༒ᚓ ᚓ UN POCO DE TI, DE MI, DE NOSOTROS... ᚓ ᚓ༒
Estaban sentados en la mesa, uno al frente del otro, el ambiente era realmente tenso, pero nadie parecia querer mejorarlo, ella se levanto a la nevera y saco una bolsa de sangre, la miro con un poco de disgusto que no fue pasado de inadvertido por el chico, vertió el contenido en un vaso y se lo dió a Jeon.
- ¿Es tuya? - mira el vaso tratando de calmar la salivación en su boca
- Ya quisieras - la chica procede a sentarse nuevamente
- En realidad si, lo quiero -la chica alzó la vista sorprendida- No te preocupes, no iré mientras duermes a beber de ti - llevo el vaso a su boca y bebió.
- La tome del banco de sangre -dijo casi inaudible y con un deje rosa en su nariz
- ¿Que eres? -pregunto inquisitivo- Vampira no eres, tampoco creo que seas una Licántropo y la verdad, no se que otras especies existen en este mundo, jamás me había topado con otras especies hasta ayer - no dejaba de observarla, al punto que la incomodaba
- Lo que soy, no importa- dijo medio molesta, medio suspirando- y hay muchas especies en el mundo, solo que no se ni cuántas, ni dónde, ni mucho menos quienes son, hasta que se transforman.
- Nana ... ¿No? -ella asintió al echar un bocado a su boca- ¿Cómo sabes mi nombre? -el corazón de ella palpito con fuerza.
- Escuché a los vampiros cuando hablaban de ti -se escudo rápido y se dirigió a servirle un poco de la comida que estaba preparando.
-mhh- Jeon miro su pecho, una gota de sudor recorrió su frente y trago pesado la comida.
- ¿Por qué lloraste cuando me hicieron? -Nana escupió el agua que bebía por la sorpresiva pregunta- O tal vez deba preguntar por qué me diste de tu sangre.
- No... Yo... No .. ..- Ella estaba un poco en blanco sin saber exactamente como debía responder..
- O le pregunto al peludo que está entre los árboles oyendo todo -Nana miro atrás por una de las ventanas, solo noto un enorme lobo color chocolate correr alejándose de ellos - Ya se fue.
- ¿Cómo sabías que estaba ahí?- se voltea para preguntarle de frente, irritándose al instante al ver lo creído que estaba el chico
- Pude oírlo- subió sus hombros mostrando indiferencia- su corazón latía fuerte, tanto como el tuyo al mentirme -bebió de la sangre nuevamente mientras sonreía- además, apesta a perro mojado- dijo mostrando desagrado por el olor
- No deberías hablar así, su aroma no es malo- se rio un poco, dejando deslumbrado a Jeon- apuesto que el tuyo es peor -Kook se inclino apoyando sus codos en la mesa, sus ojos eran de un cazador.
- Creo a ver notado anoche que te gusto en demasía, incluso pude oler tus feromonas cuando me acerque a tu cuello- Jeon sonríe y se muerde el labio momentáneamente para seguir hablando- o cuando estuve entre... -ella cubrió su boca con vergüenza, sus mejillas estaban de un perfecto carmesí.
- haz silencio!! ...Hank debe estar por ahí, aún, oyendo todo- Nana se coloca nerviosa volteando a la ventana.
- Lo amas?- pregunta de manera seria.
- Si no lo amara no estaría con el- nana evade su mirada
- No eres para él, ellos tienen una mate, se impriman- comenta con total seriedad- tu no eres para eso
- ¿Y para que sería yo?... ¿Según tu?- estaba un poco molesta por el comentario
Ante la pregunta no supo que responder, sentía celos de ello, quería reclamarla para el, pero, vamos, ni siquiera la conocía, y ella estaba mintiendo en muchas cosas.
- ¿Y bien?- ella se encontraba cada vez mas molesta todavía porque el chico no contestaba.
- ¿Dónde te encontraron los vampiros?- él evade responder, y ella lo acepta
- Fui de compras a la ciudad, voy una vez al mes y me interceptaron a la salida del mercado- dice un poco frustrada
- ¿Saben dónde vives?
- No lo creo, ya hubiesen llegado aquí- muestra gran relajación con ello, demostrándole que eso si era cierto
- Come, - ordeno él y ella comió, luego de un momento ella se dió cuenta de lo que hacia y miro con el ceño fruncido.
Jungkook sonrió al ver tal expresión, está vez... Fue otro el corazón que latió con fuerza.
*
*
*
Nana lavaba los platos, mientras que el, observaba cada rincón de la pequeña casa, era acogedora y tenía un toque femenino perfecto para sentirse como un hogar.
- Te gusta leer- dice tocando con la yema de sus dedos el lomo de varios libros en una biblioteca al fondo de la sala
- Mi padre me privó de muchas cosas cuando nací, ahora que soy libre aprovecho y hago lo que siempre quise -escuchó su corazón y miro su rostro, estaba en calma, decía la verdad.
- ¿Quien era tu padre- pregunto con cuidado mirando sus expresiones
- Un hombre muy duro... en extremo, me enseñó a pelear, debía matar o morir, yo no quería -la escucho cercana- Entonces conocí un ser que debía odiar, pero lo ame apenas cruce mi mirada con el.
- ¿Tu novio?- pregunto con cierto desdén en su tono apesar de su rostro impasible
- No- ella se ríe recordando el pasado- un vampiro... el me trajo hasta aquí, me escondió por mucho tiempo, venía a verme de vez en cuando hasta que supe que murió.
- Mi padre... -murmuro tal vez un poco dolido
- El clan lo envío a matar, el quería cambiar al mundo- dice con una sonrisa en sus ojos- darles a entender que personas humanas y sobrenaturales podíamos vivir en tranquilidad, en cambio ellos- comenta cambiando su semblante a uno estoico nuevamente- ellos solo querían usar a los humanos como alimento y satisfacción... sexual.
- Discrepo, las humanas no pueden jamás saciarme, solo sirven para alimentarnos. -ella lo miro con molestia y el la mira de vuelta con cinismo.
- Algún día aparecerá la humana que te haga latir tu frío corazón, entonces pensarás igual que todos los demás imbéciles- comenta con gracia.
- ¿Latir mi corazón?- comenta como un niño pequeño tocándose el pecho.Cambiando su semblante a uno mas infantil.
- hay no.... En qué mundo has vivido!?... No sabes nada de tu especie??..- comenta ella mas impactada que nada.
- No- el semblante infantil se había ido y solo quedaba el hombre asesino a sueldo- mi padre jamás me visito para hablarme, mi madre nunca me dijo nada, solo me mantuvo encerrado cuando mi vampiro despertó- comento con claro rencor en su tono y en su postura- me daba sangre animal para alimentarme y solo cuando ella enfermo pude salir al exterior.
- Oh... Lo siento, no lo sabía- ella se tensa y se muerde el labio momentáneamente antes de seguir hablando-... Ahora me siento mal.
- Deberías, pero te perdonaré solo si me dices lo que sabes- ella le observa y suspira.
- Haré algo mejor -saco un libro de la parte superior del la biblioteca- estudialo y comprenderás mucho- le ofrece el libro al chico
- ¿Y si mejor me explicas?- dice el tomando el libro intentando rozar con los dedos de ella.
- ¿No sabes leer?- pregunta ella genuinamente alterada
- Claro que sé leer -cruzo miradas con la chica- Piel de diamante -leyó la portada con molestia, sintiéndose atacado, ella sonrió, era tan bella que cuando sonreía, él sentía que su corazón volvía a latir.
- debo ir por leña, puedes quedarte y leer- ella se va a la mesa del comedor para tomar sus llaves y salir
- Prefiero ir contigo -dejo el libro en la mesita y se dispuso a ir con ella
- Entonces vamos- ella lo observa detalladamente y apesar que niega con la cabeza, no dice nada mas
La vio tomar una chaqueta y abrigarse, sonrió al verla de esa manera, la chica agarro un hacha y junto a un carrito salió por el bosque.
- Entonces -llevo ambas manos a su nuca y camino así- ¿Cómo lo haces cuando el perro está en celos? -Nana se detuvo en seco, giro su cuerpo en su dirección y entrecerro sus ojos claramente molesta.
- Número uno, no le digas perro- le señalo con el hacha- número dos, no me preguntes cosas personales, si deje que te quedarás fue solo para aclarar tus dudas y número tres -demoro un poco en contestar- eso no te incumbe.
Jeon sonrió de lado, no mentía y algo en su nerviosismo corporal le decía que aún no estaban juntos en intimidad.
- No seas aburrida, solo quería conversar contigo -ella se volteo a seguir su camino mientras el la seguía
Caminando el de vez en cuando delante de ella para que se admirara de su perfecta espalda, un suspiro salió de los labios de ella, uno que lleno de orgullo al piel pálida, cuya vanidad estaba creciendo cada vez mas. De vez en cuando se llaban mirándose de reojo, ella se ponía muy nerviosa cuando era descubierta, se veía tierna en esos momentos y los pensamientos llegaban hasta su mente oyendo cada palabra.
- Creo que aquí está bien -dijo ella evitando los nervios y callando sus pensamientos que deseaban probar los labios del chico.
Tomo los guantes de sus bolsillos y acomodo en sus manos, preparándose para cortar los árboles, Jeon se acomodo apoyado en un árbol y la observó.
Era fuerte, no podía negarlo, pero no tanto como el.
- ¿Necesitas ayuda?- medio grito desde su lugar
- Llevo haciendo esto mucho tiempo, no -golpeo el tronco con el hacha- necesito ayuda de nadie.
La encontraba sexy, le encantaba mirarla haciendo cosas por su espalda, imaginaba poder tomarla por la cintura y besarla hasta que ella se entregará por completo a el.
Un par de golpes más y el tronco cayó, se acercó a ella, tomo el hacha de su mano y jugando con un par de movimientos sobre su mano, corto de un solo golpe en trozos pequeños la enorme madera.
- Gracias -dijo ella con una sonrisa sincera de alivio en sus labios, no había asombro en ella, él quería que lo hubiera pero no lo encontró.
- De nada -dijo un tanto escéptico, ambos tomaron la leña y la acomodaron en el carrito para llevarla a cabaña.
Jeon acomodo unos cuantos más en sus brazos y juntos volvieron.
*
*
*
- Puedes dormir en mi cuarto, yo usaré el sofá, frente a la chimenea - Nana le indica mientras entran a la vivienda.
- No es necesario- le dice el mientras iba directo al sofá de la pequeña sala
- Claro que lo es, esta noche será fría, soy muy friolenta y en momentos como este me acomodo a un lado de la chimenea y duermo ahí- dice mientras se quita los zapatos y la chaqueta dejándola en una cesta cerca de la puerta del hogar
- Nosotros, tendemos a no dormir- le informa el desinteresado, acomodándose en el sofá como si estuviera en su casa.
- Lo se, pero no pretenderás quedarte en el living conmigo- le informa ella mientras se recoge el cabello y se dirige a la cocina por un vaso de agua
- No me resulta una mala idea, de paso, podrías responder mis preguntas- el se quita los zapatos con sus mismos pies y lo lanza por medio de la sala
- ¿Sabes? ... Deberías leer el libro que te di- dijo ella ignorando el pequeño brote de calor hogareño que creció en ella con esa escena.
- Prefiero que las contestes tu.
La sonrisa que ella dió lo hizo experimentar un gozo sobrehumano, necesitaba pasar tiempo con ella, averiguar porque tantos sentimientos y ganas de estar con ella.
Habían acomodado los troncos a un lado de la chimenea, Jeon intentaba seguirla dónde ella fuera, no quería quitar los ojos de ella, la miro cocinar mientras tenía el libro sobre sus piernas aún en la página del Índice, llevaba más de 30 minutos y no cambian la hoja desde entonces.
Escucharla tararear en murmullos era una terapia que jamás pensó necesitar, y con ello, su corazón enloquecía cada vez más.
Hipnotizado, se levanto y camino hasta ella, iba con sus manos directo a sus caderas cuando se detuvo y miro hacia la puerta con molestia.
- Ni se te ocurra -escucho en sus oídos, Jeon sonrió de lado y alzo una ceja en desafío.
-Nana -la chica giro en su dirección y noto el acercamiento, sus mejillas se enrojecieron
Hermosa, para el vampiro, Nana era sencillamente hermosa
El vampiro empuño sus manos, quería besar esos rosados labios, quería saber el sabor de su boca, quería definitivamente volver a estar entre sus piernas una vez más, pero está vez, sin ropa que impidiera el tacto.
- ¿Que sucede? -pregunto ella al no tener respuesta de él - ¿Tienes hambre? ... En la nevera hay más sangre por si quieres beber -ella se acerco tratando de ver bien lo que pasaba, pero Kook la detuvo a su par.
- ¿Porque no puedo leer tus pensamientos de nuevo? - la chica lo miro con asombro, directo a sus ojos.
Estaban tan cercanos que los olores se mezclaron entre ellos, en un movimiento rápido, Nana bajo la vista a sus labios.
- ¿Por qué quieres leer mis pensamientos?- pregunta ella con un aura un poco seductora incluso sin proponerselo
- Quiero saber si deseas lo mismo que yo -la chica volvió a mirar sus ojos y trago en seco, una gota de sudor recorrió su cien hasta morir en su quijada.
- ¿Y que deseas, Jungkook?- los ojos de nada delataban deseo, lujuria, pero también recelo y rencor
- Encajarme en tu cuello -otra expresión de asombro- Besarte, rodearte con mis brazos y no dejarte jamás - se acomodo viéndola de frente, ajustando sus cuerpos- hacerte el amor- susurra contra sus labios -cogerte, que grites mi nombre y alimentarme de ti.
- ¿Q... Que? -titubeo al escucharle, se veía la lucha en su rostro entre recomponerse y dejarse llevar.
- Debes olvidar todo lo que dije -los ojos del vampiro brillaron- La última pregunta fue si tenía hambre -y se apagaron como si nada.
Unos segundos pasaron para que ella asimilará todo, miraba fijamente sus ojos hasta que el nerviosismo le ganó, parpadeo un poco y siguio su camino. Para Jeon verla pasar a la nevera y sin decirle nada, tomar la bolsa con sangre vaciarla en un vaso, sin una sola palabra, significaba que todo estaba en orden, habia sido hipnotizada.
Pero para ella, las palabras que el le había dicho le erizaron la piel, sin embargo... aunque él intentará hipnotizarla una y otra vez para olvidarlo, ella jamás lo haría.
...esa era su pequeña maldición.
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