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— ¿Vas a irte verdad? — Jimin se tensó en su lugar mientras evitaba la mirada dolida del menor. — Jimin. — Presionó Taehyung mientras tomaba asiento frente a él en aquella cafetería. — ¿Por eso me has reunido aquí? — Preguntó.

— No sé si me iré. — Mencionó vagamente pero siendo sincero. Von simplemente había desaparecido del apartamento y tenía casi una semana sin haberla visto por ningún lado. — Quien me trajo hasta aquí desapareció, no sé que estoy haciendo con mi vida y ni siquiera sé si alguna vez podré llegar a corregir todo lo que nos dañó.

— ¿Ya sabes qué pasó? — Jimin asintió ante la pregunta mientras tomaba de su café. — ¿Crees que puedas solucionarlo si regresas? — Jimin rió sin gracia alguna mientras pequeñas lágrimas luchaban por escapar de él. ¿Es que Taehyung no entendía que no tenía manera de regresar?

— Te quiero mucho Tae. — Susurró de repente mientras le veía con cariño. — Voy a caminar un rato. — Mencionó levantándose de su asiento. Taehyung imitó la acción del mayor pero Jimin negó. — Necesito ir solo, cualquier cosa estaré llamándote. — Taehyung asintió renuente mientras veía al castaño salir de la cafetería.

Quizás esa sería la última vez que lo volvería a ver.

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Jimin caminó sin rumbo fijo mientras veía las estrellas en el azulado firmamento, la gente pasaba a su alrededor concentrada en sus propios problemas.

No sabe con exactitud cómo pasó, pero está frente a la cancha en donde YoonGi suele practicar, ve nuevamente a su alrededor antes de entrar en ella y conseguirse con la sorpresa de que el pelinegro está también ahí, sentado en todo el medio de ésta mientras toma de una botella de agua.

— Hey. — Saludó más para que el pálido sepa de su presencia que porque realmente quisiera hacerlo. YoonGi volteó a verlo regalándole una tímida sonrisa.

— No sabía que venías por aquí. — Mencionó YoonGi palmando el suelo a su lado, invitando silenciosamente al menor para que tomara asiento con él. Jimin asiente entendiendo claramente el mensaje.

— Estaba caminando sin rumbo fijo y terminé aquí. — Confesó sincero mientras poco a poco iba acortando la distancia con el mayor. — ¿Estabas practicando solo? — Cuestionó curioso mientras se sentaba a su lado. YoonGi suspiró antes de negar.

— Se supone que unos amigos iban a venir pero no lo hicieron así que me quedé aquí observando el cielo. — Se encogió de hombros restándole importancia. Jimin imitó la postura del mayor y alzó la cabeza solo un poco para poder detallar la hermosura del firmamento al frente de él. — Se siente tan lejos ¿verdad? — Preguntó el pálido.

— Está lejos hyung. — Susurró divertido. —Muy lejos realmente.

— El chico que te gustaba, ¿era feliz Jimin? — Preguntó el pálido de repente. Jimin analizó la pregunta por varios minutos antes de lograr responder.

— Lo fue, quiero creer que realmente lo fue. — Comentó con simpleza mientras sentía la tristeza recorrerlo de arriba abajo. — Cometimos errores, yo más que él. — Rió sin gracia. — Pero... Aprendí la lección, muy tarde para decirlo porque él no está aquí, pero espero que algún día pueda llegar a perdonarme. — Confesó viendo al perfil del pálido.

— Realmente lo amaste. — Mencionó YoonGi a su lado mientras suspiraba. — Jimin-ah, a veces tenemos que perder las cosas para darnos cuenta del valor que tienen. — Comentó aquello levantándose de su lugar y regalándole una mirada comprensiva al castaño. —Si pudieras retroceder el tiempo, quisiera que fueras feliz.

— Yo también quisiera que fueras feliz hyung, eres una gran persona. — YoonGi sonrió nervioso antes de tomar sus cosas y despedirse. Jimin se dejó caer en medio de la cancha mientras veía fijamente las estrellas. Un impulso hizo que se levantara del suelo y saliera corriendo detrás del mayor, YoonGi no iba muy lejos así que simplemente se forzó a correr hasta llegar a una distancia considerablemente cerca. — ¡Hyung! — Gritó. El pálido se detuvo en su lugar y volteó confundido hacia el castaño, Jimin avanzó hasta él y tomando por sorpresa al mayor lo aferró fuertemente en un abrazo. — Te quiero mucho YoonGi-hyung, por favor cuídate y vive una larga y próspera vida.

— ¿Por qué me dices esto tan de repente? — Preguntó confundido mientras sentía al menor temblar entre sus brazos. — ¿Jimin-ah? — Llamó confundido.

— Porque quiero. — Mencionó nervioso. — Y porque necesito que me prometas que serás feliz. — El pálido se separó del menor y lo observó en silencio, una sonrisa sincera adornó su rostro.

— Necesito que me prometas lo mismo. — YoonGi lo observó mientras llevaba una mano al rostro del menor. — Prométeme que serás feliz.

— Lo haré. — Asintió animado el castaño mientras dejaba escapar algunas lágrimas. — Cuide de todos hyung. — Culminó aquello mientras depositaba un beso en la frente del mayor. YoonGi asintió.

— Tú también cuida de todos.

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Cuando Jimin encendió las luces de su apartamento casi muere de un infarto al ver a la mujer sentada en el sofá, Von no se permitió reír ante la expresión del muchacho pero estuvo casi cerca de hacerlo. Jimin pestañeó incrédulo varias veces antes de acercarse un poco hacia ella.

— Si Jimin, soy yo. — Mencionó un poco divertida mientras veía al pálido y tronaba los dedos frente a él. — Disculpa el que desapareciera, tenía otros asuntos que atender y no podía pasar todo mi tiempo ayudándote.

— Pensé que me habías dejado abandonado aquí. — Se quejó el castaño. Von se encogió de hombros.

— Ganas no me faltaban, eres feliz aquí ¿no? — Le vio con interés. El castaño negó.

— Lo soy y no lo soy, tú sabes lo que quiero. — Jimin respondió siendo sincero mientras tomaba asiento en el piso. — Sé que una vez te dije que tomarás lo que quisieras de mí y lo hiciste, me trajiste a este mundo y dimensión totalmente diferente y lo volví a ver, pero no es lo mismo. — Confesó. — Lo veo, es YoonGi, pero no es mi YoonGi. — Rió sin gracia mientras jugaba con sus manos. — Incluso Tae y JungKook, no son los mismos porque son personas completamente diferentes a las que recuerdo.

— Jimin, ¿sabes por qué el pasado no se puede alterar? — Preguntó la pelinegra mientras lo veía con algo parecido a la tristeza. Jimin negó. — Porque existe el presente y el futuro, las cosas viejas pasaron ya, hay que abrirnos al mundo nuevo que estamos experimentando. — Jimin asintió consciente del significado oculto de aquellas palabras.

No volvería, jamás lo iba a hacer.

— Acompáñame. — La pelinegra se levantó del sofá y le ofreció la mano, Jimin la tomó dudosamente. Ambos caminaron en dirección hacia la habitación, Von siguió su camino hasta llegar la ventana y correr la cortina que la ocultaba. Jimin le observó confundido mientras ella veía fijamente el cielo estrellado, tan concentrado estaba en lo extraño del actuar de la mujer a su lado que no presenció el momento exacto en que una estrella fugaz hacia su viaje por el manto estrellado. — Jimin-ah si pudieras pedir un deseo. ¿Cuál sería? —Le observó fijamente. El castaño parpadeó confuso.

— ¿Qué? — Preguntó dudoso mientras sentía un hormigueó en cada parte de su cuerpo. Von le sonrió con cariño. — ¿Q-Qué va a pasar con los chicos? — Titubeó inseguro.

— Ellos serán felices, no te preocupes. — Sonrió. — Con respecto a tu primera pregunta, es solo eso. — Jimin le observó emocionado pero a la misma vez dudoso. La pelinegra sonrió asintiendo. — Pide un deseo. — Le animó.

— Por favor, regrésame con él. Quiero salvarlo. — Y al término de esas palabras todo se volvió negro a su alrededor. 

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¡Hola!

Muchas gracias por leer y votar en: Pide un deseo.

También muchas gracias por comentar a quienes se han tomado el tiempo de hacerlo, se los agradezco mucho.💕

Entonces... ¿Jimin obtendría su deseo?👀 ¿Qué esperan para el próximo capítulo? 

Quiero decir que esto ya está en sus capítulos finales, oficialmente esta historia termina en el capítulo 20.😭

¡Muchas gracias por leer y disculpen cualquier error!

¡Hasta la próxima!

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