Capítulo 51
¿Una heladería?
Ah, con que este era el sitio del que hablaba Hoseok con tanta emoción. Bueno, no diría que es el lugar idóneo para una supuesta cita o siquiera para una experiencia en pleno invierno, pero no me quejo de nada. No me desagrada el helado y al menos este lugar no queda tan lejos del hotel, podría regresar caminando. Perderme en medio de esta desconocida ciudad no es algo para lo que esté preparada.
—¿Y bien? ¿Te gusta?—me pregunta con aparente interés en cuanto entramos al pequeño recinto, notando que me he quedado ensimismada observando nuestro alrededor.
—Es muy bonito.—confieso asintiendo, sin dejar de prestarle atención a los detalles del entorno.
No miento, realmente es un sitio hermoso y acogedor. Nunca había entrado a una heladería como esta, de hecho, hace muchos años que no vengo a una. El abuelo solía llevarme a una cercana al hospital cada vez que salíamos, pero luego de que muriera eso y muchas cosas más desaparecieron de mi vida, quizás aún quedan algunas experiencias que debí disfrutar en mi niñez y que por obvios motivos no pude. Tal vez no sea la mejor elección para una cita, pero me alegro de que Hoseok me haya traído a este lugar.
El ambiente en el interior es animado y cálido, la decoración típica navideña adorna cada centímetro del local, y un olor bastante agradable a inciensos y vainilla embriaga mis fosas nasales apenas tomamos asiento en la pequeña mesa de cristal.
—¿Qué sabores te gustan?—me pregunta tomando la carta del centro de la mesa y ojeándola con su ceño fruncido.—Yo creo que pediré un Smooth Angel.
—¿Qué es?—ladeo mi cabeza al escuchar el nombre de su elección.
Inevitablemente la palabra Angel pronunciada por él me recuerda a las notas sobre mi almohada y aquella en específico que contaba sobre la existencia de los ángeles, refiriéndose a esas personas que tienen la capacidad de mejorar nuestra vida.
Sonrió un poco al recordarlo, extraño las notas sobre mi almohada, aunque no ha pasado tanto tiempo desde que llegamos aquí. Supongo que terminaron significando demasiado para mí, quizás su autor o autora podría ser mi ángel después de todo…
¿Qué estará haciendo mi ángel justo ahora?
¿Habrá seguido dejando las notas a pesar de que no estoy?
—Es helado de vainilla y zumo de naranja.
—Qué raro.—arrugo mi nariz al escucharlo. Nunca había oído hablar sobre un helado así.
—Suena extraño, pero sabe realmente bien.—confiesa.—Puedes pedir lo que quieras, pero en lo personal te lo recomiendo.—Hoseok guiña su ojo en mi dirección y sonríe.
En otras circunstancias diría que su gesto me haría sonrojar e incluso hiperventilar, pero justo ahora no hace más que sacarme una sonrisa empática. Hoseok no me es indiferente, es un chico atractivo, carismático, atento y muy agradable, además de que sentí hacia él una fuerte atracción durante mucho tiempo. Claramente que aún puedo ponerme un poco nerviosa a su alrededor, más aún teniendo en cuenta que soy alguien bastante tímida, sin embargo ahora sé distinguir el tipo de sensación a la que me enfrento. Ya no me afecta tanto como antes.
—Quizás en otra ocasión.—le sonrío un poco avergonzada, la verdad es que solamente me apetece algo sencillo.—Voy a pedir un batido de chocolate con nata.
—Está bien.—asiente cerrando la carta y colocándola nuevamente sobre la mesa.—Iré a hacer el pedido,en un segundo regreso.
Hoseok se coloca de pie y avanza hacia la caja registradora para pedir y pagar los helados. Mientras yo sitúo mi codo en la mesa y recuesto mi mentón sobre mi mano, observando los alrededores y pensando en cómo iniciar la conversación que planeo llevar a cabo de la forma más natural posible. Mi vista recae en la mesa contigua en la que una familia ríe y disfruta de sus helados con tranquilidad. Es un matrimonio joven, con dos niños pequeños de probablemente entre 6 y 4 años, una niña y un niño.
Los padres ríen ante la escena del adorable niño de mejillas abultadas intentando alimentar a su hermana menor con el helado, terminando por ensuciar con torpeza la barbilla de esta. La sonrisa de la infante al observar a su hermano me hace suspirar levemente. Me recuerda mucho a él, probablemente mi expresión de admiración y cariño cuando estaba a su lado era muy similar a la de esa pequeña niña. No pude disfrutar al máximo lo que debería sentirse tener una familia que me amase y cuidase como debió haber sido, pero lo tuve a él y al abuelo, eran mi todo…y si hubiese tenido un hermano me habría gustado que ese fuese su lugar, aunque entre nosotros los lazos sanguíneos estaban de más y claramente no definieron nada en realidad, él fue el hermano y la familia que nunca tuve ni se me dio la oportunidad de disfrutar.
A veces la convivencia es más importante que el parentesco, cuando esos pensamientos vienen a mí, inevitablemente lo comparo con Jae Sook y el tío Kwan Chul. Son mi familia y aún así yo no puedo verlos de esa forma…desearía que fuese diferente.
¿Qué estará haciendo él en estos momentos?
¿Me necesitará tanto como yo lo necesito?
Siempre me pregunto si acaso se habrá olvidado de mí, y es realmente el miedo a que la respuesta sea afirmativa lo que me hace sacudir de mi cabeza esos pensamientos e intentar centrarme en algo más, como la sonrisa de Hoseok mientras se acerca nuevamente a la mesa.
Intento recobrar la compostura y sonreír en cuanto él parece notar el cambio en mi expresión. Entonces dejo de observar a la joven familia y centro mi atención en el chico frente a mí.
—El pedido estará listo pronto.—me comunica dando una palmada sobre su muslo con entusiasmo.
Pasamos unos pocos minutos conversando de cualquier trivialidad, aún no me animo a preguntarle nada a Hoseok, no encuentro la forma adecuada para ello y mi cobardía es un molesto impedimento contra el que tengo que luchar. Mayormente él se dedica a contarme como van en las prácticas y lo nervioso que se encuentra por el juego de mañana, ya que será el primer bateador en salir al terreno, además de mofarse de algunas de las estupideces que comúnmente Jimin hace.
—¿Cómo supiste de este lugar?—le pregunto luego de que él terminara su relato.—Tengo entendido que es tu primera vez en Busan.
—Ah…bueno es algo bastante gracioso…—escuchamos que llaman su nombre, así que él se coloca de pie para buscar los pedidos.—Dame un segundo.
Hoseok se dirige al mostrador en el que la chica de servicio le entrega la bandeja con el batido y el Smooth Angel. Él le sonríe con cordialidad y regresa a mi encuentro colocando mi pedido frente a mí, emito un sonido de aprobación con mi garganta en cuanto el batido frio y dulce hace contacto con mi paladar y él sonríe satisfecho de que su elección del lugar haya sido certera. Realmente es todo muy delicioso.
—Pues verás, anoche estábamos Jeon, Tae y yo en la habitación cuando de repente Taehyung le pregunta a Jungkook sobre posibles lugares agradables donde tener una cita…no sé si sabes que Jeon nació aquí en Busan.—asiento confirmándole que estoy al tanto de eso.—Bueno, el caso es que él estuvo un buen rato mencionándole opciones y yo aproveché aquello para tomar ideas ¿Sabes?—ríe un poco con nervios.—Realmente tenía la intención de llevarte a un parque de atracciones, pero entonces Tae dijo que escogería ese lugar para ir con Haneul y no quería que se sintieran incómodos…ya sabes, por lo que decidí que venir aquí sería lo mejor. Jeon habló muy bien de este sitio.
Así que Jungkook fue quien le recomendó el lugar…
Vaya, no debería, pero me molesta un poco ello ¿Pero que esperaba? No es como si a Jungkook le importase si salgo con alguien o no, si en verdad él tuviese algún interés en mí no le recomendaría a otro chico posibles sitios para que me invite a salir ¿Cierto?
—Ah.
—¿Preferías ir al parque?—inquiere Hoseok preocupado en cuanto emito mi contesta desganada.—Podemos ir aún si quieres, yo solo…
—¡No! No, no. Este lugar me gusta mucho, no tengo ningún problema.—me apresuro a dejar en claro ello, un poco avergonzada, no quiero que piense que menosprecio sus intenciones.
—Oh…está bien entonces.—dice antes de comenzar a degustar su helado mientras yo bebo de mi batido en silencio.
Cesamos todo tipo de conversación por unos breves segundos en los que mentalmente me preparo para hablar al fin, sin embargo justo cuando entreabro mis labios para preguntarle exactamente por qué me ha invitado, Hoseok interviene repentinamente.
–Escucha Eun Mi…seguramente te ha sorprendido que te invitase a salir.—comienza a hablar sin advertir mi expresión de desconcierto, es casi como si hubiese leído mi mente.—Hay…hay una razón para ello.
Ah, al parecer realmente tiene una razón.
—Es…algo que he querido decirte desde hace un tiempo, solo que no sabía cómo lo tomarías o si aceptarías.—continua su explicación.—Lo cierto es que me ha tomado un tiempo darme cuenta de mis sentimientos y no estaba seguro de lo que debía hacer…
Con cada palabra que dice siento la bilis subir y bajar por mi garganta y los nervios acrecentarse en demasía ¿Hacia dónde planea dirigir la conversación?
Solo espero que lo que esté a punto de decir no sea lo que estoy pensando…
—¿Qué pasa Hoseok?—pregunto con un poco de inquietud amenazando con quebrar mis palabras.
—Yo…creo que me gusta alguien.
Joder…
¡Joder!
—¿Y esa persona es…?—lo incito a continuar, no quiero hacer suposiciones en mi cabeza y luego quedar como estúpida.
Es decir…no podría intuir que yo sea esa persona que le guste a Hoseok cuando entre nosotros nunca se han dado indicios de ese tipo, salvo los últimos acercamientos, su invitación a salir y el beso…
Oh, no.
—Antes que nada debo aclarar que no fue premeditado ¿Bien? No tenía intención de que las cosas resultasen así…
—¡Habla de una vez!—incluso yo me sorprendo con la exigencia y desesperación de mi tono, pero es que en serio siento que si no dice lo que sucede ahora mismo voy a sufrir un infarto en esta silla.
—Bien…—Hoseok parpadea repetidas veces desconcertado por mi reacción y al cabo de unos segundos suspira y despeina su cabello con inquietud.—Es Yoon Hye, me gusta.
¿Eh?
Bueno…no era la respuesta que esperaba y una parte de mi suspira aliviada de que mis suposiciones fuesen erróneas pero… ¿En serio?
¡¿Yoon Hye?!
Cielos, pero si es que todo este embrollo en mi vida parece sacado de una telenovela de bajo presupuesto.
¿En qué momento las cosas resultaron así?
Observo con una expresión de asombro el mohín avergonzado de Hoseok y su mirada expectante por mi reacción, es justo entonces cuando los recuerdos se agolpan en mis sienes y de repente todo parece cobrar sentido…
<<–Bueno…ella es una chica bastante singular ¿No crees?>>
Recuerdo a la perfección la expresión facial de Hoseok ese día en aquel partido mientras observábamos a Hye, en ese momento no supe interpretar su mirada distraída y el disimulado suspiro que escapó de sus labios…
<<–¿Y cómo te fue con Hoseok?–dice guiñándome su ojo.
–Ah…bueno, hablamos y eso…
–¿De que hablaron? ¿Te invitó a salir?–niego ante lo último.
–Hablamos sobre baseball y sobre ti.
–¿Sobre mí?–asiento y me encojo de hombros.>>
Ahora no me parece tan descabellado el rememorar los acontecimientos, porque si mi sentido de la deducción no me falla, aquel día Hoseok aceptó ir a ese partido con nosotras porque fue Hye quien le invitó y le pidió que asistiera.
<<–…Siempre pasa tiempo junto a nosotras, incluso cuando el resto de los chicos no están alrededor, claramente se preocupa por ti, soporta mis golpes y ofensas cuando salimos porque tú estás presente…solo es una suposición, pero me parece posible.>>
Entonces comprendo todo, aquello no sucedía por mi causa. Hoseok no pasaba tiempo a nuestro lado por mí, sino por ella, se preocupaba por mí porque Hye lo hacía y además él me considera solo una preciada amiga, es decir…yo le importo lo mismo que lo harían Tae, Jimin, Yoongi y Jeon, solo eso. Soportaba los berrinches de Yoon Hye porque se sentía atraído por su personalidad desenfadada y carismática…todas las señales que creí dirigidas hacia mí realmente eran por su causa.
Percatarme de todo ello de una vez me despoja una pequeña risa involuntaria, de repente me parece algo gracioso e irónico…
Hye tenía razón, la operación rayito sí que tuvo éxito…solo que no de la forma que esperábamos.
No porque las cosas se desvíen de su rumbo preconcebido o resulten de una forma diferente a la planeada significa que los resultados sean negativos. Todo lo que sucede conviene de cierta forma y todo tiene una razón de ser, tal vez este sorpresivo cambio en los acontecimientos no sea tan erróneo después de todo…
Y en realidad he de admitir que el hecho de que yo no sea esa persona de la que Hoseok gusta me alivia de sobremanera.
Cielos, nunca pensé que algo así sucedería. Estoy segura que unas semanas atrás estaría devastada con esta noticia, no podría siquiera detenerme a pensar en ser rechazada por Hoseok incluso cuando sabía que nunca hubo esperanzas para mí.
—¿Eun Mi?—Hoseok pasa su mano abierta frente de mis ojos, llamando mi atención. De seguro se encuentra confuso por mi extraña reacción. Al principio me mostraba sorprendida y atónita, pero justo ahora no puedo contener mi sonrisa.
Supongo que ahora solo queda imaginar cómo se lo tomaría Hye al enterarse y que hará Hoseok respecto a eso…
Sí, todo parece complicarse y a la vez no…¿Quién entiende a los sentimientos?
—Lo siento, es solo que…no me lo esperaba.—confieso sonriendo ante la imagen de sus mejillas sonrosadas y la expresión nerviosa plasmada en su mirada.
En serio Hye le gusta mucho.
Pero aún hay muchas cosas que no encajan dentro de este extraño escenario…
—Hoseok, si te gusta Hye… ¿Por qué me has traído aquí?
—Ah…bueno…es que yo…—carraspea y separa un poco la bufanda de su cuello como si de repente le costase respirar.—Hye tiene un carácter un poco…fuerte, simplemente no sé cómo acercarme a ella, solo interactuamos para discutir o cuando estamos en grupo. La verdad es que no tengo idea de cómo demostrarle lo que siento y como tú eres su mejor amiga…pensé que podría pedirte ayuda.—confiesa avergonzado.
Ahora lo entiendo, supongo que está recurriendo a esa vieja táctica de “si quieres que la chica que te gusta te acepte primero debes conseguir la aprobación de la mejor amiga”, he escuchado sobre muchas situaciones similares, nunca imaginé verme involucrada en ello, pero no me molesta. En realidad me parece algo tierno, él realmente se está esforzando en hacerle llegar a Hye lo que siente, lo cual es algo complicado si tenemos en cuenta la fuerte personalidad de Yoon Hye.
Me compadezco de Hoseok.
—No quiero que me malinterpretes.—espeta de repente tomando mi mano por encima de la mesa, yo frunzo el ceño desconcertada por su repentino arranque nervioso.—No quiero que pienses que solo me acerco a ti porque tenga ese interés, tú me agradas mucho Eun Mi, eres una excelente amiga y realmente me preocupo por ti, solo…creí que podrías ayudarme con esto.—murmura sinceramente apenado.—Sé que en el pasado solo te trataba con un interés de por medio, y es que no te conocía del todo…no sabía que te volverías importante para mí y parte de mi diario. Ahora realmente me arrepiento de no haberte propuesto mi amistad mucho antes…
—Hoseok.—detengo su monólogo nervioso.—Está todo bien, no pienso en nada de eso ¿Sí? Supongo que antes actuabas así porque yo simplemente era una compañera más de clase, no había ninguna otra razón por la que interactuar ¿Cierto? Eso no importa ya, lo que interesa es el presente y tú me has demostrado ser un excelente amigo. Aquel día que sucedió lo de Myung Soo…no sé qué habría hecho sin tu ayuda, gracias.
Él sonríe y presiona levemente su mano sobre la mía. Nunca imaginé que Hoseok y yo terminaríamos teniendo una plática como esta o que nuestra relación cambiaría de una forma tan drástica hasta encontrarnos en esta situación, pero supongo que esto es lo que estaba destinado a suceder desde el principio. Nadie es capaz de imaginar los reveses y vueltas que pueden dar los acontecimientos.
Sea como sea, agradezco que personas como Hoseok hayan llegado a mi vida después de tanto…
—Realmente eres un ángel Eun Mi.—su susurro, casi incapaz de escucharse, es percibido por mis oídos. Tal parece que lo murmurase para sí mismo, sin intenciones de que yo supiera de sus palabras.
Un ángel…
—Te ayudaré.—respondo sin dudarlo y omitiendo su último comentario. Él eleva la mirada asombrado y repentinamente feliz.
Me preocupa un poco el cómo explicarle a Hye todo esto y hacerle entender sin que se enfade con Hoseok o su actitud hacia él cambie. Pero supongo que si ya me he comprometido a ayudarlo no puedo amedrentarme.
Oficialmente la operación rayito cambiara su nombre operación iceberg
Porque sí, Hye tiene un carácter tan fuerte y complicado que la frialdad sentimental que siempre se empeña en manifestar podría compararla claramente con la de un iceberg. Solo resta ver si aquel cálido rayito de sol será capaz de derretir la gélida coraza de ese insondable iceberg…
Vaya, debería escribir una novela sobre eso.
—¿En serio?—pregunta esperanzado.—Gracias Eun Mi, siento un poco de vergüenza al pedirte esto…me ha parecido mejor que lo hablásemos en privado porque Hye siempre está contigo o yo estoy en las prácticas, por eso quise invitarte a venir aquí.
—No pasa nada.
Terminamos de degustar el helado y decidimos regresar al hotel antes de que anochezca, durante el resto de la velada simplemente intenté trazar una estrategia en la que trataré de que Hye y él se vean en la necesidad de interactuar más y así quizás él pueda conquistarla…
Básicamente estoy reconstruyendo el plan sobre las bases de la operación rayito y los propios consejos que ella misma me dio en su momento, ya que no poseo más experiencia que esa. Podría decirse que la trampa de Hye se está revelando contra ella misma…aunque en el buen sentido de la expresión, no planeo forzar nada. Si las cosas resultasen entre ambos será porque así lo quisieron.
En realidad, mentiría si dijera que me encuentro completamente bien e indiferente al tema, porque lo cierto es que a pesar de estar segura de mis sentimientos por Jeon y de haberme sentido aliviada de que a Hoseok le guste alguien más que no sea yo, un pequeño malestar serpentea en mi pecho. Es decir…él es el chico del que creí estar enamorada gran parte de mi adolescencia, podría interpretarse como que al fin lo estoy dejando ir todo y es una sensación extraña, no estoy celosa o molesta, simplemente…es un sentimiento de resignación diferente.
También esto me otorga razón cuando afirmaba que Hoseok jamás podría fijarse en mí de forma romántica, y si ese es el caso… ¿Qué esperanza me quedaría con Jeon?
Emito un suspiro cansado mientras salimos del local y Hoseok cierra la puerta llegando a mi encuentro.
—¿Te preocupa algo?—me pregunta mientras acomoda su bufanda y una leve capa de humo níveo cubre sus labios al hablar.
Planeo negar con mi cabeza ante su cuestionamiento, sin embargo, de repente recuerdo otra de las razones por las que decidí venir a la cita…y que no me había atrevido a preguntar, mucho menos después de que me confesara sus sentimientos hacia Hye.
Pero ahora que todo ha sido dicho ¿Qué más da que sacie mi curiosidad de una vez?
—De hecho…hay algo que quiero preguntarte.—Hoseok se detiene en su lugar y yo imito su acción antes realizar una profunda exhalación, colmando mis pulmones con el gélido aire de la tarde.—Si en realidad te gusta Hye…¿Por qué me besaste ayer en el juego?
Hoseok permanece impasible unos segundos en los que simplemente me mira fijamente, sin emitir reacción ninguna, pero esto no dura mucho puesto que de repente sus ojos se abren en una clara expresión de desconcierto que me descoloca por completo. Mueve su cabeza hacia atrás impresionado y entreabre sus labios, de los que no brotan nada más que palabras incoherentes y un torpe balbuceo.
¿Qué le pasa?
—No…no te besé.
¿Qué?
Una corriente de aire frío cruza mi columna vertebral por toda su longitud y puedo jurar que he sentido mi corazón detenerse por un nanosegundo antes de reanudar su bombeo con una frecuencia mucho más frenética y desmesurada que de costumbre.
¿Qué quiere decir con que no me besó?
—Sí lo hiciste.—refuto con un ápice de inseguridad y miedo en mi voz.—Tú
…accediste al juego.
—Sí, accedí pero…
—¡Entraste al armario luego de que todos salieran de la habitación!—ni siquiera sé porqué le grito, de repente me siento completamente confusa y algo asustada ¿Acaso está jugando conmigo?
—No, no. Escucha, Eun Mi.—habla con inquietud colocando sus manos sobre mis hombros.—Accedí porque Hye no dejaba de presionar y no quería que tú te sintieras mal o incómoda porque te rechazara…vi la expresión de tu rostro cuando intenté negarme, no quise ser así de idiota…pero al final terminé siendo idiota al cubo.—murmura bajando su cabeza.
—¿A qué te refieres?
—Yo…iba a explicarte las cosas cuando entrara al armario, pero entonces todos decidieron salir, yo entre en pánico ¡No sé! Me puse tan jodidamente nervioso que terminé huyendo de ahí.
—¿Por qué no simplemente me dijiste?—ni siquiera soy capaz de mirarle a los ojos, justo ahora hay tantas suposiciones extrañas rondando por mi cabeza…
—Créeme, me arrepiento enormemente de haberte dejado así…pero no pensé claramente las cosas en su momento y luego no fui capaz de mencionarte nada debido a la vergüenza de solo recordarlo. Y, como tú tampoco me hablaste sobre ello, pensé que no te había importado…lo siento.
—¿Qué hiciste después?
—¿Qué?
—¿Qué hiciste después de salir de la habitación?—especifico con prontitud.
—Regresé a la mía, aún los chicos no habían vuelto así que nadie me vería…
—No. Tú volviste…
—No volví, Eun Mi.—susurra ciertamente avergonzado y confundido por el énfasis en mi argumento.
—¡¿Entonces quién rayos me besó en ese armario?!—inquiero al borde de un colapso mental y nervioso, ni siquiera soy capaz de corresponder a las sinceras disculpas de Hoseok.
—¿Qué…? ¿Qué quieres decir con que te besaron en el armario?—Hoseok se aparta de mi cuerpo por inercia, sorprendido y tan confundido como yo.
—Alguien entro al armario y nos besamos…creí que eras tú…—suspiro con frustración y paso mi mano a lo largo de mi rostro.
¿Qué demonios pasó y qué diablos hice?
—Dios…te juro que no se nada sobre eso, Eun Mi.—se defiende Hoseok al instante sin ocultar su desconcierto.— ¿No pudiste ver quién era?
—No habría pensado que eras tú si hubiese podido ver su rostro.—ruedo los ojos y resoplo con obviedad.—Todo estaba completamente oscuro.
—Joder…es tan escalofriante ¿Crees que pudo haber sido uno de los chicos?
—No, estaban ocultándose del profesor de guardia, no podían regresar a la habitación.
—Yo…ah…no sé qué decir. No tengo ninguna suposición.—confiesa atónito. Mientras yo sufro una crisis existencial, él parece pensar el algo hasta que su ceño se frunce y el atisbo de la duda resalta en sus pupilas.—A menos que…
—Eun Mi.
Aquel inesperado llamado desvía por completo mi atención de las palabras de Hoseok.
¿Qué se supone que hace aquí?
Me giro en su dirección, casi sin poder creer que su presencia frente a nosotros sea real, pero no hay nada ficticio en los hechos. Jungkook se encuentra a pocos metros de distancia, enfundado en su gabardina canela y sus típicas botas negras, su cabello es un perfecto desorden y porta en su expresión una mirada un tanto inquietante que se desplaza desde Hoseok hacia a mí repetidas veces.
—¿Jeon? ¿Qué haces aquí?—Hoseok es quien formula la pregunta que se ha quedado atorada en mi garganta desde el primer instante en que escuché su gruesa y varonil voz llamando mi nombre.
—Necesito hablar con Eun Mi.—se encoje de hombros con indiferencia.—Tengo algo que entregarle.
—¿No podías esperar a que llegase al hotel?—bufa Hoseok con incredulidad, es compresible que la actitud de Jungkook le irrite un poco y es que Jeon no se contiene en ser cortante…normalmente es como un enorme e incómodo forúnculo en el trasero, para decirlo de una forma menos vulgar.
—No.—su gélida contesta comienza a irritarme a mi también.
—¿Cómo sabías que estaríamos aquí?—me atrevo a preguntarle luego de haber recuperado el habla.
—Taehyung.—responde sin más.—Dijo que él y su cita irían al parque de atracciones, supongo que tú no querrías llevar a Eun Mi a cualquier sitio, así que estaba claro que te decantarías por la segunda opción que recomendé, la heladería. Al parecer mis deducciones fueron certeras.—declara dirigiéndose a Hoseok.
Cierto, él mismo fue quien les recomendó los sitios para la cita. Imbécil, no tengo motivos para enojarme con él, pero de repente recordar eso me molesta…así que seré feliz insultándolo al menos en mi subconsciente.
—¿Qué eres? ¿Sherlock Holmes?—se burla Hoseok negando con su cabeza.
—No hay que ser un intelectual para suponer algo así.—espeta Jeon rodando sus ojos con autosuficiencia.
¿Cómo me puede gustar este tipo?
Justo ahora me replanteo eso mentalmente…
—Lo que sea, Eun Mi y yo estamos en medio de una conversación…
—Ya no, ella viene conmigo.—dice interrumpiendo las palabras de Hoseok.
Wow ¿Qué rayos está haciendo?
—No he dicho tal cosa, me parece que ya estás suponiendo de mas Jungkook.—profiero cruzando mis brazos sobre mi pecho, intentando adoptar una postura intimidante, que realmente no amedrentaría ni a una mosca.
Jungkook dirige su vista hacia mí y sonríe de lado, emitiendo una suave risa nasal que armoniza a la perfección con el cosquilleo que se ha formado en mi vientre al verlo hacer ese simple gesto. Joder.
—Jung, no sé si intentas hacerte el tonto o simplemente aún no captas la indirecta.—murmura pateando una piedra imaginaria con la punta de su bota e ignorando por completo mi reproche. Hoseok frunce el ceño y posando su vista en Jeon y luego sobre mí.—Sobras…
Tras sus palabras, los tres nos sumimos en un incómodo silencio en el que podría distinguir diferentes matices y motivos. Jungkook abre sus ojos en demasía mientras observa fijamente a Hoseok, este se rasca la nuca con confusión intentando devolverle la mueca a Jeon de forma extraña y yo…bueno, yo me siento en medio de un juego de ping pong alternando la atención de uno hacia el otro sin entender una mierda de lo que están haciendo con esas expresiones de payasos en medio de la calle y sin moverse.
¿Planean iniciar una discusión por telepatía o qué rayos?
De repente Hoseok abre su boca como si acabase de descifrar el Código de Da Vinci y palmea sus manos haciendo que Jungkook ruede sus ojos y pase sus dedos sobre su cara con frustración. Hoseok balbucea un par de cosas sin sentido, hasta que se decanta por girarse en mi dirección con una expresión de estupefacción y una sonrisa tan fingida que me hace preguntarme si realmente no le lastima sus comisuras.
—Debo irme Eun Mi.
—¿Qué? Hoseok…
—¡No me sigas!—comienza a correr rumbo al hotel como un poseso a zancadas exageradas y raras. En otra situación me habría reído, pero de repente todo se me hace tan extraño que la inquietud no me permite verle la gracia al asunto.
¿Qué le pasa?
—Vamos.—escucho la voz de Jeon a mis espaldas, me vuelvo en su dirección nuevamente y lo observo retomar su andar.
—Pero…Hoseok…
—De seguro es la indigestión, es intolerante a la lactosa.
—¿Qué?—espeto desconcertada.
¿Cómo que intolerante a la lactosa si me ha traído a una heladería y se ha servido una copa colosal de helado para él solo?
Jungkook ríe al ver mi cara de horror y regresa sobre sus pasos para quedar frente a mí. Paso saliva procurando de que el sonido del gesto no delate mis repentinos nervios, y es que tenerlo a una considerable distancia es una cosa, pero observarlo tan de cerca es otra completamente distinta y me siento tan vulnerable frente a él …tal parece que podría leer hasta mi alma si así lo quisiese. Odio reconocer el gran poder emocional que Jeon tiene sobre mí, supongo que a eso nos arriesgamos cuando nos gusta mucho alguien ¿No?
—Estará bien.—murmura clavando su mirada en la mía sin dejar de sonreír.—Vamos.—reitera intentando tomar mi muñeca.
¿Por qué siempre hace eso?
¿Qué estúpido problema tiene con agarrar a la gente por sus muñecas?
O quizás es solo algo que hace conmigo…
—No dije que iría contigo. Si yo me niego esto definitivamente es secuestro.—me rehúso alejando mi brazo de su alcance.
Sí, él me gusta…pero no por eso voy a dejar que decida sobre mí y me arrastre por la calle como un trapo viejo. Dignidad y orgullo ante todo. Además…tengo que aceptar que en el fondo también lo hago porque me encanta verlo perder la paciencia y los cabales conmigo, últimamente he descubierto que me gusta molestarlo y tentar la suerte.
Eso es algo relativamente normal ¿No? O tal vez solo es porque yo soy muy insoportable y él es tan tolerante como un pez globo…bueno, no es la mejor comparación que se me podría ocurrir pero lo importante es que se sobreentienda el punto.
—Entonces te estoy secuestrando.—se encoje de hombros y esta vez en un momento de distracción de mi parte logra tomar mi muñeca, afianza su agarre antes de comenzar a caminar.
—¡Hey! No seas idiota Jeon, suéltame ahora mismo o grito.—bueno, tengo que reconocer que a veces me paso un poco. Pero ver su expresión seria y ese gesto de su lengua golpeando el interior de su mejilla, vale la pena por completo.
¿Dignidad y orgullo? ¿Eso se come?
No me suenan a nada esas palabras cuando Jeon me observa de esa forma y mis piernas amenazan con perder el equilibrio por completo.
Justo ahora sí aceptaría que me llamara patética, porque es así como me siento mientras pienso estas estupideces ¿Cómo puedo permitir que cada cosa que haga me afecte tanto?
A esto es a lo que me refería cuando decía que todas las emociones con Jeon son más intensas.
—Bien, vayamos al Plan B.—murmura suspirando con fastidio.
¿Tiene un jodido Plan B?
—¿Qué es eso del Plan B?
—Recuerdas que tenemos un trato ¿Cierto?—dice y espera por mi reacción.
—¿Un trato? ¿Cuándo yo accedí a tal atrocidad contigo?–espeto desconcertada y Jeon rueda sus ojos exasperado.
—El sábado aquel que fuimos todos juntos al partido, tú y yo hicimos un trato. Te dije que te diría la razón por la que decidí quedarme ese día y a cambio tú harías algo por mí.
—¿Ajá...?—balbuceo con mi ceño fruncido intentando hacer memoria, en cuanto los recuerdos vienen a mí , abro mis ojos con sorpresa.
¿Yo acepté esa locura?
Claro que sí, Eun Mi ¿Por qué dudar de que cada cosa rara y estúpida te pueda pasar solo a ti?
—Te dije que pensaría al final lo que quería que hicieras…—continúa escrutando mi expresión.—Pues ya se lo que quiero.—dictamina con una sonrisa triunfante en su, innecesariamente apuesto, rostro.
—¿Y eso sería…?
—Tu parte del trato comienza justo ahora Eun Mi, quiero que vengas conmigo…quiero llevarte a un lugar.—susurra aún sin soltar su agarre sobre mi muñeca.—Entonces allí te diré la razón por la que me quedé ese día y habremos cumplido ambos.
¿Debería confiar en él y en su estúpido trato o no?
¿Quiero saber realmente la razón por la que se quedó aquel día? La verdad es que sí tengo curiosidad, pero simplemente no sé si sea lo correcto.
Esta escena se me hace vagamente parecida a aquella de esa misma tarde en la que acepté que me llevase en su inservible trasto, él tomó mi muñeca de esta misma forma, luego yo sostuve sus manos y puse en ellas mi confianza, probablemente fue en ese momento también en el que una parte de mi corazón comenzó a pertenecerle…y él lo echó todo a perder con su insensata filosofía de infringir dolor para cambiar el modo de pensar.
Me dolió tanto aquello…y aún lo hace, porque realmente creí que yo le importaba y su indiferencia me lastimó más que si lo hubiese hecho cualquier otra persona. Pero…en aquel momento tenía sus motivos, diría que estaba tan perdido como yo, desesperado…
No lo justifico, simplemente quisiera entenderlo…porque Jeon aún es para mí un abismo completamente desconocido que me tienta a lanzarme en sus profundidades, incluso con la posibilidad de salir lastimada o tan herida como quizás él lo está.
Sobran las razones para simplemente girar sobre mis talones e ignorar el estúpido trato, pero veo sus ojos expectantes, su sonrisa sincera y la calidez de su mano sobre mi piel, imposibles de ignorar…y simplemente me hace pensar…
Si ya hemos llegado hasta aquí, si ya hemos pasado por todo… ¿Qué más da dejarse caer simplemente en este atrayente y oscuro abismo?
Pagaré el precio que sea necesario por la decepción si esto no funciona, pero ya no pienso seguir alejándolo porque es más que claro que no vale la pena y de nada servirá.
Al final Jeon y yo siempre terminaremos por encontrarnos nuevamente en las circunstancias que sean, porque por alguna razón desconocida hasta el momento, ambos no podemos dejarnos ir mutuamente para siempre.
Así que… que pase lo que tenga que pasar ¡Al demonio con todo!
Tomo su mano y la aparto de mi muñeca, su expresión se transforma en una de decepción y resignación en cuanto nota mi gesto. Pero en el instante en que mis dedos se entrelazan con los suyos sustituyendo el lugar que ocupaba mi muñeca, una mirada de máximo asombro y un jadeo entrecortado escapa de sus labios, propinándome la sensación más satisfactoria que he sentido en toda mi vida hasta el momento.
—¿A dónde iremos?—le pregunto retomando el andar mientras que Jeon se mantiene aún con estupefacción observando nuestras manos entrelazadas.
Todo mi cuerpo tirita de los nervios y la inquietud, pero mis inseguridades se disipan en cuanto una amplia sonrisa dibuja sus comisuras y el agarre entre nuestras manos se intensifica con un leve apretón de su parte.
—A un lugar especial…
Felicitaciones para las HyeSeok shippers XD se les hizo realidad el shipp
Nos leemos el viernes 🥰
PD: A dónde creen que nos lleva el Jeikei? 🤔
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