Capitulo 28
¿Segundas oportunidades?
Llevaba al menos media hora sentado junto con su padre en la sala de espera del hospital, en efecto, lo que había sucedido con Joshua había sido un fuerte dolor en el estómago que en realidad era un apendicitis. En ese momento estaba en el quirófano, era una operación sencilla pero que debía hacerse de manera meticulosa.
Su papá se encontraba con Grant, el papá de Joshua, en la cafetería buscando algo de comer, mientras conversaban amenamente sobre sus trabajos. Blazz sintió como su mamá se sentó a su lado y le tocó el brazo, suspiró, no quería discutir con ella, así que sólo intentaría ignorarla.
—Blazz, todo saldrá bien—le dijo ella, él asintió—. Gracias por venir.
—Estoy aquí por Joshua, no por ti—le respondió y se volteó a verla, la reacción de su madre fue neutra, se había imaginado esa respuesta de su parte, así que no le sorprendía nada.
—Lo sé, gracias por estar con Joshua—le respondió, no hubo más respuestas de su parte—. Escucha Blazz, sé que no he sido la mejor madre para ti, pero créeme que quiero cambiarlo, sólo necesito que me dejes serlo.
Era difícil para él poder hacerlo, se había aferrado a la idea de que estaba mejor sin ella. No quería abrirse, dejarla volver y que se fuese una vez más, no soportaría ser rechazado por su madre, no dos veces.
Observó cómo Grant y su padre llegaban con unos emparedados, Bastián se sentó al lado de su hijo y le entregó el emparedado y el jugo.
—No has cenado—le dijo y sacó su celular—media mañana en el bosque y tengo casi quinientos mensajes.
—Son de la editorial, significa que debes aceptar el manuscrito de Vera—le dijo su hijo.
—Que sea tu novia no le dará beneficios, lo aceptaré si le gusta al editor.
—Yo soy el editor.
—¿Tienes novia?—preguntó su madre entrando a la conversación, Blazz la miró serio.
—Eso no te importa.
—Sí tiene—respondió su papá en su lugar y lo codeó disimuladamente para que dejara de comportarse de esa manera con su mamá—, está todo el rato pegado al celular hablando con ella.
Blazz bufó y luego asintió.
—Es Vera, no es mi novia pero me gusta—confesó—, ya la conociste.
—¿De verdad?—preguntó su papá, Blazz asintió.
—La vi en el café donde trabaja—habló ella explicando—, estaba con Joshua ese día. Vera es una chica bonita.
—Sí, lo es—sonrió el chico de manera disimulada. No iba a negarlo, hablar sobre Vera le ponía de buen ánimo.
...
La chica jugó con sus dedos mientras lo esperaba, todavía seguía sin saber cómo tomarse la noticia sobre Tom. Entendía que era una idea solamente, entendía que no lograbas nada con la idea si no sacabas algo de ella pero, ¡era su idea! ¿Cómo le habían permitido publicar un libro con algo que realmente no era de él?
Quizás estaba tomando una actitud infantil, pero se sentía traicionada.
—Llegaste temprano—le dijo Tom al llegar frente a ella, se sentó y le sonrió como solía hacerlo.
Tom no era lo que ella quería ver.
— ¿Por qué querías verme esta vez?
— ¿Hay alguna razón para querer verte? ¿No puedo sólo quererlo y ya?
—No es propio de ti—se cruzó de brazos y lo miró seria—, siempre quieres algo más.
El chico se rió y le mostró una sonrisa cómplice.
—Me conoces muy bien, Vera Zabat—le dijo—. Recuérdame por qué terminamos.
—No congeniábamos, Tom.
—Congeniábamos muy bien al momento de escribir.
—Sí, luego me robaste mi idea de Noches de Verano y has firmado un contrato con una editorial por ella.
—Te lo he dicho ya, también era mi idea—respondió—. Tú nunca volviste a usar esa idea, era buena, no podía dejarla morir.
—De igual forma...
—¿Tú habrías escrito la idea?—le preguntó—, Si tuvieras la oportunidad, de escribir la idea y venderla, ¿lo habrías hecho a pesar de que era algo compartido?
—Pu-pues...
—Lo harías, y eso no me molestaría porque si deseché la idea en un principio no tendría por qué apegarme a ella luego. Pasado pisado, ¿no? Pasa igual para estas cosas.
No supo cómo responderle, sólo permaneció callada intentando buscarle una razón. ¿Por qué le molestaba tanto? ¿Acaso estaba celosa de que él pudiera cumplir con el sueño que tenía?
...
—Blazz, estás aquí—le dijo Joshua al verlo entrar a la habitación. El pequeño había despertado de la operación y ya lo habían llevado a una habitación a parte para su recuperación.
—No podía irme sin verte—le dijo y se acercó al chico, Joshua extendió sus brazos para recibirlo en un abrazo—. ¿Cómo te sientes?
—Estoy bien, papá me dijo que era apendicitis, aunque no sé muy bien qué significa eso—le dijo, Blazz le sonrió a su hermano.
— ¿Ya cenaste?—el chico asintió.
—La enfermera me trajo una sopa—mencionó y se levantó un poco para tomar el agua, Blazz lo ayudó para que no hiciera mucho esfuerzo. Joshua era muy joven todavía, no quería que nada le pasara—. Pensé que estarías en el campamento.
—Mamá me dijo que estabas sintiéndote mal—el chico sonrió—. ¿Qué pasa? ¿Por qué esa sonrisa?
—La acabas de llamar mamá—respondió sorprendiéndolo, no había pensado en ese momento, sólo lo había dicho.
—Jumm.
Joshua se recostó en la cama y se echó a un lado para que Blazz se acostara con él, una vez ahí el menor lo abrazó y apoyó su cabeza en el pecho de su hermano. Joshua amaba estar con Blazz siempre lo había considerado un ejemplo a seguir, a pesar de que casi no se veían.
También conocía como era la relación de él con su mamá, sabía que no era la mejor, a pesar de que no lo podía entender, no tenía la edad suficiente para entenderlo; pero esperaba que un día, pudiesen salir los tres como una familia.
Megan entró en la habitación y miró a ambos chicos. Joshua tenía los ojos cerrados mientras que Blazz acariciaba lentamente su cabeza, sonrió con un brillo en su mirada. Sabía que tenía mucho que mejorar como madre, pero quería poder demostrarle a ambos que lo estaba intentando, había recibido mucha ayuda de una terapeuta de crianza para que la ayudase a entender sus errores y poder mejorarlos.
Blazz se dio cuenta que su madre estaba allí, la mujer le saludó bajo y se acercó a él.
—¿Quieres que te lleve a casa?—preguntó, Bastián se había marchado una hora antes debido a que tenía algunas cosas que comprar para la cena ya que no regresarían al campamento.
—¿Joshua se quedará solo?
—Grant estará aquí—le dijo—, tú deberías ir a casa a descansar, has estado casi todo tu día en viajes.
Blazz asintió y se levantó de la cama con mucho cuidado.
—Vale, está bien.
Su mamá sonrió alegre y tomó su bolso que estaba en el mueble de la habitación y llamó a Grant para que se quedase con Joshua que se había vuelto a dormir. Blazz la siguió hasta el auto y ella entró para comenzar a conducir. La casa de Blazz estaba un poco alejada del lugar pero el chico colocó música para no sentirse tan silencioso.
Blazz miraba por la ventana mientras el auto se movía, tenía muchas cosas en su cabeza y no sabía cómo afrontar cada una de ellas. Megan por su lado estaba concentrada en la calle, que no se fijó cuando su hijo comenzó a mirarla de reojo.
—Gracias por avisarnos de Joshua—le dijo él, Megan se sorprendió al escucharlo, no esperaba que fuese él quien comenzara a hablar.
—Es tu hermano, es importante para ti.
—Joshua me había dicho hace unos días que quería que fuese a su casa a cenar—mencionó y luego miró hacia otro lado—. Me gustaría visitarlos.
Megan asintió con sorpresa, ¿era eso una oportunidad que él le estaba dando? Sabía que era por Joshua, pero al menos podría pasar más tiempo con Blazz.
—Puedes venir a vernos cuando quieras—le dijo, Blazz asintió.
—Me parece bien, Megan—respondió, su teléfono comenzó a sonar y pudo notar que era un mensaje de Vera indicándole cómo había estado su día. Blazz respondió pidiéndole verse al día siguiente—. Mañana iré a ver cómo está Joshua, por favor escríbeme si algo sucede.
—Tranquilo.
—También escríbeme si todo está bien—murmuró. Ella asintió, no era mucho en su relación madre e hijo pero era un gran avance para ella que Blazz le permitiese escribirle.
Sintió que podía mejorar su relación pronto. Más si ambos estaban de acuerdo con ello.
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