Piel muerta en el aire
¿Cómo era aquel lugar? Ese, donde la luna podía acariciarse con un dedo.
Quería volar, como las células muertas que observamos al sol. Las miraba, con anhelo; admirando como subían, subían, subían...
A ese sitio donde no había religiones.
Y con lentitud, empezó su suave ascenso...
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