Me siento en el suelo de aquella azotea, y encojo las rodillas mientras el helicóptero que debía de sacarme del edificio en el que me encuentro, retoma el vuelo y gran velocidad desaparece de mi vista.  Me pongo en pié y me asomo a la barandilla observando a los cientos de curiosos que se han acercado hasta allí, alertados por el sonido de las sirenas de la policía y alarmas del edificio.

Asustado me vuelvo a sentar y me pongo a pensar mientras de fondo escucho a la policía gritando a la gente para mantener el orden.  Los escucho entrar y solo restan minutos para que lleguen hasta donde éstoy.

En esos momentos el tiempo se ralentiza y tienes tiempo de pensar en todo. En tus amigos, tú familia , gente que te conoce .
Mi novia que aunque llevábamos poco tiempo saliendo, era una pieza clave en mi vida . Tenia miedo por perder todo cuanto me había costado construir y lo peor era saber que todo lo tenía en mis manos y al final fui yo quien cayó en su propia trampa.

Fracasado, abatido agaché la cabeza cuando un agente me levanto y me coloco los grilletes, sintiendo el roce del metal en mi piel.
Las lágrimas de importancia no iban a impedir que los agentes de policía, tuvieran compasión .
Bajé casi rozando las rodillas en las escaleras y con ellas ensangrentadas me subieron al coche policial con la cabeza tapada y en mitad de gritos , insultos y hasta un intento de agresión.

Me senté y el vehículo tomo velocidad alejándose del lugar.
En mi mente el nombre de Carlos Salvin , aterrizó en forma de odio. Esa persona, una de las más importantes del país , político y con negocios turbios a sus espaldas era mi jefe. Quién me llevo hasta la cárcel cuando creyó que ya había llegado demasiado lejos.

Esta tarde murió un mito, una leyenda pará la policía, y para la delincuencia ya que su máximo exponente había sido derrotado.
La parte de la persona, intento mantenerse viva .

Jure que si la vida me daba otra oportunidad , sería una persona libre , viviendo una vida sencilla con la ilusión de formar una familia.

Moría PICASSO pero seguía vivo Barry spung.