Capítulo 58
Jae Sook disminuye de forma distraída la presión en mi cuello, permitiéndome respirar con normalidad. Descolocado dirige su atención a nuestro costado.
Jungkook y Taehyung se encuentran frente a nosotros, ambos con una expresión bastante seria y molesta, si no los conociera realmente hasta a mí me habría amedrentado su postura impasible.
—No te metas en esto, Jeon.—espeta Jae Sook con repugnancia hacia el aludido.—Es un problema de familia.
—No seas imbécil, Sang.—Jungkook ríe con amargura y sin una piza de humor acercándose a el.—Suéltala ahora mismo si no quieres acabar en una situación peor de la que ya están.
—Y según tú… ¿En qué situación estamos?—Jae Sook inquiere con confianza, de forma jocosa.
Jungkook sonríe de medio lado y le lanza una mirada divertida a Taehyung que también imita su acción sin llegar a apartar la vista de un, ahora muy nervioso, Young Soo.
—Los están enviando a casa ¿No?
Los ojos de Jae Sook se abren con sorpresa al igual que los de su amigo, dirige su atención a mí con una mueca de furia total.
—¡¿Les dijiste a ellos!? ¡¿Al entrenador!?—grita frente a mi rostro.—¡Habla maldita perra! Tú…
El crujido de su nariz rompiéndose bajo los nudillos de Jungkook hace eco en mi cabeza y me despoja un grito ahogado cuando la mano en mi cuello se aparta con brusquedad y acto seguido el cuerpo de Jungkook queda sobre el de Jae Sook en el suelo. Los quejidos de Jae Sook son apagados por los golpes y algún que otro intento de defenderse que Jungkook logra esquivar. Esto no dura más de unos pocos minutos puesto que al instante Taehyung corre para apartar a Jungkook y Young Soo hace lo propio con Jae Sook.
—¡Ya basta!—le grita Taehyung intentando calmarlo.
Por mi parte me cuesta reaccionar, nunca había visto a Jungkook de esa forma…únicamente aquella vez cuando Myung Soo lo llamó por ese extraño apodo, pero ahora luce realmente furioso.
—¡¿Qué carajos te pasa?!—chilla Young Soo ayudando a Jae Sook a colocarse de pie nuevamente mientras toca su nariz y gime de dolor.
Joder…creo que le ha roto el tabique.
—Vuélvele a hablar de esa forma y mañana nadie reconocerá tu rostro deforme.—Jungkook masculla con firmeza, ahora un poco más calmado, y se reacomoda su ropa antes de tomar mi muñeca con urgencia y colocarme a su lado…o básicamente a sus espaldas.
—¿Ahora la defiendes?—dice Jae Sook con diversión, su voz se percibe chillona debido al daño en su nariz.—Es un poco hipócrita de tu parte Jeon, después de que te jactaste con nosotros cuanto adoras molestarla. No eres muy diferente…
—¡Es suficiente! Cierra la jodida boca Jae Sook.—Taehyung lo detiene antes de que la situación empeore en cuanto Jungkook comienza a hiperventilar nuevamente.
Lo sé, sé que hablaban ese tipo de cosas a mis espaldas…que en su tiempo Jeon estuvo confabulando con ellos. Pero nadie más sabe la realidad detrás del porqué lo hizo, no voy a dejarme manipular por un malentendido. Las cosas han cambiado, yo confío en él.
Jungkook se gira en mi dirección con preocupación y comienza a tartamudear con frenesí.
—Yo no…eso…eso fue antes de que…
—Lo sé. Está bien.—le tranquilizo en voz baja en cuanto esa esencia que lo caracteriza por siempre culparse de todo aparece.
—Veníamos a decirles que el auto que los llevara de vuelta a Seúl ya ha llegado.—sonríe Taehyung atrayendo la atención de los dos chicos frente a nosotros. Ambos se miran con sorpresa y a los segundos sus expresiones se tornan molestas.
Entonces eso fue lo que acordaron…los suspendieron del equipo y los enviarán nuevamente a la ciudad.
—No importa…—murmura Jae Sook casi que para sí mismo.—Esto no va a quedarse así. Es mejor que estés preparada Eun Mi, te espera una gran bienvenida al llegar a casa.—sonríe con demencia y una expresión de triunfo.
Con solo imaginar a lo que se refiere mi cuerpo convulsiona levemente a causa de los nervios, se lo dirá a Kwan Chul…y probablemente no salga viva después de lo que suceda.
Mis temblorosas manos se aferran a la tela de mi sudadera al no saber dónde colocarlas, y al instante siento el calor y la presión de una de las manos de Jungkook envolver las mías, brindándome una tranquilidad inhumana para todo lo que estoy sintiendo justo ahora.
—En serio eres un completo imbécil, Jae Sook.—Jungkook sonríe y pasea su lengua abultando su mejilla desde el interior. El aludido lo observa con confusión tras escucharlo decir aquello.—¿Realmente no notas lo que está sucediendo?
—¿Qué...?
—¿Crees que si todo el equipo supiera que has sido tú quien vendió las señas podrías irte así de sencillo?¿Que se quedarían tranquilos y te tratarían con normalidad al verte pasar?
Jae Sook abre su boca y al instante la cierra sin saber qué contestar, Lee a su lado pasa saliva de forma sonora sin mover siquiera un músculo.
—No lo…—se interrumpe para carraspear.—No lo saben.
—Así es, nadie más que nosotros y el entrenador sabe que han sido ustedes.—le confirma Taehyung cruzándose de brazos con autoridad.
Yo frunzo mi ceño y elevo la vista para encontrarme con el perfil de Jungkook, sin embargo este no me devuelve la mirada y la mantiene fija hacia el frente.
¿Por qué no les dijeron? Ellos merecen pagar por lo que hicieron.
—¿Por qué?—inquiere Young Soo.
—¿No es suficiente castigo que los hayan sacado del equipo para siempre? ¿O quieren más?—se jacta Jungkook con una sonrisa cínica en sus labios, incluso a mí me intimida dicha expresión.
—¿Qué pretenden? No creo que seas tan benévolo como para hacernos el favor.—habla Jae Sook rodando sus ojos, la sangre que brota de su nariz y las magulladuras en su rostro le dan un aspecto lamentable...
Me pregunto si él piensa lo mismo cada vez que me ve en esas condiciones al llegar a casa.
—Hemos llegado a un acuerdo con el entrenador. Sabes…son solo adolescentes, pobrecillos…no saben lo que hacen. Una sanción es más que suficiente, los infelices no deberían lidiar con la crueldad de la humillación pública.—Jungkook pronuncia cada palabra con un fingido y dramático tono, como si hablase con niños pequeños, enunciando las excusas que le dieron al entrenador para que no los delatara.
—Ve al grano.—escupe Jae Sook exasperado.
—Simplemente queríamos dejarles en claro algo antes de que se vayan.—profiere Jeon encogiéndose de hombros, a punto de revelar la razón por la que decidieron encubrirlos.—Tu asquerosa imagen estará a salvo mientras nosotros no abramos la boca, pero si encuentro a Eun Mi con un rasguño…por mínimo que sea, o escucho alguna queja de su parte, créeme que toda Corea va a enterarse de la repugnante treta que hicieron.
—¿Me estas chantajeando, Jeon?—inquiere Jae Sook incrédulo.
—Oh, no… ¿Cómo crees?—ríe Jungkook restándole importancia.—Te estoy amenazando, Sang Jae Sook. En cuanto a gravedad hay una gran diferencia entre ambos términos.
Tras escuchar tal declaración mis ojos se abren con estupefacción.
¿Planearon ocultar lo sucedido por mí?
¿Para tener con qué colocar a Jae Sook entre la espada y la pared?
—No entiendo por qué haces todo esto por ella…
—En realidad, Sang, no se supone que debas entender nada.—espeta Jungkook con prepotencia interrumpiéndolo.—Tu única preocupación debería ser pensar en la excusa que le dirás a tu padre del porqué regresas antes y controlar sus instintos animales en lo que a Eun Mi respecta. Cuando ella vuelva más te vale evitar esa gran bienvenida de la que hablabas o tu reputación puede irse al demonio.
—De hecho, creo que ya tienes la excusa perfecta.—Taehyung se adelanta e inesperadamente golpea la mejilla de Young Soo, este suelta un alarido y retrocede palpando la zona en la que en breve comenzará a formarse un moretón. Sin embargo no arremete de regreso, sabe que no le conviene buscarse un problema mayor con Kim y Jeon.—Ahora podrán decir que ambos se pelearon y que por tal indisciplina la escuela decidió suspenderlos de la competencia.
Joder…Yoon Hye, sal de ese cuerpo.
Si no fueran mi amigo y el chico que me gusta ya habría escapado despavorida de al lado de estos dos. Lo han calculado todo a la perfección y sus expresiones faciales justo ahora no lucen muy joviales que digamos.
—Ahora váyanse, en la recepción los están buscando.—finaliza Jungkook sin apartar la sonrisa de su rostro.—Y Sang…ve a que te atiendan la nariz.—dicho esto, toma mi muñeca y tira de mí hasta subir las escaleras rumbo a las habitaciones.
Apenas soy capaz de tartamudear quejas incoherentes mientras Jungkook guía mis pasos por todo el corredor, ni siquiera espera por Taehyung. Me extraño cuando noto que este no es el piso en el que se encuentra mi habitación, y en cuestión de segundos distingo el número del dormitorio perteneciente a Tae, Hoseok y a Jeon en cuanto este se detiene frente a la puerta.
—Jungkook…—mis palabras se ven interrumpidas en cuanto la puerta se abre y él empuja con prisa mi cuerpo al interior.
Segundos después de sentir el sonido de la cerradura, tengo sus brazos a mi alrededor presionándome con fuerza contra su pecho y su cabeza a un costado de la mía mientras respira con dificultad y vehemencia. Coloco con torpeza mis manos en su pecho y lo aparto levemente para ver su rostro, pero este me lo impide presionando nuevamente su agarre hasta que mi mejilla queda por completo pegada a su pecho y su cabeza descansa en la cima de la mía.
—¿Estás bien?—murmura al cabo de unos segundos ante lo que asiento casi de forma imperceptible.—No sabes cuán preocupado estaba.
Su suspiro hace cosquillas en la cima de mi cabeza, y solo unos segundos después consigo que se aparte un poco para poder observarlo mejor.
—¿Por qué no me lo dijiste?—pregunto elevando mi mirada hasta que nuestros ojos se encuentran.
—Supuse que no estarías de acuerdo. Solo quiero que estés bien Eun Mi…
—No debieron hacer eso…
—¿Lo ves? Sabía que dirías algo así.—sonríe levemente y se separa de mí momentáneamente para tomar mi mano y guiarme hacia la cama.
La habitación está completamente vacía, teniendo en cuenta que Taehyung se quedó abajo y que probablemente Hoseok siga con los demás, solo estamos Jungkook y yo…
Él toma asiento en el colchón, dejándose caer con naturalidad y total comodidad. Me dispongo a imitar su acción y sentarme a su lado, sin embargo jala mi brazo consiguiendo que termine sobre su regazo. Mis mejillas arden y se encienden apenas advierto nuestra cercanía y la posición comprometedora, es la primera vez que estoy así con algún chico. Sentada sobre su pierna derecha, con las mías entre las suyas. Él envuelve sus brazos en mi cintura y me atrae hacia sí hasta que mi costado se apega a su pecho, entonces deja un sonoro beso en mi sien.
—No quería que volvieran a lastimarte, lo siento si no ha sido la táctica más principesca del mundo…pero fue la forma que se me ocurrió para mantener a tu primo y a Lee a raya. Ya debes de saber que eso de los buenos métodos no se me da bien.
—Aun así…gracias.
Su declaración me hace reír levemente, definitivamente no se le dan para nada bien. Tanto el plan que ideó para abrirle los ojos a Taehyung con respecto a Myung Soo, la forma en la que planeaba hacerme cambiar de parecer, el haber convencido a Tae de que me inscribiera en la lista para tener que venir por obligación, salvarme por medio de Jimin y Hoseok, nuestra singular primera cita y ahora esto…me ha quedado muy claro que es experto en recurrir a métodos extremistas. Pero aún así hay que aceptar que la mayoría han funcionado.
—¿Cómo lo sabías?—cuestiono, con la mirada perdida, algo que ha estado carcomiéndome la cabeza desde que ingresamos a la habitación.—¿Cómo sabias que mi tío…?
—Lo suponía.—me interrumpe antes de que logre formular por completo la pregunta.—¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Fui esa noche a tu casa, le dejé un recado a Jae Sook contigo.—asiento al rememorar lo dicho, siendo sincera no recuerdo su rostro en aquel momento. Estaba demasiado ocupada preocupándome porque no me viese llorar.—Antes de llamar a la puerta…escuché a tu tío gritándote, por alguna razón supuse que algo más grave que una discusión sucedería, así que lo hice en ese instante…lo interrumpí a propósito.
Muerdo mi labio inferior avergonzada, ciertamente en aquel momento había aparecido justo a tiempo y logré esquivar el castigo. Es realmente lamentable que haya tenido que escuchar algo así.
—También, la noche de la fiesta, vi tus magulladuras.—confiesa en voz baja.—Aunque decidí no preguntarte nada sobre eso, no quería incomodarte...
Cielos. Ni siquiera recordé, en ese momento que Jeon entró a mi habitación, que aún tenía los moretones de la reciente discusión. Fue un gran descuido de mi parte dejar que los viera.
—Pensaba que Jae Sook también lo hacía, así que procuraba tenerte un ojo encima siempre. No me preguntes cómo porque por el momento no pienso decírtelo, pero sé que es tu tío quien te golpea.—concluye y acto seguido lleva sus manos a cada lado de mi rostro para que nuestras miradas se encuentren. Yo básicamente estoy sin habla, es más difícil abordar este tema de lo que pensaba.—Y no dejaré que eso vuelva a pasar jamás, vas a estar bien Eun Mi.
Dicho esto presiona sus fríos labios sobre los míos, mordiendo con suavidad el labio que anteriormente retenía yo a causa de los nervios. La acción me estremece en cuanto intento seguir el ritmo del beso, él nuevamente aparta sus manos de mi rostro para colocarlas en mis caderas y buscar mayor cercanía. La posición se me hace algo incómoda debido que estoy de costado, únicamente sobre su pierna, y mi hombro interfiere por lo que paso mis brazos alrededor de su cuello. Su lengua roza mis comisuras por breves instantes antes de que se aparte por completo dejándome visiblemente confundida y descolocada.
Jungkook sonríe al ver mi expresión de desconcierto y ladea su cabeza hasta que logro sentir su respiración acariciando mis clavículas, en entonces cuando sus labios se funden sobre mi piel enviando un escalofrío placentero a lo largo de mi cuerpo que me hace curvear mi espalda y emitir un pequeño jadeo entrecortado. Su lengua se desliza por la piel de mi cuello, dejando la frialdad a su paso, sus dientes rozan mi dermis con vehemencia y sus labios ascienden hasta atrapar entre estos el lóbulo de mi oreja y morderlo con delicadeza. El cosquilleo en mi vientre se incrementa al igual que el calor a mi alrededor a pesar del clima, y de repente ya no soy consciente de mis acciones.
En apenas segundos mi raciocinio desaparece por completo y solo puedo pensar en calmar el inminente deseo que se ha formado en mi vientre bajo, así que sin advertir mis acciones hasta el final, me coloco de pie para sentarme a horcajadas sobre su cuerpo, mejorando también la comodidad de la posición. Jungkook abre sus ojos con sorpresa y jadea descolocado en cuanto me dejo caer sobre sus piernas, con las mías a cada lado de su cuerpo. Al ver sus mejillas sonrosadas y la impresión en sus pupilas la timidez comienza a reaparecer sin embargo, antes de llegar a manifestarse, él lleva sus manos a mi espalda baja y empuja mi torso hacia adelante, juntando sus labios con los míos nuevamente en un beso mucho más necesitado y ferviente que el anterior.
Si antes creía que besarlo se sentía bien, esto lo supera en demasía. El deseo, la cercanía, el calor entre ambos lo hace todo mucho más intenso y significativo. Nunca he estado de esta forma con otra persona, pero incluso si fuese el caso dudo mucho que se sienta como esto, porque el solo hecho de que sea con Jeon es lo que lo hace así de maravilloso.
Masajea mi piel en un vaivén desde mis omóplatos hasta mi espalda baja, cada vez descendiendo más. Sonrío un poco en medio del beso cuando lo siento rozar con timidez uno de mis glúteos, esto va demasiado rápido…pero nadie puede culparme cuando se siente tan bien.
Momentáneamente nos separamos al unísono, respirando con dificultad. Su aliento se pasea sobre mis labios antes de que sonría y deje un pequeño beso en la punta de mi nariz.
—Vaya, eso ha sido…—se queda en silencio al no encontrar las palabras y ríe negando con su cabeza.
—Yo…ah…lo siento. No estaba pensando y…—me interrumpo cuando deposita un beso sobre mis labios y sonríe nuevamente.
—¿Por qué te disculpas? Ha sido increíble.—sonrío con timidez y él carraspea algo avergonzado.
—Será mejor que…uh, me aparte.—mascullo y él aleja con torpeza sus manos de mi cintura.
Me apoyo sobre sus hombros para colocarme nuevamente de pie, sin embargo cuando me remuevo alcanzo a sentir algo…extraño.
—¿Qué estás haciendo?—inquiero un poco desconcertada.
—¿Qué? No estoy haciendo nada.—dice confundido por mi pregunta. Aún permanezco sobre su regazo, algo impactada en realidad…
—Bueno…hay algo en ti que sí está haciendo algo…—oprimo mis labios en una fina línea y él frunce el ceño ante mis palabras, entonces por inercia dirijo mi vista hacia su ingle.
Jungkook imita mi acción y al instante comienza a toser de forma casi insana, así que con torpeza y algo de nervios palmeo su espalda.
¿Por qué jodidos no acabo de colocarme de pie?
—Ah…—balbucea con sus ojos cristalinos por las arcadas una vez ha dejado de toser.—Lo siento, es que…
—Está bien.—lo detengo al ver la inquietud en su expresión, luce realmente avergonzado.—Puedes detenerte ahora.
Jungkook ladea su cabeza con sus ojos abiertos a más no poder y frunce su ceño con incredulidad.
—No tengo control sobre eso.
—Oh, claro...ah...—joder, qué incómodo.
—Tal vez si te quitas…
—¡Sí! Por supuesto...—tartamudeo con nerviosismo.—Ya me aparto.
Justo cuando coloco nuevamente mis manos sobre sus hombros para levantarme, la puerta de la habitación se abre de golpe.
—Oye Jungkook ¿Qué tipo de cosas se le puede regalar a una chica...?—Hoseok se queda petrificado en la puerta con su pregunta a medias y la mano en el picaporte. Oh no, que vergüenza. —¡Cielos!—exclama cubriendo sus ojos con su antebrazo.—Consíganse una habitación.
—Estamos en una habitación.—responde Jungkook sin inmutarse.
—Sí bueno, no una colectiva.—Hoseok aparta su antebrazo de sus ojos en cuanto yo logro colocarme de pie y separarme de Jeon. Estoy segura de que mi rostro explotará en cualquier momento si no salgo de aquí.
—Ah…yo mejor me voy. Hablaremos luego.—con la rapidez que mis temblorosas piernas me permiten, salgo de la habitación pasando junto a Hoseok sin siquiera devolverle el saludo.
Sin embargo, eso no impide que escuche sus voces antes de llegar al final del corredor.
—Deberías atenderte eso…ya sabes.—Hoseok ríe con picardía y los colores se drenan de mi rostro al pensar a lo que está haciendo alusión con su comentario.
—Cállate.—Jungkook gruñe y lo próximo que percibo es el chillido de Hoseok y una almohada siendo catapultada fuera de la habitación en cuanto giro mi rostro hacia atrás por última vez.
Eso ha sido intenso, definitivamente necesito calmarme un poco.
Hoseok: (っ͡° ω ͡°ς)
Jungkook: (۳ •ิ- •ิ)۳
Eun Mi: (ง -᷄//ω//-᷅ )ว
XD espero les haya gustado el capítulo.
Nos leemos el viernes ❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro