Mis ojos se abren repentinamente como un reflejo ante el molesto ruido de mi alarma. Estiro mi mano y tanteo a mi costado hasta encontrar el teléfono para luego acabar con el tortuoso sonido.

Otro día más de instituto para cualquier estudiante, para mí, es solo otro día más intentando sobrevivir.

Me coloco de pie y, aún frotando mis soñolientos ojos , me encamino hacia el baño para tomar una ducha con el objetivo de que todo rastro de cansancio en mi cuerpo se disipe.

Suspiro aliviada al ver que no hay nadie por los alrededores. Kwan Chul se va desde muy temprano al hospital y Jae Sook...debe de seguir durmiendo.

Él siempre despierta mucho después que yo puesto que tiene auto y puede darse el lujo de alistarse con calma...en mi caso debo tomar el autobús por lo cual he de madrugar.

A pesar de que somos primos...es más que obvio que me odia y jamás me dejaría subirme a su coche, según él podría "contagiarse mi suciedad".

Una vez en mi habitación paso a colocarme el uniforme. Kwan Chul dijo que no gastaría más dinero del necesario en mí, así que es viejo y usado...por lo tanto está demás decir que es el único que tengo y lo cuido con mi vida.

Una vez lista me dispongo a organizar mi cama, pero un objeto fuera de lugar capta mi atención y hace mi ceño fruncirse en confusión.

—No recuerdo haber dejado esto aquí.

Tomo con cuidado el pequeño trozo de papel que descansaba sobre mi almohada y al observarlo con detenimiento veo que contiene un escrito.

"No porque no puedas ver su luz significa que las estrellas han desaparecido. Nadie te dirá el camino, tu sola lo debes construirlo con tu andar y rendirse no es una opción."

¿Qué es esto?

No recuerdo haber escrito...

¿Qué digo? Esta ni siquiera es mi letra...

Guardo el papel en la gaveta de mi escritorio y organizo la habitación para luego marcharme, sin desayunar como todas las mañanas.

Durante la espera del autobús, las palabras escritas se contonean por mi cabeza continuamente...y en mi subconsciente no puedo evitar relacionarlo con la conversación que tuve con mi almohada la noche anterior...me atrevería a decir que básicamente es una respuesta para todo lo que dije ayer.

Pero eso sería extremadamente absurdo, no había nadie cerca escuchando en ese momento, además nadie me conoce tan a fondo como para saber exactamente la causa de mis inquietudes...solo él lo hace , y dudo con todas mis fuerzas que haya regresado.

El instituto aún permanece vacío, es muy temprano para que la mayoría de los estudiantes lleguen.

En el desolado corredor solo se aprecia una figura mirando con detenimiento los anuncios escolares de la pared. No aspiro a que me devuelva el saludo, nunca nadie lo hace, así que opto por pasar de largo y dirigirme al salón.

—Buenos días — me congelo ante la clara intervención de su voz... ¿Se dirige a mí?.

Miro hacia mis costados y busco con la vista cualquier otra persona en el lugar, pero solo nos encontramos ese chico y yo.

—¿Es a mí? —susurro algo cohibida.

—¿A quién más sino? —el chico voltea en mi dirección y puedo observar con mayor detenimiento sus rasgos, ojos gatunos de mirada cálida a pesar de la expresión fría de su rostro, complexión delgada, estatura media y piel extremadamente pálida...

—Bu...buenos días. — Mascullo torpemente y él sonríe.

—Qué inusual encontrar a alguien tan temprano en la mañana aquí.
—voltea nuevamente a lo que sea que observaba minutos antes en la pared.

—Sí...normalmente siempre vengo a esta hora.

—Eso es bueno, por cierto, soy Min Yoongi. No te había visto antes por aquí.

—Sang Eun Mi.—digo devolviéndole el saludo.—Es raro que no lo hayas hecho...soy el saco de boxeo particular de la escuela...
—reí nerviosamente...no es algo de lo que me sienta orgullosa pero prefiero advertirle antes de que se de cuenta por él mismo de con quién está hablando...no quisiera causarle problemas.

—No lo había notado, realmente no le presto atención a ese tipo de escorias que osan con molestar a otros sin razón aparente. —Su comentario me hizo sonreír, parece un buen chico...y el primero que me ha dirigido la palabra en dos años de instituto sin intenciones de dañarme o burlarse.

—Bien por ti. —dije y me acerqué para observar qué es lo que lo tiene tan absorto en los letreros.

—¿Por qué te molestan? —Pregunta sin mirarme.

—Mi primo lo hace...el resto solo lo imitan, supongo que le tienen miedo o algo así.

—¿Quién es tu primo?

—Sang Jae Sook de tercer año.
—Respondo con desgano.

—¿Jae Sook? ¿No es el Jardinero Central de los "Tigres"?

—Sí... ¿Cómo sabes?— esta vez sigo la línea de su mirada hasta la pancarta que anuncia las inscripciones para el equipo de baseball de la escuela cuyo nombre es "Tigres"...que estúpidos. Ellos llenan las mesas de los populares en la cafetería...—¿Te gusta el baseball?

—No solo me gusta...mi sueño es jugar en un equipo. —Murmura mientras se sonroja.

—¿Y por qué no lo haces? Puedes inscribirte, escuché que hoy son las captaciones para los nuevos miembros. —Mi comentario lo hace suspirar y girarse hacia mí con una mirada acongojada.

—Soy...demasiado tímido. Además, aunque lo intentara no tendría oportunidad alguna.

—¿Por qué dices eso? Yo creo que si no lo intentas no podrías saberlo...
—inquiero tratando de elevar sus ánimos.

—No tiene caso... ¿Sabes quién es Jeon Jungkook?—pregunta con un extraño brillo en sus ojos que, deduzco, reflejan admiración.

—Creo haber escuchado ese nombre...

—Es uno de los lanzadores más jóvenes e importantes de la época. Con solo 11 años fue seleccionado por la academia nacional de baseball de Norte América, donde le ofrecieron una beca por 5 años. Y a penas el año pasado con tan solo 17 jugó junto a los Houston Astros de Texas como lanzador...

—Vaya... qué genial...—no sabía que otra cosa decir ante su desmesurado discurso...tengo entendido que los Houston Astros son un equipo muy reconocido y hay que tener cierto mérito para poder ganar un lugar en sus filas , así que es bastante admirable que un chico tan joven y más aún coreano pudiese lograrlo. No soy tan ignorante en estos aspectos, mi abuelo amaba el baseball y no dudaba en inculcarme ese amor.

—Sí, es genial... ¿Y sabes la mejor parte? —negué ante la pregunta y él prosiguió — Que se acaba de transferir a nuestra escuela.

—Wow, qué honor nos hace entonces... ¿Y eso qué tiene que ver con que no puedas inscribirte en el equipo?

—Es más que obvio que él hará lo mismo...así que en su contra no tengo posibilidad. Y solo captarán un lanzador. —Suspira resignado.

—Hey...no te desanimes. Estoy segura de que podrás.

—Eres muy agradable...gracias. Creo que tú y Yoon Hye deberían conocerse, se llevarían genial.

—¿Yoon Hye? — Y como si mi voz la hubiese invocado, una chica de facciones similares a las de Yoongi, pero con un toque más afeminado, hizo acto de presencia en el corredor. Su cabello largo azabache, sus ojos tiernamente rasgados y su piel nívea se paseaban con toda soltura al compás de sus pasos.

_¡Oppa! Te estaba buscando....¿Por qué me dejaste atrás?

—Quería un momento a solas Yoon Hye... ¡Oh! Por cierto, ella es Eun Mi.

— Hola. —saludé cortésmente y con algo de nervios...no acostumbro a socializar en lo absoluto.

—¡Hola! Soy Min Yoon Hye...su hermana. —gesticula exageradamente para luego señalar a Yoongi.

Para ser hermanos son bastantes diferentes, mientras que el chico es tranquilo y serio, ella es extrovertida y sociable.

—¿De qué curso eres? No te había visto antes...

—De segundo. —Río por cómo Yoongi rueda sus ojos ante cada movimiento exagerado que hace Yoon Hye con sus manos.

—Oh, Yoongi y yo estamos en tercero. Es una lástima que no coincidamos...—hizo un tierno puchero y luego sonrió.

Iba a contestarle pero una estruendosa voz irrumpió en nuestra plática.

—Hey, Eun Mi.

Oh no...mi pequeño momento de alegría se ha acabado...

En mi dirección caminaba Jae Sook junto a los hermanos Lee...los tres demonios encargados de la amargura de mis días.

—Vaya, vaya...pero si es nuestra querida Eun Minie....Imagino que debió haber sido difícil hacer lucir decente ese uniforme tan asqueroso que tienes...—espetó Myung Soo mientras pasaba sus perfectas uñas por la tela de mis hombros para luego limpiarlas como si de la plaga se tratase. Ella es la hermana menor de Lee Young Soo...el secuaz, y según él, mejor amigo de mi primo.

—¿Pensaste que por llegar más temprano te librarías de tu pan de cada día? —Dijo Young Soo riendo con amargura mientras arrebataba mi mochila de mi brazo.

— ¡Oye devuélvemela! — Mis intentos por alcanzarla eran en vano...y solo estaba logrando que todo el corredor, ahora repleto de estudiantes, se burlara de mí a causa de la escena.

—¡Es tu prima imbécil! —Exclama Yoon Hye mientras intenta quitarle la bolsa a Young Soo también.

—¿Y eso qué? Yo no tengo culpa de que sea tan ridícula y de que todos los que se encariñen con ella terminen muriendo...ella merece ser tratada así. — escuchar esas últimas palabras fue demasiado...tiene razón, todos han terminado muriendo...

Todos menos...

—Maldito desgraciado...—se abalanzó sobre Jae Sook, pero antes de que siquiera llegara a tocarlo ,otro cuerpo se interpuso impidiendo la pelea y dejando petrificado por completo a Yoongi.

—Dejen ya de una vez las estupideces, no tenemos tiempo para esto.

—¿Jungkook? ¿Qué haces aquí? Deberías estar en el terreno...
—murmura perplejo Young Soo.

—Lo estaba, pero el entrenador dijo que todos los miembros debían estar presentes para las inscripciones y ustedes faltaban así que vine a buscarlos. No sé de qué va esto, pero pueden continuarlo una vez haya entrado en el equipo. —El chico me miró fijamente por unos instantes fulminándome con sus pupilas oscuras mientras peinaba su cabello de la misma tonalidad. Acto seguido, despojó a Young Soo de mi mochila para luego lanzarla al piso con desdén haciendo que esta resbalara hacia mis pies.

Sin más que decir, los cuatro se fueron mientras poco a poco toda la atención, anteriormente puesta en la escena, se iba disipando. Lo que me faltaba, otro miembro para el grupo de los que me odian.

Me arrodillo para recoger las escasas pertenencias que se esparcieron por el suelo a causa de la brusquedad con la que había lanzado mi mochila. De repente, una nívea mano, seguida de otra, imita mi acción ayudándome a organizar todo nuevamente.

—Oye...no te preocupes por ellos...son unos idiotas. —Me susurra Yoon Hye mientras guarda el último libro en mi bolso.

—No es nada...estoy acostumbrada a ello...—por más que trate de fingir mi indiferencia, sé que el reflejo cristalino de mis ojos delata mis verdaderos sentimientos.

—Ese Jeon es un reverendo imbécil...y pensar que muchos lo idolatrábamos...—murmura Yoongi colocándose de pie para luego ayudarnos a su hermana y a mí.

—Muchas gracias por su ayuda chicos...lamento haberlos inmiscuido en esto...

— Descuida, te apoyamos. No está bien que sean así, ni contigo ni con nadie. Creo que eres muy amable y no deberías pasar por eso. — Le sonrío agradecida a la chica, y una vez suena la campana, me dispongo a avanzar hacia mi clase.

—Hey. —Su voz a mis espaldas me detiene — ¿Quieres sentarte con nosotros a almorzar hoy? No será en la mesa de los populares pero...

—¿¡En serio puedo comer con ustedes!? —pregunto emocionada por la invitación.

Siempre como sola, normalmente en el salón de clases. Nunca voy a la cafetería puesto que jamás he tenido con quién sentarme y debo soportar las burlas de Jae Sook y los Lee. Poco me interesa si es en la mesa de los populares o no, me basta una sincera compañía.

—Claro, nos vemos en un rato.
— agita su mano a modo de despedida y Yoongi asiente en mi dirección para luego ambos perderse entre la muchedumbre del corredor.

No puede ser...creo que hecho amigos...o al menos eso espero.

Contaré los segundos hasta la hora del almuerzo. Por primera vez...después de tanto tiempo algo bueno ha sucedido.

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