Capítulo 18
—¡Taehyung!
—Eun Mi…—Se gira sorprendido en mi dirección mientras limpia sus mejillas.—¿Qué haces aquí?
Parece desconcertado por mi presencia...
¿Pensó que nadie notaría lo afectado que está? ¿Creyó que nadie lo consolaría?
Aunque en mi caso es así…yo nunca he tenido nadie que comparta mi dolor y lidie con él como suyo, nadie que seque mis lágrimas y me consuele…al menos no desde que él se fue.
Y yo seré ese alguien para Taehyung.
Sin decir nada me coloco a su lado en el pequeño escalón que ocupa en un rincón del pasillo. Noto que intenta ocultar sus lágrimas, avergonzado, así que tomo su muñeca y la alejo de su rostro para dejarla en su regazo.
—Déjalas, son la prueba de que estás vivo y sientes intensamente. No está mal llorar Tae, llorar es bueno lejos de lo que muchos creen. —Sus ojos húmedos y cristalinos miran a los míos fijamente con asombro. Estoy segura de que, de todas las personas, no esperó esto de mi parte.
—Es solo que…que un hombre llore en frente de una chica no es muy principesco. —Sonríe al cabo de unos segundos.
—Deja eso para los cuentos de niños. Esto es la vida real y aquí todo vale Taehyung…—Le devuelvo la sonrisa con el afán de que encuentre en mí la confianza necesaria como para omitir esa falsa creencia tradicionalista de que “los hombres no lloran”....
En mi opinión ese es el pretexto de los cobardes a quienes les aterra mostrar sus sentimientos.
—Sí, todo vale. Incluso la traición.—Murmura bajando su cabeza con pesar.
—Es cierto, no estamos exentos a que esas cosas nos pasen. Pero tienes que tener en claro que no es tu culpa, no escogemos de quien nos enamoramos y estos son los riesgos de entregarlo todo. Siéntete dichoso de que , a pesar de todo, eres capaz de amar…y que hay muchos que se preocupan por ti.
—Lo dices tan fácil… ¿Alguna vez te has enamorado?
Medito su respuesta por unos segundos y sonrío con sinceridad.
—Quizás no pueda decir que en plan romántico pero…sí, he amado con locura a una persona.
—¿También te traicionaron?—Esta vez se encuentra girado por completo en mi dirección, expectante a mi respuesta.
—No lo sé, quiero creer que sí para poder odiar el sentimiento y olvidarlo pero…no sé qué ha sido de él. —Me sincero, asegurándome de no dar detalles.
Quizás hablar con Taehyung no ha sido tan mala idea. Ahora ambos compartimos una herida similar.
—Pero te dejó ¿No? De lo contrario estarían juntos…eso de alguna forma es una traición a tus sentimientos. Supongo que ambos lidiamos con el mal de un corazón roto.
—Supongo que sí entonces.—Correspondo a su sonrisa para luego ambos quedar en silencio escuchando el bullicio de los estudiantes saliendo de sus aulas.
—¿Y ahora qué se supone que haga? —Dice unos segundos después.
—Ahora debes tomar todo ese amor que quedó varado de lo que alguna vez fue y verterlo en tus heridas hasta que sanen.
—¿Cómo se supone que haga eso cuando duele tanto?
Inevitablemente mis ojos se cristalizan, porque veo en Taehyung lo que soy. Y en mi persona, lo que alguna vez deseé que alguien fuese para mí después de su partida.
—Lo sustituyes, convierte ese amor desecho en el amor que sabes que nunca te fallará. En el que te dan tus amigos y la gente que quiere Tae, con eso puedes ir sanando la herida hasta que llegue la persona indicada…esa que te curará por completo.
Si yo hubiese tenido de ese otro amor quizás también habría sanado al menos solo un poco…
—Amigos…—Bufa de repente.—¿Debo verter también el “amor” de la traición de Jungkook?—Espeta con sarcasmo.
No es que lo defienda o justifique sus acciones…pero no telero los malentendidos, nos hacen perder el tiempo y noción de lo que realmente importa. Tampoco quiero que Taehyung sufra más de lo que ya lo hace, y odiaría que una amistad pudiera quebrarse para siempre por quedarme callada sabiendo la verdad.
—Taehyung, hay algo que tengo que decirte.— Él deja de pasar su mano por su desordenado cabello para luego dirigirme una mirada atenta.—Jungkook…él no besó a Myung Soo.
Taehyung ríe con ironía y niega con su cabeza repetidas veces.
—No tiene caso que lo defiendas en vano, Eun Mi. Ni siquiera sé por qué lo haces cuando él te molesta continuamente. Entiendo que Myung Soo siempre fue horrible contigo pero…
—No.—Le detengo de forma abrupta antes de que continúe sacando conclusiones erróneas.—¿No te das cuenta? Desconfiaste de las palabras de tu amigo, ahora de las mías que solo he venido con la intención de decirte la verdad…y sin embargo sigues creyendo lo que Myung Soo contó, a pesar de lo que ella te hizo y lo mucho que antes mintió. Piénsalo Taehyung ¿Acaso eso no es ceguera?
—Es que yo…—Comienza a balbucear atónito por mis palabras.
—No te estoy reprochando nada, Tae…—Suavizo mi tono.—Solo quiero que entiendas y dejes de engañarte a ti mismo porque te haces daño. Corres el riesgo de perder cosas más importantes que un sentimiento que solo dejó a su paso dolor.
Taehyung aprieta sus labios en una fina línea y asiente. Sabe que ya no tiene caso refutar mi argumento, no después de lo que ha pasado.
—Jungkook no besó a Myung Soo…ella fue quien se le abalanzó por muy cliché que parezca el suceso. No creo que Jungkook deseara bajo ninguna circunstancia que eso ocurriera cuando está claro que sus intenciones eran desenmascarar a Lee. Y créeme, no te cuento esto para favorecer a ninguno de los dos, ambos me detestan y podría decir que el sentimiento es mutuo. Pero no quisiera que hubiese un malentendido…
—¿Cómo sabes tú eso con certeza?
—Porque los vi. Todo ocurrió en la fiesta de Jae, justo a unos pasos de mi habitación y es vergonzoso admitirlo pero…estaba espiando.—Me sonrojo un poco al decir aquello ante la vergüenza, pero a Taehyung no parece importarle, puesto que se encuentra muy serio analizando mis palabras.
—Joder…quizás debí escuchar a Jeon.—Murmura con culpabilidad.
—No puedo decirte con exactitud cómo funcione una amistad, pero alguna vez tuve una muy buena como la tuya con Park y Jeon, y puedo asegurarte que nunca es tarde para enmendar los errores siempre que las intenciones sean sinceras. El también se equivocó, creo que ambos se deben una disculpa y muchas explicaciones…y estoy segura de que no te negará ninguna.
—Sobre lo que dijiste… ¿Puedo confiar en ti?
—Ahora sabes algunas cosas de mí que nadie más en esta escuela conoce. Toma mi confianza como una afirmación a tu pregunta.
Él sonríe y se coloca de pie con aire renovado, es obvio que aún su corazón duele…pero seguramente no tanto como antes. Al menos pude aliviar uno de sus pesares, el resto depende de él y confío en que su fortaleza es suficiente como para lograrlo. Sé que es cuestión de tiempo para que él y Jeon hablen.
—Gracias, Eun Mi…creo que esta deuda no podría recompensártela con un simple almuerzo.—Murmura apenado.—Lamento todas esas veces que yo…
—Está bien. Todo está bien, Tae.—Le sonrío.
No está bien…todas esas veces aún duelen.
—Me alegra haber sido de ayuda.—Continúo sonriendo.
De repente su celular vibra y una mueca de disgusto se abre paso en su rostro.
—Es el entrenador, debo ir a las prácticas….
—No te preocupes, yo también debo irme. Solo…piensa con calma sobre todo.
—Lo haré, espero nos sigamos viendo más seguido, Eun Mi. Creo que descubrí a una amiga genial que quizás me ayude a sanar un poco más rápido.
¿Amiga? ¿Eso significa que me considera como tal?
Ahora tengo un nuevo amigo….
Una amplia sonrisa se extiende por todo mi rostro iluminando mis facciones, creo que si Yoon Hye estuviera aquí diría que compite con la de Hoseok…pero no puedo evitarlo, estoy muy feliz.
Taehyung me guiña un ojo y luego se aleja en dirección al terreno de prácticas.
Quizás, solo quizás, las cosas pueden mejorar para mi aún.
Las notas misteriosas tienen razón… "No porque no puedes ver su luz significa que las estrellas han desaparecido".
Hay esperanza, o al menos eso quiero creer...
Camino por el corredor dejando atrás la clase, la señora Han se ha ausentado y tenemos este turno libre.
No me apetece quedarme sola en el salón y los Min aún siguen en sus clases, así que decidí caminar un poco por el terreno antes del próximo período.
No hay muchos alumnos en estos momentos merodeando por los alrededores, todos están en sus respectivos salones con sus profesores y eso me brinda cierta tranquilidad.
Disfruto del silencio y la serenidad de mi alrededor, hasta que un fuerte estruendo , de lo que parecen ser metales golpeando el piso, se hace presente sobresaltándome y despojándome de mi estado de estupor.
—¡Maldición! —Escucho una blasfemia desde la distancia.
Parece que sucedió algo grave y quizás necesiten ayuda…
Sigo el tintinear de los objetos contra el suelo hasta toparme con la puerta de la enfermería, la cual está semi abierta, pero no distingo a la enfermera por ningún lugar…creí que ella podría necesitar ayuda con algún alumno herido.
Sin embargo, las blasfemias continúan y es entonces cuando me percato de que hay alguien tras la cortina que esconde las camillas.
—¿Hola?—Pregunto asegurándome de que esa persona haya notado mi presencia y solicite mi ayuda. Pero nadie responde, quienquiera que sea está más ocupado ofendiendo su alrededor que escuchando mi voz.
Entro por completo a la enfermería, dispuesta a que se percate de mi presencia, y poder socorrerle en caso de ser necesario.
—Si necesita ayu…—Mis palabras quedan inconclusas en cuanto las cortinas se deslizan dejando ver unos húmedos ojos marrones, cristalizados y adoloridos que rápidamente intentan ocultar las lágrimas.
Así que también ha estado llorando…
Holaaaaaaaaaaaa 😆
Ya estoy aquí de nuevo uwu!
Me preguntaba...
Que creen de si subo otro capítulo en unas horas? 🤔
Espero tengan un bonito día todas y gracias por leer 🥰
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