Capítulo 26
Sus palabras me dejan sin aliento por breves segundos. Debo de estar delirando.
¿Acaso Jeon acaba de afirmar que se preocupa por mí?
No, no debo reaccionar ante ello. Lo más probable es que solo haya sido una provocación para hacerme bajar la guardia y luego poder burlarse de mi ingenuidad. No voy a caer esta vez, Jeon.
Me limito a guardar silencio, y al cabo de unos instantes, él suelta mi mano para avanzar por el aparcamiento rumbo a su motocicleta…
Ah, había olvidado ese detalle.
—¿Qué esperas? Sube.—Dice una vez sobre ella mientras se coloca el casco.
—¿Qué? No pienso subirme a ese…—Callo mi insulto a su traste en cuanto su mirada severa penetra mis pupilas en advertencia.—¿Lindo vehículo?—Sonrío con nervios.
—Voy a llevarte, y eso no es negociable.
—Verás Jeon, las motocicletas y yo no nos entendemos precisamente bien…
En especial esa motocicleta y yo.
—Eun Mi, si no vienes ahora mismo voy a bajar a buscarte y te haré subir por mi cuenta.—Me amenaza retirando nuevamente el casco de su cabeza para luego pasar su mano por su cabello y despeinarlo un poco.
—He dicho que no.
Lo observo suspirar sonoramente, y por instinto, oprimo mis labios en una fina línea cuando lo veo bajar de la motocicleta para comenzar a acercarse a mí lentamente. Con cada paso que da siento que mi cuerpo encogerse en el lugar, Jeon puede resultar muy intimidante cuando se lo propone…y la clara diferencia de estatura entre ambos no me favorece para nada.
—No voy a repetirlo Eun Mi, es tarde y no es bueno que deambules sola a estas alturas. No me hagas enojar.
—¿No estás ya enojado?
Cielos, si ahora mismo no está enojado no quiero encontrarlo cuando en realidad sea así.
—Puedo ser peor, agradece que me controlo mucho contigo.
—Ah… ¿Gracias? —Mi voz se escucha temblorosa y mis manos sudan en la falda de mi vestido.
¿En qué momento se acercó tanto?
Puedo sentir su respiración impactar en la cima de mi cabeza, y mi vista queda paralela a sus pectorales. Me siento tan diminuta e indefensa frente a él…
—Sube.
—¡No quiero!—Chillo irritada por su insistencia.
Jungkook suspira y oprime el puente de su nariz con sus dedos, se le nota bastante frustrado y tengo que admitir que eso me está gustando.
—Te estás comportando como una niña…
—Podría decir lo mismo de ti.—Le enfrento cruzándome de brazos, con intenciones de lucir intimidante…o al menos eso intento.
—Infantil
—Inmaduro.
—¿No es lo mismo?
—Ese no es el punto, no trates de persuadirme.—Elevo mi dedo índice frente a su rostro y al instante me arrepiento en cuanto toma mi muñeca y comienza a jalarme en dirección a su motocicleta.
—¿Qué haces?
—Te ayudo.—Responde intentando colocarme el casco, a lo que yo me alejo y sacudo mi cabeza.
—¡No copies mis frases!
—Tú también has copiado las mías. —Intento refutar pero me quedo callada ante la falta de argumento.
Jeon sabe cómo jugar…y ganar.
—No voy a subirme a eso, y es un "no" rotundo.
Procuro no romper el contacto visual en cuanto se acerca nuevamente hasta que casi nuestros pechos colisionan.
¿Cuál es su problema con invadir el espacio personal?
Observo cómo mueve su mano para tomar mi muñeca nuevamente, pero antes de que lo logre, me aparto con brusquedad dejándolo anonadado por mi repentina reacción.
—Si me pones un dedo encima grito.—Jungkook agranda sus ojos en demasía y la expresión de sorpresa no abandona su rostro hasta unos segundos después en los que recobra la compostura.
—¿Por qué no haces eso con los demás?
—¿Qué quieres decir?
—¿Por qué no reaccionas así cuando Jae Sook y los Lee te molestan y se aprovechan de tu benevolencia?
—Eso no…
—No acabas de entenderlo, Eun Mi ¿Por qué no te defiendes justo como lo haces conmigo?
—Ese no es el tema.—Espeto, ya comienza a irritarme su comportamiento prepotente.
—Oh, sí que lo es. Vives quejándote de eso, sufres porque te humillan y no haces nada por impedirlo ¿De dónde viene esa voluntad con la que me enfrentas a mí?
—Detente…—Intento alejarme pero sus dedos aprisionan mi antebrazo, clavándose en mi piel.
—¿Acaso te gusta eso? ¿Te gusta que te pisoteen? ¿Qué te golpeen? ¿Te gustaría sufrir por toda tu miserable vida? Que todos te vean como la chica patética y débil que…
—¡Basta!—Las lágrimas han comenzado a brotar de mis ojos sin poderlo evitar, sus palabras están cargadas de veneno y los recuerdos que me traen no son gratos en lo absoluto…esto es demasiado.
—No. Contéstame ¿Por qué no le respondes así a ellos cuando te humillan?
—¡Porque tú sacas lo peor de mi Jeon Jungkook!—Grito en su rostro con fuerza y al instante me arrepiento.
Nunca había perdido el control de esta forma con nadie, nunca había sentido estos deseos inmensos de lastimar a otra persona. Jeon Jungkook acaba con todo mi autocontrol.
Y aunque él se lo merezca ,después de cómo se ha comportado conmigo, no está bien. Yo no soy así. No soy como Jae Sook y los Lee.
Me separo de él mientras limpio mis mejillas húmedas. Espero por su reacción impulsiva o alguna burla, pero como siempre, él es impredecible.
Jungkook suelta mi antebrazo y suspira con pesadumbre antes de sonreír, y no es una sonrisa feliz, es la expresión más dolorosa de la tristeza.
—Ya veo, supongo que me toca ser el malo en esta historia hasta que tú comprendas. Es parte del proceso. Siéntete libre de gritarme a la cara lo mucho que me aborreces si eso hace que en algún momento cese tu dolor.
—Jungkook…
—Está bien, no importa. Es de esta forma como deben ser las cosas, soy yo el que se está equivocando por sentirme así después de todo.
—No tiene ningún sentido eso.—Murmuro frustrada por toda la situación.
¿Cómo es que siempre recaemos en el mismo acertijo?
—Quizás no para ti, quizás no ahora, pero cuando te deje de doler lo comprenderás.
Algo en mi pecho se remueve con esas palabras… ¿Cómo es posible que él lo haya notado? ¿Cómo puede saberlo?
Esta es la primera vez en mucho tiempo que alguien es consciente de cuánto sufro, porque sí, Jungkook lo sabe.
Él se ha dado cuenta de aquello que tanto me agobia y que jamás he tenido el valor de decirle a nadie…
¿Pero cómo?
—Sé lo que has hecho Eun Mi, y ya te dije una vez que no volveré a dejar que eso suceda.
—¿Cómo…?—Limpiar mis lágrimas ha sido en vano, ahí están de nuevo junto a los fantasmas de mi pasado y los errores que he cometido, atormentándome. Esto no es posible.
—Ya te dije que tú y yo no somos muy diferentes, hay algo que nos conecta después de todo.
No comprendo, no puedo asimilar que por primera vez en mi vida alguien esté escarbando con tanto ahínco en mis heridas como para que estas vuelvan a doler como antes.
¿Por qué precisamente él es quien debió percatarse de ello?
Elevo la vista hacia los ojos marrones de Jungkook y al instante obtengo mi respuesta. Sus pupilas están cargadas de tristeza, dolor y un extraño sentimiento que le atormenta…no es muy diferente a mi mirada, no es muy diferente a la verdadera expresión que solo le muestro a la soledad de mi habitación y al espejo cuando curo mis magulladuras.
Tuve que haberlo sabido antes, de hecho, sí que me di cuenta pero quise omitirlo. Él es la única persona que puede saber a la perfección de mi dolor porque vive uno similar…pero hay algo más, algo más que estoy segura que no me ha dicho aún.
Cierro mis ojos por instinto en cuanto siento sus nudillos deslizarse por mi mejilla y luego descender por todo mi torso hasta rozar mi cadera.
—¿Vas a confiar en mi por una vez, Eun Mi?
—Depende Jeon… ¿Vas a lastimarme?
—Las veces que sean necesarias para que tu dolor desaparezca.
Esto es una locura. Todo es una completa insensatez.
Si alguien me diera esa respuesta, lo más razonable es simplemente dar la media vuelta y alejarme para siempre…pero Jeon es diferente, en magnitudes que ni siquiera mi raciocinio me permite asimilar.
¿Estaré perdiendo la cordura?
¿Cómo puedo siquiera sopesar confiar en él luego de decirme claramente que va a lastimarme?
Jeon sabe demasiado, y lo más inquietante es que eso me reconforta. Porque es la primera vez que siento que alguien me comprende a la perfección.
—¿Qué es lo que sabes?—Le pregunto al cabo de unos segundos.
—Lo sé todo y a la vez no sé nada sobre ti. Puedes estar segura de que no te sostendré, no te ayudaré, no estaré ahí para ti cuando llores…pero sí puedo prometerte que cuando todo esto termine tu dolor habrá desaparecido.
—Jungkook…me confundes.—Confieso suspirando. No entiendo qué es lo que pretende, pero quiero intentar confiar en él si me garantiza que volveré a ser feliz.
—Tú también me confundes, Eun Mi. Me confundes demasiado y temo perder el control de mis acciones.
No sé qué es lo que me anima o envalentona. Quizás son nuestras semejanzas, diferencias, o ese punto desconocido que según él nos une en esta historia y es la razón del por qué de nuestro encuentro y quizás también la explicación de nuestros padecimientos. No puedo discernir con claridad qué me lleva a tomar sus manos con las mías y sostenerlas mientras me preparo para decir mi decisión.
Porque sí, voy a confiar en él por muy insensata y estúpida que pueda parecer mi razón. Es solo un presentimiento, una corazonada, después de todo. Pero ya no tengo nada que perder, así que vale la pena arriesgarse.
Es la primera vez desde que él se fue que alguien parece ver más allá de mi interior, que me comprende. Y a pesar de sus retorcidos métodos, al menos dice querer ayudarme a salir del oscuro agujero.
Al parecer, Jeon y yo estamos en el mismo barco…solo que quizás él ha sido más fuerte.
—Iré contigo.—Una sonrisa sincera aparece en su rostro e ilumina sus oscuros ojos, yo también le sonrío y ni siquiera tengo idea del por qué.
Toma mi mano con delicadeza y me dejo guiar por él hacia la motocicleta, es el primero en subir para colocarse el casco y luego ayudarme a imitar su acción.
Con nervios y torpes gestos, logro subirme a la motocicleta. Casi olvido lo mucho que odio estos trastos.
—Sostente bien.—Acato su orden afianzando mis dedos en el asiento del vehículo y cerrando mis ojos con fuerza, expectante a que se ponga en marcha de una vez.
Pero en lugar de escuchar el rugido del motor, simplemente percibo la suave risa de Jeon desde la delantera, obligándome a abrir los ojos con confusión.
—Así no, ángel.—Murmura tomando mis manos para luego rodear su abdomen con mis brazos.—Ahora sí, sostente fuerte.
¿Ángel? ¿Acaso me acaba de llamar ángel?
A penas soy capaz de entreabrir mis labios para reprocharle por el apodo, en cuanto siento el motor vibrar bajo nosotros, seguido de un potente sonido. Por inercia, intensifico mi agarre en la cintura de Jungkook y escondo mi rostro en su espalda.
Oh cielos, esto es tan cliché.
Es peor de lo que creí, debí confiar en él con la condición de "no motocicletas."
En cuanto siento la fría brisa golpear mis mejillas, me percato de que el trayecto ha iniciado.
No evito aspirar el dulce y varonil aroma que destila su cuerpo, e increíblemente aquello me calma de sobremanera.Diviso cómo gira su rostro y me sonríe por encima de su hombro antes de volver a posar su vista en la carretera.
Supongo que esto será el inicio de todo…
¿O tal vez el final?
Hola! Sé que aún no es lunes pero les traje el capítulo antes porque muy probablemente mañana me cueste actualizar :v así que para que no se pierda un día de actualización lo publico ahora.
Seguramente muchas no entendieron nada sobre lo que se referían Eun Mi y Jeon en este capítulo :0 las cosas están empezando a salir a la luz. Al parecer ella tiene otro secreto que no nos ha dicho ni siquiera a nosotros los lectores y Jeon lo sabe...
Creen que él cumpla su promesa de ayudarla? O creen que Eun Mi es demasiado ingenua por confiar en él después de todo?
Esperemos...y esperemos que lo que Seokjin tiene que entregarle no sea algo malo, pero al parecer hay más en su pasado que un simple amigo desaparecido 🤷♀️
Ahora comienza lo fuerte señoras 😎
Gracias por leer, votar y comentar. Las amo un montón ❤❤❤❤❤❤❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro