3. Feliz Cumpleaños, Chanyeol-ah
❀ Fluff, Smut
❀ Non!au (más o menos)
❀ #HappyChanyeolDay
❀ 1393 palabras
Baekhyun observó a Chanyeol colocarse frente al pastel, cerrar los ojos y juntar las manos frente a su boca para pedir un deseo.
Pero así no es divertido, pensó, así que cogió un puñado de serpentinas brillantes y se las lanzó al futuro cumpleañero. Éste se giró y lo miró, sonriendo de medio lado y fingiendo que iba a pegarle. Minseok-hyung colaboró 'calmando' a Chanyeol y volviendo a dirigir la atención del alto al pastel.
Una segunda vez Baekhyun lo molestó, pero a la tercera Minseok hyung se tiró a por él, vocalizando un 'Deja a Chanyeol en paz o te dejará luego sin sexo' mudo que hizo que al fin permitiera que el alto soplara las velas en paz.
El concierto acabó, despidieron a las fans y por fin, después de tres días agotadores, se dirigieron a casa sabiendo que podrían descansar al día siguiente. De hecho, al acabar el concierto y llegar a casa, Baekhyun le propuso al alto que se fueran a su piso compartido para poder 'darle su sorpresa en condiciones'. Chanyeol alzó las cejas levemente, el vocalista podía ver que trataba de no parecer muy emocionado porque aún estaba molesto por el ataque de las serpentinas, pero finalmente accedió y ambos se dirigieron allí.
- Espero que tengas un buen motivo -le dijo Chanyeol conforme entraban por la puerta del apartamento que compartían-. Nos echarán la bronca de nuevo si volvemos a ser obvios como el año pasado.
Baekhyun recordó entonces la foto de instagram que había subido hacía un año y sonrió. Esta vez, las fans tendrían que esperar un poco, porque primero quería felicitar a Chanyeol en persona.
Una vez las luces estuvieron encendidas, Chanyeol se dirigió a la cocina a por uno de los paquetes de ramen instantáneo que guardaban allí para esas ocasiones. Incluso en el frigorífico había cosas que podían consumirse, no hacía tanto que habían estado por allí y su última compra no se había echado a perder.
- ¿Quieres que te ayude? -se asomó Baekhyun por la puerta de la cocina, observando al rapero moverse con soltura. Éste lo miró entre divertido y molesto.
- Debería dejar que cocinaras tú por mi cumpleaños, pero no me fío de que quemes la cocina, así que mejor lo hago yo.
El más bajo hizo un puchero pero se alejó con una sonrisa. Eso era exactamente lo que él esperaba. Fue al dormitorio principal y se quitó absolutamente toda la ropa, abriendo entonces el armario y eligiendo una de las camisetas del alto que sabía que le estaban ligeramente largas, cubriendo su trasero apenas por milímetros. Si se ponía de puntillas o estiraba los brazos, su desnudez quedaría al descubierto. Sonriendo triunfal, se puso la camiseta y volvió a la cocina.
- Voy a poner la mesa en la mesita frente a la televisión -anunció. Chanyeol lo miró ligeramente, asintiendo, antes de caer en la cuenta de lo que llevaba puesto y girarse completamente, haciendo sonreír al vocalista-. ¿Pasa algo?
- N-no -mintió el alto-. Esa camiseta es mía.
- Muy bien, Sherlock -rió él, y comenzó a moverse por la cocina.
Conforme iba dando viajes con cosas para poner la mesa, cuando se estiraba para alcanzar los vasos o se agachaba para coger el salvamanteles, podía notar los ojos de Chanyeol sobre él, incluso casi podía escucharlo tragar saliva cuando veía que no, no llevaba ropa interior.
El ramen estuvo hecho muy pronto y Chanyeol lo llevó al salón, seguido muy de cerca por su semidesnudo novio, quien se sentó a su lado en el sofá para comer el ramen en la mesita de café con dos alturas que tenían.
Durante toda la cena, el alto no dijo absolutamente nada de la desnudez de Baekhyun. Comieron como siempre, hablando de todo y de nada, sonriéndose, aunque el más bajo podía notar el sonrojo del rapero cuando los ojos se le iban a su entrepierna precariamente tapada por la tela de la camiseta. Baekhyun no pudo evitar ser un poco malo y estirarse sobre Chanyeol con la excusa de coger una servilleta, exponiendo su trasero y restregándose contra la entrepierna del alto.
- ¿Ésta es tu idea de una sorpresa? -le había preguntado, muy rojo.
- Oh, no, la sorpresa viene ahora -sonrió misterioso, confundiendo al menor de los dos-. Cierra los ojos.
- Baekhyun, ya te dije que no es una buena idea contratar strippers, ni siquiera si son masculinos.
- No es eso -rodó los ojos el más bajo. Se inclinó, dándole un beso en la comisura de la boca y sonriendo-. Anda, hazlo por mí.
Chanyeol suspiró, débil ante las peticiones de su bonito novio y llevó las manos a sus ojos. Baekhyun rió y le dio un pico antes de correr a la cocina de nuevo. Allí sacó de uno de los cajones un lazo rojo con elástico que se colocó en la cabeza como si fuera un regalo, y sacó del congelador la pequeña tarta helada que había comprado dos días atrás. Le colocó las velas que también había comprado y las encendió, quemándose un poco en el proceso. Sonrió para sí mientras pensaba que el único fuego que era bueno con él, era el de Chanyeol. Apagó absolutamente todas las luces, incluídas las del salón, y cogió la tarta, esperando al minuto exacto en el que el reloj de la cocina dio las doce de la noche, anunciando la llegada del día veintisiete.
- Ya puedes quitarte las manos de los ojos -le dijo.
Mientras Chanyeol obedecía, el caminó despacio, cantándole el cumpleaños feliz a su novio, iluminados tan sólo por las velas de la tarta. Paró frente al alto, que seguía sentado, y terminó de cantar las últimas notas, observando los oscuros ojos de Chanyeol y aquel brillo especial que había en ellos y que lo enamoraba siempre.
- Pide un deseo -susurró.
- Pero si soplo las velas, nos quedaremos a oscuras -Baekhyun asintió, pero no importaba estar a oscuras.
Chanyeol cerró los ojos y pidió un deseo de nuevo, mirando a Baekhyun a los ojos antes de soplar y apagar las velas.
La oscuridad los rodeaba, pero la suave luz de la luna y las luces de la calle los iluminaba. El mayor dejó la tarta con cuidado sobre la mesa, pero el alto tiró de él para que se sentara a horcajadas sobre su regazo, sus muslos rodeando sus caderas. No esperaron a decir nada, tan sólo unieron sus bocas y se besaron como si llevaran años sin hacerlo, hambrientos del otro y de su sabor, sus lenguas danzando juntas y sus labios moviéndose al compás.
Chanyeol se deshizo del lazo de Baekhyun, de su ropa y de la camiseta que llevaba el mayor mientras éste se dedicaba a repartir besos por su torso y a acariciar su creciente erección.
Lo preparó con esmero y cuidado, los besos siempre calmando el dolor que pudiera sentir, hasta que al fin el vocalista se dejó caer lentamente sobre su miembro, comenzando un vaivén poco después.
En el oscuro salón tan sólo se escuchaba el sonido de sus pieles desnudas chocando entre sí y sus jadeos y gemidos; las siluetas suavemente iluminadas se recortaban contra el fondo negro que los rodeaba. Baekhyun abrazó a Chanyeol y lo besó, éste llevando una mano a masturbar su olvidado miembro y eso fue demasiado para el vocalista.
Explotó en hilos de blanco sobre sus torsos, gimiendo el nombre de su novio y repitiéndolo como un mantra conforme las olas del orgasmo lo recorrían de arriba abajo, estirando los dedos de sus pies y dejando caer hacia atrás su cabeza. Chanyeol no se hizo esperar, atacando su cuello y dejando allí una marca roja al mismo tiempo que llegaba al clímax muy dentro de él, tiñendo su interior de blanco y suspirando el nombre de Baekhyun sobre su cuello.
Se quedaron así, unidos y jadeantes, mirándose a los ojos mientras recuperaban el aliento. Baekhyun llevó una mano a la frente del alto para apartar los mechones húmedos y pegados del otro, tomando entonces su rostro con ambas manos y besándolo largo, dulce y despacio, saboreando cada segundo que sus bocas estaban en contacto, cada movimiento de sus labios. Se separó mínimamente, mirándolo a los ojos con una sonrisa y susurrando.
- Feliz cumpleaños, Chanyeol-ah.
Chanyeol sonrió y lo besó de nuevo.
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