Capítulo 15
En donde los sueños se construyen
—Lo esencial de la escritura, Blazz, es lograr cautivar al lector. Como escritor uno debe mostrarse en las letras—dijo su padre—, pero el trabajo del editor es no dejar que todos lo vean. Así cautivas sin enseñar tanto.
—El editor es quien salva al escritor a ser vulnerable.
—Podría decirse que sí—respondió—, no necesitas decirle al lector quien eres al cien, pero sí tienes que hacerles creer que lo saben. Así se forma la relación escritor-lector, así creas la relación escritor y editor.
Blazz asintió, observó a su papá sentado detrás de su escritorio, quería llegar a estar ahí en algún momento. Quería tener el poder de decidir qué se publicaba y qué no, aunque sabía que era una tarea difícil; tenía que escoger a quién romperle el corazón y a quién no.
—¿Has llegado a publicar un libro que logre cautivarte?
—Tengo toda mi vida trabajando en editoriales, pero hubo una vez que un libro me destrozó el alma. Tenía veintiuno, había iniciado como pasante en Planeta y mi Director en ese momento me había entregado una copia de la nueva obra que estarían publicando; era un poemario sobre la vida y la muerte, de cómo un hombre con Alzheimer se preparaba para poco a poco morir.
—Por eso te gustan mucho los poemas.
—Leo poemas cuando me siento perdido, me ayudan a encontrarme nuevamente—respondió—. Desde ese día supe que todos teníamos un libro que nos destrozará la vida.
— ¿Y si no lo tengo?
—Pronto lo encontrarás.
El sonido de la puerta se escuchó y apareció Tania, por ella. A su lado estaba un Señor mayor, Blazz lo reconoció, era uno de los editores principales del género de misterio. Lo saludó de forma cordial y se levantó para retirarse, seguramente estarían conversando sobre las nuevas obras que tenían para publicar.
Caminó por los pasillos de la Editorial y se le ocurrió una idea brillante, sacó su celular y le envió un mensaje a su padre.
Blazz_4:03pm:
Puedo invitar a alguien a la editorial?
Bastian_4:04pm:
Vale, pero que Tania te acompañe.
...
—Que hermoso es este lugar—dijo Vera entrando a la Editorial, observó la recepción y suspiró emocionada de lo bonito que era.
«Pronto estaré aquí firmando un contrato»—pensó, miró a Blazz y éste le hizo señas para que lo siguiera.
—¿A dónde vamos?
—Quiero enseñarte en donde la magia se hace—le comentó, ella sonrió y caminó detrás de él, intentando ocultar la ansiedad que tenía por ver el lugar.
La recepción tenía dos grandes sillones con una biblioteca llena de los libros más vendidos. Tenía ventanales que hacía que se viese bastante iluminada, pero fue cuando comenzó a pasar por el pasillo para la oficina principal, que se encontró con las portadas de los libros en tamaño gigante decorando la pared.
—Yo me leí este libro para mis clases en el primer semestre—señaló uno de los posters.
Blazz giró a verlo y negó.
—Es aburrido.
—Vendió muchas copias.
—Porque para el dos mil seis, era un libro candente—comentó y ella rió, tenía escenas un poco subidas de tono pero no consideraba que fuese un libro candente. Claro que ella se lo leyó once años luego de que se publicara, los tiempos cambiaban y los pensamientos también.
Blazz la llevó hasta la oficina principal, se encontraba en el segundo piso y era un lugar abierto. Vera observó con precaución cada una de las áreas, se fijó en cómo las personas se encontraban concentradas mirando la pantalla, muchos editando, otros diseñando, otros realizando los nuevos negocios o renovando los que ya tenían. La Editorial era un mundo en donde ella quería vivir.
—Ese es el departamento de Edición—señaló una zona—, ahí inicia el proceso para conseguir la primera edición del libro que ves publicado, pero sólo el formato escrito, el diseño y todo lo estético, se encuentra allí—señaló otra zona, Vera asintió interesada, tomando apuntes en su cabeza.
Una señora que ella desconocía y que se vestía muy bien llegó junto a ellos.
—Ella es Tania—habló Blazz.
—Soy su niñera—dijo la mujer, Vera rió.
—Es una de las secretarias de mi papá—corrigió él—, estará con nosotros.
—Te está cuidando, sí es tu niñera—lo molestó Vera, Blazz gruñó. Realmente no le molestaba tener a Tania con ellos, pero no quería que Vera creyera que tenía que ser cuidado por alguien, seguiría pensando que era un niño.
—¿La llevaste para los estantes?—preguntó Tania, Blazz negó.
—Acaba de llegar.
—Ven Vera—le dijo Tania—, tienes que ver los estantes por géneros—caminó y ambos chicos la siguieron. Caminaron hasta tener las grandes bibliotecas de libros frente a ellos—, aquí tenemos al menos cinco copias de cada libro publicado, las primera ediciones no están aquí, sólo las demás, esas las tenemos reservadas en un salón; es como si fuesen de exhibición
—Wow—logró decir mirando por encima los libros—, son tan preciosos.
—Cada libro aquí, ha sido el sueño de un grupo de personas—comentó—, no sólo se queda en el autor, aunque claro, fue el primero en soñar verlo publicado.
—Cuando un libro se publica, siempre se debe de apreciar el trabajo que estuvo detrás—habló Blazz—, fueron horas de trabajo y horas frente a la pantalla, leyendo, revisando y diseñando el libro.
—Me imagino la alegría que deben de sentir al tener una copia en sus manos.
—Cuando es la primera copia, es como si tuvieses un hijo—comentó Blazz—, bueno, realmente no sé cómo se siente tener un hijo pero mi papá siempre dice que ama los libros casi como me ama a mí.
Tania se echó a reír.
—Tu papá no se casa con un libro porque no puede.
Vera sonrió y tomó el primer libro que vio. Se fijó en el nombre del autor, conocía a Genesis Delli por varios libros pero jamás había leído ese.
—¿Saldrá pronto?
—Mmm no, ese salió el año pasado—rió Blazz—, me llama la atención que no conocías la historia, vapor su tercera edición.
—Genesis Delli es una gran escritora.
—Y un dolor de cabeza también—escucharon a alguien decir, Vera observó a la chica y no tardó en darse cuenta que era la escritora—. Estoy de visita, ignoren mi aparición por aquí—comentó la chica para luego sonreír de forma amigable y alejarse a otra estantería.
—Wow wow.
—Conocerás a muchos escritores cuando estés con nosotros—dijo Blazz—, yo te ayudaré a que suceda.
El chico tomó su mano y la llevó nuevamente hacia la recepción. Vera lo miró sin entender, ella quería seguir mirando los libros.
—¿Adónde me llevas?—preguntó siguiéndole los pasos.
—A dónde la magia se hace—comentó—, arriba la magia se construye, se maqueta, pero iremos en donde se ensambla.
Pasó por otro pasillo en donde también podía ver los posters de los libros en la pared. El pasillo se dividía en dos direcciones y Blazz tomó la de la izquierda para continuar caminando hasta llegar a una puerta, al pasar por ella, Vera notó como todo el color verde y blanco de las oficinas, pasó a ser solamente blanco con algunos toques en plateado, quizás gris.
El ruido era fuerte y pudo ver que había un grupo de personas observando con detalle cómo pasaban los libros por cada una de las estaciones.
—Y aquí se construyen los sueños—dijo Blazz susurrando en su oído, ella sintió un leve escalofrío recorrer su cuerpo.
Observó la máquina pasar un libro tras otro, construyendo poco a poco el resultado final de todo lo que deseaba ella poder tener. Se imaginó por un momento a ella esperando por la primera copia de su libro, su corazón se sentía agitado y la loca idea de que pronto podría suceder llegó a ella.
Y por un momento, un destello de ilusión atravesó sus ojos.
Y una nueva historia llegó a su cabeza.
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Regresé por estos lares nuevamente <3 nunca había tardado tanto en actualizar una historia, gracias por esperarme <3
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