—Debe hacer cinco repeticiones— SuHa ayudó a NamJoon a tomar asiento en la maquina de ejercicios que le permitía ejercitar su torso y brazos.

Lo dejó mientras ella hacia sus ejercicios de pilates cerca de él. Había encontrado algo que hacer en ese momento debido a que NamJoon tenia una disciplina increíble respecto a los ejercicios terapéuticos, tanto que ya no necesitaba demasiado apoyo.

—¿Si me siento con la fuerza suficiente puedo hacer más repeticiones?— NamJoon la miró acomodando su postura en la maquina.

—Por supuesto, pero no se sobre exija— ella volvió a lo suyo.

NamJoon sentía mucho más que apego a la situación que estaba viviendo. Tener a una chica como SuHa rodeándolo, haciéndole compañía a pesar de que no tenían una relación. Podría sentir que estaba menos solo después de todo lo que había sucedido con el accidente y el termino de su compromiso.

—Buenas tardes— la voz de MinJo, su representante, apareció en la habitación reverenciando hacia SuHa y NamJoon.

—Buenas tardes Sr. Jung— SuHa se levantó de su mat de yoga y salió de la habitación para dejar a NamJoon y él a solas.

MinJo vió salir a SuHa de la habitación y posicionarse en la cocina. Ella servía agua fresca para ambos como en cada visita y se quedaba en el balcón contemplando el lugar.

—La editorial te ha mandado un presente ¿Lo recibiste?— MinJo tomó asiento en una de las maquinas del pequeño GYM. 

—¿Lo dices por los libros?— MinJo asintió y sonrió —Bueno, he leído unos cuantos capítulos y esta muy interesante— NamJoon miró hacia el balcón donde SuHa estaba de espaldas.

—Estuve hablando con la editorial y el éxito en ventas que ha tenido este libro— mencionó MinJo —Y pensé que seria buena idea que te plantearas en un futuro escribir algo así—.

—¿Género Erótico?— adelantó su mentón y entre abrió sus labios.—Creo que no estoy en mi mejor momento para escribir sobre eso—miró sus manos y las colocó en las manillas de la maquina para seguir con el ejercicio.

—Pero tienes tiempo ahora con lo de las terapias, estas en el lugar que más te inspira— miró hacia el balcón donde SuHa hacia ahora sus estiramientos contra la baranda —Y mira eso, ella es muy guapa como para crear un personaje inspirado en ella—.

MinJo miró a Namu con picardía, sabía que SuHa a sus 24 años era una mezcla de amabilidad, delicadeza y ternura pero su cuerpo de muslos anchos y tonificados, cintura pequeña y busto menudo era lo que NamJoon podía desear.

—MinJo creo que debo pensar esto con calma, pero no me niego a la idea— dejó de ejercitarse y comenzó a hacer los movimientos de tobillo que hacia todos los días para prepararse a la rutina siguiente.

MinJo salió de la habitación despidiéndose de SuHa y NamJoon. Ella estaba hincada para colocar una tobillera y asegurar la zona ya que esta semana necesitaba que él comenzara a dar pasos, habían sido meses inmóviles.

—Si pudo aquella vez estar parado junto a la cama podrá dar algunos pasos— SuHa terminó de acomodar las vendas y se levantó.

—Solo me armé de valentía y sabía que si me caía la cama estaba ahí

—Por lo general la gente suele irse de frente y no de espaldas— lo miró alardeando de su conocimiento. —Nos acercaremos a las paralelas

NamJoon tomó asiento en la silla de ruedas y fue arrastrado por ella hasta las paralelas, una suerte de camino con rampas en ambos costados con antidelizando y barandas por ambos lados.

—No llegaremos hasta el otro extremo sino que buscaremos mantener nuestro peso y dar al menos dos pasos con cada pie ¿Tomas el desafío?— se inclinó hacia él con una sonrisa.

—Sí,  vamos— se animó y acomodó sus pies para poder tener una base estable. La silla de ruedas le sirvió para impulsarse y e afirmó del inicio de las barandas. SuHa al verlo de pie le resultó intimidante, incluso más que todas las veces que lo había visto antes.

—Lo estaré afirmando de atrás— advirtió ella — Desde la cadera para estabilizarlo—   y corrió la silla de ruedas para tener más espacio.

NamJoon se vió a si mismo de pie otra vez, miró al espejo del constado como SuHa acomodaba sus manos en su cintura  con ambas manos, las miró con una pequeña sonrisa en los labios pero no dijo nada, solo esperó las instrucciones de ella.

—¿Hay dolor o incomodidad?— preguntó ella.

—Nada, estoy listo para dar un paso— inspiró y exhaló aire con sus pulmones.

Sintió la presión de la rodilla de SuHa en la parte posterior de su rodilla para que elevara el pie y lo llevara hacia adelante y luego el siguiente. Nam sintió que sus pies pesaban un poco más de lo común, sin embargo siguió dando el pasos sin soltar la baranda.

—Bien NamJoon, lo felicito— dijo ella muy animada.—Ahora necesito que giremos — mencionó con calma —Para ello necesitas llevar el pecho hacia la derecha y apoyarse en una sola baranda con puerta y los pies los vas acomodando con cuidado— ella fue ayudando a mover la cadera de Namu, él solo la siguió con algo de torpeza.

SuHa de a poco fue tomando distancia y soltó la cadera de NamJoon, se paró cerca de él y miró su reloj de pulsera.

—Tomaré el tiempo para saber cuanta resistencia tienes hoy, solo avísame cuando sientas alguna molestia y paramos— ella lo miró y se acercó por fuera de la baranda.

—Muy bien— Nam la miró y pensó de inmediato dar lo mejor de sí.

Para ella haber logrado que NamJoon estuviera de pie en las paralelas era un logro enorme pero no era suyo sino de él. Una felicidad inexplicable le llenó el pecho. Miró la anatomía increíble del hombre que tenia e frente que  llevaba los ojos cerrados concentrado en no rendirse.

A SuHa le resultaba más atractiva la personalidad que el físico y NamJoon tenia un conjunto de cualidades que la mantenían atenta a él, como si fuera una obra de arte viva y dinámica, una exposición completa que la componían otras pinturas y esculturas que aún no descubría. Aquellos muslos fuertes que sostenían su cuerpo eran una  de las cosas que más admiraba de él al igual que sus manos y su pecho.

—SuHa, necesito un descanso—dijo en un quejido, SuHa con rapidez  se colocó de costado a él al inicio de la rampa y ayudó a que el cuerpo de Nam se girara hacia ella.

—Tendrá que caminar hacia mi— SuHa estaba frente a él, su rostro llega a la altura de su cuello y sus manos afirmaban su cadera.

La respiración cálida que salía por la nariz de SuHa golpeaba el cuello de NamJoon quien se sentía totalmente contenido con sus pequeñas manos en su cadera, manos que lo sujetaban con fuerza para evitar caer, nunca se había sentido tan seguro en las manos de una mujer.

—Volvamos a la silla— dijo ella junto a la piel sensible y lo hizo sentarse en la silla de ruedas nuevamente —¿Estás bien NamJoon?

—Sí— suspiró y levantó sus piernas con cuidado para subir los pies a los apoya pies.

—Estas un poco enrojecido— tocó su rostro con sus manos finas y pequeñas —Traeré agua fresca—.

NamJoon se quedó con los ojos cerrados pensando en el momento vivido, en la cercanía de su cuerpo con el de ella, en su respiración en el cuello, en su tamaño tan pequeño y frágil respecto al suyo.

—Tome, beba un poco— le acercó el vaso a sus manos —¿Necesitas algún analgésico?

—No gracias, quisiera que pudieras llevarme a mi estudio, creo que quiero escribir— la miró atento ocultando una sonrisa con picardía— NamJoon no necesitaba pensar más en la idea que su representante le había dado, necesitaba sacarse de la cabeza todas las ideas que tenia sobre SuHa en su cabeza.

¿Cuáles serán los escritos de NamJoon después de esta sutil interacción?