—Entendido…le avisaré a los chicos entonces.—el entrenador finaliza la llamada telefónica emitiendo un suspiro de alivio antes de dirigirnos la atención nuevamente.

En el amplio comedor solo permanecemos los miembros del equipo y de la comisión. Nos habían citado a todos aquí unas horas después de que Jungkook y Taehyung fueran en busca del entrenador para contarle lo sucedido. No tenemos ni la menor idea de cómo habrán resultado las cosas, si llamaron a la Oficina de Política Deportiva o si las pruebas sirvieron de algo…al menos hasta ahora que el entrenador y uno de los profesores a cargo nos han reunido a todos en el lugar.

Yo ni siquiera he podido hablar con Jeon, así que no sé si las cosas acabaron a nuestro favor. Tanto él cómo Tae se han mantenido junto al entrenador todo el tiempo, incluso ahora en lo que parece ser la última orientación de los superiores.

—Silencio, por favor.—pide el entrenador cesando con los balbuceos de los confundidos estudiantes. Esta reunión ha sido sorpresiva para la gran mayoría.—Tengo algo que informarles.—anuncia como preludio para captar el interés de los presentes.—Recibí un llamado de la Oficina de Política Deportiva sobre el partido de hoy, se ha evidenciado que el juego fue manipulado y por tanto injusto el resultado…

Las exclamaciones y expresiones de asombro no se hacen esperar tras escuchar aquello, muchos afirman que ya sabían sobre eso, otros simplemente suspiran con alivio recomponiéndose de la derrota de esta mañana. No paso desapercibido el hecho de que el entrenador ha omitido que fueron Jeon y Tae quienes le entregaron dichas pruebas y probablemente tuvieron que dar explicaciones de cómo las consiguieron. Pero intuyo que ha sido un acuerdo entre ellos guardar esa información para no crear revuelo en los estudiantes o incluso terminar envueltos en una situación más delicada, puesto que la grabación fue hecha a hurtadillas. Realmente no sé qué versión habrán contado a la Oficina de Política deportiva, pero al parecer funcionó.

—Cállense de una vez y dejen hablar al entrenador.—se queja Hye palmeando la superficie de la mesa al notar que el bullicio no permite continuar la explicación.

—¿Qué haces tú aquí, Min? Ni siquiera eres parte de la comisión.—espeta Myung Soo a unas cuantas mesas de distancia, su voz se escucha más potente de lo normal en cuanto el lugar se envuelve en un momentáneo silencio.

—Tres palabras...—habla Hye en el mismo tono.—Quiero, puedo y me da la reverenda gana. Si no te gusta ve a chillar a otra parte.

—Serás…

—¡Suficiente!—ruge el entrenador interrumpiendo el posible insulto que Myung Soo estuvo a punto de lanzarle a Hye.—Min y Lee, más les vale resolver sus diferencias en otra parte.—suspira él con cansancio.

Yoon Hye refunfuña un poco y yo elevo mi brazo para palmear su hombro a modo de consuelo, sin embargo antes de que mis dedos lleguen a tocar su piel, otra mano se adelanta y acaricia con sutileza el brazo de Hye intentando calmarla. Con torpeza vuelvo a mi posición inicial y observo de reojo a Hoseok escuchando las quejas de la pelinegra en silencio, sin dejar de brindarle apoyo con su tacto. Sonrío para mis adentros y me acomodo mejor en mi silla, prestándole atención al entrenador nuevamente.

—Debido a los últimos sucesos, la Oficina de Política Deportiva ha acordado reintegrarnos a la competencia. Tendremos una última oportunidad de enfrentarnos al equipo de Busan en la final del campeonato. Si logramos vencerles la victoria absoluta será nuestra.—seguido de sus palabras los vítores no se hacen esperar, algunos hasta se colocan de pie para hacer extraños bailes o saltar de la emoción. Yoongi y Jimin chocan sus puños y chillan elevando sus brazos, haciendo que tanto Hye como yo riamos ante la escena.

Lo conseguimos.

Mi mirada colisiona con la de Jeon a unos cuantos metros, junto al entrenador. Me sonrojo en cuanto me percato de que también ha estado observándome desde hace tiempo, una sonrisa divertida se dibuja en sus comisuras y acto seguido guiña un ojo en mi dirección.

Las cosas han cambiado demasiado, antes ese gesto suyo lograba sacarme por completo de mis cabales, era un signo de total arrogancia y rivalidad entre nosotros el que se comportara de esa forma jocosa. Pero ahora aquello no hace más que acrecentar el cúmulo de sangre bajo la piel de mis mejillas y el cosquilleo incesante en mi vientre.

Disimuladamente elevo mi cabeza e imito su acción guiñándole mi ojo también. Para mi sorpresa, su sonrisa desaparece lentamente y sus labios yacen entreabiertos. Entonces baja la cabeza y lleva su mano hacia su nuca, rascándola de forma nerviosa…

¿Qué?

¿Acaso se ha sonrojado?

Verlo tan vulnerable y descolocado me hace reír un poco en mi sitio, no se esperaba que reaccionara de esa forma, es la primera vez que hago algo así…ni siquiera yo sabía que podía encontrar ese ápice de picardía en mí. Pero no me sorprende del todo, desde que lo conozco he hecho y descubierto cosas sobre mí de las que en su momento tampoco me creí capaz.

—¿Qué pasará con el equipo de Gwangju entonces?—uno de los presentes eleva su voz por encima del bullicio para dirigirse al entrenador. Tras su pregunta todo el salón vuelve a sumirse en un expectante silencio.

—Han sido eliminados, no podrán participar en las competiciones futuras por tiempo indefinido…y su entrenador ha sido degradado del cargo.—explica el entrenador con naturalidad.

—¿Cuál fue la infracción que cometieron? O sea… ¿Cómo lograron vencernos?—pregunta esta vez otro de los jugadores.

El entrenador carraspea y juguetea con inquietud con el silbato alrededor de su cuello. No paso desapercibida la mirada significativa que tanto Jeon como Taehyung lanzan en su dirección.

—Lamentablemente la Oficina de Política me ha exigido mantener esa información en privado para evitar que se expanda o agrave la situación. No puedo dar detalles sobre el método que utilizaron, pero podemos conformarnos con que las cosas se hayan resuelto.

¿Por qué?

¿Por qué se empeña en ocultar lo que sucedió?

¿Qué tanto peso podría tener simplemente decir que compraron las señas del equipo?

—Oh…¿Dónde están mi hermano y Jae Sook?—cuestiona Myung Soo interrumpiendo las quejas de los estudiantes sobre la insípida respuesta del entrenador.

El resto de los presentes no parecen prestarle mucha atención a dicha inquietud, pero los chicos junto a mí en la mesa comienzan a buscar con la mirada a los susodichos. Por muy increíble que parezca tampoco yo me había percatado de la ausencia de esos dos. Incluso cuando se supone que deberían estar aquí pagando por lo que hicieron en frente del equipo al que traicionaron.

A pesar de la insistencia de Myung Soo en saber el paradero de su hermano y amigo, el entrenador la ignora por completo…y me parece que lo ha hecho a conciencia y con toda la intención del mundo.

—Bueno, ahora simplemente deben enfocarse en el presente ¿Bien?—palmea unas cuantas veces con fuerza atrayendo nuevamente la atención de los presentes con el eco que hace el sonido de sus manos chocando contra sí en medio del salón.—Se supone que la competencia contra Busan sería mañana, pero en vista de las circunstancias han decidido aplazarla a un día más para permitirnos practicar. Vayan a prepararse, comenzaremos hoy y el autobús llegará en breve…debemos rediseñar nuevamente las estrategias, en este juego no permitiremos errores.—dictamina con autoridad caminando de una punta del sitio a la otra.—Jeon y Kim hoy se encargarán de auxiliarme con el entrenamiento, no perdamos tiempo.

Dicho esto, todos se colocan de pie rápidamente y en una nueva algarabía comienzan a abandonar con prisa el comedor rumbo a sus habitaciones para prepararse.

—¿Vienes?—me pregunta Hye antes de seguir los pasos de Jimin, Hoseok y su hermano.

Mi vista se desvía hacia el chico de cabellos oscuros y sonrisa contagiosa que eleva su mano en mi dirección antes de comenzar a avanzar, lo extrañaba…incluso cuando solo han pasado unas pocas horas desde que no hemos podido coincidir. Necesito tenerlo cerca nuevamente.

—Adelántate, hablaré con Jungkook primero.—le digo empujando levemente su espalda a lo que ella ríe y eleva sus cejas con picardía.

—Ve Julieta, ve a hablar con tu Romeo.—ruedo los ojos y agradezco mentalmente cuando Hoseok reaparece para preguntarle a Hye alguna cosa que no me molesto en escuchar siquiera, puesto que mis pasos por su cuenta ya me han guiado hacia el frente, justo en su dirección.

No deja de sonreír mientras nos acercamos mutuamente, no tengo ningún temor en avanzar con confianza hacia él, ya mis amigos saben sobre nosotros…y mi mayor tormento que ha sido Myung Soo se ha marchado con su teléfono en mano, imagino que intentando localizar a su hermano y a Jae Sook. Ni siquiera me interesa dónde puedan estar, justo ahora no me importa más nada que no sea estar con él.

Sin embargo, antes de poder tocarnos siquiera, un cuerpo se interpone entre nosotros, obstruyendo mi visión del rostro de Jungkook.

—¿Qué vamos a hacer entonces?—le pregunta el chico ignorando por completo el hecho de que yo me encuentro detrás suyo.—¿Qué tienes pensado para este partido?

—Ah…—Jungkook balbucea y ladea un poco su cabeza para observarme, entonces oprime sus labios en una mueca de culpabilidad.—Taehyung y yo hemos preparado las jugadas, las estaremos mostrando en el entrenamiento.

—¡Oye Jeon! Estaba pensando que tal vez podrías intentar un sinker, he escuchado que te sale casi perfecto y nos daría ventaja si logramos que el bateador contrario  falle y…

—Hablaremos de eso con el entrenador.—Jungkook interrumpe al chico recién llegado que se ha unido al debate de su compañero e intenta rodearlos a ambos para encontrarse conmigo, sin embargo un tercero aparece y coloca una mano sobre su hombro impidiendo la acción.

—Nunca dudé de ti Jeon, imaginaba que algo iba mal con el juego si lograron vencerte.—le confiesa el tercer chico.—Tú solo dinos qué hacer y estoy seguro de que ganaremos.

—Yo le propuse comenzar con un sinker…

—Chicos, realmente tenemos que hablar sobre esto, pero ahora…

—No, no. Un sinker sería algo sencillo para ellos y el home club siempre tiene algo de ventaja…—interrumpe a Jeon el primer chico. Yo suspiro silenciosamente y relajo mis hombros mientras espero a que terminen con su tertulia.

—Miren…—Jungkook suspira y masajea el tabique su nariz.—Hablaremos sobre esto en el entrenamiento, ahora estoy un poco ocupado.

—¿Qué más importante que planear el partido de mañana puede haber?

—Pues…

—Yo digo que una bola rápida es mejor, es seguro que no alcance a golpearla y eso nos daría ventaja…Jeon solo puede salir al terreno una vez.—el chico nuevamente lo interrumpe y entonces comprendo que no van a dejarlo ir tan fácilmente.

Es entendible, todos quieren ganar y después de la última derrota ninguno desea pasar por eso de nuevo.

Con cautela comienzo a alejarme, y en cuanto Jungkook nota esto, sus ojos me escudriñan con preocupación y arrepentimiento. Debe asumir el papel de líder junto a Taehyung, ahora el equipo es su responsabilidad también y no le pondré a escoger entre ello y yo…nuestra conversación puede esperar un poco más. Sonrío y muevo mis labios en un silencioso “te esperaré afuera”. Dichas palabras lo tranquilizan al parecer, puesto que asiente y regresa su atención a los chicos frente a él …ahora hay cinco de ellos.

Salgo del comedor y recuesto mi espalda a la pared contigua. A mi alrededor hay completo silencio, solo se escuchan escasamente los susurros de la conversación que acabo de dejar atrás. Este piso del hotel ha sido reservado para nuestra escuela, por lo que no coincidimos con el resto de los huéspedes regulares…y justo ahora la gran mayoría están en sus habitaciones o en las instalaciones más concurridas, aún no es siquiera la hora de la cena, así que no hay básicamente estudiantes por aquí.

De forma inconsciente avanzo por el pasillo, procurando no pisar las líneas del suelo como tengo la costumbre de hacer cada vez que me encuentro aburrida. Es algo a lo que solía recurrir en el pasado cuando el abuelo me dejaba sola en algún salón del hospital para atender su trabajo o cuando él no estaba conmigo para jugar. Desde entonces lo he seguido haciendo.

Tarareo por lo bajo alguna canción que he escuchado recientemente y se ha quedado impregnada en mis pensamientos, cuando repentinamente un tirón en mi brazo derecho me hace perder el equilibrio sorprendiéndome. No alcanzo a caer al suelo puesto que el agarre sobre mi brazo me sostiene hasta que mi espalda colisiona con excesiva fuerza contra una pared.

Emito un quejido de dolor y acto seguido la mano que apresaba mi piel golpea en forma de puño contra la pared a centímetros de mi cabeza, sobresaltándome.

—¡¿Fuiste tú, verdad?!—ruge frente a mi rostro e inevitablemente mis piernas comienzan a temblar, tanto su mirada como este escenario se me hace demasiado similar a algo que ya he vivido antes…

Debí suponer que tarde o temprano algo así sucedería.

—No tengo idea de lo que estás hablando.—mascullo intentando sonar segura, pero aquello se ve frustrado en cuanto Young Soo bufa con cinismo y enreda sus dedos en mi cabello, tirando con fuerza de este hacia un costado y consiguiendo que solloce del dolor.

—¿Acaso me crees estúpido? Tú les dijiste…tuviste que ser tú.

—Yo no…

—Vamos Eun Mi, no tienes mucha ventaja en la situación. No te conviene seguir mintiendo.—escucho su voz serena a las espaldas de Young Soo y acto seguido su figura aparece de brazos cruzados observando con satisfacción la escena.

Young Soo vuelve a tirar de mi cabello, y al ver el mohín adolorido que expresa mi rostro, Jae Sook sonríe complacido.

Llevo mis manos al brazo de Young Soo y rasguño su piel mientras me retuerzo con toda la intención de apartarle y hacer que suelte su fuerte agarre en mi cabello. Sin embargo, mis defensas caen en cuanto golpea con su codo el centro de mi estómago quitándome el aire por breves instantes en los que aprisiona mis muñecas a cada lado de mi cuerpo y vuelve a gritar frente a mi rostro, salpicándome incluso con un poco de su asquerosa saliva en el proceso.

—¡Quédate quieta joder!

—Eun Mi, solo haces las cosas más complicadas.—Jae Sook avanza hasta colocarse junto a nosotros, y curva su torso para que nuestras miradas se encuentren.—No tengo pruebas pero tampoco dudas de que has sido tú, fuiste la única que nos vio hablando con el entrenador del equipo de Gwangju…quizás tuve un poco de culpa al no haber mantenido un ojo sobre ti después de eso.—dice encogiéndose de hombros.

—Si tan seguros están…¿Para qué preguntan?—es absurdo mentir a estas alturas, ellos saben que la única que podía facilitar esa información era yo y que claramente ese día había alcanzado a escuchar algo.

Jae Sook sonríe sin una pizca de humor y lleva su mano a mi rostro para presionar con fuerza mis mejillas, dificultándome el habla e infringiendo un molesto dolor.

—Porque queremos saber a cuántos más se lo has contado.—de un tirón aleja su mano de mi piel, despojándome un jadeo entrecortado por la fuerza de su agarre en mi carne.

—¿Es por eso, no? Por tu reputación…es lo único que te interesa.—mascullo intentando retener las lágrimas, Young Soo no ha disminuido la presión sobre mi piel en ningún momento.

—¡¿Y qué si es así!?—gruñe Jae Sook perdiendo el control.—Tú no lo entenderías, no eres popular, a nadie le importas, ni siquiera tienes una familia de verdad. Eres invisible, nunca has tenido que esforzarte por encajar en un sitio, nunca nadie te ha dejado de lado apropósito porque les asquea estar con alguien que no tiene madre. Nunca has tenido que escuchar de la boca de la propia persona que te dio la vida que no te ama y que es preferible verte muerta. Incluso si tus padres ya no están contigo, apuesto a que nunca te dijeron tal cosa…

Sus palabras me dejan sin habla por unos instantes, pero no me sorprenden del todo. Siempre me pregunté porqué Jae Sook nunca intentó golpearme a pesar de que su padre lo hace y a pesar de que en la escuela contínuamente se esfuerza en molestarme en demasía.
Siempre me pregunté si realmente la partida de su madre lo había afectado tanto como a mí la de mis padres, porque nunca exteriorizaba sus pensamientos sobre eso.

Y ahora tengo claras las respuestas, sí le duele…y al parecer tuvo que haber tenido una infancia difícil si el rechazo de otros niños por lo sucedido, haber visto con sus propios ojos cómo su padre golpeaba a su madre cada noche, verla huyendo…dejándolo, y oírla diciendo esas crueles palabras, le hizo convertirse en el monstruo que es ahora. Ese que no puede vivir sin su reputación, porque busca en los demás y en la sociedad la aceptación que nunca tuvo en su propia familia. Y si jamás me ha golpeado es porque su trauma es mucho más fuerte que las ganas de hacerlo…porque le teme tanto a su padre que no se atreve a contrariarlo.

Nadie es vil porque nazca de esa forma, las situaciones que nos asigna la vida son las que nos sacuden por dentro, estremecen nuestros sentimientos buscando desestabilizarnos. Sin embargo, somos nosotros mismos quienes decidimos si permitimos que eso suceda o no, si escogeremos el camino de lo fácil o el de lo correcto…si dejamos que haya más mal que bien en nuestro interior. Somos capaces de elegir…y Jae Sook se ha equivocado.

Nada por lo que pudo haber pasado justifica lo que hace o ha hecho. Él escogió ir por ese camino.

—¿¡Quién más lo sabe?! ¡¿Qué pruebas conseguiste?!—Young Soo continúa presionándome a hablar, ignorando las palabras anteriores de Jae Sook.

—Estás equivocado.—digo al fin sin apartar mi mirada cristalina de la suya, haciendo caso omiso a las preguntas de Lee.—Lastimas a las personas, traicionaste a tus amigos solo por un poco de gloria personal… ¿No te sabe amargo pensar todo lo que has dañado para conseguirlo?

—El fin justifica los medios.—masculla con indiferencia.

Es increíble lo mucho que el dolor puede transformar a una persona en una vil bestia. Yo creí que mi vida carecía de amor…pero la de Jae Sook estuvo mucho peor. Al menos yo tuve personas, y ahora tengo, que me quieren con sinceridad y se preocupan por mí. Lo que Jae Sook tiene…es una ilusión que ha construido a la fuerza, y teme que en cualquier momento se derrumbe.

—Eso no te hace diferente de él…

—¿De quién hablas?

—De tu padre.—concluyo reteniendo el temblor en mi voz.—Esa fue la razón por la que ella se fue ¿No?

—Cállate.—gruñe apretando sus puños a cada lado de su cuerpo.

Pero no, no voy a callarme…ya me he callado demasiado. Estoy harta del silencio.

—¿Crees que siendo así mantendrás a todos a tu lado? Lo hizo por él, no fue tu culpa que se marchara…pero si solo te empeñas en imitarlo volverá a repetirse la historia. Poco a poco te conviertes en ese hombre, Jae Sook.

—¡No! ¡Cállate de una vez!—empuja con fuerza a Young Soo apartándolo y se coloca frente a mi rodeando con su mano mi cuello, ejerciendo una incómoda presión en la zona.—No intentes manipularme con tus palabras ¡Tú no entiendes nada!—espeta en mi rostro.—Nunca he golpeado a una mujer…pero justo ahora tú podrías ser la excepción si te conviertes en una amenaza para lo que tanto me he esforzado en construir.

—Mentir, traicionar a quienes te consideran, ser cruel y abusar de quien no se lo merece…si esa es la base de lo que has construido pues es una completa mierda.—profiero resignada, sin un tinte de temor en mi voz. Él no cambiará nunca…pero yo sí que quiero hacerlo. Esta vez no tendré miedo de hacerle frente.—No es real, y no encontraras lo que buscas ahí.

Jae Sook resopla con impotencia y su rostro se torna de un carmesí intimidante, su mano se eleva en forma de puño frente a mi rostro y es cuestión de segundos para que este colisione contra mi mejilla, sin embargo no muestro arrepentimiento o temor en ningún momento mientras espero dicho golpe.

—Atrévete a ponerle un dedo encima y te reiniciaré la vida.—una voz grave, fuerte y segura hace eco en el vacío lugar, dejando a medias la acción de Jae Sook y despojándome un suspiro de alivio.

Ya estoy de vuelta :D

Perdón por desaparecer por tanto tiempo UnU

Al parecer las cosas comenzarán a resolverse a partir de este punto y ya cada vez estamos más cerca del final 🤧

Espero que les esté gustando la historia. Gracias a todas esas lindas personitas que respondieron en mi tablero con sus mensajes de apoyo y comprensión ❤

Nos leemos el lunes ✨