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Capítulo 39

Le doy un sorbo a mi batido mientras que con mis dedos tamborileo sobre la mesa al ritmo de la suave melodía que inunda todo el lugar. Hace media hora que acordamos encontrarnos y aún no hay rastros de su presencia por ninguna parte, lo cual he de admitir, ha comenzado a exasperarme.

Suspiro y dejo caer mi mentón sobre mi mano mientras observo fijamente el ventanal a mi costado esperando su llegada, es entonces cuando la campana de la puerta de entrada tintinea llamando mi atención y su cuerpo agitado se abre paso por todo el recinto hasta que alcanza a ver mi locación.

Resopla y llega a mi encuentro lanzando su portafolio repleto de papeles desordenados encima de la mesa, río al ver su semblante abatido y sus cabellos despeinados que hacen juego con las mejillas sonrosadas y brillantes.

—Pensé que nunca llegarías.—me quejo mientras lo veo tomar asiento.

—Yo también, organizaron una reunión de imprevisto y apenas pude escapar para venir hacia aquí.—da una gran bocanada de aire y sin miramientos despoja el frío batido de mis manos dándole un largo sorbo.

—¡Oye! Cómprate el tuyo.—aparto sus manos de mi bebida y llamo a uno de los meseros para ordenarle lo mismo a Seokjin.

—Otra vez me llamas. Voy a empezar a creer que tienes algún crush conmigo y quieres verme a todas horas.—se burla él.

—Tu arrogancia crónica cada día me sorprende más.—expreso con neutralidad.

Seokjin ríe y niega con su cabeza antes de tomar el batido que el mesero acaba de dejar frente a él. Este tipo de bromas son comunes entre nosotros, y habría reaccionado de forma jocosa si no fuera porque la razón de mi llamado es bastante seria.

—¿Entonces qué pasa?—pregunta al fin.

Suspiro antes de sacar de mi bolso el sobre canela y deslizarlo en su dirección sobre la mesa. Seokjin eleva sus cejas y sonríe de medio lado antes de tomarlo y tantear la entrada rasgada por mí hace unos días.

—Sabía que no ibas a poder con la curiosidad.—ruedo los ojos y lo incito a sacar la fotografía del sobre.—¿Son tus padres?

Asiento a su pregunta mientras que él continúa analizando la foto con detenimiento. Su reacción al principio denota ternura, sobre todo cuando me señala en la imagen y sonríe, pero al notar la pieza faltante y lo extraño que parece ser que un desconocido me haya entregado de forma tan sospechosa algo así, su ceño se frunce al igual que sus labios y ladea su cabeza en un gesto de confusión.

—¿Sabes quién es?—inquiere señalando la sección rasgada de la foto donde solo se divisa la mitad del cuerpo de un hombre sin rostro.

—No tengo idea de quién pueda ser. Obviamente no se trata del abuelo, es alguien joven, estoy segura.

—¿Qué hay de Kwan Chul?

—Pensé en ello, pero no hay nada que lo confirme. Sería un poco peculiar, según el abuelo, él y mi padre nunca se llevaron muy bien. Ni siquiera puedo preguntarle, si se entera de que tengo una foto de mis padres la destruirá como hizo con el resto y realmente quiero conservarla…

Seokjin asiente comprensivo, bien sabe que desconozco muchas cosas de mi familia puesto que mi propio tío se encargó de hacerlas desaparecer con la excusa de que solo afectarían mis emociones y no eran cosas gratas de recordar. Algo extremadamente cruel a nuestro parecer, pero nada pudimos hacer para impedirlo.

—¿Tienes algún familiar además de Kwan Chul y Jae?

—También he sopesado esa posibilidad…pero estoy segura de que no. Nunca conocí a mis abuelos maternos, ellos murieron mucho antes de que yo naciera y de la familia de mi madre no quedaban más que unos parientes lejanos de los que apenas se hablaba. Mi única familia la constituían mis padres, el abuelo, mi primo y mi tío. Incluso la esposa de Kwan Chul se marchó cuando Jae Sook aún era un niño y les abandonó, no me sorprende teniendo en cuenta el despreciable ser que es Kwan Chul.

—Vaya, no la culpo sinceramente.—concuerda Jin.—Entonces, aseguras que no tienes más familiares vivos…

—Estoy segura, no recuerdo a alguien más salvo aquellos que mencioné.

—No entiendo… ¿Por qué te dejarían esto? ¿Cuál es el propósito?—me encojo de hombros igual de confundida que él y suspiro. Seokjin continúa buscando una explicación a todo mientras sus ojos escrutan cada milímetro de la imagen y sus dedos acarician su barbilla.

Luego de lo sucedido con el extraño desconocido esta mañana, obviamente necesitaba compartir con él todo. Así que en la tarde intenté llamarle nuevamente hasta que obtuve respuesta y acordamos encontrarnos en la cafetería de siempre. Al llegar de la escuela, tomé con rapidez el sobre canela y vine hacia aquí con el objetivo de develar, o al menos acabar, todo esto. Ni siquiera le di importancia al hecho de que Kwan Chul tampoco se encontraba en casa después de haber pasado la noche afuera y Jae Sook me molestara con el estúpido campamento otra vez, simplemente salí hacia la cafetería y me dispuse a esperar a Jin.

—Eso no es todo.—me adelanto, mi comentario capta su atención por lo que eleva sus cejas desconcertado y vuelve a introducir la fotografía en el sobre.

Le extiendo mi teléfono con el mensaje de esta mañana y espero por su reacción.

—“Debes tener cuidado, ya falta muy poco y él lo sabe”—lee en voz alta.—¿Qué se supone que signifique esto?

—No lo sé. No entiendo a qué se refiere con “él ” y “ya falta muy poco”.—confieso.

—Claramente es una advertencia, te exige tener cuidado… ¿De qué exactamente?—su pregunta retórica me hace ladear la cabeza igual de confundida.

—¿Crees que sea la misma persona que dejó el sobre en el hospital?

—Sí, lo creo.—responde con convicción.

—¿Cómo puedes estar seguro de ello?

—En la nota adhesiva junto al sobre quedaba claro que esa persona no planea hacerte daño, sino ayudarte con algo. En este mensaje te advierte de igual forma, por lógica podría decir que tiene la misma función y significado que lo planteado en la nota.

—Tiene sentido…—concuerdo conectando ambos escritos.

—Creo que con “debes tener cuidado” hace referencia a ese “inminente peligro” al que estás expuesta según la nota adhesiva.

—¿Entonces con “el” se refiere a la persona que quiere dañarme?

—Es muy probable.

—¿Y qué significa la frase “ya falta muy poco”?—cuestiono un poco más lúcida ahora que todo parece relacionarse de mejor forma.

—Eso…no tengo la más mínima idea.—no evito ocultar mi mohín de decepción.—Puede referirse a muchas cosas, pero si no sabemos de qué se trata ese “inminente peligro” no podemos asumir una suposición certera.

—Hasta ahora lo único seguro es que el mensaje y la nota tienen un mismo autor.—afirmo y él asiente dándome la razón.—Desconocemos el completo significado del mensaje y lo que implica la fotografía…

—Podría ser que la persona que falta en la foto es “él ”,  de quien debes cuidarte.—analiza Jin dando a luz una teoría bastante lógica.

—También lo creo. Pero si intenta ayudarme…¿ Por qué quitaría a la persona que quiere dañarme de la foto? ¿No sería más sensato que me la mostrase para así tener una noción de a quién debo evitar?

—Tal vez hay una razón por la que no quiera que veas su rostro aún. Podría ser algún amigo de la familia, si ya no tienes más parientes.

Bufo y apoyo mi cabeza en ambas manos antes de masajear con frustración mis sienes. Me siento en una jodida historia de novela negra y ni siquiera la situación tiene que ver del todo con ese género.

—¿Por qué rayos todo esto tiene que pasarme después de tantos años?—me quejo en voz baja abrumada por la presión que me supone el asunto.

—No te agobies Mi, aún es pronto para entrar en pánico. Lo resolveremos.—me consuela Jin regresando mi celular a la mesa.

—También…te llamé porque estoy muy preocupada Jinie. Esta mañana un hombre extraño ha intentado acercarse a mí y…

—¿Un hombre extraño?—interrumpe alarmado.

—Mientras esperaba el bus me pareció que alguien me observaba, y estaba en lo cierto. Al otro lado de la calle había un hombre vestido completamente de negro mirando fijamente en mi dirección. Y cuando notó que me percaté de su presencia, intentó acercarse, fue una suerte que el autobús llegase justo a tiempo. Luego se quedó ahí, estático en la acera viendo cómo me alejaba…

—¿No crees que quizás pudo ser una casualidad?

—No se sintió de esa forma, estaba muy asustada.—confieso aún con los nervios a flor de piel debido a mi relato.

—¿Qué pasa si es la misma persona que fue al hospital?

—No puedo asegurarlo, pero aún así no parecía ser alguien agradable o al menos con intenciones de ayudar…

Seokjin no responde, se mantiene pensativo en su lugar mientras pasa su mano por sus lacios cabellos y muerde su labio inferior con ansiedad. Imagino que está tan desconcertado y confuso como yo.

—Sé que dijiste que no era una buena opción llamar a la policía, pero ya ha intentado acercarse una vez y temo encontrarlo de nuevo y que…

—Te entiendo. Tienes razón, debemos hacer algo.

—Yo…no sé qué hacer. Estoy muy nerviosa, nunca me había sucedido algo así y quizás…

—Hey.—lleva una de sus manos a mi cabello y lo acaricia en un gesto fraternal.—Me encargaré de reportarlo, tú no te preocupes por nada más ¿Bien? No quiero que nada te atormente.

Sé muy bien por qué lo dice, y aunque ayer me dejó en claro que debo sobreponerme a mis pensamientos, no tengo la disposición de reprochar su comentario por ser reiterativo. Porque justo ahora en verdad aprecio que me ayude con esto.

—Gracias.—digo con sinceridad.

—Sabes que siempre puedes contar conmigo.–me sonríe y se acomoda nuevamente en su sitio.—¿Cómo van tus clases?

Disimulo una sonrisa al percatarme de su repentino cambio de tema, ya estoy acostumbrada a ese tipo de estrategias de su parte. Sé que con ello se propone distraer mis preocupaciones y hacer que me relaje, entiendo que aún me considere inestable y no desee que me atormente más de lo debido, aunque realmente no podría esperar otra reacción de mi parte ante todo lo que sucede.

—Bien. La próxima semana iremos de campamento.

—¿Campamento? ¿No lo hacían en verano?—pregunta confundido.

—Es una ocasión atípica. Serán las competiciones nacionales y el equipo de mi escuela participara, así que han organizado el campamento para que todo coincida y tengan más espectadores.—le explico de forma breve.

—Ya veo… ¿Y a dónde irán?

—Busan.

—Ah, Busan… ¡¿Busan?!—sus ojos se abren en demasía y comienza toser de forma exagerada antes de darle un largo trago a su batido.—¿Cómo que Busan?—dice esta vez más calmado mientras coloca una mano sobre su pecho.

—Pues sí, las competiciones son en Busan.—Río por su dramática reacción.

—Ay dios…—murmura acariciando sus sienes.—Vas a matarme.

—No es la gran cosa Jinie…

—¿Cómo que no es la gran cosa? Eun Mi, tú nunca has viajado fuera de provincia, menos aún tan lejos de casa ¿Cómo esperas que esté tranquilo y no me preocupe por ti? Además comienza el inverno y…

—Estaré bien, iré con los Min y algunos chicos del equipo que conozco. No pasará nada.—le tranquilizo.

—Entonces ya es un hecho que tu tío te ha permitido ir…—afirma.

—No puedo ausentarme, Jae Sook es parte del equipo y nuestros apellidos fueron inscritos como uno mismo por ser parientes. Si yo no voy él tampoco podrá.—me excuso de la misma manera en que lo hizo Tae.

—Qué cosa tan absurda.—dice arrugando su nariz y entrecejo.

—Pues sí.—me encojo de hombros y no aporto nada más al tema.

—Necesitaré que me llames al menos tres veces al día, no es lo mismo saber que estás por aquí cerca a asimilar el hecho de que te encuentras en una provincia lejos de la ciudad. No voy a estar tranquilo. Y me dirás absolutamente todo lo que suceda por allá…

—Ya no tengo diez años.—río por su repentino ataque maternal, es común que Jin actúe de esta forma en determinadas circunstancias que me implican.

—No importa, sigues siendo una mocosa.—me quita la razón.

Ruedo mis ojos y sonrío, agradecida de tenerle en mi vida. Lo escucho chasquear sus dedos y señalar en mi dirección.

—Si son las competencias nacionales…Jungkook también irá ¿No?—me sorprendo en cuanto lo menciona, normalmente Jin evita hablarme sobre su relación con él.

—Sí, él es el lanzador del equipo…

—Le pediré que te de un vistazo de vez en cuando.

—¿¡Qué?!—exclamo horrorizada por su idea.—No soy una niña pequeña, no necesito un niñero.

—Tampoco es que lo vayas a tener adherido a tu trasero o que sientas que la CIA te vigila, solo te velará de vez en cuando para estar seguros de que no harás nada…

Mis ojos se abren y elevo mis cejas en advertencia, dándole a entender que no quiero escuchar lo que esté a punto de decir.

—No voy a hacer nada. Ya lo hablamos ayer ¿No confías en mí?

—No se trata de confiar o no Eun Mi, uno no siempre es capaz de controlar sus emociones y no puedo mentirte, aún no estás bien del todo.

—Estoy perfectamente.—me cruzo de brazos fastidiada.

—No, no lo estás. Es obvio que aún piensas en él y eso no te deja vivir en paz después de lo que sucedió.

—Es cuestión de tiempo, te dije que trabajo en ello.

—Te estás haciendo daño. Déjalo ir…

—¿No crees que es un poco cruel que me pidas eso?—de repente mi buen humor se ha disipado por completo.

—Creo que más cruel aún es lo mucho que te lastimas a ti misma. Sabes…cuando un mal pensamiento llega a ti, este siempre busca la forma de aferrarse a las cosas que no has superado todavía.

Me quedo en silencio, procesando lo que acaba de decir. Es cierto que él no es la única razón por la que cuantiosas veces me he sentido mal, pero sí la más fuerte de todas. Porque eso que aún no he superado, y a lo que se aferran mis pensamientos negativos, es al hecho de que me ha abandonado y que a raíz de ello me he quedado completamente sola durante una parte importante de mi vida.

Lo que sucedió hace siete años atrás…me unió a él de una forma que hasta el día de hoy no soy capaz de despojar de mis recuerdos, no puedo ignorar todo lo que desató ese suceso y lo mucho que marcó mi vida.

Pero han sido numerosas las veces en las que he deseado que aquello nunca hubiese terminado de esa forma, quizás ahora no estaría pasando por todo esto.

—Tú y Jeon deben tener más confianza de la que seguras si tan dispuesto estás a pedirle que me vigile.—cambio el tema de conversación en cuanto mis pensamientos comienzan a desviarse nuevamente.

Tal vez no lo admita en voz alta, pero quiero mejorar, quiero luchar en contra de mi subconsciente y de la chica descalza que no ha parado de perseguirme desde hace un buen tiempo.

Seokjin me mira con preocupación, pero no vuelva a hablar sobre el asunto anterior. Ha entendido mi indirecta de que no quiero hacer hincapié en esa conversación.

—Lo conozco desde hace algunos años.—se limita a responder y de repente mi mal humor se torna en curiosidad, porque siempre se restringe a la hora de darme detalles sobre su relación con Jungkook.

De solo imaginar a Jeon como niñero persiguiéndome por todo el campamento, comienzo a inquietarme. Él no es precisamente la mejor persona para esa labor después de los últimos acontecimientos y dudo que esté dispuesto a hacer algo así aunque SeokJin se lo pida. No hallo en mi mente que eso sea posible, nuestra relación continúa siendo extremadamente tensa y delicada incluso después de su confesión. Aún no considero factible el tenerlo cerca…

《Haré que recuperes tu confianza en mí.》

Esas fueron sus palabras luego de que yo decidiera romper con ese abrazo y la realidad me golpeara de tal forma que terminé retrocediendo ante su tacto. Por muy castas que hayan sido sus intenciones, según sus excusas, yo aún no estoy preparada para recibirle de nuevo.

No debería ser complicado de entender que mi confianza se vio completamente mancillada por lo que hizo, que mis emociones se encuentran confusas y adoloridas después de todo, que haciendo honor a mi personalidad, lo común es que me aleje para procesar lo sucedido. En estos momentos lucho contra la coraza emocional que ha comenzado a forjarse como defensa ante sus mentiras, por muy bien intencionadas que hayan sido.

Y aunque ahora quizás comprenda que su método no fue el más indicado para lograr sus propósitos, que se encuentre arrepentido por como actuó y que me haya mostrado una faceta sensible de su personalidad…

Aún no es suficiente para calmar toda la aflicción que dejó en mi interior.

Porque lo cierto es que luego de lo mucho que me lastimó…

Todavía no confío en él.

—Oye, Jinie.—él me mira interesado por lo que esté a punto decir.—¿Puedo consultarte algo?

—Claro.—frunce su ceño en un gesto mixto de alivio, por no volver a mencionar a Jeon, y de curiosidad.

—Verás… ¿Qué opinas sobre una persona que intenta cambiar el modo de accionar de otra por medio de métodos algo…extorsivos?

—¿Extorsivos?—inquiere confundido.—sé más explícita.

—Bueno, me refiero a que por ejemplo esa persona quiera lograr que la otra reaccione ante algo y la forma que utiliza para ello es causándole dolor. Algo así como si quisiera que accione por reflejo incondicionado, ya sabes, cuando el ser humano distingue una amenaza y por inercia actúa.—intento explicar la situación de la forma más clara posible, sin dar muchos detalles.

Es que me ha llamado de sobremanera la atención el método que ha utilizado Jeon para llevarme a ese punto de reacción y considero que podría ser interesante la opinión de un experto en cuanto a la psicología y modo de pensar del hombre. Si hay alguna explicación detrás de su comportamiento me gustaría saberla.

—Una situación bastante peculiar.—sonríe ladeando su cabeza.—No diría yo que es la mejor manera de hacerle entender a alguien que debe cambiar su forma de reaccionar…si a eso es a lo que te refieres.—asiento a sus palabras.—Cada ser humano es un mundo distinto Eun Mi, por ende los pensamientos de cada quien son diferentes. Aunque no lo creas, no todas las personas reaccionan de la misma forma ante el dolor y no todas funcionan con un móvil como ese.

Escucho con atención la explicación y me complace percatarme de que es algo que ya yo había notado con anterioridad y claramente fue lo que le dije a Jungkook esta tarde. Yo definitivamente no pertenezco a ese grupo de personas que reaccionan por esa vía.

—Lo mismo pasa con los instintos, todos los poseemos pero en diferentes magnitudes y manifestaciones. Por ejemplo, cuando el miedo se apodera de nosotros cada quien actúa de una forma distinta. El instinto de algunos les incita a correr o gritar, el de otros a permanecer callados y buscar una salida, y luego hay un grupo al que el miedo les petrifica por completo sin dejarles siquiera analizar lo que sucede. Ocurre igual con el dolor, ya sea emocional o físico, si nos agreden algunos huyen, otros pelean o se encierran en su propio mundo de inseguridades y no son capaces de enfrentarse a eso…

Sí…creo que yo encajo perfectamente en esa última descripción.

—Siendo eso algo tan lógico… ¿Qué podría llevar a una persona a creer que mediante ese método cambiará el modo de ser de otra?—pregunto satisfecha con su explicación.

—Bueno…—murmura pensativo acariciando su mentón.—Podría ser desconocimiento, alguien que no analice correctamente esta exégesis ignora la repercusión de sus acciones en la otra persona. Y también podría ser desesperación.

—¿Desesperación?—mi ceño se frunce y me inclino sobre la mesa visiblemente interesada en sus palabras.

Jungkook es inteligente, eso no es ningún secreto, me cuesta creer que su justificación sea el desconocimiento. No me convence del todo viniendo de él.

—Sí. Si esa persona se encuentra desesperada por obtener una reacción urgente por parte de la otra, entonces se decantará por el método más fuerte y drástico que considere. Si le apremia que la forma de sentir o pensar del otro individuo cambie es obvio que lo intentará por el medio más radical, en este caso que me describes, el dolor.

Esa suposición me parece más certera. Recuerdo el rostro abatido de Jungkook y sus palabras, él realmente se veía desesperado por conseguir que yo me enfrentara a Myung Soo y los demás, que yo cambiase mi manera de ser de manera repentina a base del martirio emocional.

Creo que esa desesperación está relacionada con aquello que según él no quiere que se repita, eso que parece tenerlo tan inquieto y acongojado. Es lógico que sea la causa de su comportamiento y de que haya escogido ese método para aplicarlo conmigo, aunque ya se ha dado cuenta de que no va a funcionar.

—Si lo que se desea es hacer mella en una persona hay que analizar primero qué tipo de individuo es y cómo asimila las determinadas situaciones, si es alguien sensible, impulsivo o indiferente…a ese tipo de características me refiero.—me aclara.

—Entiendo, gracias.—le sonrío.

—¿Por qué las preguntas? ¿A quién quieres cambiar o quien lo ha intentado contigo?—inquiere con un tono acusatorio. Ya estaba preparada para su intervención, a SeokJin no se le escapa nada.

—Es para una amiga.—mi excusa es cliché y pobre, por lo cual él sonríe negando con su cabeza insatisfecho.—Es cierto, quiere intentar algo con el chico que le gusta.—trato de enmendar mi falta de originalidad.—Y bueno…quiere que él la note.

—Si planeaba hacerlo lastimándolo, tu amiga es un poco sádica.—ríe el.

—No es ese tipo de dolor.—especifico.—es más bien en el plano emocional.

—No es la mejor manera tampoco. Si ese chico es alguien sensible se alejará de ella, ese tipo de personalidades no responden ante el daño emocional, obviamente lo evitan. Y si por el contrario es alguien impulsivo, quizás pueda ganarse un nuevo enemigo.—advierte bebiendo los últimos vestigios de su batido.

—Le diré que lo tenga en cuenta.—asiento y él sonríe demostrándome que no se ha creído la excusa de "la amiga", pero aún así no va a opinar nada a no ser que yo se lo mencione nuevamente, lo cual no sucederá.

—¡Cielos!—observa su reloj con estupefacción antes de colocarse de pie y tomar su portafolio.—Debo irme, tengo una consulta de imprevisto con Mi Soo en 20 minutos.

—Entiendo, yo también debería regresar ya.

Me levanto de la silla y Seokjin deja unos billetes sobre la mesa luego de hacerle una señal al mesero para indicar que nos marchamos. Salimos de la cálida cafetería y al instante la fría brisa me hace tiritar, el invierno está a la vuelta de la esquina y ya no es recomendable estar fuera de casa durante mucho tiempo.

—Dile a Mimi que le envío saludos.—le sonrío agitando mi mano antes de que se marche.

—Se lo diré, se pondrá muy feliz.—Jin asiente complacido.—Por cierto, sobre lo que hablamos…en cuanto tenga un tiempo libre me pasaré por la comisaria. Por el momento mantenme al tanto de todo lo que ocurra y por favor, si no podemos vernos antes de que te marches, llámame en cuanto llegues al campamento.

Seokjin me sostiene en un cálido abrazo al que correspondo gustosa, revuelve mi cabello y sonríe antes de partir hacia el hospital nuevamente.
Llego al departamento agotada, más mental que físicamente, así que ni siquiera me percato de las dos figuras que conversan entre cómplices murmullos sentadas en el amplio sofá de la sala de estar.

Me detengo en cuanto les noto, el tío Kwan Chul cesa la conversación para mirarme con disgusto, la otra persona es un hombre al que jamás he visto en mi vida.

—Todo está acordado como lo hablamos, solo tienes que firmar los próximos recibos de impuestos del hospital y deshacerte de los documentos de defunción para que nadie…

—¡¿Qué carajos miras mocosa?!—espeta Kwan Chul interrumpiendo las palabras del hombre.—Lárgate ¿No ves que estamos ocupados o quieres ganarte una buena paliza?

—Yo…con permiso.—murmuro bajando mi cabeza y avanzando hacia las escaleras.

—¿Es tu sobrina?—le pregunta el hombre.

—Desgraciadamente, sí.—gruñe Kwan Chul. Desde mi posición, tras las escaleras, soy capaz de escucharlos claramente.

—Es bonita.

—Es una perra, igual que su difunta madre.—la sensación de rabia y molestia que me propina aquel comentario me hace querer salir nuevamente y gritarle lo despreciable que es…pero eso sería claramente cavar mi propia tumba, por lo que no me queda más remedio que callar.

—¿Cuántos años tiene?—inquiere nuevamente el hombre.

–Diecisiete, en menos de un mes cumplirá los dieciocho.

—Debes de estar feliz entonces…ya sabes.

—No sabes cuánto. Al fin después de tantos años….

No soy capaz de entender a qué se refieren con esas palabras, y quisiera quedarme hasta el final para escuchar el sentido de aquella plática. Sin embargo, al percibir la puerta de la habitación de Jae Sook abrirse, sé que debo salir de aquí antes de ser descubierta. Por lo que termino de subir las escaleras y entrar a mi cuarto en donde, luego de meditar el centenar de preocupaciones  y dudas que me atormentan, termino por sumirme en un profundo sueño.

Se supone que este capítulo debió de haberse subido ayer, pero por determinadas razones no me fue posible actualizar así que se los traigo hoy :)

Espero les esté gustando la historia, no se desesperen si aún no entienden muchas cosas...todo a su tiempo y ya no falta tanto para desenterrar todos los secretos que envuelven a nuestra protagonista ;)

Gracias por sus votos y comentarios.

Nos leemos el lunes 💜

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