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26. Bittersweet

Fluff, Random

Valentine's!au

Advertencias: siento esta basura que he escrito, pero me lo pedía el cuerpo

1610 palabras

Vaya mierda de día.

    Era todo lo que Baekhyun podía pensar. Desde esa mañana no había tenido ni un momento de descanso. Había dormido como el culo, se había levantado tarde y casi se tropieza con el puñetero perro de la vecina que decidió ganarle la carrera improvisada hasta el ascensor. Estuvieron a punto de atropellarlo de camino a la oficina y sabe que si no le gritó al idiota que iba conduciendo era porque llegaba tarde y no podía pararse a ello.

    Ya en la oficina, todo eran fuegos que apagar. Clientes que no respondían, otros que cuando lo hacían querían las cosas para ayer y sus compañeros decidieron que era divertido esconderle el vasito de arroz a la hora de la comida para que no lo encontrara. Estaba tan hasta las mismísimas narices que cuando notó una mano que tocaba su hombro con suavidad, casi la muerde.

    - Vaya, Baekhyun, qué mala cara tienes -Baekhyun alzó la vista hacia la voz que le hablaba y se encontró con la cara sonriente de Park Chanyeol. Sus ojos se abrieron ligeramente y el alto se rió-. ¿Estás bien? 

    - Es sólo un mal día -se excusó mientras desviaba la mirada, algo avergonzado-. ¿Ocurre algo?

    - Feliz San Valentín -lo felicitó Chanyeol mientras le ofrecía una bolsa de papel dentro de la cual se encontraban pequeños cruasanes de chocolate.

    Ah, era cierto. Quizá porque Baekhyun era soltero y sus últimas relaciones no habían acabado demasiado bien, tendía a olvidarse de que había un día en febrero en el que la gente era feliz en pareja, regalando chocolates y saliendo juntos. Quizá era que simplemente estaba amargado, pero la cosa era que San Valentín era un día sin más para él.

    - ¿No quieres? -preguntó con un deje de tristeza el alto, girando la cabeza y provocando que los rizos negros se descolocaran ligeramente.

    - Sí, sí, perdona -le sonrió y tomó un cruasán-. Muchas gracias, Chanyeol.

    - No hay por qué darlas, he traído para todos -el alto se encogió de hombros y se despidió con la mano antes de seguir repartiendo cruasanes, como si fuera un hada de los dulces o algo así.

    Baekhyun miró el pequeño hojaldre envuelto en chocolate en su mano y sonrió. Park Chanyeol era tan alegre y optimista, además de guapo y atento, que para Baekhyun era normal que se hubiera enamorado de él. No había nada que no le gustara de su alto compañero de oficina. Sin embargo, no pensaba que alguien amargado como él pudiera llamarle la atención a alguien tan dulce como Chanyeol. 

    - Oye, Baekhyun -la voz grave volvió a asustarlo, pero esta vez dio un pequeño bote en la silla, lo que provocó que el alto riera muy fuerte y que él se sonrojara.

    - No es divertido darme un susto.

    - Sí que lo es -replicó Chanyeol, sacándole la lengua como si fuera un niño pequeño-. Venía a preguntarte si tienes planes hoy.

    - ¿Me ves con cara de tener pareja para pasar San Valentín? -respondió Baekhyun, alzando una ceja con sorna.

    Vale, puede que su problema fuera que era un borde sarcástico.

    - Veo que tienes una cara bonita con la que muchos querrían pasar San Valentín -el alto rodó los ojos y se acercó a él. Se paró frente al más bajo de los dos con las manos en los bolsillos-. Pero eso no responde a mi pregunta.

    - N-no, no tengo planes -podía notar su cara arder, ¿de verdad Chanyeol le estaba pidiendo una cita?

    - Entonces, ¿me acompañas a este restaurante? -el alto sacó finalmente las manos de los bolsillos, y con éstas iba su móvil, abierto en la publicación de Instagram de una cadena de restaurantes-. Hoy regalan el postre si van dos personas y se llevan prendas con corazones.

   

    Baekhyun estaba en blanco. Claro, era que quería un postre gratis y sabía que Baekhyun era probablemente el único que no tendría ni pareja ni planes. Fingiendo que no le había dolido, miró a Chanyeol.

    - Yo no tengo ropa con corazones.

    - Ah, pero yo sí -le sonrió el alto-. ¿Eso es un sí?

    Bueno, una cita era una cita, al fin y al cabo. Aunque fuera por pena y por un brownie de chocolate gratis.

    Así que a las ocho y media estaba llegando al restaurante, frente al cual le esperaba Chanyeol. Al verlo, la cara del alto se iluminó y lo saludó con vehemencia, de hecho, no terminó de esperar a que Baekhyun llegara, se acercó a él y lo cogió de la mano. El más bajo pudo ver entonces que se había puesto un jersey oscuro con corazones blancos, pero Chanyeol no lo dejó comentarlo y lo arrastró dentro mientras animadamente sobre el menú y las cosas que pensaba que podrían pedir. Baekhyun se sentía un poco abrumado, pero también debía admitir que le gustaba que Chanyeol fuera así, tan dulce y alegre, como cuando le preguntó que si prefería la silla o el sofá en la pequeña mesa que les dieron a ambos, o que si quería que colgara su abrigo en el perchero. 

    A pesar de todo lo que había dicho, Chanyeol dejó que Baekhyun ojeara la carta y decidieron los paltos entre ambos, mirándose y sonriendo mientras aceptaban o descartaban los platos según su gusto.

    - No pensaba que te apetecería una hamburguesa -le dijo Chanyeol cuando el camarero se fue con su pedido.

    - A mí me sorprende que sepas que no me gusta el pepino y que me advirtieras sobre la quiche -le respondió con una sonrisa el más bajo.

    - Todavía recuerdo la cara que pusiste cuando comiste un poco por error el día que Kang nos invitó a arroz -rió por lo bajo el alto.

    - ¿Y a ti no hay nada que no te guste comer? -le preguntó Baekhyun, inclinándose hacia él sobre la mesa de manera instintiva. Chanyeol sonrió enigmático y se inclinó hacia él del mismo modo, acortando la distancia que los separaba.

    - Pues -empezó suavemente, casi en un susurro-, yo…

    - Aquí tienen sus bebidas.

    Maldito camarero y maldita fuera su suerte. Baekhyun dio el segundo bote en el asiento del día y mandó mentalmente al carajo al camarero, quien no parecía ni lo más mínimamente alterado por haber roto el momento. Joder, habían estado tan cerca, que Baekhyun casi pensó que Chanyeol iba a besarlo. Pero el momento se había roto y el alto prefirió beber de su vaso y cambiar de tema.

    Aun así, se lo pasó bien. Estuvieron hablando de todo y de nada, descubriendo que tenían más cosas en común de las que pensaba, pero seguía sintiendo que el otro era una persona demasiado buena para él.

    El momento del postre fue culmen, y Baekhyun no pudo evitar reír en voz alta y sacarle un par de fotos a Chanyeol al ver la cara de emoción absoluta que puso cuando les trajeron el brownie con helado y barquillo de postre,como regalo por estar allí los dos y llevar el alto su jersey de corazones.

    - Espero que no uses esas fotos como chantaje en el futuro -le comentó el alto una vez salieron del restaurante. Habían acabado compartiendo el brownie que, Baekhyun debía admitir, estaba delicioso.

    - ¿Por quién me tomas? -fingió ofenderse Baekhyun, pero rieron juntos y él volvió a sacar su móvil para mirar las fotos de nuevo, torturando un poco a Chanyeol de paso-. Pero me alegra que el hecho de que yo sea un amargado solitario te haya hecho feliz, aunque sea con algo tan pequeño como un postre.

    - Un momento -Chanyeol se detuvo y Baekhyun se giró para mirarlo, confuso-. ¿Crees que te he invitado solo porque estabas disponible?

    - Eh… ¿sí? -Baekhyun cada vez entendía menos cosas-. ¿Por qué si no?

    Chanyeol lo miró con una media sonrisa, como si pensara que Baekhyun realmente  no tenía remedio y eso lo molestó ligeramente, él no era tan tonto. Chanyeol acortó la distancia entre ellos y lo tomó por las mejillas.

    - Eres tan tonto -rió a medias.

    - Un mome…

    Pero los labios de Chanyeol presionaron contra los suyos y Baekhyun se quedó en blanco. Solo podía pensar en lo bien que se sentían los labios de Chanyeol contra los suyos, suaves y dulces como el chocolate. El alto movió los labios suavemente y Baekhyun simplemente cerró los ojos y respondió al beso. Notó que el alto sonreía en el beso justo antes de que su lengua acariciara los labios de Baekhyun y lo hiciera suspirar antes de cederle el paso al interior de su boca, donde sus lenguas se conocieron con delicadeza dentro de la húmeda y cálida caverna. Se separaron despacio, las manos de Chanyeol aún lo sujetaban por las mejillas y sus ojos lo miraban brillantes y alegres.

    - Igual sí que soy un poco tonto -admitió Baekhyun, lamiéndose los labios, y Chanyeol rió por lo bajo.

    - Igual un poco sí -sonrió antes de dejarle un beso corto sobre los labios-. Pero me gustas así.

    - ¿Tonto y amargado? 

    - No eres amargado -Chanyeol arrugó la nariz-. Eres como el chocolate negro, hay que saber apreciarte por ti mismo.

    - ¿Y tú eres chocolate con leche, ese que gusta a todos? -alzó las cejas el alto.

    - Puede -se encogió de hombros, pero atrajo al más bajo hacia sí y lo pegó a su cuerpo-. Pero yo elegiría al chocolate negro por encima de todo, da igual el día que me lo pregunten.

    - Idiota -rodó los ojos Baekhyun con una sonrisa.

    - Ah, en eso también pegamos, un tonto y un idiot…

    Pero esta vez fue Baekhyun el que no lo dejó terminar, pues prefirió besarlo y disfrutar de nuevo de aquellos labios dulces y suaves.

    Puede que al final, sí que le gustara San Valentín.

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