Capítulo 48
—¡Pero qué maldita!—bufa Hye golpeando sus puños sobre sus rodillas mientras permanece sentada en el retrete.
Suspiro con exasperación, acorde a su insulto, mientras continúo lavando mi cuerpo bajo la ducha con la esperanza de que el agua tibia relaje un poco el malestar y las tensiones que he acumulado desde la mañana.
La práctica fue más intensa de lo que pensé, muchas cosas sucedieron y si bien algunas fueron realmente buenas, como la invitación de Hoseok y el haber conocido a Haneul, otras resultaron completamente desafortunadas. En cuanto regresé de aquel instituto no pude contener la necesidad de contarle a Hye todo lo sucedido, algo que en otra época y circunstancias jamás se me habría ocurrido…supongo que el hecho de saber que puedo contar con ella alimenta cada vez más mi confianza, mis pensamientos se sienten más libres y comenzar a compartir mis padecimientos se va volviendo más sencillo con el pasar del tiempo…aunque aún existan muchos detalles que prefiero guardar para mí.
Necesitaba un baño con urgencia, pero Hye no iba a concebir perderse el chisme, así que terminamos ambas cuchicheando dentro del pequeño cubículo, ella sentada en el retrete y yo del otro lado de la cortina de hule. Habíamos llegado a ese punto de la conversación en el que todo ha sido dicho y ahora solamente queda quejarse y pensar en una solución.
—Recapitulemos el suceso.—murmura colocando su dedo índice sobre su barbilla.—Encontraste a la chica a la que prometiste entregarle esa pulsera que siempre llevabas contigo, y justo cuando al fin vas a devolvérsela, la macaca nemestrina se la roba y tu superhéroe personal, alias Jeon, te salva de una avalancha de pelotas pero ahuyenta a la desgraciada y esta desaparece sin dar información sobre el paradero de la pulsera…
—Suena todo más dramático cuando lo dices de esa forma, pero es cierto.—estiro mi brazo por una hendidura entre la cortina y la pared, agitándolo en dirección al lavabo, por lo que Hye toma mi toalla y me la tiende sin siquiera dejar de lado su monólogo.
—Aunque no es culpa de Jeon, igual si él no hubiese aparecido Myung Soo te habría herido de más y nunca habría dicho dónde escondió la pulsera, es así de malvada.
—Lo sé, de hecho estoy agradecida de que él llegase justo a tiempo. Lo que realmente me preocupa es que en serio necesito esa pulsera, no pude entregársela a Haneul y no concebiría que después de tanto tiempo preservándola deba romper mi promesa…es realmente vergonzoso. Pero dudo que Myung Soo me la devuelva aunque se la pida.
—Claro que no te la devolverá, está en su naturaleza ser así de zorra. Pero no te preocupes, tendrás de vuelta la pulsera.—asevera chasqueando sus dedos.
—¿Qué tienes en mente?
—Se me acaba de ocurrir, pero me parece la mejor opción que tenemos. Vamos a buscarla en su habitación sin que se entere.
—¿Te refieres a hurgar en sus cosas?—inquiero con desconfianza.
—Tengo una corazonada de que puede estar en su habitación, Myung Soo no es muy inteligente y ni siquiera tiene muchas alternativas de sitios en donde esconderla. Así que sí, registraremos su habitación.—responde con convicción y un aparente entusiasmo repentino.
—No lo sé, Hye ¿Qué sucede si nos descubren? Podría resultar un desastre...
—Eso no va a pasar, lo tengo todo controlado.—salgo de la ducha con mi cuerpo envuelto en la toalla y la observo con una maliciosa sonrisa surcando sus labios, mientras frota sus manos frente a su rostro.
A veces me inquieta que sea tan calculadora.
¿Cómo es que aparentemente siempre encuentra una solución para todo?
—Explícame.—le exijo dudosa de si realmente su idea tenga una finalidad exitosa.
—Escucha, lo primero a tener en cuenta es que debemos actuar en un momento en el que ella no esté presente o al menos vaya a tardarse en volver, por lo que se me ocurre que eso puede ser a la hora de la cena. Lo segundo que necesitamos es una distracción, en caso de que casualmente regrese antes o existan posibilidades de que sospeche, y lo tercero es obviamente la tarjeta de su habitación…
—¿Vamos a robársela?
—Claro que no.—resopla con ironía.—No soy Kitty Patitas Suaves ni tengo una capa de invisibilidad para tomarla de su bolso sin que se percate.
—No hacía falta el sarcasmo.—respondo de forma neutral.—¿Qué sugieres entonces?
—Piensa un poco más Eun Mi, la distracción y la tarjeta de la habitación están relacionadas ¿Quién además de ella puede tener acceso a esa habitación?
—Pues claramente su compañero…—me detengo abruptamente en cuanto comprendo su punto.—¡Claro! Jungkook también tiene una tarjeta de esa habitación.
—¡Exacto! Le pediremos su tarjeta y a la vez él será nuestra distracción, sabemos que Myung Soo no se resiste a su presencia, el chico funciona como un sedante para el mal humor y la maldad que siempre lleva encima. Es perfecto.—aplaude complacida por haber analizado su plan.
—Eh…genia.—golpeo con mis nudillos la cima de su cabeza buscando su atención.—Se te olvida que para eso debemos pedirle ayuda a Jeon y confiar en él ¿Qué te garantiza que acceda?
—Hay sentimientos mutuos de por medio, como el odio hacia Myung Soo, cualquier cosa que incluya fastidiarla es un buen partido para él.—responde encogiéndose de hombros.—Además…últimamente es muy condescendiente contigo, desde el suceso del autobús, la tarde en el zoológico y justo lo de hoy…—termina de enumerar con sus dedos.—es seguro que acceda a hacer esto por ti, más aún si se lo pides tú misma.
—¡¿Qué yo se lo pida?!—exclamo exaltada por su sugerencia y a la vez terriblemente nerviosa.
—Vamos, solo es Jeon. No entiendo por qué te alteras tanto.—frunce el ceño y me observa de arriba hacia abajo de forma acusatoria, lo cual comienza a inquietarme en demasía.
¿Pedirle a Jeon que haga eso por mí?
Bueno…es cierto que estos últimos días me ha ayudado y su actitud hacia mí ha cambiado considerablemente, pero todo aquello ha sido por su cuenta. Ni siquiera considero que entre ambos exista la confianza suficiente como para pedirnos mutuamente un favor de esa índole, además si lo hiciera…
¿Realmente aceptaría?
Tal vez la razón por la que me aterra tanto pedirle ello es porque no estoy preparada para saber la respuesta a esa pregunta, ya sea positiva o negativa, todo lo que concierne a Jeon me afecta en magnitudes hasta ahora esotéricas para mí.
—No me altero…es solo que…no estoy segura de si realmente mi palabra signifique algo para él, después de todo lo que ha ocurrido entre nosotros quizás solo está siendo condescendiente para redimirse un poco, pero eso no quiere decir que haya cambiado algo en nuestra interacción.—intento sonar lo más convincente posible, ella luego de mantenerse en silencio por unos breves segundos, termina asintiendo resignada.
—Se lo pediré yo entonces.
—¿No hay otra forma de hacer las cosas sin implicarle?
No quiero estar más endeudada con Jeon o algo por el estilo.
—No se me ocurre ninguna otra solución. Además, descuida, tú no tendrás que hacerle frente a nada. Nosotros nos encargaremos de todo por nuestra cuenta.
—¿Qué?—cuestiono ladeando mi cabeza, pensé que estaba incluida en el plan.
—Tú tienes una cita a la que asistir, no voy a admitir que centres tu atención en otra cosa o te preocupes por algo más que no sea evitar que Hoseok note cómo babeas cada vez que lo miras.
—¡Oye! Yo no babeo…
—Sí, claro y yo no pensé en una ocasión en venderle a mi hermano a un pandillero para comprarme el último modelo de iPhone de la temporada.
—¿Ibas a vender a Yoongi?—espeto cubriendo mis labios con la palma de mi mano.
—El punto es…—me ignora para continuar con su argumento.—que mientras tú estés con Hoseok en la cita, Jeon y yo nos encargaremos de las cosas por aquí. No tienes que preocuparte por nada.—palmea mi hombro descubierto y me sonríe con empatía.
—¿Estás segura?
—¡Claro que sí! Soy más capaz de lo que crees, además sé lidiar con simios como Jeon, vivo con uno y hasta ahora he sobrevivido.—coloca sus manos en su cintura y se iergue hinchando su pecho.
—Pobre Yoongi.—murmuro estupefacta por su forma de referirse a su hermano, aunque claramente puedo notar el atisbo de burla en su voz.— ¿Cuándo hablarás con Jeon?
—Tal vez más tarde pase por la habitación de Taehyung y Hoseok, por cierto…será mejor que pienses qué ropa usarás mañana para la cita, debe ser algo lindo pero cálido, según las estadísticas comenzará a nevar en poco tiempo ¡Todavía no me creo que al fin haya sucedido!—exclama mientras toma mis manos y comienza a dar saltitos en el lugar.—Nunca dudé de ti, pero ya me parecía que Hoseok estaba siendo demasiado imbécil al no percatarse de la preciosura que eres.
—Ay, Yoon Hye…—ruedo los ojos y río por su comentario.—Todo es gracias a ti, no me habría animado a hablarle de no ser por la operación rayito y tu ayuda.
—Sabía que funcionaria, las señales eran claras y…—sus palabras se interrumpen al sentir los golpes en la puerta.—¿Quién rayos es a esta hora? Casi es medianoche…
—Ve a abrir, terminaré de vestirme y en un minuto salgo.—ella asiente y sale del baño soltando alguna que otra maldición a quien sea que permanece golpeando la puerta sin detenerse.
Retiro la toalla de mi cuerpo antes de comenzar a colocarme mi pijama, consiste en unos sencillos pantalones de algodón que culminan unos pocos centímetros por encima de mis talones y un suéter rosa pastel que cubre mis manos casi por completo. No es la vestimenta más atractiva o combinada que pueda usar una chica, pero teniendo en cuenta el frío que acecha la madrugada y la comodidad que me brinda la sedosa tela, es perfecto para mí.
—¡Hora de la fiesta nenas!—la voz de Jimin se escucha en un fuerte estruendo por toda la habitación e incluso desde mi locación en el baño soy capaz de distinguirla con claridad.
Seguido de aquel grito, distingo una serie de murmullos adentrándose en el pequeño espacio y al instante ruedo mis ojos con exasperación. Debí imaginar que serían ellos, había olvidado por completo el comentario de Jimin esta tarde sobre venir a nuestra habitación para otra supuesta ronda de diversión…
¿Por qué tienen que aparecerse a esta hora?
—¿¡Como que fiesta animal!?—el quejido de Jimin trae a mi mente la tan esperada imagen mental de Hye golpeando su nuca con fuerza.
Yo se lo advertí.
—¡No seas bestia Min!—refuta él.—Danos la bienvenida como buena anfitriona, hemos traído bocadillos.
—Solo porque tengo hambre los dejaré pasar, pero no se queden por mucho.—gruñe ella al final, luego de permanecer unos instantes en silencio.
—Mi poder de convencimiento es tan poderoso…—se jacta Jimin.
—Maldita pulga con albinismo.—le responde Hye.
—¿Dónde está Eun Mi?—su voz grave,y a la vez un poco ronca, hace que mi corazón se acelere desmesuradamente mientras aún continúo colándome el suéter…
Y es que no lo entiendo. Yo no debería tener reacciones de este tipo por él. Mis mejillas deberían sonrojarse solamente por Hoseok, mi corazón debe acelerarse con la voz de Hoseok, mis pensamientos deben girar únicamente en torno a Hoseok, entonces…
¿Por qué todo eso acaba de sucederme con tan solo escuchar la voz de alguien más?
Precisamente la voz de él mostrando preocupación por mí.
—Está en el baño, no debe tardar.—contesta Hye.—Por cierto Jeon, necesito hablar contigo sobre algo…
—¡Uhhh! Huelo el romance en el aire.—chilla Jimin en un tono infantil y ciertamente molesto.
—Park, madura de una vez ¿Sí?—suspira Hye con exasperación.—Ustedes vayan preparando los bocadillos.
Termino de alisar mi cabello y organizar el baño para salir de ahí de una vez, sin embargo el sonido de mi teléfono me detiene. Contesto la llamada al instante, lo más seguro es que sea SeokJin, es la única persona que llama tan seguido y luego de nuestra última conversación no he vuelto a saber de él.
—Hola Jinie ¿Sucede algo?—respondo sin siquiera mirar la pantalla mientras analizo mi reflejo en el espejo.
De repente siento la necesidad de lucir bien o medianamente atractiva. No me considero una persona poco agraciada, sin embargo he de aceptar que nunca le he prestado demasiada atención a mi aspecto físico, antes no me era una preocupación relevante el querer verme hermosa para los demás o algo por el estilo. Pero desde hace unos días esta nueva sensación ha comenzado a resurgir en mí.
Quiero convencerme de que se debe únicamente a Hoseok, es decir…él me gusta, es natural que desee que se fije más en mi físico, pero entonces…
¿Por qué mientras analizo mi aspecto en el espejo lo único que se reproduce ante mis ojos es la sonrisa de Jeon y nuestro "casi-beso" de esta mañana?
Incluso llamarlo un "casi-beso" se me hace demasiado atrevido, ni siquiera tengo certeza de que esa fuese su finalidad.
Joder…¿Qué me pasa?
—¿Jin?—vuelvo a preguntar al notar que no he recibido respuesta.—¿Estás ahí? ¿Qué sucede?
Nada, otra vez todo permanece en silencio, es entonces cuando comienzo a inquietarme repentinamente y alejo el teléfono de mi oído para leer el remitente en la pantalla…
Un número desconocido.
—¿Quién eres?—murmuro con la esperanza de que esta vez responda, pero solo soy capaz de escuchar el sonido de una entrecortada exhalación.
—Hola, Eun Mi. Ha pasado mucho tiempo.
Mis ojos se abren en demasía al escucharlo, no esperaba que respondiera al final y estaba a punto de darme por vencida. Su voz, es un resuello grueso y ronco que no recuerdo haber escuchado jamás en mi vida.
—¿Quién eres?—reitero mi pregunta y aferro mis manos al borde del lavabo, intentando contener mis nervios. Por alguna razón el sonido de su voz, aunque es irreconocible para mí, ha hecho reaccionar a todo mi sistema.
—Eso no puedo decírtelo, no aún. Espero que pronto podamos vernos, entonces lo sabrás.—su susurro es aterciopelado y relajado, no expresa amenaza o agresividad alguna, pero aun así me hace sentir completamente intimidada.
—¿Fuiste tú quien dejó el sobre en el hospital? La misma persona que vi aquella mañana en la estación del autobús…—me aventuro a indagar, a pensar de mi desconcierto, no puedo desaprovechar esta oportunidad de reunir información.
—Sí.
—¿Qué es lo que quieres?
—Salvarte, se lo prometí a alguien y pienso cumplirlo.
—¿Salvarme de que?—cuestiono tomando asiento en el retrete, buscando soporte para calmar mis nervios.
—No es el momento para que lo sepas todo, aún.—emite un suspiro lastimero.
—¿Por qué no contestaste la primera vez que llamaste?
—Preferí oír tu voz, aquella llamada fue un impulso. No debió suceder, pero quería saber de ti.
—No entiendo… ¿Nos conocemos?—profiero con duda, estoy segura de jamás haber escuchado su voz.
—Tú no me recuerdas.—murmura con melancolía.—Han pasado muchas cosas, pero descuida, pronto sabrás la verdad.
—¿Cuál verdad?
—Las cosas no son lo que parecen Eun Mi, el rumbo de tu vida fue cambiado a propósito al igual que tu pasado.
—¿Qué quiere decir eso?—espeto atemorizada, todo esto es tan jodidamente espeluznante…
—Tengo que irme, hablaremos pronto. No intentes llamar a este número, me desharé de él en cuanto termine de usarlo.
—¡Espera! Dime lo que está sucediendo, por favor…
—Estarás bien, aún no ha llegado la hora. Hasta entonces estás a salvo.—sin más, el pitido contínuo al final de la llamada hace eco en la línea, dejándome completamente anonadada, confundida y aterrada.
Si realmente dice la verdad y solo quiere ayudarme, significa que él no es el verdadero peligro como pensaba…
¿Entonces en qué tipo de peligro estoy envuelta?
—Dicen que no debes hacer contacto visual con ella, si lo haces nunca te dejará en paz.—Yoongi susurra apuntando con la linterna de su celular hacia su mentón, dándole un aspecto espeluznante a sus facciones.
—¿Por qué?—inquiere Jimin igualmente susurrando.
Estamos sentados en el suelo del centro de la habitación. Alguien tuvo la asombrosa idea, nótese el sarcasmo, de apagar absolutamente todas las luces del lugar y dejar solamente como iluminación la linterna de uno de los celulares.
El plan de Jimin al venir aquí era una revancha para la estúpida competencia de la noche anterior, pero debido a las nefastas consecuencias y a que Hye aseveró no querer volver a pasar por una resaca como la de esta mañana, simplemente decidimos sentarnos a platicar, lo que luego se convirtió en una tertulia de historias de terror locales.
Ya llevamos un buen tiempo aquí, en lo personal no es que me afecte mucho el tema, a Hye y a Jeon tampoco parece incomodarles, Yoongi es una enciclopedia de leyendas urbanas así que él ni siquiera se inmuta por lo que cuenta y Taehyung…dudo que haya escuchado alguna palabra de todo lo dicho desde que estamos aquí, se ha pasado todo el tiempo con el rostro pegado a su celular sonriendo como estúpido, estoy segura de que si le pregunto algo de lo que se ha hablado no sabrá decirme siquiera el nombre del nuevo relato que está contando Yoongi.
Por el contrario, no puedo decir lo mismo de Jimin y Hoseok, sus rostros están tan lívidos que parece que se desmayaran en cualquier instante, no pensé que fuesen tan asustadizos, quizás no puedan concebir el sueño en toda la madrugada.
—Si tu mirada y la suya se conectan ella irá hacia ti y te preguntará … ¿Crees que soy bonita?—habla en un mal fingido tono femenino.—Si le dices que no, entonces ella perforará tu pecho con un par de tijeras.
Jimin ahoga un jadeo entrecortado y escucho a mi lado el sonido de la garganta de Hoseok pasando saliva, lo cual me hace sonreír levemente.
—¿Y si le dices que sí?—pregunta Hoseok con duda, inseguro de querer escuchar la respuesta.
—Si le dices que sí entonces ella te mostrará su rostro. Dicen que su sonrisa es un corte desde sus comisuras hasta sus orejas, una mueca espeluznante en donde puedes ver, a través de su mandíbula, parte de su dentadura y las imperfectas incisiones a lo largo de sus mejillas. Entonces te preguntará…¿Todavía crees que soy bonita? Si vuelves a contestar que lo es, entonces ella usará esas mismas tijeras para cortar tu rostro de la misma forma que el suyo, no hay manera de escapar…incluso si ignoras la pregunta, no dejará de perseguirte hasta que debas responder.
—Carajo…—murmura Hoseok palpando sus mejillas y respirando de forma entrecortada.
—¿Crees que soy bonita?
—¡Joder Hye!—el grito de Hoseok nos sobresalta a todos, y es cuestión de segundos para percatarnos de que se ha colocado de pie y tiembla como una hoja de papel.
Hye, que se había acercado a Hoseok para susurrarle, imitando la voz del supuesto fantasma, se carcajea a costa del pánico del pobre chico y aunque yo no debería, termino por reírme también.
—Oigan, ya basta.—se queja Hoseok al percatarse de que es el centro de atención de todas las burlas.
—Ya, lo siento Jung, eres muy sensible.—se disculpa Hye riendo mientras lo jala por la costura de su suéter para que tome asiento nuevamente, lo cual él hace aún maldiciendo entre dientes.
—Tae ¿Quieres contar uno tú ahora?—Yoongi le tiende el celular con la linterna encendida y el aludido eleva sus ojos de su teléfono para dedicarnos una mirada confundida.
—Ah…no gracias, estoy bien así.—habla regresando su atención al teléfono.
—¿A quién le escribes tanto? Apenas nos has prestado atención.—Jimin se queja cruzándose de brazos.
—No es nada, yo… ¡Oye!—Tae se queja en cuanto Jungkook despoja el teléfono de su alcance de forma repentina y lo eleva en su mano para impedirle al chico que vuelva a tomarlo.
—¿Haneul?—inquiere con una ceja elevada hacia Tae, luego de leer el nombre en la pantalla.
Ah, con que esa era la razón de su ensimismamiento. Quien habría pensado que le atraería tanto Haneul cuando apenas se conocieron por unos minutos…
¿Eso es lo que llaman amor a primera vista?
Quizás sería algo pronto para decir que es amor, pero definitivamente hay un interés entre ambos si ella ha permanecido también todo este tiempo junto a su teléfono respondiéndole los mensajes.
—Yo…nosotros nos estamos conociendo y…—Tae balbucea y nos hace reír de forma cómplice a todos.
—Joder hombre, pero si hasta te has sonrojado.—Jimin toma el celular con la linterna encendida y apunta hacia el rostro de Taehyung donde, en efecto, yacen sus mejillas coloradas al igual que la punta de sus prominentes orejas.
—Ya déjenme en paz.—gruñe de forma adorable antes de arrebatar el celular de las manos de Jungkook y acomodarse en un rincón diferente de la habitación para seguir escribiendo.
—Vaya…entonces las cosas van en serio.—habla Hye con un tono de burla en su voz, ha encontrado material para molestar a Taehyung y no lo va a dejar pasar.—¡Eres un niño adorable!
A sus burlas se unen los demás chicos, y aunque quiero compadecerme de Taehyung, también me resulta un poco graciosa la situación.
Llevo mi mano al centro del círculo que hemos formado para tomar uno de los dulces que los chicos han traído, es entonces cuando mi mano hace contacto con la suya en un toque cálido que envía una corriente nerviosa a lo largo de mis articulaciones y culmina convertida en un intenso cosquilleo en mi vientre, alejo mi tacto por inercia, sin haber tomado el dulce siquiera.
Jeon permanece por unos segundos petrificado a mi lado, sin apartar su mano de la bolsa de dulces en donde hicimos contacto, entonces toma uno para regresar a su posición original sin mentar palabra alguna sobre lo sucedido.
¿Lo habrá sentido también? Ese cosquilleo al colisionar el calor de su palma con la mía…
Bajo mi cabeza y dejo que mis cabellos cubran el sonrojo en mis mejillas, justo ahora agradezco que todos estén enfrascados en Taehyung por completo o de lo contrario yo sería la razón de sus burlas. Escucho el sonido del envoltorio del dulce siendo removido y al cabo de unos segundos siento un leve toque en mi hombro, por lo que elevo la mirada encontrándome la media sonrisa de Jeon y su mano extendiéndome dicho dulce…
Joder.
¿Por qué tiene que ser tan hermoso?
No me hace más sencillo la tarea de contener mis emociones frente a él.
—Gracias…—murmuro torpemente antes de tomar el dulce con mis temblorosos dedos. Él asiente ensanchando su sonrisa y se dirige nuevamente a la bolsa para tomar otro.
—Hye habló conmigo.—dice en un tono bajo, asegurándose de que solo yo sea capaz de escucharle.
—No es necesario que hagas nada si no quieres, es solo que esa pulsera significa mucho para mí y…
—Lo haré.—me interrumpe de repente haciendo que mi sonrojo aumente, extendiéndose hasta la punta de mi nariz y orejas.—Si es importante para ti, por supuesto que lo haré.
—Pensé que no querrías…
—¿Por qué me negaría? Quiero ayudarte.—sentencia frunciendo su ceño, al parecer ofendido porque dudara de que accediera.
—Es que tú…—sus ojos se dirigen a mi dirección de golpe y me observan expectantes, incluso con miedo me atrevería a decir, y la inquietud en su mirada me hace suspirar. Tal vez debería dejar ir el pasado, quizás Jungkook realmente se arrepiente y está intentando redimirse, no debo seguir juzgándolo por lo que en un principio fue, lo que importa es el presente.—Olvídalo… ¿Cómo está tu brazo?—decido cambiar de tema.
—Está mejor, en la enfermería solo dijeron que era un hematoma común y no hay rastro de lesiones más graves. Me aconsejaron un poco de reposo por hoy y mañana en la práctica, luego estará como nuevo, por suerte la distancia desde la que se lanzó la pelota no fue suficiente como para ocasionar un daño mayor.
—¿No te afectará en la próxima competición?
—Estaré bien. Por si no lo sabes, soy un jugador prodigio.—dice con arrogancia guiñándome su ojo y por alguna razón ese gesto me hace sonreír.
—Tu innecesario narcisismo me divierte.—espeto con sarcasmo.—Espero que tengas razón, quiero ver a mi equipo ganar.
—Haré tu deseo realidad.—Jungkook sonríe mostrando sus dientes delanteros e inevitablemente le devuelvo el gesto, entonces carraspea con incomodidad y aparta la mirada de forma repentina mientras frota su nuca.—Eun Mi…
—¿Sí?
—Tú y Hoseok…
—¡Por el amor de dios! Déjenme en paz de una vez.—el alarido desesperado de Taehyung interrumpe las palabras de Jungkook. Ya para cuando he vuelto a centrar mi atención en él, se ha alejado nuevamente de mí.
¿Qué quería decirme?
—Es que molestarte es lo único divertido que queda para hacer.—le confiesa Jimin y Taehyung resopla molesto presionando su teléfono contra su pecho.
—¿De qué hablas? Las historias de terror eran divertidas, tengo muchas más…
—No más historias de terror por hoy, por favor.—Hoseok suplica al escuchar la sugerencia de Yoongi.
—Hablemos de algo hermoso para dejar atrás el espanto de esos relatos.—propone Hye, logrando que todos regresen a conformar el círculo en el centro de la habitación.
—¿Algo hermoso como qué?—pregunta Jimin aparentemente interesado.
—¿Conocen la leyenda de la primera nevada?—comienza Hye, yo niego al igual que Jeon, sin embargo el resto parecen saber a lo que se refiere.—Tiene muchos derivados realmente, pero el más antiguo cuenta que si pasan la primera nevada con su pareja, o con la persona que les atrae, ese amor se volverá verdadero y estarán juntos por toda la eternidad.
Escucho atenta sus palabras, la verdad es que no tenía ni la menor idea de que algo así existiera, pero he de aceptar que es sumamente hermoso.
¿Será realmente cierto?
No quiero detenerme a analizar el porqué, simplemente quiero hacerlo y ya, así que con cuidado giro mi cabeza buscando su perfil… pero grande es mi sorpresa al encontrar su mirada fija sobre mí con la misma atención que yo le dedico a él. Casi como imanes de cargas iguales, apartamos nuestros ojos el uno del otro con rapidez , siento mi respiración acelerarse y el escozor en la punta de mis dedos extendiéndose por toda la palma de mis manos y mis mejillas.
Jungkook carraspea casi de forma inaudible y se acomoda en su posición, ignorándome nuevamente por completo.
—También he oído decir que si no tienes pareja pero confiesas tus sentimientos en ese momento estos serán correspondidos,o al menos si te rechazan no sentirás tanto dolor.—continúa Jimin.
¿Confesar mis sentimientos?
Si aquello que dicen es real, ciertamente sería el momento adecuado para hablarle a Hoseok, para decirle lo que siento de una vez y cualquiera de los dos resultados que obtenga sería algo bueno, ya sea que no me rechace o que no me sienta mal si lo hace. Pero dejar fluir mis emociones al final podría ser algo realmente agradable…
—Algunos dicen además que si en ese momento pides un deseo este se hará realidad, o que todo lo que digas, incluso si son mentiras, te será perdonado. Lo cierto es que la leyenda tiene muchas variantes pero la mayoría se relacionan con el amor.—concluye Yoongi elevando su dedo índice como todo un intelectual.
—En todo caso, sería un momento especial…el simple hecho de vivirlo junto a alguien importante para ti debe significar mucho.—dice Hoseok sonriendo y apoyando su mentón sobre su mano antes de emitir un suspiro.
Y tiene razón, la verdadera significación de ese día debe radicar en pasarlo con la persona ideal, no tendría la misma influencia de lo contrario. Soy de aquellos que creen fervientemente en que no importan las circunstancias, protocolos, o condiciones…todo cambia de perspectiva cuando se está con la persona correcta, y hasta el peor de los lugares puede convertirse en el más bello paisaje si lo observas junto a alguien especial.
No existen los momentos perfectos, los creamos nosotros mismos con las personas indicadas.
La pregunta es… ¿Realmente Hoseok es mi persona indicada?
¿Realmente me sentiría feliz al pasar un momento así a su lado?
Antes quizás la respuesta fuese un rotundo sí, pero ahora…simplemente no lo sé.
Aún me siento nerviosa cuando lo tengo en frente, aunque en una medida moderada, aún me parece alguien sumamente atractivo, aún podría decir que me gusta…pero falta algo más para completar en su totalidad lo que debería representar ese sentimiento.
Pensar y analizar esta interrogante en mi mente, sobre si en verdad disfrutaría tanto vivir experiencias así con Hoseok en lugar de con alguien más, solo ha logrado que llegue a una aterradora conclusión en mi subconsciente…
Ya no estoy segura de nada.
—¿Cuándo es la primera nevada de este año? Si aún estamos aquí…quizás pueda invitar a Haneul a salir.
—No pierdes oportunidad.—lo adula Jimin codeando su costilla a lo que Tae sonríe de medio lado pasando su mano por su flequillo de forma tímida.
—Yo…realmente espero que la leyenda sea real.—murmura Hoseok y yo dirijo mi atención a él, viéndolo oprimir sus labios en una fina línea antes de sonreír.
Es curioso cómo me ha invitado a salir pero apenas hemos intercambiado unas pocas palabras desde que llegó. Y una cuestión que de repente me hace sentir sumamente culpable es que ya no percibo esa alegría inmensa de hace unas horas, no estoy tan feliz o emocionada con nuestra cita como debería estarlo…como habría estado hace unas semanas atrás.
¿Se supone que eso sea algo normal?
—Hablemos de otra cosa.—la voz de Jungkook hace eco en el entorno, todos fruncimos el ceño ante su intervención, es la primera vez que se dirige a nosotros de esa forma desde que está aquí y parece visiblemente enfático en cambiar el rumbo de la conversación.
—¡Oh! Ya sé, juguemos a algo.—sugiere Jimin aplaudiendo como un niño pequeño, apartando la atención de Jungkook, lo cual este último parece agradecer en silencio.
—¿Qué propones?—inquiere Yoongi de repente no muy convencido.
Jimin chasquea sus dedos y comienza a rebuscar a su alrededor hasta que encuentra una de las botellas de soda vacías y la coloca en el centro del círculo que hemos formado.
—Juguemos a la botella.
Perdón por la tardanza :")
Espero que hayan tenido un lindo fin de semana 💜
Leo sus teorías UwU quien acierte le doy un breve spoiler de lo que quiera saber por dm...
Ok no :v eso es violación a mis principios.
En fin, algo me dice que les gustará el próximo capítulo 🌚 espero que mis instintos no fallen.
Gracias por leer 🌈
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