6. Arriesgado
❀ Fluff, Sexy
❀ Half wolf!au
❀ 1494 palabras
Baekhyun gruñó por lo bajo, salvaje y harto.
Se encontraba en una cafetería, tomándose un batido de no sabía bien qué porque no había prestado atención a qué pedía sino a quién se lo pedía; y tratando de controlarse y no ir a darle una patada en las pelotas a ese subnormal que trataba de ligarse a su chico.
Bueno, estrictamente hablando no era suyo, pero sí que era su objetivo, y no llevaba un mes yendo por las tardes a la maldita cafetería para que un niñato de tres al cuarto pensara que el camarero estaba allí para que se lo ligara.
De hecho, no era raro que el alto y atractivo pero tímido Park Chanyeol recibiera esa clase de trato de sus clientes, el mismo Baekhyun no era demasiado sutil con sus palabras, pero el chico tan sólo se sonrojaba y los ignoraba, por lo que los pretendientes captaban la indirecta.
Pero aquel bastardo no lo dejaba en paz, ni siquiera Baekhyun insistía tanto. No, su estrategia era la gota de agua que cae una y otra vez en el mismo sitio, pero despacio. Iba todos los días y se insinuaba cuando pedía, pero no volvía a molestarlo. Quería que supiera que estaba interesado y que no era algo pasajero, pero le dejaba su espacio para que esa información le calara. Al contrario que aquel imbécil, que espacio precisamente no le estaba dejando.
Fue cuando el tipo trató de agarrar la mano de Chanyeol. Baekhyun no era un cambiaforma, pero su madre sí lo había sido y le había pasado parte de sus habilidades, como sus buenos reflejos y su capacidad de anticiparse a los acontecimientos.
Se levantó y paró la mano del gilipollas antes de que tocara siquiera un pelo de Chanyeol, sorprendiendo a ambos humanos, atravesando con la mirada al imbécil.
- Chanyeol ya te ha dejado claro que no está interesado -casi gruñó con voz ronca-. ¿Por qué no dejas de molestarlo y te vas?
- ¿Y quién te crees que eres para decir eso? -le espetó el tipo, tratando de mostrar más valentía de la que sentía. Pero Baekhyun olió su miedo y sonrió, apretando el agarre.
- Alguien que te puede patear el culo si molestas a mi amigo -apartó la mano del tipo con fuerza, desestabilizándolo-. Y ahora, vete.
El otro fue lo suficientemente inteligente como para largarse, no sin antes dedicarle una mirada envenenada a Baekhyun. A él no podría importarle menos. Se giró hacia Chanyeol y sonrió.
- ¿Estás bien? -preguntó con voz dulce.
- S-sí -contestó con timidez el alto, sonrojándose para la delicia del otro-. No hacía falta que hicieras eso, no somos amigos realmente.
- No me digas eso, Chanyeol -lloriqueó Baekhyun-. Después de todos los batidos que me has servido, no soy un cliente cualquiera, ¿no?
- Bueno, sí -admitió el camarero, y Baekhyun sonrió, feliz-. Gracias de nuevo.
- No pasa nada, te estaba molestando -se encogió de hombros el más bajo-. Pero si quieres, podríamos ir a cenar un día para que me demuestres lo agradecido que estás.
El rojo subió de intensidad en las mejillas del camarero.
- No voy a acostarme contigo.
- ¿Y quién ha dicho eso? -fingió inocencia Baekhyun, alzando las cejas-. Sólo quiero que salgamos a cenar para que seamos amigos de verdad.
El alto dudó, pero Baekhyun sabía que acabaría aceptando, como ocurrió finalmente. Pagó, se despidió después de que ambos guardaran el número de teléfono del otro y salió al frío aire invernal con una sonrisa en la cara.
Finalmente tenía su cita.
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- Oppa, ¿por qué no me llamaste? Dijiste que me llamarías.
Baekhyun rodó los ojos y trató de despegarse de aquella chica. Había tenido la mala suerte de tropezarse con ella cuando iba de camino a su cita con Chanyeol, y temía que fuera a joderle aquella cita que tanto trabajo le había costado conseguir.
Ni siquiera tenía una relación real con aquella chica, simplemente era una de tantas que se ponía pesada y a la que le aceptaba el número de teléfono por tal de que se callara. Pero era especialmente insistente, y de verdad no sabía cómo librarse de ella.
Al llegar al lugar de la cita, pudo ver a Chanyeol ya esperando allí, tan alto, desgarbado y ajeno a las pasiones que levantaba por la calle. La chica aún lo seguía, y estaba pensando que si ponerle la zancadilla era una opción a tener en cuenta cuando una idea cruzó su cabeza. Era una locura, una puta locura que podría mandar a la mierda todos sus esfuerzos, pero contaba con que el buen corazón de Chanyeol ganara la partida.
- ¡Chanyeol! -le llamó la atención, ignorando los quejidos de la mujer que iba pisándole los talones.
El alto lo miró, sonriéndole de aquella manera que hacía que sus rodillas parecieran de gelatina y que hacía latir rápido su corazón. El más bajo abrió los brazos, como dispuesto a darle un abrazo, pero en el último segundo, cambió el brillo en sus ojos y se movió rápidamente para cambiar el gesto.
Tomó al alto por la nuca y tiró de él, haciendo que sus bocas chocaran juntas en un beso húmedo y desordenado que explotó como cohetes artificiales dentro de Baekhyun en un beso que le supo a gloria. Lo besó con ganas, moviendo sus labios con hambre sobre los del camarero que le respondía, tímidamente, pero lo hacía, y eso estaba llevando al medio lobo al séptimo cielo.
- Baekhyun, ¿qué...? -empezó el alto con sus mejillas muy sonrojadas, pero no lo dejó continuar.
- Sígueme el rollo, por favor -le pidió, moviendo sus ojos ligeramente para que Chanyeol viera a la chica-. No me deja tranquilo.
El camarero la miró y comprendió, asintiendo. Dejó que Baekhyun se agarrara a su cintura y él puso su mano sobre el hombro del más bajo mientras éste le daba una mirada de superioridad a la chica y se marchaban, dejándola allí plantada.
- ¿Y sueles besar a tus citas para librarte de antiguas novias?
La taza que Baekhyun iba a llevarse a los labios se paró a medio camino. Estaban ya en la cafetería, habiéndose librado de aquella chica, y se habían sentado en una mesita al fondo con sendos chocolates calientes. Baekhyun sonrió de medio lado, se llevó la taza a los labios y bebió, siendo muy consciente de que dejaba sus labios manchados para pasarse sugerentemente la lengua por éstos antes de responder.
- No era una antigua novia -dijo simplemente.
- Eso no responde a mi pregunta -frunció la nariz el alto.
- No, pero querías saberlo, ¿verdad? -el chico se sonrojó y Baekhyun se deleitó en el rubor de sus mejillas-. Es una chica que se cree que por que me dé su número de teléfono voy a estar interesado en ella -explicó-. Y no, no suelo ir besando gente por ahí.
- ¿Entonces por qué? -preguntó Chanyeol, aún rojo.
- ¿De verdad tengo que responderte a eso, Chanyeollie? -alzó las cejas el semi lobo, esta vez algo más serio-. Creo que te he dejado muy claras mis intenciones cada vez que he ido a tu cafetería.
Chanyeol se encogió entonces en su asiento, murmurando cosas ininteligibles y mucho más rojo que antes. Pero no parecía enfadado ni molesto, tan sólo parecía alguien abrumado y avergonzado, y eso lo hacía adorable a ojos de Baekhyun, quien sonrió.
- No voy a besarte más veces, no te preocupes -le dijo, tratando de tranquilizarlo-
- No es eso lo que me preocupa -confesó el alto en un murmullo.
Esta vez fue el corazón del más bajo el que se saltó un latido ante sus palabras. Porque Chanyeol no había hablado fuerte, pero sus ojos negros y brillantes estaban fijos en los de Baekhyun y él tan sólo quería besarlo de nuevo.
- ¿Y qué es lo que te preocupa? -le preguntó, inclinándose un poco hacia él.
- Me preocupa -le contestó el alto, acortando a su vez la distancia-, que tenga que aparecer otra chica interesada en ti para que vuelvas a besarme.
Baekhyun sonrió entonces de forma brillante, riendo de pura felicidad, sacudiendo la cabeza antes de inclinarse de nuevo y besar al camarero cuyos labios lo recibieron con gusto.
- Si querías que te besara, podrías habérmelo dicho antes.
- Si querías pedirme una cita, podrías haberlo hecho el primer día -le recriminó Chanyeol-. Has estado viniendo casi un mes.
- Pensaba que no te interesaba.
- Soy tímido, no estúpido.
Baekhyun rió de nuevo y esta vez fue el alto quien lo calló con un beso, sin importarle estar en un lugar público y en horario infantil. A Baekhyun tampoco podía importarle menos con la lengua de Chanyeol acariciando la suya y haciendo que sus instintos más salvajes se volvieran locos.
- Oye, Chanyeol -dijo, acariciando sus labios con los contrarios al hablar-, ¿qué te parece si nos saltamos esa norma tuya de no acostarte conmigo?
Pudo ver el brillo en los ojos del alto antes de responder.
- Te sigo.
FIN
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