UN AÑO DESPUÉS...

No he tenido una vida fácil, pero muchos pensaran que sí, una familia cuyo padre estuvo ausente y mi madre lamentable murió en un accidente automovilístico. Debido al alto poder adquisitivo de mi familia, muchas carencias fueron tapadas con dinero en una vida llenas de lujos. Soy una mujer bonita, con una cara y cuerpo cuidado, así que nunca me han faltado las mejores compañías porque así lo he querido. Mujeres atractivas ansiosas de compartir mi cama. Creía que, si surgía una atracción y ambas deseábamos lo mismo, no había motivos para no pasar la noche juntas... o la tarde, en algunos casos. No era más que sexo, una cosa que podía disfrutarse voluntariamente entre dos adultos. Lógicamente, había tenido muchas compañeras sexuales, relaciones que, en la mayoría de los casos, duraban días o semanas rara vez más. Los ligues ocasionales satisfacían mis necesidades.

Tengo una empresa cuyo éxito lo he basado en mi confianza y capacidad para negociar, cuentas en los bancos más prestigiosos del país, pero eso es demasiado banal para pensar que todo está bien en mi vida porque mi realidad es otra. Hay mucho detrás de toda esta vida "perfecta" que junto a mi relacionista público hemos creado.

No había tenido una relación sería y eso era algo que aún que intentará negar me quitaba el sueño. Me he equivocado con personas que solo querían mi dinero y estatus, como fue el caso de Martha Indriago, pero también he acertado en ciertos aspectos, como el profesional. He pasado por momentos duros que me obligaron a convertirme en alguien más fuerte, más fría, más distante y con mucho ego... En la emperatriz de hielo, como sé que me llaman algunos.

Por mi personalidad de seguro he hecho sufrir a mucha gente que ha intentado acercarse a mí. Odio sentir que he podido herir a alguien de la misma manera que lo han hecho conmigo, y sobre todo odio saber que unas de esas personas sea Amanda, pero esta es la realidad, así es como funciona el mundo. Nos caemos y nos levantamos, una y otra vez y debemos tener la fuerza suficiente para superarlo, porque, al fin y al cabo, eso es lo que nos hace crecer.

En este tiempo la vida me ha enseñado a aprender a confiar en las personas, porque como dice el dicho «Los buenos somos más» y Amanda pertenece a esa team del cual me negaba a estar, con ella me he quitado ese escudo que tanto me empeñaba en mantener, ese escudo que me ha protegido y ha impedido que entrara el amor verdadero. Escudo que logró derribar la que es ahora el amor de mi vida y con la que ahora soy feliz. Por eso estoy aquí en mi oficina dispuesta a dar un paso muy importante en mi vida. Tomé el celular y le envié un mensaje.

Tengo que apresurarme si quiero que me dé tiempo a todo. 

                                                                                     **********

Eran las 5:00 PM y recibí un mensaje de texto de Alexandra. Lo leo rápidamente porque había salido temprano de la oficina para hacer unas diligencias. El mensaje decía qué Alexandra me invitaba a una cena porque necesitaba hablar conmigo, me dio curiosidad el saber el motivo, pero no quise romper ese ambiente de misterio.

En la vida hay ciertas situaciones que es imposible de controlar, como por ejemplo de quién te enamoras; como me ha pasado con Alexandra, pero lo que sí podemos controlar es la decisión de compartir tu vida con esa persona. Cuando llegué a ATechnology's mi objetivo nunca fue fijarme en mi jefa, todo lo contrario, me parecía un ser egocéntrico y la principal tranca a mi evolución profesional, nunca fue una posibilidad, al menos de mi parte, pero el destino tiene caminos que a veces no entendemos.

En ese transitar de tu vida te vas topando con personas y situaciones que te van a enseñar, te encontrarás con caídas, baches, curvas y muchas complicaciones, pero descubres que merece la pena ser vividas, porque es lo que te puede llevar a la felicidad. Hoy el destino me trajo hasta Alexandra, no sé cuál será nuestro futuro y si ella quiere que yo esté en el suyo. «Qué espero que sí»

He encontrado una mujer valiente y luchadora, una mujer que de solo verla caminar haces que la veas con admiración y me encanta estar a su lado. Me gusta cada momento de pasión que me ha regalado, cada pensamiento, cada mirada y sonrisa. Me gusta perderme en sus brazos, en sus caricias y en cada beso, me emociona escuchar los ¡Te amo! Me gusta cuando se molesta porque se ve tan sexy, compartir lo que tiene y lo que es. ¿Y sobre todo saben lo que me gusta de ella? Sus juegos, su manera de dominarme e incluso sus celos. Me gusta ser la única que la puede dejarla sin palabras, hay pocas personas en el mundo como ella, como mi Alexandra, y me siento muy orgullosa de ser yo a quién ha elegido para mostrarse, tal cual es.

Ella es mi droga, quiero y deseo vivir drogada de amor por Alexandra Martell. Por eso la seguiré hasta el fin del mundo porque con ella todo, sin ella nada.