Capítulo 35
—Nunca he ido a Busan, pero dicen que es muy hermoso y más en invierno. Lo único que me preocupa es que en unos días comenzará a nevar y...
Escucho a Hye hablar emocionada sobre el campamento, se supone que la próxima semana iremos a Busan y bueno…todo lo que eso amerita.
Sinceramente yo no comparto su alegría. No hay nada que me haga querer ir a ese viaje, menos aún después de lo sucedido con Tae y Jimin, la amenazada de Jae Sook , el plan de destrucción en mi contra por parte de Myung Soo y bueno… Jungkook por ser Jungkook. Pero aún así sonrío y asiento a todo lo que dice, no voy a amargarles la experiencia a mis amigos por problemas míos, sé cuan emocionada está Yoon Hye por ir a Busan y Yoongi por ser miembro de la comisión y permanecer junto al equipo, no les quitaré eso.
—¿Estás bien? No has hablado mucho desde que llegaste.—La voz preocupada de Yoongi me trae a la realidad, ni siquiera había notado que Yoon Hye terminó de hablar hace un momento.
Me encuentro más distraída de lo normal y todo porque no dejo de pensar no solo en el campamento, sino también en la fotografía del sobre canela y aquella llamada telefónica. Tengo muchas dudas y no hallo explicación para ninguna.
¿Quién es la persona que falta en la foto?
¿Por qué quien la dejó en la recepción del hospital me daría algo así?
¿Qué significa? ¿Acaso la persona que me sigue es la misma que llamó?
Nada parece tener sentido en mi cabeza y a la vez creo que todo se relaciona. Simplemente ya no sé qué pensar.
—Ah…sí, solo estoy algo cansada. Ayer estudié hasta tarde.—Me excuso.
—¿Para qué? Los exámenes parciales aún no comienzan.—Frunce el ceño Yoongi
—Solo por costumbre.—Me encojo de hombros.
—Eun Mi es una chica aplicada e inteligente, no como tú y los estrepsirrinos que nos acompañan siempre.—Le dice Yoon Hye.
—Pensé que ese insulto iba dedicado solo a Hoseok.
—Pues no, va para todos los descerebrados.—Sonríe ella orgullosa.
—Nosotros compartimos genes, así que si yo soy descerebrado tú también lo eres.—Contraataca Yoongi.
—Te equivocas querido, quizás mamá nunca te lo ha dicho por consideración, pero tú te llevaste todas las sobras genéticas con errores. Por eso hay una diferencia abismal entre el intelecto de ambos.
—¿Cómo cual si se puede saber?—Yoongi se cruza de brazos, más divertido que molesto por la situación. Estas discusiones sin sentido deben ser algo natural para ambos.
—Como el hecho de que yo soy una persona civilizada que prefiere hacer cosas instructivas como leer Harry Potter mientras que tu deleite es ver chimpancés con rabia lanzando pelotas.
—En primer lugar, es un deporte. Se llama baseball y es una de las reliquias de nuestro país…
—No hablo orangutanez y para mí el único deporte que vale la pena es el Quidditch, así que pierdes tu tiempo en explicaciones Min. Acepta que fuiste un espermatozoide con retraso…
—Por dios Yoon Hye, no sabes lo que estás diciendo…—Yoongi resopla y palmea su frente con desespero.
—Acabo de ganar la discusión, así que me debes la mitad de tu pudín para el almuerzo.
—¿Qué?
—Y para que sepas…
—Chicos.—Interrumpo su discusión al percatarme de que hemos llegado a mi salón.—Tengo que entrar ¿Nos vemos en el recreo?
—Claro, encontrémonos en el jardín de la última vez, es un sitio tranquilo.—Asiento ante la sugerencia de Yoongi y me despido de ambos antes de entrar a la clase.
Aún no ha llegado el profesor y faltan unos cuantos estudiantes, por lo que los pocos que hay se encuentran dispersados por todo el salón lanzando bolitas de papel o sentados encima de las mesas. No pareciera una clase de estudiantes de segundo curso…
¿O tal vez soy yo que no le encuentro lo divertido al ruido y al desorden?
Coloco mi mochila en el espaldar de la silla y me dispongo a tomar asiento, cuando de repente todo el salón se sume en silencio.
Suspiro con frustración en cuanto diviso a Myung Soo junto a Byol y una tercera chica entrando al lugar, como si fuera su propia clase. Si hay algo que ella sabe y de lo que se jacta es del respeto que todos los estudiantes le tienen, no solo por ser de último curso, sino también porque es hermana de Young Soo y amiga íntima de Jae Sook. Está de más explicar el tipo de fama que poseen los tres en la escuela, teniendo en cuenta que su pasatiempo es intimidar a otros…o en este caso a mí.
Espero a que alguna diga algo pero no lo hacen, simplemente se colocan a mi alrededor y se mantienen en silencio. Los estudiantes que observan la escena permanecen atentos, esperando el primer movimiento de Myung Soo, saben que su objetivo es humillarme…y no van a hacer nada para impedirlo.
No es la primera vez que quienes presencian el abuso o intimidación a un estudiante se quedan callados sin intervenir o simplemente ignoran lo que sucede para no meterse en problemas. No es la primera vez que hacen eso conmigo.
No sé cuantos segundos transcurren en los que nadie dice o hace nada, por lo que me dispongo a tomar asiento en mi mesa y fingir que no me perturba lo que sucede a mi alrededor, ignorarlas hasta que decidan irse o llegue el profesor. Sin embargo, justo cuando voy a sentarme, Byol patea la silla haciendo que me quede a medias en la acción. Suspiro e intento mantener la calma, quieren que pierda el control y reaccione pero no voy a hacerlo, no voy a darles ese placer.
Vuelvo a tomar la silla para sentarme y nuevamente la otra chica la patea. Repito la acción una vez más pero a Myung Soo parece molestarle mi indiferencia, por lo que arranca la silla de mis manos y la lanza hacia un rincón del salón, trayendo consigo un fuerte estruendo que sobresalta a todos.
—Con que así estamos ¿Eh? ¿Crees que puedes ignorarme?—Gruñe acercándose.—¿Te parece algo conveniente o solo quieres hacer que me enfurezca más contigo?
Ahogo un quejido en cuanto lleva su mano a la parte trasera de mi cabeza y jala con fuerza mis cabellos. Llevo una de mis manos a la suya y la presiono para que me suelte mientras que con la otra intento empujar su cuerpo, sin embargo, ella continúa sosteniendo con fuerza mis hebras y comienza a zarandear mi cabeza de un lado a otro lastimando mi cuero cabelludo.
En un intento por defenderme, rasguño su mejilla, a lo que ella deja de moverse para tantear la zona lastimada.
—¡Maldita perra!—Grita antes de empujarme con brusquedad hacia una de las mesas, logrando que caiga de espaldas y me golpee el coxis con fuerza.
Gimo ante la punzada de dolor en mi cadera y cabeza debido al golpe. En cuestión de segundos la tengo sobre mi jalando mis cabellos nuevamente y enterrando sus uñas en mis brazos cuando intento proteger mi cabeza con estos.
Myung Soo se coloca de pie y me jala consigo hasta que yo también lo hago, logro apartarla y me dispongo a correr fuera del salón. Sin embargo, Byol me empuja nuevamente impidiéndome el avance, y justo cuando me giro para devolverle la acción, la otra chica golpea mi espalda haciendo que me encorve ante la impresión.
No sé cuánto tiempo así trascurre en el que me siento como una sucia muñeca de trapo siendo empujada de una chica a otra sin poder siquiera defenderme adecuadamente. Yo nunca he peleado con otra persona antes, siempre que Kwan Chul me golpea me limito a recibir las contusiones y luego marcharme para curarlas. Me siento terriblemente adolorida y descolocada.
De reojo observo a mi alrededor, solo para notar que todos los estudiantes presentes han regresado a sus actividades normales y ríen, conversan, como si no estuviera pasando nada a su lado. Como si ninguno pudiese ver lo que hace Myung Soo conmigo.
—¡¿Qué creen que están haciendo?!—Una voz masculina irrumpe en el lugar, cesando todo sonido y deteniendo los movimientos de las tres chicas.
—¿Desde cuándo te importa?—Le dice Myung Soo cruzándose de brazos. Yo permanezco cabizbaja en el sitio, sin siquiera poder dirigirle la mirada a él.
—Me importa desde que Eun Mi es mi amiga y este es mi salón de clases, no tu casa ni ella tu juguete para que la trates de esa forma.—Responde con firmeza.
—No puedo creerlo.—Bufa Myung Soo.—Esto es nuevo.
—Pues vete acostumbrando, Lee. Si fuese tú me largase de aquí ahora mismo antes de que te reporte con algún profesor.
—Así que tú también estás de su lado…—Myung Soo se gira en mi dirección antes de volver a hablar.—Eres peor de lo que pensaba, no solo Taehyung cayó en tu red sino que Jung también…solo espero que sepas hasta donde llega tu limite. Y con límite me refiero a "quien ya sabes que no puedes tocar".
Myung Soo pasa junto a Hoseok sin siquiera mirarle y sale del salón seguida de las otras chicas.
Mis extremidades tiemblan por la impotencia y la vergüenza.
¿Por qué de todos tuvo que ser Hoseok quien me encontrara así e interviniera?
Debo de parecerle asquerosa y miserable…no esperaría menos de mí. No quiero su lastima ni su compasión, ya ha sido suficiente.
—¿¡Y ustedes qué?!—Grita refiriéndose a los presentes en el salón.—Debería darles vergüenza pretender que no sucede nada. Son unos cobardes ¿Acaso carecen de humanidad o no respetan el hecho de que ella es su compañera también?—Los estudiantes bajan la cabeza o desvían la mirada, pero nadie responde.
Esta es la primera vez que Hoseok se enfrenta de esta forma a la clase, pero que haya sido por mi causa y luego de presenciar lo sucedido no lo hace un hecho maravilloso, todo lo contrario. Siento asco de mi misma.
—¿Qué sucede aquí?—La voz del profesor hace eco en el silencio del lugar.—Tomen todos asiento ya, vamos a empezar.—Ordena llegando a su escritorio para colocar sus libros.
Paso mis temblorosas manos por mi cabello en un intento de acomodar el desastre que dejó la pelea con Myung Soo, y la rabia carcome mis poros al percatarme de las hebras que han quedado adheridas a mis dedos. Tomo la silla que arrojó al otro lado del salón y la coloco en mi mesa antes de sentarme. Como si nada hubiese sucedido.
—¿Estás bien?—Susurra Hoseok frente a mí una vez en su lugar. Yo me limito a asentir, ni siquiera tengo el valor de mirarle a los ojos.—Lo reportaré con el director, ella...
—No, no lo hagas por favor.—Hoseok frunce el ceño confuso por mi negación.
No quiero que la reporte porque eso no cambiará nada, solo enfurecerá más a Myung Soo y le dará una nueva razón por la que querer vengarse. No es la primera vez que el director recibe quejas sobre estas cosas, y el resultado siempre es el mismo, un simple escarmiento o suspensión por unos pocos días. Luego todo regresa a la normalidad, solo que los abusos incrementan su intensidad.
Lamentablemente de este modo funcionan las cosas.
—Eun Mi ¿Sabes la gravedad de lo que hizo? Merece que la reprendan por...
—No, estoy bien. No es necesario que reportes nada. Por favor, déjalo estar.
Hoseok hace un puchero molesto por mi pedido, y a pesar de que no está de acuerdo, suspira y dirige su atención al frente en donde el profesor ha comenzado la clase.
Mis esperanzas cada vez son menores. Cada vez me cuesta más sonreír, aunque sea una sonrisa fingida.
¿Cómo podría atraerle a Hoseok alguien como yo?
¿Cómo podría yo gustarle a alguna persona siquiera?
Tal vez Myung Soo tenga razón, solo soy un ser inferior, un insecto asqueroso y rastrero que mancha la impoluta sociedad en la que todos desean vivir. No existe un lugar para las personas como yo.
¿Por eso todos los que alguna vez me quisieron se han marchado?
Quizás mi destino sí sea permanecer sola en el mundo, quizás yo ni siquiera debería seguir viviendo…
El recreo ha comenzado y todo el corredor es un caos nuevamente. Para mí, tener que caminar por estos pasillos atestados de estudiantes que conocen la horrible fama que tengo en la escuela y me dedican miradas burlonas o despectivas cuando paso por su lado, es una completa odisea. Mi única defensa es bajar la vista a mis pies, para no notar sus rostros o expresiones, para fingir que no escucho todo lo que dicen sobre mí a mis espaldas.
Por el momento mi única meta es llegar al jardín en donde los Min me esperan, una vez allí aspiro a tener un poco de tranquilidad nuevamente. Avanzo por el pasillo esquivando a todos, presionando mis cuadernos contra mi pecho en un vano intento de calmar mi impotencia.
De repente siento mis rodillas impactar en el frío suelo, debido a la sorpresa, me veo en la obligación de colocar mis manos frente a mi cuerpo como soporte, dejando caer mis libros en el acto. Giro mi rostro solo para encontrar a Myung Soo, con una enorme sonrisa y su pie estirado hacia adelante, con toda la intención de hacerme tropezar, cosa que claramente consiguió.
Limpio la palma de mis manos en mi falda y me estiro para tomar mis libros dispuesta a salir de ahí cuanto antes.
—¿Te gusta el Tteok?—La escucho preguntar de repente. No respondo. —¿No sabes lo que es? ¿Pastel de arroz coreano?
Organizo los cuadernos antes de intentar colocarme de pie nuevamente, aún sin dirigirle siquiera la mirada.
—Te pierdes un manjar divino ¿Sabes? A mí me encantan, más si son caseros ¿Sabes cómo se preparan?
Comienzo a caminar alejándome de ella, cuando de repente en mi campo de visión aparecen las tres chicas que la acompañaron el día que me encerró en el casillero. Intento esquivarlas, sin embargo una de ellas empuja mi hombro impidiéndome el paso, por lo que comienzo a exasperarme.
—¿No sabes?—Continúa Myung Soo.—Entonces creo que debería enseñarte, anota la receta si puedes.—Avanza hasta colocarse detrás mí, yo permanezco en mi sitio sin mirarle, buscando una manera de esquivar a las tres chicas que me acorralan.—Primero agregas una taza de agua…
Suelto los cuadernos en cuanto siento mi cabello humedecerse. Me sobresalto al notar el agua goteando de la falda de mi uniforme, empapando por completo el pulido suelo. Giro mi cabeza para encontrar a Myung Soo con una botella de agua terminando de verterla sobre mí.
—Ups, creo que eso ha sido más de una taza.—Ríe sin una pizca de humor.
Separo los cabellos húmedos de mis ojos y me dispongo a empujar a alguna de las chicas para salir de ahí cuanto antes, mis intenciones se frustran cuando las otras dos tiran de mis brazos inmovilizando mis extremidades hasta que logran hacerme caer de rodillas nuevamente.
—No te vayas, aún no hemos terminado.—Myung Soo se coloca frente a mí y solo soy capaz de distinguir sus zapatos y su voz, seguido de los murmullos y algunas risas de los estudiantes que se han detenido a observar lo que sucede.—Luego agregamos bastante harina…
El polvo blanco cubre por completo mi cuerpo, haciéndose espesos grumos al interactuar con el agua y tengo que cerrar mis párpados para que no penetre en mis ojos. Las risas se hacen más fuertes, al igual que las burlas y los pasos de más personas llegando para observar.
—Ya basta…—Murmuro en un entrecortado lamento, mientras mis puños se presionan sobre la tela de mi falda.
—¡Pero si aún faltan ingredientes!—Ríe Myung Soo.—Agregaremos un poco de aceite…
El inconfundible y desagradable olor del aceite de pescado inunda por completo mis orificios nasales y todo mi cuerpo.
Escucho cómo Myung Soo ríe y el resto la imita, entonces desvió mi mirada hacia mi derecha, donde la puerta abierta de un salón muestra el interior con sus estudiantes. Creo entonces haber encontrado una salvación, alguien que me socorra y ayude porque sola no cuento con el valor para enfrentar esto.
Veo a Jeon a pocos metros de mí.
Está sentado encima de su mesa, platicando con otro estudiante, inevitablemente mi corazón se sacude en la urgencia porque me note e intente ayudarme o al menos darme el apoyo para salir de esto, porque precisamente ahora la humillación es tanta que lo necesito.
Nuestras pupilas se encuentran y yo le dedico una mirada suplicante, implorándole todo lo que no puedo expresar con palabras. Sin embargo, él aparta la vista con neutralidad y continúa sonriendo hacia la persona con quien habla. Ignorándome por completo, permitiendo que Myung Soo continúe vertiendo cosas sobre mí y el resto burlándose.
Su indiferencia, debo aceptar, me ha afectado más que toda esta humillación.
Con la poca fuerza de voluntad que logro reunir, me coloco de pie y comienzo a correr lejos de todos. Esta vez nadie me detiene en el acto.Corro sin un rumbo fijo, dejando a mi paso la suciedad sobre mí caer en pequeños montículos sobre el suelo.
¿Cómo pude ser tan ingenua?
¿Cómo pude creer que Jungkook haría algo por mí, que me salvaría?
Pensé que lo haría, realmente lo creí, siempre me ha ayudado de una forma u otra aunque nunca lo admita, pero esta vez solo me ha ignorado con tanta naturalidad que mi pecho duele como no se supone que debería hacerlo.
Me odio, me odio por pensar siquiera en necesitarle y lo odio a él por hacerme sentir así y luego dejarme caer como un estúpido juguete viejo y descompuesto. Es una persona cruel, me equivoqué completamente con Jeon, él no tiene un corazón con el que sentir compasión por los demás. Creí que sería diferente, pero resultó ser tan hipócrita y cobarde como el resto, como todos aquellos que me ignoraron cuando Myung Soo me golpeó, como todos aquellos que rieron a gusto con lo que acaba de hacerme.
Jungkook, Kwan Chul, Myung Soo, Young Soo y Jae Sook…son todos iguales. Son todos así de despreciables y crueles.
En especial Jungkook, porque no solo es cruel como el resto, sino también mentiroso. Dijo que haría que mi dolor cesara, dijo que me conocía mejor que nadie…que yo podía volver a ser feliz. Me ilusionó para luego pisotearme, es peor que los demás.
No sé en qué momento llego a lo que parece ser la azotea de la escuela, pero en cuanto me encuentro sola, me permito recostarme en una de las columnas del lugar y cerrar mis ojos.
Cualquier sitio es mejor que estar aquí, cualquier sensación es mejor que esta.
Un recuerdo inunda mis pensamientos al fijar la vista en el barandal frente a mí, y los impulsos de aquel momento regresan…
¿Funcionaría esta vez?
¿Sería mejor todo si lo intento de nuevo ahora…?
—¡Eun Mi!—Escucho que llaman mi nombre y de repente esa chica descalza y de cabellos oscuros se aleja del barandal, esfumándose tan rápido como apareció.—Cielos… ¿Te encuentras bien?
No otra vez, no él de nuevo. Ya es demasiado para soportar por un día.
—¿Qué ha pasado? ¿Estás herida?—Hoseok se arrodilla frente a mí y toma mi rostro, girándolo de un lugar a otro.
Por inercia tomo sus muñecas y las alejo, no quiero que nadie me toque.
Siento una suave presión en mi frente y cierro los ojos avergonzada, luchando por contener las lágrimas. Hoseok desliza por mis mejillas y cuello un pañuelo, limpiando todo rastro de suciedad de mi rostro.
—¿Fue Myung Soo otra vez, cierto? ¿Qué te ha hecho?—Abro los ojos solo para encontrar su expresión preocupada y suspiro, de nada me sirve huir de él, ya ha visto demasiado.
—¿No viste lo que sucedió?—Murmuro. Él niega y se dispone a limpiar las palmas de mis manos con el pañuelo.
—Cuando llegué al sitio ya todos se habían dispersado y tú no estabas por ninguna parte…
—Si no presenciaste lo que pasó…¿Cómo supiste que estaba aquí?
Ante mi pregunta, las manos de Hoseok detienen su movimiento sobre las mías y eleva su mirada hasta mi rostro, observándome estupefacto.
—Fue una casualidad, solo te encontré…—Murmura apartando la vista.
—¿Estás seguro de eso?—Por alguna razón no me convence su excusa, aunque eso es lo que menos debería preocuparme en estos momentos.
—Buscaré a Hye, tienes que cambiarte ese uniforme. No te vayas a ningún lado.—Se coloca de pie ignorando mi pregunta.
—¿Por qué huyes?—Hoseok se gira confundido por mi interrogante.—Tú, Jimin, Taehyung…creen que no me he dado cuenta pero es obvio que hay algo extraño ¿Por qué huyen siempre que pregunto lo que sucede?
Hoseok parece anonadado por mis palabras, mueve sus labios en un balbuceo incoherente sin saber qué responder. Confirmando así mis sospechas, su actitud sí está relacionada con la de Jimin y Taehyung, solo necesito saber el por qué.
—Yo…buscaré a Hye, no te muevas por favor.—Dicho esto se da media vuelta y a grandes zancadas se aleja hasta la puerta de salida de la azotea.
Recuesto mi cabeza en la pared y suspiro, me dispongo a esperarles porque realmente no puedo ir a ningún lugar de esta forma, así que no me queda más remedio.
Durante el tiempo que permanezco allí sola, no vuelvo a ver a la niña descalza y en pijama de hospital junto al barandal. Pero sé que está ahí, esperando la mínima oportunidad para salir otra vez. Todo este tiempo esforzándome por no revivir esos recuerdos, por no traer de vuelta la negrura de los errores que cometí en el pasado…y ahora mis muros se están resquebrajando. La antigua Eun Mi está volviendo a salir a la luz.
Tengo pensado hacer otro maratón esta semana, aún no sé qué día pero esperenlo por favor. Se viene cosas interesantes y cada vez está más cerca la respuesta a todas las dudas que pueden tener :)
Por cierto...
¿Qué onda con Jeon? Se nos portó bien feo en este capítulo UnU
#LigthItUpBTS 💜
Gracias por leer 🌈
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro