Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 68

Parpadeo repetidas veces sin poder o querer asimilar del todo la afirmación de ese desconocido. Mis manos tiemblan arrugando y humedeciendo la fotografía que ni siquiera he tenido el valor de soltar. Todo es inédito y demasiado absurdo a mi parecer..

¿Mi tío?

No puede ser cierto, estaba convencida de no tener más familia viva además de Kwan Chul y Jae Sook. Nunca había visto a este hombre en toda mi vida o al menos no recuerdo haberlo hecho.

¿Qué quiere decir con que es mi tío?

¿Acaso significa que todos estos años de maltratos que viví bajo la tutela de Kwan Chul pudieron ser evitados?

No, no tiene sentido. Si es cierto lo que dice... ¿Por qué tardó tanto en venir a por mí?

¿Por qué no me acogió cuando estuve sola en lugar de permitir que me fuera con aquel vil monstruo?

¿Por qué aparecer ahora de esta forma tan repentina? ¿Para que las llamadas, el mensaje, la nota y la fotografía?

Pudo haberse acercado con naturalidad desde un principio... ¿Por qué se empeñó en asustarme con su actitud si en un final me haría frente?

Demasiadas preguntas y solo una conclusión segura...nada de esto tiene sentido. No confió en él, en su sonrisa jovial y en su mirada nostálgica, no confío en sus intenciones tardías hacia mí. Yo no tengo más familia.

—Será mejor que hablemos...—retrocedo nuevamente en cuanto hace ademán de acercarse. No quiero que me toque.

¿Qué hace aquí? ¿Por qué en la casa de Jin? Me siento tan confundida y...traicionada.

Sus ojos cafés me observan con una expresión de preocupación y arrepentimiento surcando su rostro. Ante mi rechazo ha bajado el brazo que extendía en mi dirección y ahora solamente me observa inquieto, sin saber cómo acercarse.

Por su anatomía no parece tener muchos años más que Seokjin, me arriesgaría hasta a suponer que tienen la misma edad. Su cabello es castaño, corto y lacio como el mío, lleva unos lentes que desliza por el puente de su nariz con nerviosismo antes de volver a insistirme en que escuche lo que debe decir, su piel canela y los hoyuelos que se formaron en su rostro cuando ha sonreído me resultan notablemente familiares, pero aparto ese pensamiento en cuanto la realidad me golpea.

No, yo no tengo más familia.

Unos pasos apresurados se hacen presentes por el corredor hasta que mis ojos encuentran la cabellera azabache de Seokjin asomándose al interior de la habitación. Observa la escena con estupor, el desconocido y yo a unos metros de distancia solo mirándonos fijamente con incomodidad. Seokjin pasa una mano por su cabello llevándolo hacia atrás y soltando un suspiro de alivio en el proceso, luce tranquilo con el hecho de que aquel hombre y yo nos hayamos encontrado...y eso no me gusta para nada.

—Veo que ya se han conocido, he llegado un poco tarde.—masculla con nerviosismo y se coloca junto al hombre que dice ser mi familiar.

—Jin... ¿Qué significa esto?—espeto con irritación, mis puños presionándose a cada lado de mi cuerpo, por alguna razón me encuentro molesta.

Estoy tan harta de las mentiras y los secretos...

—Eun Mi...mantén la calma.—me pide acercándose con sus palmas en alto.— ¿Recuerdas lo que hablamos en el auto? Te pedí que no entraras en pánico y nos dejaras explicar lo que sucede...

—¡Entonces hazlo! Explica qué sucede ¿Por qué dice ser mi tío? ¿Qué hace en tu casa y cuál es su excusa para que me haya estado acosando durante semanas?—profiero sin pausa y con exasperación.

—Me disculpo por eso...—el hombre, cuyo nombre desconozco, baja su mirada avergonzado e incluso me sorprende haciendo una leve reverencia.—Creo que hemos empezado mal...—comienza a acercarse y esta vez Jin se coloca a mi lado impidiendo que retroceda ante la presencia del desconocido.—Es un gusto volver a verte Eun Mi, mi nombre es Namjoon. Kim Namjoon.

—¿Kim...?—su mano se extiende en mi dirección, pero en lugar de aceptar su saludo, bajo la mirada hacia la fotografía entre mis dedos.

Es entonces cuando deparo en la similitud entre ambas sonrisas, en la suya y en la de mi madre, ambos tienen los mismos hoyuelos y aquel tono canela en su piel. En la fotografía él está a su lado, luce mucho más joven que ahora, inevitablemente mi cerebro comienza a hacer asociaciones con respecto a lo que observo.

Kim también era el apellido de soltera de mi madre.

—Entiendo que no comprendas nada justo ahora, pero por favor...danos la oportunidad de explicarte. Te lo contaremos todo Eun Mi.—Jin susurra a mi costado y a pesar de que algo en mi interior exige a gritos el negarme a su sugerencia...la reciente revelación y las ansias por saber qué relación podría tener esta persona con mi difunta madre son mayores.

Podría ser solo una simple coincidencia.

Kim es un apellido muy común...al igual que Jeon.

¿Pero y si no es el caso? ¿Y si realmente ahora tengo una oportunidad de saber sobre mi pasado?

Por inercia, termino por asentir. Sin mediar palabras, Seokjin mira con discreción a Namjoon y toma mi mano llevándome hacia el exterior de la habitación. Caminamos por el corredor, con aquel hombre a nuestras espaldas, hasta llegar a la sala de estar, en donde Jin me incita a tomar asiento mientras que él y Namjoon imitan mi acción. Por instantes el silencio invade el lugar y es roto únicamente por el suspiro apesadumbrado de Namjoon.

—Antes que nada...hay algo que deberías saber.—masculla sin muchos ánimos de mencionar dicha cuestión.—Desearía no tener que ser yo quien te cuente algo como esto...pero tú debes de saberlo, y en vista de las circunstancias, no puede retrasarse más el asunto.

Me cruzo de brazos y elevo mi mentón con convicción indicándole que puede continuar, no creo que nada de lo que diga pueda hacerme cambiar de parecer con respecto a lo que pienso sobre él. Sin embargo...ver la expresión triste de Jin a su lado y el semblante cabizbajo y adolorido de ese hombre, me confirma que muy probablemente lo que vaya a decir no será algo bueno.

—Hace unas semanas te había dicho que...las cosas no son lo que parecen.—asiento recordando sus palabras, aquella última conversación telefónica quedó en mi memoria grabada hasta el momento.

—Dijiste que el rumbo de mi vida había sido cambiado a propósito, al igual que mi pasado.—recito la cita textual y él se vislumbra algo asombrado de que sea capaz de recordarlo con tanta exactitud.—¿Qué significa eso?—reitero la misma pregunta que le había hecho en aquel entonces.

—Significa que ninguno de los sucesos que han convertido tu vida en lo que es hoy debieron de suceder en un principio.

—¿Por ejemplo...?—lo incito a continuar.

—La muerte de tus padres.

Contengo un jadeo entrecortado al escucharle decir aquello, y es que el tema es tan delicado para mí que evocar los recuerdos me resulta algo dolorosamente complicado.

¿Acaso me está diciendo que la muerte de mis padres no fue un simple accidente o un suicidio como había declarado la policía?

A mi costado, Jin toma mi mano entre las suyas, brindándome el apoyo que considero necesitar justo ahora. Intuyo que lo que sabré a continuación será algo difícil y fuerte, pero si ese es el precio de conocer la verdad estoy dispuesta a pagarlo. No voy a huir de nuevo de lo que me corresponde enfrentar.

—Continúa.—dictamino al notar que permanece callado analizando mi reacción.

—Sabes...te pareces mucho a tu madre Eun Mi. Tienes...

—El físico de mi madre y la bondad de mi padre.—completo su frase y él sonríe a medias.—Sí, el abuelo solía decir eso.

—Tenía toda la razón.

—Tú...entonces les conociste.—afirmo aún sin comprender porqué ha cambiado el rumbo de la conversación. Él baja la mirada con añoranza y sonríe en un mohín entristecido antes de responder.

—Era mi hermana, mi única familia en aquel entonces.

Su respuesta me extraña, pero no me sorprende en lo absoluto. A decir verdad desde que dijo ser realmente mi tío y desde que vi la fotografía completa me había dado cuenta de ello, en verdad ambos eran muy parecidos.

—Si es cierto lo que dices... ¿Por qué no tengo ningún recuerdo tuyo en mi infancia?—ante mi interrogante suspira y pasa sus manos por su corto cabello castaño, al parecer sea cual sea la respuesta es un tema difícil de evocar para él.

—En aquel tiempo era muy joven, apenas un adolescente rebelde e inmaduro cuando tu madre dio a luz. Hice cosas de las que ahora me arrepiento demasiado...y he intentado remediar mis errores.—relata con su voz teñida de melancolía.—Estuve muchos años luchando por dejar ir mi adicción a las drogas.

Abro mis ojos sorprendida, no esperé que esa fuese la razón de su ausencia. A pesar de mi criterio sobre él...me compadezco un poco de lo dolido y avergonzado que luce de contarme algo así.

—Tu madre fue de gran ayuda, ella nunca me dejó solo en ningún momento a pesar de mis recaídas. Pero cuando tú naciste...las cosas cambiaron.—a pesar de sus palabras el atisbo de la felicidad se pasea por sus pupilas.—Eras preciosa, y así como tus padres y tu abuelo yo te quise mucho...—la sinceridad de esa frase inevitablemente me saca una sonrisa.—Tuve una nueva recaída en esa época, tus padres intentaron ayudar pero yo sabía que no podía comprometerlos con mi causa. Iba a ser una carga y tú los necesitabas más, así que por voluntad propia me interné en un centro de rehabilitación fuera de la ciudad. Cuando me marché apenas tenías cuatro años, esa fue nuestra última fotografía juntos...quizás por eso no recuerdes muchas cosas sobre mí.

Eso tiene un poco más de sentido, no imagino cómo debió de resultar para él lidiar con tan difícil momento en su vida. A pesar de todo su actitud fue noble, realmente se sobrepuso para superar sus problemas sin inmiscuir a su familia...quizás aún no debería juzgarlo tan mal sin conocer el resto de la historia.

—¿Por qué nunca me hablaron de ti?—cuestiono, me intriga el porqué nunca mis padres lo mencionaron. Él me observa avergonzado antes de llevar su mano a su nuca para rascarla de forma nerviosa.

—Fue una petición mía, un acuerdo en el que les pedí no mencionar nada en frente de ti hasta que yo pudiera volver y comenzar desde cero. No quería que me recordaras como tu tío drogadicto, tampoco quería que te mintieran diciendo que estaba de viaje o algo así...no habría sido bueno y yo realmente no habría soportado la vergüenza de enfrentarte sabiendo eso.

—Entiendo.—asiento comprensiva, porque realmente comparto su punto de vista, quizás yo habría hecho lo mismo.—¿Qué sucedió entonces?—esta vez mi voz se percibe más apacible e interesada, comienzo a conectar con las emociones de lo que cuenta.

—Se suponía que regresaría para tu cumpleaños número diez. Ya había salido de rehabilitación un año antes, pero quería asegurarme de poder vivir por mi cuenta antes de regresar a casa. Prepararíamos una fiesta sorpresa para ti y una celebración por mi llegada en conjunto...

—Por eso es que mis padres insistieron en que me fuera con el abuelo...—susurro en cuanto hallo la explicación de aquel suceso. Era algo obvio después de todo. Namjoon asiente confirmando mi suposición.—Pero tú no estabas ahí cuando ocurrió el incendio, nadie dijo nada sobre ti...

—Antes de tu llegada, tu madre había preparado un regalo especial para ti, algo que no valorarías en aquel entonces con tan corta edad. Me pidió que me encargara de eso, así que aún no había regresado a la casa cuando ocurrió el incendio...

—¿Qué tipo de regalo?—indago sorprendida, nunca nadie había mencionado algo sobre dicho presente.

—Tus padres habían abierto una cuenta bancaria para ti, con todos los fondos necesarios para que en un futuro no carecieras de nada.—entreabro mis labios anonadada ¿Cómo es que ni siquiera el abuelo me había hablado de eso?—Eras menor de edad así que el banco no podía poner la cuenta a tu nombre, por eso...tu madre decidió inscribirme a mí como propietario y el día del incendio yo me encontraba ultimando los trámites para ello.

—No comprendo... ¿Por qué no simplemente usaron los nombre de uno de ellos?—mi intención no es ofenderlo mostrando desconfianza, pero me parece algo más lógico que mis padres hubieran puesto la cuenta a nombre de ellos antes que el suyo.

—La cuenta es secreta Eun Mi, nadie más que tus padres y yo sabíamos sobre ella. Me escogieron a mí como un voto de confianza porque ya estaba del todo recuperado...y porque no iba a ser seguro que estuviese a nombre de uno de ellos.

—¿Por qué? Si era una cuenta para mí... ¿Por qué habría de ser secreta?

Namjoon se tensa y mira de reojo a Seokjin quien se mantiene callado a mi lado acariciando el dorso de mi mano con una expresión angustiada. Jin asiente en su dirección, permitiéndole que continúe y Namjoon termina por asentir dejando salir un suspiro apesadumbrado.

—Es aquí cuando comienza la parte difícil...—masculla.—Meses antes tu abuelo había iniciado la escritura de su testamento, el proceso comenzó...y él había acordado dejarle el Condominio Sang a tu padre.

Ya sabía eso, solo que ahora no entiendo qué tiene que ver esa parte de la historia dentro de todo.

—Tu abuelo era un hombre sabio Eun Mi, y aunque también era su hijo, él sabía que el condominio no estaría en buenas manos si terminaba bajo el mando de Kwan Chul. Si hay algo que siempre supimos todos es que ese hombre estaba podrido por dentro y destruiría toda la herencia familiar de los Sang...tu madre siempre solía decir eso.—continúa hablando y yo asiento algo exasperada, ansiosa por que vaya al punto.—Luego de que Kwan Chul supiera que el testamento no estaba a su favor, la situación comenzó a complicarse...tus padres recibieron varias amenazas de su parte.

—¿Amenazas?—esta vez no evito mostrar mi sorpresa.

—Kwan Chul prácticamente enloqueció ante la idea de quedarse sin nada y tu abuelo no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. Así que a eso le siguieron muchas discusiones y una exhaustiva lucha entre ambos hermanos a pesar de que ya la decisión había sido tomada.-profiere con desaprobación.

—Una noche recibí una llamada de tu madre, estaba muy alterada y lloraba en creces, solo me contó que tu padre y Kwan Chul habían tenido una fuerte discusión y que les había amenazado. Le sugerí que lo acusara con la policía...pero ella se negó, dijo que no contaban con pruebas suficientes para culparlo de algo, al fin y al cabo Kwan Chul nunca llegó a lastimarlos. Pero yo intuía que algo más fuerte había pasado en aquella discusión, porque días después llamó nuevamente para pedirme que hiciera una cuenta para ti a mi nombre y lo mantuviera en secreto...hasta que tú tuvieras la edad suficiente como para intervenir en ella.

—No tiene sentido... ¿Acaso ellos sabían que algo malo sucedería? ¿Por qué no lo alertaron entonces?—a estas alturas ya las lágrimas comienzan a escocer en mis córneas.

—Eso es algo que nunca entenderé...—suspira con resignación y angustia.—Aún así, hice lo que me pidió.—lo veo voltear y tomar a un costado del sofá un portafolio que hasta el momento no había advertido que llevaba consigo, extrae algunos papeles de su interior y me los extiende.—Estos son los certificados de la cuenta en aquel entonces y actualmente, puedes ver que ha permanecido intacta hasta el día de hoy, yo cumplí mi promesa.

Con cierta duda tomo los certificados y efectivamente, al observarlos me encuentro con su nombre registrado como propietario de la cuenta, esta ha sido consultada hace unos pocos días y cuenta con la misma cantidad de fondos que hace diez años. 100, 000,000 wones.

Jadeo atónita ante la exuberante cantidad y Namjoon sonríe en mi dirección asintiendo.

—Lo dejaron todo para ti, ese dinero es del fruto de años de trabajo de tus padres en el hospital. Mucho antes de que tú nacieras.

Las lágrimas pueblan mis ojos irremediablemente y antes de notarlo siquiera ya Jin se encuentra arropándome entre sus brazos. Ellos realmente pensaban en mí...viví todos estos años creyendo que no les había importado lo suficiente como para tener la necesidad de quitarse la vida y dejarme sola. No me interesa el dinero, valoro más el significado sentimental de la acción, eso es lo que trae un poco más de paz a mi corazón.

—Pero...—comienza a hablar nuevamente y el dolor en su mirada me advierte que la parte difícil viene a continuación.—Cuando volví del banco ese día aún tú no habías regresado, encontré la casa en completo silencio y a la distancia vi salir a un hombre guardando un arma entre sus ropas, supe que algo malo había sucedido.

¿Un arma?

Mi corazón comienza a golpear con fuerza en mi pecho y la inquietud a embargar mi organismo, sé perfectamente lo que eso significa.

—Al entrar y ver los cuerpos inertes de tus padres...solo llamé a la policía y salí de ahí a toda prisa. Tenía una corazonada de quién pudo haber hecho tal cosa.—las lágrimas se derraman por su rostro y yo sollozo en silencio, anticipando el significado de todo.—Seguí a aquel tipo y me llevó hasta una zona apartada de la ciudad, lo espié hasta encontrar lo que quería...ahí estaba Kwan Chul pagándole por sus servicios.

—No...—murmuro ausente sin poder creer lo que estoy escuchando, el dolor en mi pecho aumentando con cada palabra que dice.

No es posible...todo estos años he vivido engañada, soportando al asesino de mis padres. Todo el dolor y el sufrimiento de las mentiras que han sido dichas pudieron haberse evitado...

Lo cierto es...que a pesar de mi odio hacia Kwan Chul nunca sospeche de él, nunca pensé que sería capaz de matar a su propio hermano. De arruinar la vida de su familia únicamente por un capricho de su parte.

—No dudé en enfrentarlo, no estaba analizando las cosas con claridad, solo podía pensar en la vida de mi hermana en ese momento...—pasa el dorso de su mano por su mejilla limpiando su llanto.—No me debatí dos veces en tomar la justicia por mis manos...y le acusé, le golpeé...quería matar a ese desgraciado.—habla con rabia y un odio in crescendo.—Pero no medí las consecuencias, el tipo que estaba con él no tardó en agredirme también. Un solo golpe bastó y quedé inconsciente, al despertar solo en aquel sitio perdí mi oportunidad de acabar con él.

Coloco las palmas de mis manos frente a mi rostro y respiro con dificultad, el llanto no se hace esperar.

Los mató...todo este tiempo fue él.

—Para cuando regresé ya el incendio había ocurrido. Una vez tu padre fallecido, la empresa pasaría inevitablemente a su poder, eso dictaba el testamento. Comprendí que Kwan Chul había ordenado incendiar la escena para eliminar cualquier pista que lo inculpara, entonces supe que el único cabo suelto que quedaba en su crimen era yo, el único testigo. Tarde o temprano iría a por mí también, así que intenté advertirle a tu abuelo.—muerde su labio inferior buscando calmarse, luce tan afectado como yo en estos momentos.

—Él estaba muy dolido con la pérdida y tú recién debutabas con el trauma. No quiso escucharme, no quería aceptar que su hijo era un monstruo. En la comisaría me tomaron declaración y la investigación en base a Kwan Chul inició, creí que al menos eso funcionaría...pero él tenía otro as bajo la manga.

A estas alturas no hago más que hipar en cada convulsión de mi diafragma causado por el llanto. Joder...es demasiado, tanto que hasta parece increíble que esta sea la verdadera historia detrás de mí pasado. Pero lo creo, creo cada palabra que dice, porque en el fondo sé bien que todo encaja a la perfección con el perfil del culpable. Solo yo no lo había notado.

—¿A que as te refieres?—sorbo por mi nariz dispuesta a escuchar hasta el final.

—No sabría decir de qué forma o mediante qué contactos, pero un día la policía apareció con una orden judicial para registrar mi casa a causa de una demanda...encontraron droga en el patio trasero. Esa mercancía no me pertenecía, yo sabía que había sido él, pero nadie me escuchó. Ya tenía antecedentes en ese mundo y Kwan Chul se aprovechó de eso para eliminarme.—espeta iracundo.

—Luego de mi primera declaración en su contra yo había pasado a ser un testigo protegido, si algo me sucedía el primer sospechoso de la policía sería él, no podía matarme como había hecho con tus padres. Así que recurrió a ese método para hacerme desaparecer. Mi acusación dejó de ser válida...nadie creería en las palabras de un ex drogadicto al lado de la opinión del prestigioso heredero Sang Kwan Chul. Me condenaron a ocho años de prisión por tráfico ilegal de drogas...ya que no pudieron probar que las consumía.

—Por eso desapareciste...—susurro con tristeza.

—No tuve forma de ganar el caso. Kwan Chul había manipulado muchos títeres a su favor...empezando por los forenses que aseveraron que el incendio fue un suicidio sin investigar a fondo y terminando en el juez que me condenó a pesar de la escasez de pruebas. Él sería el nuevo presidente del hospital más importante de la capital y su influencia pasó a ser sublime incluso cuando no tendría el mando absoluto hasta la muerte de tu abuelo.

—Lo siento...—expreso dolida incluso cuando yo no he tenido culpa de nada.—El abuelo...tampoco me habló nunca de ti.

—Supongo que le avergonzaba de cierta forma porque yo era un convicto y tú apenas podías sobrellevar la muerte de tus padres.—se encoje de hombros dejando salir un suspiro resignado.—No era un mal hombre, solamente estaba sufriendo por su familia. No le reprocho absolutamente nada.

Yo sonrío con desgano, solo un poco, porque tiene razón. El abuelo no era una mala persona, solo quizás no había identificado al verdadero demonio dentro de todo, o simplemente no quería aceptarlo. Era su propio hijo.

—Aunque no me creyó en su momento que Kwan Chul había sido capaz de hacer algo así, seguía sin confiar en que su hijo dirigiría correctamente el condominio. Así que hubo una modificación más en su testamento...

—¿Una modificación más?

—En un principio el hospital sería de Kwan Chul una vez fallecido el primer heredero, tu padre, pero tu abuelo decidió cambiar eso. Te haría propietaria del hospital a ti, Eun Mi.—ladeo mi cabeza impresionada, nunca me había enterado de tal cosa.—Como aún eras menor de edad no podías adquirir la propiedad, así que mientras tanto él y Kwan Chul compartirían el mando.

—Nunca supe nada de eso...

—El objetivo era que al cumplir tus dieciocho fueses la presidenta, tu abuelo no mencionó nada del cambio en el testamento. Era algo que solo él sabía.

—¿Cómo estás enterado de eso entonces?

—Mientras ambos dirigirán el hospital, tu abuelo comenzó a notar una serie de comportamientos extraños y problemas dentro de la propia instalación.—continúa explicando.—Inició una investigación profunda sobre ciertos eventos extraños que ocurrían ahí, relacionados con el Corredor C, en aquel entonces solo él y Kwan Chul tenían pleno acceso a esa área así que la investigación clandestina inicio por él.

Al escuchar la mención del Corredor C giro mi cabeza con rapidez hacia Seokjin y este presiona sus labios en una fina línea, su rostro esta lívido y luce tan conmocionado como yo.

—No tenía una idea exacta sobre en lo que estaba inmiscuido su hijo, solo que muy probablemente constaba de negocios ilícitos de alto nivel. En medio de dicha situación tu abuelo enfermó, sabía que no le quedaba mucho y había comenzado a desconfiar en demasía de Kwan Chul.—contengo la respiración mientras relata, me siento demasiado tensa.—No supe qué fue lo que descubrió en un final hasta días después de su muerte, pero puedes tener certeza que fue algo lo suficientemente macabro como para que a última hora hiciera otro cambio en el testamento.

—¿Qué sucedió esta vez?

—Tu abuelo sabía que una vez falleciera tú estarías bajo la tutela de Kwan Chul, y anticipando las consecuencias agregó una cláusula al documento que declara que una vez cumplida tu mayoría de edad el condominio quedará a tu nombre...pero si en el trascurso de ese tiempo a ti llegase a sucederte algo entonces el hospital pasaría a ser un centro estatal. Kwan Chul no tendría más derecho sobre la herencia.

—Si el abuelo desconfiaba de Kwan Chul y sabía que estaba en problemas... ¿Por qué no lo denunció?—no comprendo absolutamente nada de esto.

—Tu abuelo estaba reuniendo las pruebas a base de su investigación, lamentablemente murió mucho antes de concluirla así que no tuvo oportunidad de llevarlo a juicio. Solo dejó una teoría a medio consolidar...

—Sigo sin entender cómo es que tú sabes eso.

—Porque...días antes de su muerte me había enviado una copia del testamento y de los documentos sobre la investigación. Ya no confiaba en Kwan Chul, no solo para ser presidente del hospital sino también para dejarte en sus manos. Tú no tenías más familiares además de mí, y tu abuelo había comenzado a confiar en mis palabras cuando creyó encontrar lo que ocultaba Kwan Chul. Lo hizo para que en cuanto cumpliera mi condena fuera a por ti, para que tuviera una razón sólida por la que acusarlo más adelante. Él sabía que una vez Kwan Chul viera el nuevo testamento no podría tocarte un pelo hasta tu mayoría de edad, estarías a salvo mientras...

—¿Es a esto a lo que te referías...?—él frunce su ceño confundido por lo que prosigo.—El peligro inminente...

—Me temo que sí, he venido para continuar lo que tu abuelo dejó a medias, para ajusticiar a Kwan Chul por lo que hizo y aún continúa haciendo. Vine a cumplir mi promesa de protegerte, porque una vez seas mayor de edad y la cláusula se invalide, nada asegura que si mueres el condominio no pase a sus manos por completo. Él no vacilará en hacer contigo lo mismo que hizo con tus padres.

<<Si estás aquí, si te soportamos, es porque no nos queda más opción.>>

<<Hija de puta, todo se ha complicado por tu jodida culpa. Debiste haber muerto ese día...>>

<<Tu error fue haber nacido.>>

Ahora todas y cada una de sus frases repletas de odio tiene un sentido para mí. No me acogió y mantuvo bajo su tutela todos estos años por ser mi familiar, lo hizo porque el testamento no le permitía deshacerse de mí por completo hasta la mayoría de edad o de lo contrario él perdería su derecho a la herencia.

Si no fuese por esa cláusula...probablemente tras la muerte del abuelo Kwan Chul me habría matado, y si yo casualmente no hubiese estado fuera de casa el día del incendio habría muerto en esa ocasión también. Eso solo explica el maltrato físico y la repulsión que todos estos años Kwan Chul mostró hacia mí, su único deseo siempre fue eliminarme de su vida y me había convertido en una carga al no poder hacerlo.

—Era a eso a lo que se refería el mensaje.—afirmo conectando sucesos en mi mente.—"Debes tener cuidado, ya está cerca y él lo sabe."—recito textualmente.—Mi cumpleaños número dieciocho está cerca...y Kwan Chul está esperando a que llegue ese momento para asesinarme.

—No dejaremos que te haga nada.—habla con convicción Jin a mi lado y Namjoon asiente de igual forma.

—¿Por qué no me dijiste eso antes? ¿Por qué no te acercaste aquel día en la estación del autobús?

—Eun Mi...no podía hacerlo porque ahora mismo estoy bajo libertad condicional, aún me queda un año para cumplir mi condena. Si Kwan Chul me veía cerca de ti todo se iría al desastre, él no puede saber que estoy fuera de la cárcel, así que opté por observarte hasta creer conveniente el acercarme a ti y contarte.—responde y yo asiento convencida.—Intenté dejarte pistas y alertarte a mi manera. Pero entonces te marchaste a Busan, no tenemos mucho tiempo a nuestro favor por lo que fui a pedirle ayuda a SeokJin, sabía que él era de confianza. Le conté todo y aceptó ampararme aquí, hasta que tu pudieras saber la verdad.

—Yo...esto es demasiado.—suspiro apartando mi flequillo de mi frente con cansancio.—Todavía hay muchas cosas que no comprendo...¿Qué es lo que haremos ahora?

—El objetivo primordial es protegerte y hacer que Kwan Chul pague por la muerte de tus padres. Pero no podemos acusarlo de que intente atentar contra tu vida, no hay pruebas de que vaya a hacer esa movida aunque nosotros lo sepamos, tampoco hay forma de inculparlo por la muerte de tus padres. Incluso ese caso ya ha prescrito...

—¿Entonces cómo se supone que resolvamos esto?—inquiero exasperada.

—Tenemos que actuar antes de tu cumpleaños, lograr enviarlo a la cárcel o detenerlo antes de que intente hacerte daño.—responde Seokjin.—Y en cuanto a tus padres...la única forma de conseguir que el caso se reabra y lo acusen es mediante una confesión.

Suspiro con rendición, dudo mucho que exista alguna manera de conseguir que Kwan Chul confiese y Namjoon tampoco puede exponerse en la situación delicada en la que se encuentra. Incluso sopeso la idea de denunciarlo por violencia doméstica...pero sé que esos cargos no serían suficientes para detenerle.

Necesitamos algo mucho más fuerte...

—No creo que haya forma de que confiese algo como eso.—profiero.

—Hay una manera.—declara Namjoon captando mi atención.

Como hace un segundo, extiende en mi dirección nuevos papeles que extrae de su portafolio. Claramente puedo ver el documento del testamento donde se asevera dicha cláusula, los certificados de la cuenta bancaria y, para mi sorpresa, algunas fotografías de Namjoon junto a mi madre e incluso a mi lado cuando apenas era una bebé.

Todo ha terminado siendo tan verídico como impactante.

Namjoon me señala una carpeta en específico que rápidamente abro, encontrándome con el cuño del hospital para archivos clasificados...y estos tienen en su encabezado al Corredor C.

—Te había mencionado que tu abuelo estaba llevando a cabo una investigación para inculpar a Kwan Chul de posibles negocios ilícitos en esa área del hospital.—me dice y yo asiento aún escudriñando los papeles, no soy capaz de entender lo que contienen.—Según la conclusión a la que llegó tu abuelo antes de morir, Kwan Chul estaba inmiscuido en algo horrible Eun Mi, lo suficiente como para enviarlo a prisión por el resto de su vida.

—Pero dijiste que el abuelo murió mucho antes de confirmar si su teoría era cierta...

—Ese es el punto, nosotros debemos concluir esa investigación. Retomar lo que dejó a medias tu abuelo, si logramos probar que eso es lo que Kwan Chul ocultaba entonces podríamos incluso amenazarle por una confesión sobre su otro crimen y alejarlo de ti.

Abro mis ojos sorprendida ante su idea, tiene razón. Incluso si no conseguimos la confesión el hecho de que lo que oculta sea tan macabro como para dejarlo pudrirse en una celda es suficiente castigo y justicia para mí. Tenemos que hacerlo y rápido, aún quedan unas semanas para mi cumpleaños.

—¿Cuál es la teoría que tenía el abuelo?—Namjoon se acerca y señala con su dedo una esquina del documento en mis manos, en entonces cuando leo esa oración y cada vello en mi cuerpo tirita del pánico...

Joder, esto es mucho más horrible de lo que jamás imaginé...

—No tenemos mucho tiempo, así que hemos creado un plan.—me notifica Jin liberándome de mi estado de estupor, mis sienes sudan y mis manos tiemblan luego de haber leído el documento de la investigación del abuelo.—Vamos a acorralarlo.

—¿Cómo?

—Escucha con atención, esto es lo que haremos...


Hola me disculpo nuevamente por la tardanza pero aún la situación por aquí no mejora y eso me supone cierto estrés mental y físico :")

Me ha costado además escribir este capítulo, es muy importante toda la información que contiene y quería que fuese lo más potable y entendible posible. Espero que se haya logrado el objetivo y resuelto algunas de sus dudas con respecto a esa parte de la trama de la historia.

Trataré de regresar pronto, ya queda cada vez menos para el final y el último misterio que esconde la historia...si, hablo de lo que pasa con papi Jungkook :)

En fin, espero les haya gustado el capítulo. Perdonen si se les ha hecho largo pero no me pareció factible dividirlo.

Gracias WhiteCoffefw por tus lindos mensajes que me animaron a actualizar y a sentirme mejor

Gracias por leer ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro