20. Matchmaker
❀ Fluff, Comedia
❀ Office!au, Matckmaker!au
❀ 1373 palabras
Baekhyun sonrió, eufórico y orgulloso, cuando en la pantalla de su ordenador apareció un jacuzzi con dos personajes dentro, besándose y con un gran letrero que gritaba "Congratulations!" sobre ellos.
Acababa de conseguir una pareja para su cliente en un juego que se había descargado hacía unos días. Estaba muy aburrido, ser oficinista no era un trabajo precisamente emocionante y en su pequeño estudio de soltero no tenía espacio para nada más que su cama y su ordenador. Así que se metió en la web, buscando cómo desaburrirse, y el juego apareció como por arte de magia en una recomendación de un Youtuber que solía seguir.
La verdad era, al ver el fondo rosa y las animaciones con corazones, que no era el juego que él se habría descargado de motu proprio, pero se fiaba de ese Youtuber y lo compró sin pensárselo mucho.
Lo peor de todo aquello era que el juego le había encantado.
Después de hacerse su perfil y enviarlo al ciberespacio para que cualquiera usara su personaje como posible cita para otro, a Baekhyun le encomendaron la ardua misión de emparejar a una mujer con otra persona.
El juego ofrecía distintas variedades de pareja, concretamente a su primera cliente le gustaban tanto los hombres como las mujeres, pero tenía gustos específicos sobre el color de los ojos y el pelo. Así que Baekhyun eligió cuidadosamente entre una lista de candidatos y candidatas, y eligió a la persona que más tenía en común con Madge, su cliente.
A partir de entonces, todo fue sobre ruedas. Era impresionante lo bien que se le daba aquel juego. Podía ver claramente los cambios en su aspecto físico que las citas a veces hacían para despistarlo, los temas de conversación siempre fluían bien, y sus mentiras no eran detectadas. Madge fue la primera de una larga lista de emparejamientos exitosos, y pronto su reputación como "matchmaker" estaba por las nubes, al igual que su ego.
-Pareces muy orgulloso de ti mismo.
Una voz divertida lo devolvió a la realidad, encontrándose con los ojos oscuros y la bonita sonrisa de Park Chanyeol dirigidas hacia él. Fue en ese instante cuando Baekhyun lamentó no tener un pinganillo en la oreja como esos personajes a los que les buscaba pareja, porque muy al contrario que lo que indicaban los datos en el juego, Baekhyun era pésimo tratando de seducir a las personas que le gustaban. Era torpe, decía cosas incorrectas en el momento menos adecuado y, además, solía escoger a tipos guapos solamente por el físico, para darse cuenta después de que no tenían absolutamente nada de lo que hablar.
Park Chanyeol era uno de esos tipos. Era un compañero suyo de la empresa, trabajaba un par de cubículos más allá del suyo, lo que normalmente le daba una buena vista del tipo cuando pasaba delante de su puesto para ir a la máquina de café, justo al lado del cubículo de Baekhyun. Alto, guapo, de brazos fuertes tal y como anunciaban sus mangas de camisa remangadas, y con un torso en el que hasta podía ver los abdominales de los mucho que se pegaba la camisa a su pecho. Y, joder, eso lo hacía tragar saliva con fuerza e imaginarse a sí mismo en el cubo de basura en el que acababan sus personajes cuando los rechazaban.
No sabía qué hacía Park Chanyeol en su cubículo en el descanso de la comida, pero ahí estaba, poniéndolo nervioso y caliente con su mera presencia.
-Sí, he ganado en un juego -optó por responder.
-¿Estabas jugando? -el otro pareció sorprendido, y entró aún más en su cubículo, inclinándose a su lado para mirar el ordenador-. ¿De qué va?
Baekhyun casi, casi pudo ver las dos opciones para mentir o decir la verdad, flotar delante de él. ¿Mentir y tratar de decir un título de un juego que lo hiciera quedar mejor a ojos de su guapísimo compañero? ¿O decir la verdad y arriesgarse a que Park Chanyeol saliera despavorido de allí sin querer verlo nunca más?
-Es... un juego de citas -susurró. La verdad era que no se le daba bien mentir, y si Park Chanyeol salía huyendo, bueno, al menos no tendría que soportar una cita larga y horrible en la que estaría tan completamente nervioso que quizá dijera algo peor que el hecho de que le gustara jugar a ser matchmaker-. Tienes que encontrarle pareja a tus clientes.
-¿Puedo verte jugar?
Bueno, aquello lo había descolocado. Asintió sin saber muy bien por qué, pero no se vio capaz de decirle que no a los ojos llenos de ilusión casi inocente del alto. Así que Chanyeol cogió la silla plegable que descansaba pegada a la pared y se sentó junto a él mientras Baekhyun trataba de asimilar lo que estaba pasando.
Comenzó por contarle vagamente que se suponía que él tenía una agencia para encontrarle pareja a la gente y cómo debía elegir al posible candidato o candidata para su cliente. Una vez hecho eso, podía modificar un poco su apariencia para que le gustara más a su cita y cuando ya estaban en el restaurante, ayudarlos con la conversación y la elección de cosas como el menú. Conforme iba jugando, y sin darse cuenta, comenzó a relajarse. Chanyeol también pasó de ser un mero espectador a intentar ayudarlo con los minijuegos y a emocionarse como él cuando salían bien.
Estuvieron jugando en armonía, eligiendo los mejores candidatos para cada cliente y emocionándose cuando les llegaban las cartas contándoles lo bien que les iba su vida en pareja después de que los juntaran.
-Ojalá fuera tan fácil -sonrió con algo de tristeza Baekhyun después de la tercera pareja que conseguían juntar.
-¿Te resulta difícil tener pareja?
Mierda, lo había dicho en voz alta. Miró a Chanyeol, quien lo observaba con verdadero interés, y se dijo que no había nada de malo en que tuviera menos diez mil de suerte con las citas, ¿no?
-La verdad es que no tengo una cita hace mucho tiempo, porque no se me dan bien.
-¿Por qué?
-Bueno -Baekhyun se revolvió algo incómodo en su asiento-, se me da mal tratar de parecer un buen candidato a pareja.
-Eso es una chorrada, Baekhyun -rió el alto, provocando que el otro frunciera el ceño y abultara los labios.
-No lo es.
-Sí lo es -Chanyeol lo miró, aún sonriendo pero con sinceridad-. A mí me pareces un buen candidato a pareja. Eres divertido y se puede hablar contigo, para una primera cita eso es mucho.
-Pero esto no es una cita -parpadeó el más bajo, confuso.
-¿Seguro? -alzó las cejas el alto-. Podríamos hacer que lo fuera.
Las palmas de las manos de Baekhyun empezaron a sudarle, podía notar su corazón latir deprisa y sus mejillas volverse coloradas, pero no era capaz de apartar la mirada de la cara de Chanyeol porque, joder, parecía que lo decía en serio.
-¿Es una broma? -murmuró, casi sin voz. El alto sacudió la cabeza y se acercó a él.
- Para nada -le sonrió-. Estamos solos en tu cubículo, hemos jugado juntos a un juego que tú me has enseñado, hemos hablado y hemos hecho que varias parejas virtuales sean felices, ¿por qué no vamos a serlo nosotros?
-No sé si eres romántico o si te gustan más las citas picantes -respondió de forma estúpida, haciendo alusión a una de las características de los personajes del juego.
Chanyeol sonrió más ampliamente y lo tomó por la barbilla con suavidad, evitando que se moviera, antes de darle un beso suave pero intenso que lo hizo suspirar de gusto, porque, joder, los labios del alto eran adictivos.
-Lo bueno de la vida real es que puedes tener ambas cosas, Baekhyun -susurró él al separarse antes de volver a mirar a Baekhyun-. ¿Tendrías una segunda cita conmigo, Baekhyun? Esta vez prometo llevarte a un restaurante.
-Y aunque no lo hagas -el más bajo lo miró a los ojos y se lamió el labio inferior antes de responder-, la respuesta es sí.
Chanyeol sonrió y Baekhyun lo mandó todo a la mierda antes de besarlo de nuevo. Porque si era el mejor matchmaker del universo, y Chanyeol estaba a su lado ayudándolo, estaba seguro de que todo les iría bien.
Es todo culpa de Noe(?
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