonrió, nunca creyó halagar uno, después de todo siempre pensó que los penes eran lo menos estético que tenía un hombre.
Se mordió el labio y miró de reojo su celular, la sorpresa que se llevó cuando lo sintió vibrar nuevamente. En la pantalla de bloqueó pudo ver otro mensaje del número desconocido.
Miró la hora, aún faltaban al menos treinta minutos de clases pero ella ya estaba empezando a calentarse. Se removió en el asiento apretando las piernas.
—¿estás bien?— escuchó la voz de Jisoo detrás de ella.
Asintió— sólo debo ir al baño.
Y sin más, agarró sus cosas y casi que corrió fuera del salón de clases hacía los baños que estaban más cerca.
Entró rápidamente a un cubículo dejando su bolso sobre la tapa del inodoro y desbloqueó su celular. Al entrar al chat pudo ver al menos dos fotos más.
En todas las fotos podía ver perfectamente el miembro, un abdomen plano y marcado y unos delgados muslos.
“¿y qué pretendes que haga con estas fotos?”
Fue el mensaje que envió. Puede que le hayan gustado pero no quería mostrarse urgida.
Mirar el escribiendo debajo del número la hizo ponerse nerviosa, no debió responder.
“tú me las pediste...”
Número equivocado, genial. ¿O sea que ese lindo pene no estaba destinado a ser para ella? se había ilusionado.
“me parece que te equivocaste de número”
Rosé, al leer esto, se maldijo. Pero más lo hizo cuando se dio cuenta que había cerrado la página de Omegle donde había conocido a tightpussy96 y se había masturbado mirando a la otra mujer hacerlo también. Se supone que habían quedado en seguir por WhatsApp pero al parecer la cagó copiando mal el número. O eso quería creer su ego y no que le dieron uno falso.
Ahora una persona desconocida tenía fotos de su pene y no era que se avergonzara de él, de hecho se siente muy orgullosa, ya muchas mujeres le habían inflado el ego pero no quería que cualquier persona lo tuviera.
“fue un error, lo siento”
Respondió. Miró como su erección había disminuido y dejó el celular sobre el escritorio para pararse y subirse el boxer.
Volvió a agarrar el dispositivo y se tumbó en la cama, mirando como un nuevo mensaje habían llegado del número al que había enviado las fotos.
“no te disculpes, de hecho me gustó lo grande que se ve”
Rosé sonrió, ahí estaba su ego siendo inflado nuevamente.
“cómo te llamas?”
Jennie agarró su bolso y lo dejó en otro lado para poder sentarse. Su lado impulsivo le había hecho mandar el mensaje pero ya no había vuelta atrás ni se arrepentía.
“jennie”
Fue la única respuesta que dio, inmediatamente llegó la respuesta de la otra persona.
“mucho gusto, soy rosé”
Seguido de ese mensaje apreció otro, esta vez una foto donde en vez de ver su pene, pudo contemplar el rostro de la chica.
—es muy guapa— susurró para sí misma.
Pudo notar que estaba acostada y que llegaba tan sólo un top deportivo puesto. “hola” decía el pie de la foto.
Sin que se lo pidiera, Jennie se acomodó la camisa de tal forma que se pronunciara más su escote y se sacó una selfie para mandársela, “hola” había puesto también.
Paciente, esperó una respuesta por parte de Rosé.
“eres muy sexy, jennie”
Jennie se tapó la boca y soltó un chillido de emoción, iba a responder pero el aviso de que una videollamada estaba siendo recibida impidió que lo hiciera.
Era Rosé, quería que hablaran por videollamada.
Rápidamente sacó sus Airpods del bolsillo y se los puso, contestó y lo primero que vio fue a Rosé al otro lado de la pantalla.
—quería corroborar que fueras real— rió Rosé— y ahora que sé que lo eres, me pone muy feliz— sonrió y Jennie supo que estaba hablando con una mujeriega.
Definitivamente la chica era una fuckgirl y ella solía huirles a esas personas, pero no es como que se fueran a casar y tener hijos, además no se conocen en persona, podían simplemente tener una sana y caliente charla por medio de mensajes o llamadas.
—por lo que veo tú también eres real— respondió Jennie— lo que no sé si es real es ya sabes...— atacó en un susurro. Sabía cómo tratar con ella.
Miró a Rosé relamerse los labios— es muy real.
—tendría que comprobarlo.
Rosé estaba bailando dentro de su cabeza. Es cierto que había perdido el número de tightpussy96 que le había gustado mucho como para halarsela frente a ella mientras la otra mujer se masturbaba, pero sólo conocía su cuerpo. Ahora, estaba hablando con una de las mujeres más sexy que había visto y seguramente acabaría en una buena sesión se cybersex.
Presionó la opción para que la cámara enfocara con el lente trasero y apuntó hacía su regazo, obviamente mostrando su marcado abdomen porque por algo lo había trabajo y el sólido bulto en su boxer gris.
Bajó una de sus manos y agarró su pene sobre la tela ejerciendo presión para mostrarle mejor a Jennie su erección cubierta.
Sus ojos estaban centrados en la cara de la mujer, podía ver sus pupilas totalmente dilatadas y la punta de la lengua asomándose por sus labios y siendo mordida por sus dientes.
Se paró de la cama y caminó hacía el espejo de cuerpo entero que tenía, apuntándose totalmente. La mano que anteriormente estaba tocando su miembro ahora se hallaba acariciándose los abdominales y pechos. Cuando volvió hacía su boxer, con el pulgar enganchó la pretina de la prenda y la bajó lo suficiente para revelar parte de su miembro. Acomodó la ropa interior y volvió a tomar su pene sobre esta para empezar a sobarlo.
Jennie estaba encantada mirando todo lo que hacía la otra mujer, su centro estaba goteando y palpitando necesitado de atención, la necesidad de tocarse era extrema. La mujer al otro lado era demasiado, cuerpo tonificado, alta, rubia y muy guapa. La forma en la que sus músculos se movían cuando ella lo hacía, como su miembro se marcaba en el apretado boxer la tenía loca.
—¿me dejas verte?— la voz de Rosé sacó a Jennie de su ensoñación.
Jennie sonrió e inclinó la cámara lo suficiente para que pudiese ver su torso. su mano libre empezó a tocar sus pechos, apretandolos permitiendo que una parte se saliera por su escote, Rosé pudo apreciar como los duros pezones de la mujer se marcaban sobre la tela. Una de las tiras de su camisa fue apartada del hombro de la mujer, bajandola hasta que pudo sacar uno de sus pechos que gracias a Dios no estaba cubierto de ningún brasier.
En este punto Rosé ya tenía su mano dentro de boxer tocándose directamente. Se había vuelto a subirse a la cama, esta vez sentada sobre el colchón con las piernas estiradas y la cámara aún apuntando hacía su regazo.
Jennie veía todo perfectamente mientras seguía tocándose, sacó su otro pecho de la camisa y se tocaba los pezones duros. Rosé deseaba ser ella quien lo estuviera haciendo, tanto con su boca como con sus manos.
—no es justo que yo tenga las tetas afuera y tú sigas con el boxer puesto— habló Jennie.
Rosé rápidamente se bajó el boxer liberando al fin su pene. A Jennie se le hizo agua la boca al ver la punta mojada y las venas brotadas.
La mano de Rosé subía y bajaba a un buen ritmo, a veces haciendo pausas para apretar más su miembro y mostrárselo a Jennie. La otra mujer por otro lado ya había bajado su mano hacía la falda que traía y había hecho sus panties a un lado para tocarse.
—muesteame como te tocas, Jen— casi rogó a Jennie.
La mujer se acomodó como pudo, subiéndose la falda y sacándose las bragas, subió una de sus piernas a la pared del cubículo y bajó el celular lo suficiente para poder mostrarle su coño y que ella siguiera viéndose.
—mierda— gimió Rosé complacida. Decidió hacer lo mismo y cambió a la cámara delantera acomodándose de tal forma que ahora también se veía ella y su pene.
La fuerza de voluntad de Jennie era altísima, porque el no poder gemir estaba siendo todo un desafío para ella, además de que tampoco estaba muy cómoda en esa posición pero su excitación era tan alta que poco le importaba todo lo anterior.
Sus ojos estaba intercalandose entre el rostro de Rosé y su pene, no sabía en qué fijarse. Por una parte su cara de excitación era muy sexy; el ceño fruncido, su boca entreabierta dejando que leves gemidos y gruñidos salieran y su cuello marcandose la tenían delirando de placer.
Sintió su boca hacerse agua al notar como la rubia acomodaba el celular de tal forma que ahora tenía ambas manos libres las cuales fueron a dar a su miembro agarrando por la base con una de ellas mientras que la otra la usaba para seguir masturbándose.
Rosé bajó más su mano y se agarró los testículos apretandolos. Y lo que hizo a continuación hizo a Jennie soltar un gemido más fuerte y mover su mano con más rapidez, el haber agarrado su nombre con ambas manos y mover las caderas simulando penetraciones la había llevado al límite.
Jennie no quería cerrar los ojos, de verdad que no lo deseaba. Pero el orgasmo llegando a ella le ganó, así que, contra su voluntad, cerró sus ojos y estalló llevando a lo más alto del clímax, abriendo su boca y soltando el aire que no sabía que tenía retenido.
Mientras esto ocurría, Rosé había agarrado su celular para ponerlo en frente de su cara deseando haber estado presente para haber sido ella quién hizo correr a Jennie con sus propias manos. La mano que estaba masturbadola subió de velocidad.
—eres— tragó con fuerza— eres muy sexy, Jennie— dijo con un hilo de voz.
Jennie abrió los ojos al escuchar la voz de Rosé y apretó su centro por la imágen que estaba presenciando. Centró su vista en el pene húmedo de la chica.
—qué ganas de hacerte una mamada— soltó en un susurro.
Y fue lo que faltó para que el espeso y caliente semen saliera del miembro de la rubia, haciéndola jadear. La lengua de Jennie se asomó un poco entre sus labios entreabiertos como si estuviese recibiendo todo en ella. Se relamió los labios al ver el abdomen con su corrida en él.
Su vista subió encontrándose con Rosé con la cabeza echada hacía atrás y la boca entreabierta respirando por ella.
—eso estuvo delicioso— dijo Jennie.
Rosé la miró, sonriendo satisfecha.
—demasiado— estuvo de acuerdo m— eres una delicia...
Jennie guiñó un ojo haciéndola reír.
—podría agregarte— jugueteó Jennie.
—y yo a ti.
...
ando ENOJADISIMA porque wattpad me borró la mitad de este one shot. escribí otra cosa porque poco recordaba del anterior, perdón si está más corto que el anterior pero de verdad que me re jodió. de hecho iba a borrar todo pero al final decidí al menos completarlo con algo más
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