Capítulo 61
Tomo asiento en una de las bancas y apoyo mis codos sobre mis rodillas mientras contengo inconscientemente la respiración, esperando que Jungkook termine con su rutinaria preparación antes de lanzar la pelota. Claramente no luce en todos sus sentidos como antes, y el agotamiento en su cuerpo se distingue a simple vista, aún así parece hacer un constante sobreesfuerzo para mantener el control y terminar el partido. Acabo de descubrir que admiro su fuerza de voluntad incluso en estos casos.
No sé qué tan profundo es su dolor como para afectarle de esa forma, pero el hecho de que intente sobreponerse a él por un bien común me demuestra cuán fuerte y decidido es su carácter. Tal vez si yo fuese un poco más como él me habría ahorrado mucho sufrimiento desde un principio, y solo ahora puedo comprender cuánto se esforzó por hacerme entender eso…por enseñarme un poco de su fuerza. Nunca había pensado en que, además de la desesperación, otra de las razones por las que Jeon decidió usar un método así de drástico conmigo es porque quizás él aprendió a forjar su personalidad de esa forma…se fortaleció a base del dolor.
Supongo que es cierto lo que dicen,"lo que no te mata te hace más fuerte". O a menos tiende a suceder en la mayoría de los casos, no en el mío.
Yoongi ha hecho un buen trabajo distrayendo a Myung Soo con una estúpida conversación para que esta no intente desconcentrar a Jungkook nuevamente, sería muy complicado de explicar que lo que sucedió hace poco fue un ataque de pánico a causa de ese sobrenombre y no tenemos tiempo para tales dilaciones.
Jungkook ladea su cabeza haciendo tronar su cuello y estira sus brazos un poco antes de colocarse en posición sobre el montículo. El bateador del equipo contrario presiona el mango del bate entre sus manos y puedo deducir que esta algo nervioso, de cierta forma la responsabilidad de que Jeon no logre hacer un juego perfecto recae sobre él. Realmente espero que las cosas acaben a nuestro favor.
Jungkook realmente se está esforzando por continuar, y quizás su voluntad se rige por ese especial motivo que dice tener para conseguir un juego perfecto.
Incluso los gritos en las gradas y la voz del comentarista se esfuman de mi campo auditivo cuando Jeon lleva su rodilla hasta su pecho y se impulsa hacia adelante con gran maestría lanzando la pelota en la dirección correcta. Puedo jurar que he visto el trayecto de esta transcurrir en cámara lenta, hacer una leve curva sobre el aire y pasar a escasos centímetros del bate hasta terminar dentro del guante de Jimin a un costado del bateador.
Sin poder evitar la creciente emoción en cuanto escucho al árbitro pronunciar esa gloriosa palabra, “strike”, me coloco de pie y grito elevando mis brazos. Sí, acaba de conseguirlo.
Oficialmente Jungkook se ha convertido en el vigésimo cuarto jugador en protagonizar un juego perfecto.
No soy la única con excesiva euforia, apenas el altavoz anuncia el fin del juego y la victoria de Seúl, todos los chicos del equipo corren al centro del terreno y se lanzan sobre Jeon. En las gradas los estudiantes de nuestra escuela gritan su nombre y aplauden como reconocimiento. Yoongi ha salido al terreno también para abrazar a sus amigos. Taehyung y Jimin hacen un extraño baile de felicidad hacia el público que consiste en colocar sus manos bajo sus axilas y tambalearse de un lugar a otro como… ¿Monos?
Hye estaría orgullosa.
Hoseok lanza su gorra y salta en su sitio como si acabase de sacarse la lotería, normalmente es una persona alegre y ahora con lo sucedido su emoción es desmedida. Lo mismo ocurre con el resto de los miembros y el entrenador, quien luego de felicitar a Jungkook, increíblemente termina por unirse a la estrambótica coreografía de Tae y Jimin.
En medio de la algarabía nuestros ojos se encuentran y una amplia sonrisa se dibuja en nuestros rostros al unísono. Estoy tan jodidamente feliz que justo ahora no puedo pensar en otra cosa que no sea abrazarlo.
Jungkook comienza a apartar poco a poco a los chicos en su camino, con el objetivo de acercarse a mí, yo hago lo mismo y avanzo por el terreno rumbo al montículo con el afán de hacer realidad mis pensamientos. Sin embargo, apenas sobran unos cuantos metros entre nosotros, un golpe en mi hombro me hace tambalearme levemente. Solo para notar a Myung Soo avanzando hacia él con determinación y pasando por mi lado como si mi presencia fuese lo más insignificante del mundo, con toda intención de herirme en el proceso.
—Oh, Jeon ¡Estuviste de maravilla!—escucho que lo adula en cuanto se le acerca.—Nunca dudé de ti porque tú eres…
—Con permiso.—Jungkook mantiene su vista fija sobre mí y apenas la mira cuando en un ágil movimiento empuja su cuerpo a un costado, apartándola de en medio y despejando el camino hasta llegar a mí.
Me habría gustado ver la expresión de Myung Soo ante el contundente rechazo, pero no puedo apartar los ojos del chico frente a mí. Cada ápice de su ser atrae al mío con la misma intensidad que un imán, y seamos o no tan parecidos como él suele decir, de igual forma estar a su lado se ha convertido en mi único anhelo desde aquel beso bajo la nieve.
—¿Estás bien?—pregunto cuando mi mirada queda a la altura de su pecho y me veo en la necesidad de elevar la vista ante la inminente cercanía, aún estoy preocupada por su estado luego de lo que sucedió.
—Mejor que nunca.—me planteo responderle, pero en cuanto siento mis pies ser separados del suelo, únicamente logro emitir un pequeño grito de sorpresa que es acallado al instante por sus labios.
Jungkook sostiene mi cintura contra su torso, y en el acto me ha elevado lo suficiente como para que mis pies leviten a una considerable distancia de la grava del terreno bajo nosotros y mi cabeza sobrepase a la suya mientras que yo busco soporte apoyando mis manos sobre sus hombros.
Los gritos a nuestro alrededor se intensifican y no sabría decir si es a causa de lo que presencian o si algo más ha sucedido en el lugar, solo puedo concentrarme en seguir el exquisito ritmo de sus besos y jadeos sobre mis labios. Cuando creo que esto no podría ser más perfecto, el beso se ve interrumpido por la sonrisa de ambos y el murmullo cálido de Jungkook acariciando mis tímpanos.
—Sang Eun Mi… ¿Quieres ser mi novia?
Mis ojos se abren atónitos, no me esperaba que preguntara eso precisamente ahora y mucho menos de esta forma, pero no me quejo de absolutamente nada. De hecho, creo que no habría podido escoger un momento más ideal para la ocasión.
Entonces recuerdo su promesa, había dicho que cuando ganara el juego me pediría ser su novia…y comienzo a pensar que quizás esa era la razón por la que se esforzó en terminar el partido a pesar de su estado. Era su motivación.
Considero que después de todo lo que ha pasado entre ambos esa pregunta es una simple formalidad que no significa nada y no es necesario verbalizar una respuesta que es más que obvia, así que opto por demostrarle en cambio cuanta aceptación puedo expresar con mis acciones. Sin dudarlo envuelvo mis piernas alrededor de su cintura y, cuando él me sostiene de mis muslos y encuentro un poco más de soporte, rodeo su cuello con mis brazos. Justo ahora me importa bien poco que miren y juzguen, soy feliz y eso es lo único que necesito.
—Sí, quiero ser tu novia, Jungkook.—sin dejarle responder siquiera, presiono mis labios contra los suyos. A través de la sombra de mis pestañas distingo la intensa iluminación de los reflectores alumbrando nuestra posición.
Me separo de sus labios solo para presenciar la escena más incómoda y la vez quizás la más maravillosa de mi vida, reflejándose con claridad en ambas de las enormes pantallas del terreno se distingue nuestra imagen. Con mi rostro carmesí de la vergüenza e intentando obviar los silbidos y vítores cómplices de todos los presentes, intento bajar de su cuerpo y separarme de él, pero el agarre de Jungkook en mis piernas se intensifica impidiéndome la acción a la par que comienza a reír y nos hace girar en nuestro propio sitio.
¿Es legal sentirse tan feliz?
En un final termino por reír también y solo unos segundos después es que consigo que él vuelva a colocar mis pies sobre el suelo y termine con el hermoso pero incómodo momento.
—Ya saben chicos, la fuerza del amor es sublime.—menciona el comentarista una vez dejan de reproducirse nuestros movimientos en la pantalla.—La próxima vez el equipo de Busan debe asegurarse de que sus jugadores encuentren una pareja que les de igual suerte que a Jeon.
Salvo los chicos del equipo aludido, el resto de los presentes ríen por el mal chiste del comentarista y yo solo bajo mi mirada avergonzada.
Este el momento que esperé por tanto tiempo, es la sensación que anhelé desde un principio. Por primera vez desde que él se fue comienzo a sentir que el vacío en mi pecho empieza a llenarse, la herida en mi corazón a sanar y el dolor de su ausencia a mermar.
Y todo parece regresar a la media, al inicio de mi infancia antes de que mi mundo se derrumbara a pedazos…a ese punto en el que todo lo malo era una simple utopía y yo siempre me sentía feliz.
《Me gustaría que al menos por una vez en mi vida las cosas volvieran a ser como antes…felices, antes de que te fueras…》
Esas no son más que las primeras palabras que le dediqué a mi almohada antes de que todo comenzara, al otro día encontré la primera nota y conocí a los Min. Por muy increíble que parezca, es como si mi deseo se hubiera hecho realidad…como si aquellas notas hubiesen llegado a mi vida para mejorarla, para cambiar el rumbo de mi destino.
Tengo que saber quién es, tengo que saber quién deja esas notas. Porque esa persona ha cambiado a mi vida por completo y para bien. Me ha devuelto las ganas de vivir.
Unos sudorosos brazos envuelven mis hombros desde atrás, seguidos de otros…y otros y otro más. En un instante me siento rodeada de palpitares y sonrisas arropándome con vehemencia.
No aspiraba a tanto, cuando conocí a los Min aquella mañana en el instituto o cuando Jeon se burló de mi debilidad en aquel gimnasio. No aspiraba a terminar de esta forma, incluso no creo que merezca tanto…pero tal como las notas sobre mi almohada terminé por encontrar a más de una persona que aún sigue deseando ver mi sonrisa y eso es suficiente para continuar intentándolo…para desear seguir viviendo.
Correspondo al abrazo de los chicos y sin poder evitarlo algunas lágrimas escapan de mis ojos y terminan por ocultarse entre las fibras de la tela que cubre el cuerpo de Taehyung abrazando el mío, al igual que el de Jimin, Hoseok y Yoongi. Al elevar mi mirada cristalina encuentro la de Jeon y un recuerdo incomprendido hasta ahora llega desde lo más recóndito de mi mente.
《No voy a dejar que tú desaparezcas.》
Quizás él nunca sepa el peso de aquella promesa sobre mí, porque cuando estás en ese punto…en el que intentas vivir tu vida y al mismo tiempo escapar de ella, lo único que deseas es desaparecer. Y vale mucho que alguien se convierta en tu ancla y te permita aferrarte hasta poder salir a flote, justo como los ángeles de los que hablaba la carta.
Así que gracias Jeon, gracias por no dejarme desaparecer.
—¿¡Oiga pero qué hace!?—el silbato del árbitro resuena seguido de una incesante algarabía que se acrecienta llamando la atención de todos.
Los chicos finalizan el abrazo para observar lo que sucede, y en cuanto yo hago lo mismo, la expresión de mi rostro se transforma en un mohín de incredulidad.
—Joder, no puede ser.—masculla Jimin palmeando su frente.
—¡Cállese señor!—le grita ella de regreso y su voz es tan chillona como el sonido del silbato.—Usted no entiende nada del valor de la amistad.
Hye continúa retorciéndose sobre la cerca y la estructura que separa las gradas del terreno, hasta que milagrosamente y casi de forma increíble logra saltar dicho obstáculo hasta caer en medio del campo, golpeando su trasero en el proceso. Emite un quejido y al instante se coloca de pie, sin apenas sacudir la suciedad de sus jeans, para correr hacia nosotros.
Al verla con sus cabellos alborotados y el árbitro persiguiéndola luego de la locura que acaba de hacer, solo me reafirmo lo afortunada que soy al tenerlos a todos en mi vida. Así que sonrío ampliamente cuando ella se lanza sobre nosotros y básicamente estrangula mi torso entre sus brazos con vehemencia. Le correspondo y segundos después ella repite la acción con los restantes, incluso con Jimin cuando según ambos se odian.
Cuando llega el turno de Hoseok este palidece y al instante sus mejillas se pueblan de una tonalidad carmesí casi insana, y no sabría diferenciar si se trata de un sonrojo por la cercanía o es a causa de la asfixia por el fuerte agarre de Hye a su alrededor. Por último se abalanza sobre Yoongi y para sorpresa de todos deja un sonoro, y posiblemente pegajoso, beso en su mejilla que no hace más que ocasionar una risa en el pelinegro.
—¡Estoy tan orgullosa de ustedes mandriles apestosos!—exclama elevando sus brazos.
—Siempre me cuesta discernir si lo que dice es un elogio o un insulto.—le ataca Jimin con burla pero ella parece estar tan feliz que decide hacer caso omiso a las palabras del chico.
El árbitro llega jadeando a nuestro encuentro luego de haber perseguido a Hye por prácticamente todo el terreno.
—Que alguien le pregunte si ha jugado baseball antes.—profiere de forma entrecortada señalando a la chica, básicamente ella hizo el mismo recorrido de un bateador en menos de treinta segundos.—No puede estar aquí.
—Ella está con nosotros.—le aclara Jeon, e imagino que por respeto y consideración a su triunfo, el árbitro observa Hye con desconfianza por unos minutos pero en un final agita sus manos restándole importancia y con cansancio vuelve a alejarse.
—Hey…—una nueva voz hace acto de presencia y todos nos giramos solo para encontrar a Haneul con una tímida expresión y un leve sonrojo en sus mejillas.—Se supone que no deba estar aquí, ya saben…”relacionándome con el enemigo”.—ríe de forma nerviosa y simula las comillas con sus dedos.—Pero quería felicitarlos por la victoria, realmente lo hicieron de maravilla.
Su sincera felicitación enternece a más de uno y en un final los chicos terminan por agradecerle e incluirla en la conversación. Aún el estadio continúa repleto puesto que el regocijo parece prolongarse cada vez más. Hye conoce a Haneul y al instante logran entenderse a la perfección lo cual, he de admitir, me complace. Durante el tiempo que transcurre Jeon no deja ir mi mano en ningún instante, incluso cuando más personas se acercan a felicitarle, él no se aleja de mí. Lo mismo ocurre con Taehyung y la tímida chica, él no ha mediado palabra desde que ella apareció, simplemente se ha mantenido a su lado con una expresión embobada asintiendo a todo lo que dice. Y Hoseok, además de intentar que Hye y Jimin no se arranquen la piel a mordiscos mutuamente, no se ha apartado de la pelinegra en ningún instante.
—¿Qué pasará ahora con la beca?—pregunta Yoongi de repente.
—El viejo calvo que estaba en la zona reservada y el rector de la universidad se marcharon apenas expusieron los resultados del juego.—informa Hye, quien desde las gradas tenía una vista privilegiada de dicho sitio.
—Probablemente lo anuncien después, aún deben seleccionar a los estudiantes.—señala Hoseok.
—Como sea estoy seguro de que Jeon lo ha conseguido.—Taehyung palmea orgulloso el hombro de su amigo.—Es una oportunidad única y sería maravilloso para su carrera.
—Jeon, si te seleccionan… ¿Aceptarías irte a América?—esta vez es Jimin quien pregunta y sus palabras dejan una amarga esencia en mi interior.
Sabía que si le seleccionaban tendría que irse, y que era muy probable que fuese el caso. Me convencí de que yo no me interpondría en su carrera a pesar de estar juntos, que le dejaría hacer con su vida lo que él deseara y no cortaría sus alas por ningún motivo…porque eso es lo que significa querer a una persona.
Pero entonces… ¿Por qué justo ahora el hecho de imaginar un futuro sin él me duele tanto?
—Ah, yo…—los ojos de Jeon se desvían en mi dirección y el atisbo de los nervios y la incertidumbre se refleja en su mirada, sus notables dudas no hacen más que acrecentar esa inminente punzada en mi pecho.—Creo que yo…
—¡Es hora de irnos!—el entrenador lo interrumpe con su característico grito.—¡Podrán festejar más tarde en el hotel pero ahora debemos partir!
Algunos bufidos de decepción por el apremio con que el entrenador se empeña en despejar el lugar se hacen presentes, pero nadie refuta de más y poco a poco todos comienzan a salir del estadio. De reojo observo a Jungkook con una expresión meditabunda y sus labios presionados en una fina línea, consecuentemente noto que la intensidad de su agarre en mi mano ha disminuido. Quisiera saber el final de su contestación, pero pierdo toda oportunidad de retomar el tema en cuanto la conversación cambia su curso de forma repentina.
—¿Qué les parece hacer algo más tarde? Ya saben, celebrar.—propone Taehyung caminando hacia el dugout para tomar sus pertenencias mientras el resto le imitamos.
—¡Sí! ¡Es hora de la fiesta!—exclama Hye e inevitablemente todos la miramos atónitos, pero ella ni siquiera se percata de eso.
Justo ahora pareciera que Jimin y ella intercambiaron personalidades.
—Me parece una buena idea.—concuerda Hoseok y el resto asiente.
—¿A dónde deberíamos ir?—cuestiona Jimin una vez todos han organizado sus cosas, y con sus bolsos al hombro, avanzan hacia la salida.
—Conozco un par de sitios a los que podríamos ir en la noche.—contesta Jeon y su semblante decaído al instante es reemplazado por uno renovado y jovial.
—Genial ¿Todos de acuerdo entonces?—asentimos al unísono y antes de subir al autobús Taehyung se gira hacia una callada Haneul que lamentablemente no posee el mismo recorrido que nosotros hacia el hotel.—¿Vendrás?
—¿Puedo?—pregunta dudosa.
—¡Claro que sí!—asiente Hye con efusividad interrumpiendo la contesta que Tae planeaba darle.
—Por supuesto, la novia de mi amigo es mi novia también…—habla Jimin con solemnidad y cuando todos miramos en su dirección con una mueca escéptica él parece recapacitar sobre lo que ha dicho.—¡Es decir...! Los amigos de mi amigo son mis amigos también.—rectifica con torpeza ganándose un gruñido por parte de Taehyung y una risilla proveniente de Haneul.
Oficialmente ni siquiera son pareja, pero Jimin siempre debe esmerarse en meter la pata hasta el fondo y de la forma más estúpida posible.
—Por si las moscas…—habla Jungkook esta vez dejando ir mi mano y pasando su brazo alrededor de mi cintura, para acto seguido apegarme a su costado.—Me mantendré cerca de Eun Mi.
—¡Oh! Jeon, no conocía tu lado tóxico.—se burla Jimin de la acción del aludido.
—Acabas de decir que la novia de tu amigo es tu novia.—le recuerda.—Lo siento Jimin, pero ya no confiaré en ti de la misma forma que antes.
—¡Fue un lapsus léxico!—se justifica el rubio ocasionando las risas de los presentes, está claro que simplemente bromean pero aún así la desesperación en el tono de voz de Jimin es palpable.—Es como cuando tu dijiste aquella vez…árbol que ladra jamás su tronco muerde.
—¡¿Qué?!—espeta Jeon desconcertado.—Yo nunca dije tal barbaridad, eso suena más a ti.
—¡Que sí! Fue esa vez que…
Los pitidos de la bocina del autobús acallan la, probablemente increíble, anécdota que estuvo a punto de relatar Jimin. Es entonces cuando todos desviamos la atención de la estúpida discusión hacia el conductor.
—¡Otra vez ustedes tardándose!—se queja en cuanto depara en nuestros rostros.—¡Suban de una vez y quiten ese espantoso cartel de mi autobús!
—Espantosa su cara, señor.—espeta Yoon Hye.
—Oye Hye, ya basta.—Hoseok sacude suavemente el hombro de la chica para que guarde silencio y evitar un problema mayor, aprovechando que el conductor no alcanza a escuchar su insulto.
—Como sea.—ella resopla y sube al autobús resignada, el resto le seguimos luego de despedirnos de Haneul y que Tae acordase con ella el sitio donde se verían.
Como le prometí antes de venir, obviamente tuve que sentarme junto a Yoon Hye en el trayecto de regreso, y a pesar de que Jeon también insistió en que fuese a su lado, ella no aceptaría otro no como respuesta. Jimin al instante aprovechó la situación para sentarse junto a Jungkook y poder continuar con su absurda discusión de hace un momento, Taehyung ocupó lugar al lado a Hoseok y Yoongi terminó en un asiento cercano a nosotras mientras llamaba a sus padres…imagino que para contarles sobre la maravillosa experiencia que tuvo.
El trayecto fue tranquilo y animado, a decir verdad no hubo cabida en mis pensamientos para ningún aspecto negativo. Solo pude reparar en lo feliz que me sentía y en lo mucho que me aseguraría de preservar este sentimiento.
Una vez frente al hotel Hye y yo somos las primeras en bajar del autobús. Apenas siento la fría brisa provenir de la costa frente al lugar, una sensación de paz inunda mi cuerpo por completo. Por primera vez siento que pertenezco enteramente a un sitio y no soy un simple favor de caridad como siempre Kwan Chul se ha empeñado en hacerme creer.
—¿Podemos acercarnos a la costa?—le pregunto a Hye señalando el lugar, la euforia me exige aspirar más de esa fresca brisa y contemplar de cerca el hermoso paisaje.
—Está bien, pero no nos aproximemos mucho.—masculla con algo de desconfianza mientras sigue mis pasos.
—¿Te da miedo caer? ¿No sabes nadar?—me burlo aprovechando mi buen humor, pero ella no parece compartir el mismo criterio.
—No es eso Eun Mi. El agua debe de estar congelada, estamos en pleno invierno y aún nieva.—me aclara.—Además… ¿Te imaginas caer accidentalmente y que una de esas rocas te golpee la cabeza? Si te quedas inconsciente ahí lo más probable es que mueras de hipotermia.
—Estás exagerando, Hye.—río rodando mis ojos y terminando de acercarnos al malecón que divide la calle del enorme pozo que parece ser el mar a unos metros bajo nosotras.—No vamos a…
—¡Maldita puta!—el desgarrador grito a la distancia nos hace voltear atónitas, solo para encontrar a una desquiciada Myung Soo avanzando hacia nosotras con prepotencia.
Había olvidado su existencia a raíz de la emoción, incluso dejé de prestarle atención en su momento luego de que Jeon me besara en medio del terreno. Pero claro…
Regresión a la media ¿No?
No todo puede ser color de rosa, y si deseo poder estar junto a él sin impedimento alguno, debería empezar por deshacerme de Myung Soo y del dominio que ella cree tener sobre mí.
Ni siquiera sé en dónde estuvo hasta ahora, sus cabellos están desordenados y el rímel ensuciando la longitud de sus mejillas. Ha estado llorando, pero más que tristeza cada poro de su piel solo destila una incontenible rabia in crescendo únicamente dirigida a mí.
—¡Te dije que no te acercaras a él!—empuja mi pecho en cuanto se coloca frente a mí.—¡Es mío! ¡Se supone que tiene que estar conmigo!
—¡Ya basta jodida loca!—Yoon Hye intercepta su brazo en cuanto ella lo eleva con intenciones de golpearme, pero Myung Soo la aparta con brusquedad ocasionando que Hye pierda el equilibrio y caiga al suelo.
—¡¿Querías esto, no?!—ella no luce en sus cabales en lo absoluto, su sonrisa desquiciada y sus ojos a punto de salirse de sus orbitas no son un buen indicio.—¡¿Querías arruinarme por completo?!
Hye se coloca de pie nuevamente y la jala por su cabello, es entonces cuando una lucha comienza a librarse entre ambas y yo reacciono en el instante en que una bofetada va a parar a la mejilla de Yoon Hye.
—¡Con ella no te metas desgraciada!—no sé de dónde emerge mi valentía o siquiera la potencia de mi grito, pero ver a mi amiga siendo golpeada por ella despierta en mí algo mucho más poderoso que los celos.
Y si antes tuve la fortaleza para contenerme…pues ahora todo se ha ido al demonio.
Me abalanzo sobre su cuerpo separándola de Hye y haciendo que su espalda baja impacte contra el muro tras nosotras, entonces comenzamos a forcejar. Ella jala mis cabellos y al sentir la punzada de dolor en mi cráneo mi puño colisiona contra su labio, consiguiendo que sangre un poco en el acto. Hye intenta detenerme, pero la aparto en cuanto se interpone.
No quiero lastimar a nadie, pero en el momento en que he notado una amenaza hacia alguien a quien quiero mi paciencia ha llegado a su límite. No voy a permitir que dañen lo que me importa, así tenga que dejar de lado parte de mis principios por ello. No voy a dejar que la historia se repita.
—¡¿Qué está pasando?!—el grito del entrenador se escucha en la lejanía, seguido de los murmullos de otros estudiantes.
—¡Eun Mi!—es entonces cuando escucho su voz, cargada de preocupación de apremio…
Y entiendo que esto es decepcionante.
¿Qué se supone que estoy haciendo?
Detengo mis movimientos, no he parado de arremeter contra ella en ningún momento, y observo el rostro ensangrentado de Myung Soo frente a mí. Rápidamente este se tergiversa convirtiéndose en mi propia imagen, en mi rostro cubierto de cardenales y mi puño ya no es mi puño, es el de Kwan Chul…y el reflejo en sus ojos ya no soy yo…es la expresión de satisfacción de Kwan Chul cada vez que me golpea.
Mis movimientos se debilitan a medida que escucho la voz de Jungkook más cercana y sus pasos a mis espaldas.
¿Qué he hecho?
Me he convertido en lo que tanto odié, independientemente de que lo merezca o no, estoy haciendo pasar a alguien más por mi propio sufrimiento.
—Eun Mi, ha sido suficiente…—en cuanto siento la voz de Jeon a mis espaldas, me alejo de Myung Soo y ella gira su cabeza escupiendo la sangre de su boca a un costado sobre el pavimento.
Volteo encontrándome con sus ojos marrones cargados de dolor, y entiendo que de alguna forma esto le ha afectado a él también.
—Lo siento…—mascullo arrepentida bajando la mirada, quiero evitar la expresión decepcionada de su rostro y la de los demás que juzgan la escena.
—Perra…debiste morir igual que tus padres.—escucho a Myung Soo despotricar a mis espaldas.—Voy a hacernos el favor a todos...
Grito de dolor cuando jala con fuerza mi cabello nuevamente, y ayudándose de su brazo, me empuja hacia atrás. La acción ha sido tan sorpresiva que no soy capaz de mantener el equilibrio al impactar la parte trasera de mis piernas con el borde del muro.
—¡No!—su estruendosa risa se interrumpe cuando de un fuerte empuje Jungkook la aparta sin contemplación ninguna.
Una punzada nerviosa perfora toda la longitud de mi torso al sentir mi cuerpo curvarse hacia atrás y mis pies separarse del suelo.
—¡Eun Mi!—escucho el grito horrorizado de Yoon Hye y una lágrima escapa de mis ojos cuando diviso a Jeon extender su mano en mi dirección con desespero y una expresión de pánico surcando su rostro.
Pero por mucho que estire mi brazo es imposible sostener su mano, ya es demasiado tarde.
–¡No! ¡Espera!—su grito desconsolado y la visión de sus lacrimosos ojos mientras aún extiende su brazo en mi dirección, a pesar de que ya de nada sirve, es lo último que mis sentidos perciben antes de que el gélido manto a mis espaldas cubra mi cuerpo y visión por completo.
La sensación de mil cuchillas afiladas perforando mi piel paraliza mis articulaciones en cuanto intento emerger a la superficie. Mis extremidades se acalambran de una forma inexplicable y a pesar de estar bajo el agua puedo sentir a la perfección el zumbido en mis oídos…un zumbido ensordecedor.
Mis sienes palpitan y poco a poco percibo el martillear de mi corazón en mi pecho disminuir, mis músculos adormecerse y mis ojos cerrarse por impulso lentamente.
Una suave risa se escucha a mi alrededor, es su risa…es él.
A pesar del dolor que estoy sintiendo, verlo de nuevo me hace feliz aunque sea lo último que haga en esta vida.
Entonces cierro mis ojos y todo sentido de la percepción, salvo su encantadora risa, se desvanece.
Y sé que es el fin, pero al menos para alguien como yo es un dulce final después de tanto dolor.
Y bueno, con esto damos fin a la historia.
Gracias por leer y apoyarla hasta el final y por sus comentarios que siempre me impulsaron a actualizar.
Sé que no es el final que de seguro esperaban 😔 siento decepcionarlas pero la vida es así de cruda e impredecible. Tal vez Eun Mi no lo merecía pero ese fue su destino. Lo siento mucho por ella y por Jeon también.
Nuevamente gracias por leer, nos vemos en una próxima historia y...
OK no XD
Perdón por el mal chiste :") tiren las piedras y no me linchen por favor 😅
Claramente este no puede ser el final, aún quedan muchos dolores de cabeza más, sobre todo a partir de este momento ;)
Así que...nos vemos en la próxima actualización :D
El siguiente capítulo va a ser algo especial y atípico, diferente del resto. Sobre algo que de seguro han querido saber desde hace tiempo y ya entenderán porqué lo digo. Así que no se lo pierdan!! UwU
Gracias por leer❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro