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XI

Analizando cada una de las versiones, los investigadores se enfocaron más en ambas damas que estaban en la sala, se comentó que ellas simplemente se infiltraron para poder ayudar a sus maridos, pero siempre estaban con la pequeña angustia de caer en la enfermedad, ya que en sueños veían a personas fallecer o seres queridos que no estaban vivos, los médicos dijeron que podría ser el mismo nerviosismo el cual les hacía imaginar esas cosas, puesto de que si hasta estas alturas de la vida no se han infectado seguramente es por algún factor genético o por un factor religioso. A pesar de que la ciencia y la religión no se llevan de la mano muchas preguntas podrían surgir de lo que sucedía dando respuesta tanto científica como de fe cotidiana, si bien bajó el resultado de los análisis se conformó una lista que de igual forma no decía nada razonable, solo fomentaba a esa duda sin respuesta alguna.

1° La enfermedad llegó de repente en un primer hombre que estaba en su trabajo.

2° Es propagada tras el contacto físico o salival de un infectado a un sujeto sano.

3° Produce alucinaciones.

4° Dos mujeres de la sala no se han infectado aún.

5° Tras pasar tres meses de cuarentena han fallecido varias personas por fases violentas que tomaban.

Estos datos eran analizados por cada uno de los científicos para poder crear una lluvia de ideas entre todos ellos, pero simplemente no daban a nada, no conducía al porqué la persona quedaba o no quedaba infectada, porque alucinaba, por qué reaccionaba de forma violenta en su entorno, se decía que podía haber aparecido un virus extraño en la sociedad y haber caído en la taza de café que tomaba este hombre, pero aquella idea fue desechada no solo por lo mal que sonaba y no tenía sentido alguno, sino porque sería tan imposible que le cayera a un primer hombre nada más.

-Es que esta enfermedad no tiene ningún sentido compañeros, llegó sin ser esperada y bajo los libros que nuestros antepasados han escrito no sale nada en lo que se pueda parecer, estamos en un limbo.

-Estoy completamente de acuerdo con usted, mi estimado psiquiatra, por lo que con mis colegas hemos pensado que esta enfermedad pueda ser castigo de Dios.

-Puede sonar como todo un disparate, pero es lo único que nos da a entender que Dios, el ser que generaliza la iglesia, nos está castigando por malas personas.

-Lamento informarles, queridos hombres, que esto no es un castigo divino, porque si lo fuera ya estuviéramos bajo la salvación de Dios, ¿no creen? No soy una mujer religiosa, pero tampoco soy atea, a lo que no deberían manchar el nombre de Dios por algo terrenal, ¿no piensan que nosotros mismos podemos contagiarnos por el estrés?

La mujer tenía razón, el trastorno podía venir del estrés, vivir en una ciudad como Londres, uno de los epicentros más congestionados del planeta era caótico, aquella hipótesis se agregó a la lista, claro era que se necesitaba de mayor estudio con profundidad, pero poco a poco iban adentrándose en el juego de la misteriosa enfermedad. Al acabar la reunión todos volvieron a sus lugares, los habitantes de la sala A volvieron en la misma forma que salieron a su sala adentrándose descalzos para no ser escuchados por nadie, el amanecer se iba haciendo presente dejando ver tras las pequeñas ventanas que estaban en la sala.

Todo se encontraba en silencio sintiéndose una paz, la tormenta cesó y los primeros rayos de la mañana empezaron a penetrar esos barrotes, el cansancio se había apoderado de aquellas almas científicas e investigadoras que la mujer del médico delegó a la chica de los lentes azules por ser la primera en despertar que estuviera al pendiente de la sala que la noche había sido cruel para ellos, ella sin poner peros accedió al ver los rostros demacrados por el sueño dejándolos dormir inclusive bajo las primeras voces de bullicio que acontece todas las mañanas.

Pasadas a hacer las 10:20 de la mañana, los aventureros se despertaron de su sueño reparador, todos los quedaban mirando al ser extraño que despertaran a tales horas de la mañana, desayunaron de las sobras que estas personas habían dejado, otra vez le han cortado las cantidades de raciones en un cincuenta por ciento, que quien aprovechará fuera el que no se quejara hasta las horas del almuerzo.

Se estipulaba que veinte especialistas de la salud con toda la protección de bioseguridad puesta se adentraran a las salas para revisar el estado de cada uno de los huéspedes forzosos de las cuatro salas, pero la espera quedo en el olvido, puesto que durante todo el día no llegaron al igual que la comida. El almuerzo una de las comidas más importantes del cuerpo no había llegado, solo podían aguantar los ácidos del estómago con las pocas botellas de agua que les quedaban para engañar el cuerpo, algunos se comían pedazos de papeles para aparentar, llego un punto en el que el hambre les estaba haciendo tener alucinaciones que inmediatamente las protestas se levantaron en las salas, hacerlos pasar hambre era otra estrategia que implementa el gobierno para acabar con aquellos seres que solo estorbaban en la vida según su concepto social y al ser poseedores de una enfermedad huérfana que no se sabe nada de ella, la única solución era que fallecieran por lo que la lucha por la supervivencia se hacía más fuerte en cada una de las salas.

Empezaron a correr los días en aquel hospital y conforme fallecían personas nuevas iban ingresando, por lo contado por los recién llegados la enfermedad sobrepasó los límites de la ciudad de Londres infectando poco a poco a gran parte de Reino Unido, todos los enfermos, unos quinientos por cada lugar eran enviados al hospital junto con personas sanas, es decir, comenzaron a invadir las zonas seguras para que cupieran más personas produciendo que muchos más durmieran en los fríos suelos.

Personas que tenían consigo enfermedades cardiacas, respiratorias, terminales, crónicas y un tope alto de psiquiátricas eran las primeras que fallecían al no soportar sus primeros ataques, los lamentos se escuchaban día tras día de parte de los nuevos pacientes como de algunos viejos. Cuando alguien de la sala fallece la lucha se formaba en los pasillos del hospital, todos peleando una cama sin importar las condiciones de que fuesen mayores de edad, estuvieran las mujeres embarazadas o con bebés en brazos, todos eran la misma lacra de enfermos estando en la misma situación desastrosa.

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