Capítulo 40
—Que sí. Ya te lo he dicho más de una vez.—gruño con frustración mientras intento cerrar la cremallera de la mochila abarrotada de cosas en su interior.
—Como si lo tienes que volver a repetir. Se te olvida con quien estás hablando.—continúa reprendiéndome del otro lado de la línea.
Suspiro con alivio cuando logro cerrar la cremallera y dejo la pesada mochila sobre la cama. Estiro mi torso, incómodo por haberse encontrado inclinado minutos antes, y retiro los mechones de cabello que han escapado de mi trenza y se adhieren incómodamente a mis mejillas y frente sudadas.
—Está bien, prometo enviarte un mensaje todos los días ¿Contento?—respondo de forma pausada acomodando el teléfono entre mi oído y hombro, para con mis manos libres, terminar de colocarme las zapatillas.
—Preferiría que llamaras todos los días, pero con los mensajes me conformo.—murmura SeokJin con neutralidad.
Puedo escuchar las voces del personal del hospital y los ruidos del sitio con los que ya estoy familiarizada, lo cual evidencia en dónde se encuentra él en estos momentos.
—No va a pasar nada Jinie, regresaré el próximo lunes sana y salva.
—Lo sé, solo me preocupo…
—Además será algo bueno para mí.—le interrumpo.—Estaré con algunos amigos y visitaré un nuevo lugar…quizás la experiencia me ayude a relajar las tensiones de la última semana.
—Tienes razón, podría funcionar.—mientras le escucho hablar, termino de prepararme para luego llevar mi equipaje hacia la sala de estar.
—¿No se supone que estés trabajando ahora?—pregunto en caso de que mi llamada lo haya interrumpido.
—No tengo la primera consulta hasta dentro de una hora, así que está todo bien. Solo revisaba algunos análisis, pero eso puede esperar.
—Bien.Oye...¿Has hecho lo que acordamos?—susurro, aún cuando estoy sola en casa y sé que nadie puede escuchar nuestra conversación.
—Si te soy sincero…aún no he tenido la oportunidad.—se excusa con preocupación.—No me permiten salir del hospital a no ser que sea hora de descanso y ese tiempo no es suficiente para ir a la comisaria y poner una demanda…sabes cómo demoran esas cosas.
—¿Qué haremos entonces?
—Te dije que tú no harás nada. Esta semana tengo un día prácticamente desocupado, así que aprovecharé para ir a resolverlo todo. Tú solo espera mi llamada y te mantendré informada de lo que indique la policía.
—Está bien…—no estoy conforme, pero dependo de Seokjin para esto. Siendo menor de edad aún, no me permitirían poner una demanda sin la presencia de mi tutor legal y no quiero que Kwan Chul sepa nada sobre lo sucedido.
—¿Has recibido algún otro mensaje? ¿Ha pasado algo extraño?—inquiere preocupado.
—No, luego de ese último mensaje no ha vuelto a comunicarse. Incluso intenté escribir a ese número, pero no responde y las veces que he llamado siempre está apagado…
—Entiendo, no es una opción contactarle por ese medio entonces.
—No parece tener intención de responder nuestras dudas, Jin. Tampoco he vuelto a ver a ese hombre extraño, esta última semana apenas he estado fuera de casa preparando las condiciones para el viaje…
Seokjin suspira al otro lado de la línea y yo imito su gesto. Creímos factible intentar comunicarnos con el sujeto del mensaje y la nota adhesiva en caso de que fuesen ciertas sus intenciones de ayudar y pudiera brindarnos información, pero fue completamente en vano. Toda señal suya se esfumó con la misma extrañeza y rapidez con la que apareció.
—No queda más opción que hablar con la policía.—concluye.—Envíame el número que usó para contactarte en caso de que ellos necesiten rastrearlo.
—Claro, en un momento lo haré.
—¿A qué hora te vas?
—De hecho…estaba esperando a que terminásemos la llamada para bajar mi equipaje. Tengo que estar en la escuela en menos de media hora.
—Aún me cuesta aceptar que estarás tan lejos…
—Solo es una semana y ya te he dicho que te escribiré.—ruedo mis ojos un poco exasperada por su insistencia.
Soy consciente que la preocupación de Jin por mí va más allá del plano fraternal, él realmente no confía en mi estado emocional y le inquieta que estando lejos vuelva a tener una recaída. Aunque ya le prometí que no haría ninguna estupidez.
—Hazlo apenas llegues, y me cuentas que tal es todo por allá.
—¿Nunca has ido a Busan?
—Te sorprendería lo mucho que este trabajo absorbe el tiempo en mi vida.—bufa y lo imagino retirando el cabello de su frente con dramatismo.
—Si me gusta el sitio planificaremos para visitarlo juntos en el futuro ¿Te parece?—le propongo con emoción y escucho su risa chillona en aprobación.
—Escucha…voy a confiar en ti mocosa. No me des dolores de cabeza.—dice al cabo de unos segundos.
—Confías en mí, según tú, pero envías a Jungkook a vigilarme como si fuese algún tipo de criminal en libertad condicional.—respondo con sarcasmo.
—No seas ridícula.—espeta horrorizado.—Aquello fue solo una estrategia para que te tomaras en serio el asunto de tener cuidado. No voy a pedirle a Jeon que te cele, él ya tiene bastantes problemas…
—¿Problemas? ¿Qué problemas puede tener una estrella deportiva en pleno auge de su carrera que destila arrogancia y perfección por cada poro de su piel? Él es el señorito perfecto con complejo de deidad que piensa que puede manipular las emociones ajenas…—digo con ironía y un poco de resentimiento al recordar las acciones de Jungkook.
—Eun Mi.—la voz de Seokjin se percibe severa y profunda, haciéndome fruncir el ceño extrañada por su reacción. Se asemeja a una advertencia aquella mención de mi nombre.—No sé qué rayos habrá pasado entre ustedes para que hables de esa forma sobre el chico, pero necesito dejarte en claro esto…—toma una bocanada de aire antes de continuar.—Nunca, jamás, digas eso en frente de Jungkook.
—¿Qué?—mi cuestionamiento se escucha completamente descolocado y asombrado. No entiendo qué sucede con Seokjin justo ahora.
—El hecho de que esas características suyas que tanto te irritan sean lo único que tú eres capaz de ver en él no significa que esa sea toda la realidad. No puedes ir juzgando a las personas por lo que aparentan, la gente viste sus máscaras a conveniencia y por diferentes motivos, cuestionar eso es jugar con fuego…
Sus palabras no me sorprenden en lo absoluto, todo lo que ha dicho ya me había encargado de deducirlo yo misma. Sé que Jungkook no es lo que aparenta, sé que en su interior hay algo que no está bien e intenta cubrir ese estigma con falsos aires de arrogancia y superioridad. Sé también que por mucho daño que me haga no puedo juzgarlo, porque no conozco la magnitud de sus demonios…
Los vestigios del rencor que ha quedado por las cosas que me ha hecho hablaron por su cuenta, realmente yo no podría pensar en Jungkook de esa forma tan superficial con la que me he referido a él segundos antes. Lo único que de cierta manera me descoloca en la reacción de Jin es que claramente él conoce más a Jeon de lo que alguna vez admitirá, y estoy casi segura de que también es consciente de su pasado. Jin ha visto las heridas que Jungkook intenta ocultar de todos.
Y en mi cabeza solo puedo preguntarme…
¿Cómo? ¿Qué tan complicada es esa relación entre ambos como para que Jin se niegue a develarme la verdad?
¿Qué tan oscuro y profundo es ese pasado que ambos se empeñan en encubrir?
Dudas que obviamente él no me responderá ahora…
—Lo siento, he hablado sin pensar.—me disculpo avergonzada.
—Yo…descuida.—murmura arrepentido por el tono hostil que usó conmigo anteriormente.—No es tan fácil…—Se queda en silencio y suspira frustrado.
—Doctor Kim.—escucho la voz de una mujer al otro lado de la línea.—Lo esperan en el Corredor C, ella ha venido de nuevo.
—De acuerdo, en un minuto estaré allí .—le responde a la mujer, la cual deduzco debe ser una enfermera.—Eun Mi, debo irme…
—Está bien, te llamaré en cuanto llegue.—me apresuro a contestar.
Luego de intercambiar algunas palabras de despedidas, ambos finalizamos la llamada.
Claro que no pasé desapercibido el hecho de que lo han llamado desde el Corredor C, luego de mi conversación con Mimi no me es ajeno el hecho de que él frecuenta ese sitio.
Me pregunto… ¿Para qué?
¿Qué hace allí?
Según las palabras de la enfermera…”ella” lo estaba esperando.
¿Acaso esa “ella” es la misma a la que se refería Mimi?
Debería detenerme justo aquí, esta curiosidad sin sentido no va a traer nada bueno.
Mientras continúo divagando entre mis dudas, salgo del departamento con mi equipaje que consiste en mi mochila y un bolso amplio. No tengo mucha ropa sinceramente, y como solo es por una semana, no llevo demasiadas cosas…solo lo indispensable.
El guardia me saluda con una leve reverencia una vez paso por su lado rumbo a la entrada, y esta vez agradezco que no haya preguntado por mi primo o por Kwan Chul.
Ambos se fueron esta mañana rumbo a la escuela, mucho antes de que yo despertara siquiera y es claro que fue con la obvia intención de evitar encontrarse conmigo. A Jae Sook no le gusta que nos vean llegar juntos al instituto y Kwan Chul lo acompañaría para ayudarle con su equipaje, así que salieron de casa hace bastante. Lo cual ha sido una enorme suerte para mí.
Sé que Kwan Chul no está del todo feliz con que yo vaya al campamento, menos aún con que Jae Sook no le haya dicho el verdadero motivo por el cual no puedo ausentarme, me lo ha dejado bastante claro anoche luego de un fuerte sermón y amenazas contundentes sobre cómo me "desfigurará" el rostro si Jae Sook decide quejarse…nada que no haya oído antes, desde que vivo con ellos.
Aspiro la brisa del exterior y esta quema en el interior de mis fosas nasales a causa del frío, pero eso me reconforta, el invierno es una de mis épocas favoritas del año. No sabría decir la razón, quizás el simple motivo es que la tonalidad gris del cielo, cada rincón que se vuelve monocromático al ser cubierto por la nieve, el frío estremecedor y a la vez el ambiente tranquilo que inunda esta estación…sería la imagen perfecta si la melancolía en mi interior fuese un paisaje.
Esta vez no debo esperar mucho tiempo antes de que pase el autobús, y aunque me cuesta un poco cargar la pesada mochila sobre mi espalda y el bolso en mi hombro, logro encontrar un sitio disponible casi al instante.
Sinceramente aún no me entusiasma mucho la idea de asistir al campamento, pero me parece preferible antes que tener que quedarme sola con Kwan Chul. Esta última semana, desde la visita de aquel hombre desconocido, ha estado más inquieto y hostil que nunca. Incluso respirar a su lado se hace una tarea de alto riesgo, tal parece que todo le molesta y perturba. Se encuentra inquieto y, según Jin, ha vuelto a ausentarse al hospital de nuevo por algunos días, algo raro porque tampoco se ha quedado en casa. El hombre no ha vuelto visitarle, pero en ciertas ocasiones les he escuchado hablar por teléfono, sin embargo sus conversaciones son efímeras y no dudo que encriptadas, nunca hallo un significado para la mitad de las frases que intercambian.
Así que es mucho mejor este odioso viaje. Tal vez incluso sea una suerte que Taehyung haya puesto mi nombre en la lista, cosa que por cierto, aún no comprendo el objetivo que tuvo.
No me he detenido a analizar concienzudamente la razón tan desesperada que pueda tener como para incluirme a toda costa en el viaje y es que esta última semana mi cabeza ha sido un completo caos, desde la confesión de Jeon, mi último encuentro con Seokjin, la inquietud de no saber a lo que me enfrento con toda la situación del mensaje y aquel desconocido, contando los preparativos para el campamento…simplemente no había cabida en mis pensamientos para ese detalle.
No tengo pruebas de que esté relacionado con Jungkook, pero tampoco dudas. Si le pidió a Jimin y a Hoseok que me ayudasen en su momento y se mantuvieran en silencio…es probable que suceda lo mismo con Taehyung.
La cuestión es…¿Cuál es su propósito con que asista?
Realmente ya no sé qué esperar de él, supuestamente planea recuperar mi confianza, y aunque tengo mucha curiosidad de que hará para conseguirlo, aún hay aspectos en toda esta historia que no terminan de convencerme del todo.
Todavía siento que debo andar con cuidado a su alrededor, en estos momentos la interacción con Jungkook se asemeja a caminar descalza en medio de un campo minado, no sé qué es lo que pasa por su cabeza, lo que tenga pensado…si realmente sus palabras fueron ciertas.
Si él nunca me dio motivos para confiar, además de unas vanas palabras, no puede reclamarme por ser de esta forma.
La semana ha pasado con rapidez y en cada oportunidad en la que sabía que coincidiríamos, me he encargado de evitarle. Yoon Hye y Yoongi no han sospechado nada, ellos saben que continúo resentida con él por el último suceso con Myung Soo y no me reclaman el hecho de que huya cada vez que se acerca. Mentiría si dijera que Jungkook no ha intentado buscarme nuevamente, porque si lo ha hecho, pero al percatarse de que entre mis intenciones no se encuentra el volver a dirigirle la palabra por un buen tiempo, ha decidido cederme un poco de espacio personal…o al menos eso parece puesto que en los últimos días dejó de insistir con tanta intensidad en que hablásemos de nuevo.
En cuanto a Jimin y Hoseok…digamos que gracias a la confesión de Jungkook he podido aclarar del todo las cosas con ellos. Resulta ser que Jungkook sí les pidió que interviniesen, porque claramente su objetivo era que yo lo odiase así que él por su cuenta no podía aparecer ante mí y ayudar, les exigió que no dijeran nada al respecto y actuaran casual en todo momento…poco sabía que fingir no se encuentra dentro del léxico que dominan ellos. Yo me consideraba una mal mentirosa, pero sinceramente me superaron. Lo supe desde que Jimin me sacó de ese casillero, algo extraño sucedía, y es que todo su lenguaje corporal y sus mal elaboradas excusas destilaban a borbotones desconfianza, lo mismo en el caso de Hoseok.
Ahora, Taehyung es otra cuestión aparte. Todavía nada de lo sucedido con él tiene un aparente sentido.
Tengo una corazonada de que es probable que tanto Jimin como Tae conozcan lo que sucede con Jungkook, es algo que ha estado rondando por mi mente desde aquel caótico encuentro en la cafetería…
《–No sabes lo felices que estuvimos Tae y yo cuando supimos que había vuelto a Seúl después de tantos años y que volveríamos a estar juntos en la escuela. Después de lo sucedido no habíamos podido mantener contacto y…》
《–¡Suficiente! No digas una palabras más, Jimin.》
《–Lo siento, sé que no hablamos de eso…》
Sí, fue esa efímera pero tensa conversación la que desató mis sospechas. Y es que lo he pensado mucho, podría ser posible que ambos estén al tanto de lo que sucede, no sería algo descabellado, son sus mejores amigos desde la infancia y eso explica que sepan muchas cosas sobre sus vidas. Tal vez no le cuestionaron cuando pidió que les encubriese y me ayudaran, al menos en el caso de Jimin. Y quizás tiene una razón, que Taehyung ya conoce, por la que ha puesto mi nombre a la lista.
En cuanto a Hoseok, creo que solamente es una pieza inherente a la confraternidad de aquellos tres. Cuando Hoseok discutió con Myung Soo en el salón de clases, él no sabía que estaría sucediendo eso, así que todo pudo haber sido una casualidad y su reacción fuese espontánea. Y cuando me encontró en la azotea…según sus palabras el llegó al lugar de los hechos en cuanto ya todos se habían dispersado, pero Jungkook estaba ahí, así que quizás solo le dijo dónde encontrarme y le pidió que no le delatara.
Pero son solo eso, deducciones. No podría estar segura de nada sin alguna otra confirmación.
Bajo del autobús al llegar a mi destino y suspiro en cuanto diviso la entrada de la escuela a unos pocos metros de distancia. Inevitablemente el bullicio, y el cúmulo de estudiantes eufóricos a la espera de partir, hace que mis inhibiciones salgan a la luz nuevamente. Todos los recuerdos de aquella ultima humillación impactan en mi subconsciente como un balde de agua helada precisamente en esta época del año.
Sí me he encontrado con Myung Soo unas cuantas veces en los pasillos luego de aquello, pero además de unas simples miradas despectivas y sonrisas maliciosas, no ha vuelto a dirigirse a mí. Y eso no es algo bueno, todo lo contrario, la conozco lo suficiente como para saber que algo está ideando y solo se contiene hasta el momento perfecto. Obviamente intentará efectuar sus planes en el campamento, eso solo hace que mis sentidos se encuentren alerta a partir de este instante.
Un grito desgarrador me recibe apenas las puntas de mis zapatos rozan la grava del suelo rumbo al estacionamiento de la escuela, donde los autobuses que nos llevaran a Busan esperan. Me sobresalto, y apenas soy capaz de asimilar lo que sucede, cuando ya tengo un fuerte torso pegado a mi espalda y unos cálidos brazos envolviendo mi cintura con ahínco mientras retrocede cautelosamente.
—¡Aleja a esa cosa de mí!—su voz y su cálido aliento envían corrientes eléctricas a lo largo de todo mi cuerpo, y lo que en un minuto fue sorpresa y miedo, ahora es todo un enjambre de nervios y emociones explotando en mi interior.
Hoseok me presiona contra sí mientras exclama improperios y niega con su cabeza en una dirección que no soy capaz de notar en mi estado de ensimismamiento. Su flequillo hace cosquillas en mi mejilla y su característica colonia inunda mis fosas nasales como un aroma afrodisíaco y dulce ante mis sentidos. Al percibir el calor que destila su pecho pegado a mi espalda, inconscientemente mis manos comienzan a sudar y mi respiración se desestabiliza por completo…
¿Esto es real?
—¿Cómo le vas a tener miedo a tu propio pariente?—la burlona voz de Yoon Hye hace acto de presencia y me permite percatarme con éxito de lo que sucede.
Hoseok comienza a chillar nuevamente, ocultándose de Yoon Hye mientras se aferra a mi cintura como si su vida dependiera de ello, mientras que Hye se acerca a él con lentitud amenazante sosteniendo con su mano en alto lo que parece ser…
¿Eso es un lagarto disecado?
—¿Qué acaso tienes cinco años?—gruñe Hoseok al borde de un colapso nervioso, algo irónico teniendo en cuenta el estado en el que me encuentro yo en estos momentos.—Deja eso Hye.
—Eun Mi, apártate.—me dice ella sin desviar la vista de su objetivo.—Entre seres de la misma especie se entienden.
—¡Pensé que yo era un estrepsirrino!—profiere Hoseok horrorizado al ver como ella comienza a balancear al pobre lagarto inerte entre sus dedos…
Cielos, Hye.
—¡Ah! ¿Entonces lo aceptas?—sonríe con triunfo.
—Es preferible eso a que me lances ese bicho, un mono sería más difícil de conseguir.
—Estamos rodeador de esos, así no tiene gracia.—Hye muerde su labio inferior en una sonrisa nerviosa y se mantiene en silencio por unos segundos en los que creo que todo ha terminado, por lo que Hoseok baja su guardia aflojando el agarre en mi cintura.
Entonces, de repente, ella estira su brazo y de un solo movimiento me aparta de Hoseok para luego estampar contra la frente de este el cuerpo lánguido del lagarto.
El grito de Hoseok fue agonizante, y la carcajada satisfecha de Hye ciertamente aterradora. Me hubiese dado pena por el pobre chico, pero me encuentro en un completo limbo justo ahora.
Canalizar en mi subconsciente que he estado a una distancia tan corta de Hoseok, que he tenido sus brazos envolviéndome y su aliento golpeando mi mejilla, aunque simplemente me usara como escudo para protegerse del lagarto, fue simplemente mágico a mi parecer.
—Le dije que no lo trajera.—escucho el suspiro cansado a mi costado y desvío la atención de Hoseok para centrarla en un muy fastidiado Yoongi que mira con neutralidad hacia su hermana.
No puedo evitar soltar una pequeña risa ante la escena y de reojo lo veo sonreír de medio lado también, el comportamiento alocado de aquella pelinegra ya se ha convertido en algo natural en nuestras vidas…y qué sería de estas sin aquello.
—¿Lista?—pregunta esta vez con un nuevo brillo en su mirada. Suspiro bajando mis hombros y asiento en su dirección.—Pues vamos.
—¿Ya?—frunzo el ceño notando que aún no han comenzado a subir a los autobuses.—Aun no han dado la orden de partir.—explico señalando a todos los estudiantes a la espera de las indicaciones de su respectivo profesor.
—Nosotros no iremos con ellos. La comisión de apoyo y el equipo tienen un autobús aparte.
—¿En serio?—no evito ocultar mi desconcierto ¿Cómo es que hasta ahora no sabía de eso?
—Sí, iremos con el entrenador. Creo que en el camino dará algunas indicaciones y explicará cómo serán las cosas en cuanto lleguemos.—Asiento una vez he comprendido.
—¿Entonces Hye no vendrá con nosotros?—pregunto decepcionada.
—Ella irá con el resto de su clase en el otro autobús, pero nos volveremos a encontrar en cuanto lleguemos, estará bien.
Oh sí, sé que Hye estará bien. Es fuerte y nada puede perturbarla a no ser que ella lo permita…el problema soy yo.
Tendré que compartir autobús no solo con los chicos, sino también con Myung Soo, Jae Sook, Young Soo…y otros miembros del equipo que, cortesía de mi primo, no me toleran tampoco en lo absoluto. Presiento que este viaje será una completa odisea.
—Vamos, te ayudo con tu equipaje.—dice despojando de mis hombros la pesada mochila.—La pondré en el maletero junto a mis cosas y las del resto, así que no te preocupes por esa parte.
Bueno, al menos Yoongi estará conmigo.
—Bien. Solo…iré a despedirme de Hye.—le sonrío y el decide adelantarse para subir al bus.
—Hye.—le llamo una vez me encuentro cerca de ella. Hoseok ya se ha marchado con el resto del equipo hace unos segundos.
—Ya sé…nos separaron de bus. Fui a quejarme con el chimpancé en jefe.—imagino que así se refiere al entrenador.—Y me dijo que no podía ir con ustedes ni cambiar las plazas del autobús ¿Puedes creerlo?—gruñe cruzándose de brazos.
—Solo será por unas horas, luego nos veremos allí.—ella hace un tierno puchero antes de asentir y estrecharme entre sus brazos.—A propósito…¿De dónde has sacado eso?—digo señalando el lagarto disecado que esta vez ha colgado en la cremallera de su mochila.
—¡Oh! Tengo un montón en casa, mi padre es veterinario y un apasionado por los lagartos, este es solo una de las muchas muestras para sus estudios que conserva.
Contuve una risa al escuchar tal cosa, los Min son tan peculiares. Ya entiendo de dónde Hye ha sacado muchas cosas…como su paroxismo por los primates, imagino que en el caso de su padre es similar solo que con los lagartos.
—Una vez tuvimos un Dragón de Komodo en casa, mi padre lo rescato en unos de sus viajes de investigación. Pero tuvimos que donarlo a la asociación de veterinarios porque se comía los calzones de Yoongi y él le tenía un pavor terrible…mocoso al fin…
—¿Por qué todo tiene que pasarle a él?—me carcajeo ante aquella historia. Hye simplemente se encoje de hombros acompañando mi risa con la suya.
—Será mejor que subas ya, mi clase también partirá en cualquier momento.—dice antes de abrazarme nuevamente.—Suerte Eun Mi, sabes que si algo sucede siempre puedes enviarme un mensaje o pedirle ayuda al mandril de mi hermano.
—Está bien, gracias Hye.—me despido de ella con un ademán de mis manos antes de girarme en dirección a mi autobús.
Suspiro en cuanto las compuertas se abren y me repito mi mantra mental diario con la esperanza de que esta vez funcione…
Todo saldrá bien, todo estará bajo control.
Perdón por la tardanza :")
Me costó un poco ambientar este capítulo, lo considero bastante importante y es que constituye la antesala de lo que será una nueva faceta en la historia. A partir de ahora muchas cosas van a suceder...cosas que conciernen a Jungkook porque ya saben...
El muy idiota se pasó de la línea y ahora tiene que recuperar la confianza de Eun Mi :v
Vamos a ver que tal va eso 7w7
En fin, quería agradecerle a aquellas que comentaron en el apartado del Booktrailer y dejaron su opinión, me hizo muy feliz saber que les gustó y el esfuerzo no fue en vano 🤧
Si aún no lo han visto pásense por ahí y díganme qué les parece :3 está justo después del Prefacio.
Sin más ahora sí me despido, nos leemos pronto UwU 💜
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