ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
Llegaron las elecciones y como los sondeos pronósticaban , Carlos Slavin era el nuevo alcalde de Los Ángeles.
Esa misma noche en mi casa , la celebración por todo lo alto y las calles llenándose de simpatizantes. Yo a un lado al margen , sonriendo tímidamente y procurando que mi estado de ánimo no fuese un problema.
Durante la cena el tema del "Picasso" , interrumpio mi calma.
Los comentarios y el odió hacia ese personajes que mis amigos e incluso novia dedicabam eran preocupantes.
Mis opiniones eran generales y seguí mi coartada hasta que definitivamente estuve entre la espada de la pared.
Fue el propio Carlos Slavin quien en una entrevista esa noche , cuando le preguntaron por qué sería lo primero que hara como alcalde, me dejó clara sus instalaciones.
" Se que ese hijo de mala madre, ese ladrón está suelto en alguna parte del país y voy a mover tierra y mar para que vuelva a la cárcel"
Su mirada era retadora y unos enormes escalofríos me pusieron el bello de punta.
Pocos minutos después, me llegó al teléfono una imagen difícil de explicar.
Las manos de mis padres entrelazas con sangre y suciedad , y en otra ellos muertos en tumbados en la cama.
Apague el teléfono móvil y me derrumbe ante todos sin que nadie pudiera consolarme. Más calmado y en voz baja les hable y les mentí diciéndoles que era por mi hermano cuando no era así.
A la mañana siguiente no acudí con ellos a la gran celebración que van a tener por la victoria de Carlos, y me ausente metido en casa después del trabajo. Melinda llego muy contenta con una gran noticia que darme : su jefe o sea Carlos Slavin la había llevado a casa y estaba subiendo para conocerme.
Tragué saliva e incluso me atragante solo de pensar que él iba a entrar en casa y así fue segundos después.
-Te presento a mi novio Barry- dijo ella haciendo las presentaciones.
Melinda le enseño el apartamento que nada dime que ver, con la mansión que esté tenía en alguna parte que desconocía de Los Ángeles. Ambos cruzamos muy pocas palabras pero miradas muchos y creo que en esas miradas nos dijimos demasiadas cosas.
Una hora después, después de tomar un café merendar Carlos se marcho.
Entenderme que puede tener muchas reacciones en ese momento, pero Melinda estaba ahí y tuve que contenerme.
Volvi otra vez a romper a llorar, y llegó el momento de confesar realmente quién era o quién había sido.
La senté en el salón y despacio comencé, hablándole de mi pasado de mi niñez.
Después le conté un poco que ya conocía a Carlos desde hacía mucho tiempo, y le confesé finalmente que yo era ese famoso ladrón que había salido de la cárcel años atrás.
Sin que pudiera digerir la noticia, añadir el fallecimiento de mis padres y las dos imágenes que tenía aún en mi celular.
Me había sincerado al máximo, y sentía una gran paz en mi interior.
Le dije lo mucho que la quería y que iba a seguir luchando por ella pero que tenía que entender que se había sido mi pasado y que ahora , muchos de sus amigos y van a querer matarme.
Melinda me pidió de inmediato que me fuese del que era su apartamento y el cual yo solo aportaba la mitad del alquiler. Tras insultarme lógicamente, y decirme verbalmente todo lo que pensaba, cogí una bolsa la llenes con la ropa que pude y salí de allí.
Había sido un testimonio difícil de asumir para ella y yo lo entendia , pero esto era lo mejor y ahora al menos sabía que ella estaba a salvo de lo que pudiera pasar a continuación.
Esa noche la pasé en la calle, cargando el móvil en algunos locales que había en la zona mientras hacía tiempo. Pero aquella persona en el cementerio tenia razón: yo era el siguiente objetivo, y tiene razón porque esa noche tuve que salir dos veces corriendo y esconderme de posibles asaltantes.
Por la mañana entre en una agencia y alquiler un apartamento. Tenía dinero no mucho pero al menos para acostarme un par de meses no iba a tener ningún problema. Pedi permiso en mi trabajo , y esa mañana realice todas las gestiones. Con Melinda no volví a hablar y lo único que la dije era que su jefe no era realmente quién era y que si tenía el valor, vendrá en su despacho y mirar en el segundo cajón de su mesa sabría realmente quién es.
Ella volvió a tirar contra mí toda la ida qué un tenía guardada ella e incluso nuestros amigos en común que también me lanzaron golpes por todos los sitios. Era una ladrón o había sido el ladrón y todo lo que pasará estaba dentro de lo normal.
Me coci un poco de arroz en mi nuevo apartamento, y ley las noticias desde mi celular, y todos los artículos , qué un hablaban de mí. A partir de ahí supe que que tenía que extremar las precauciones, porque como veréis a continuación intentaron matarme en varias ocasiones sin éxito.
Aquí jugó un papel importante mi pasado ya que pude defenderme de los asesinos a sueldo que alguien mando a eliminarme.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro