Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ocho

Estoy sentada en el bus que nos llevará al estadio.
El ambiente es tenso, todos los jugadores están nerviosos, se nota.

La mayoría de ellos nunca ha disputado un mundial, la inexperiencia hace que los más jóvenes estén nerviosos. Recuerdo minutos antes como el más veterano, Sergio Busquets daba un discurso motivador, aunque no sirvió de mucho ya que los jugadores siguen igual de nerviosos.

El estadio es el más grande que jamás habré visto en mí vida, he estado en varios estadios en España, pero, ninguno se compara a las magnitudes que tiene este.

Aunque para mí ninguno es como todos y cada uno de los rincones del estadio blanquivioleta, a lo mejor es porque me he criado allí, pero, Zorrilla siempre tendrá esa magia que se siente cada vez que entras en casa.

El bus frena, hemos llegado a la zona de jugadores, staff, entrenadores, etc. Todos nos bajamos en un ambiente silencioso, cada uno estará pensando en el partido que se disputará en una hora.

Dejo mis cosas en mi taquilla y reviso por quinta vez que la cámara tenga todo en orden, estoy nerviosa, tengo miedo de tomar fotos malas y que luego Gavi no pueda subirlas, tengo miedo de hacerlo mal.

Llevo toda la vida dependiendo de la aprobación de todo el mundo, muchas veces sin ser consciente de ello, pero, desde que Lucas hizo presencia en mi vida no he vuelto a ver el mundo de la misma manera, en cierto modo, él me apagó, hizo que mis sentimientos no valiesen absolutamente nada.

Si no hubiese sido por Álvaro, no estaría aquí a día de hoy, y, es triste, cómo alguien puede hacerte tanto daño que seas tu la que acabe al borde de todo.

Sacudo mi cabeza, la cámara esta en perfectas condiciones, la dejo en mi mochila, ya tengo todo preparado para el partido.

— ¿Otra vez en las nubes, lunática? - Pedri entra en la habitación.

— Más quisieras, Pepi.

— Estaba buscando a la pesadilla de Pablo, supuse que estaba contigo.

— Pues no lo he visto desde esta mañana en el entrenamiento.

— Vaya, si le ves dile que le estoy buscando y que mueva el culo hasta la zona de calentamiento. - Pedri va a salir de la habitación, pero, se gira una última vez - Lo vas a hacer bien, Lucía, confía en ti. - dicho esto se va.

Sonrío y termino de prepárame para después ir a buscar a Gavi, es raro que no haya aparecido con los demás cuando suele ser el primero en estar calentando.

Paseo por todas las salas de esta sección, no está en ninguna de ellas, la preocupación se apodera de mí, temo que le haya pasado algo, por el camino me encuentro a varios jugadores y miembros del staff, pero, ninguno parece haber visto al sevillano por ningún lado.

— Ansu, ¿has visto a Gavi por algún lado?

— Creo que se estaba dando una ducha, antes del partido. - Ansu pasa por mi lado con una botella de agua de la mano.

— ¿Quien demonios se ducha antes de un partido?

Ansu se encoge de hombros y suelta una pequeña carcajada, sigo avanzando por los pasillos hasta llegar a una puerta donde en la parte superior pone la palabra "Duchas", abro la puerta dudosa, no estoy segura de lo que vaya a ver.

— ¿Pablo? Pablo, ¿estas aquí? tienes que ir a calentar ya con todos.

Gavi está sentado en un banco del vestuario, tiene los codos apoyados sobre sus rodillas y las manos en su cabeza.

— Venga, tú tranquilo que lo vas a hacer genial, ricitos.

— No puedo respirar...

— ¿Que?

— Me duele el pecho, no puedo respirar, Lucía. - Pablo se lleva una mano al pecho.

Ahí lo entiendo todo, su respiración agitada, el que no pueda respirar, su sudor constante, el temblor de manos.

Pablo está teniendo un ataque de ansiedad.

— Ey, ey, céntrate en mi voz, céntrate en mi voz y respirar hondo.

— No puedo, no se lo que hacer...

Cojo una de sus manos y la coloco sobre mi pecho, justo encima del corazón. Le digo que se centre en mis latidos, pum, pum, pum, Pablo parece que se relaja levemente aunque todavía sigue con la respiración agitada.

La primera vez que yo tuve un ataque de ansiedad fue cuando conocí al equipo de mi hermano, estaba abrumada, tanto que se me hizo un nudo en la garganta, igual que a Gavi.

Pienso rápido que es lo que puedo hacer.

Oh lights go down, in the moment we're lost and found, I just wanna be by your side... - canto suavemente mientras sigo sujetado su mano encima de mi corazón.

Poco a poco su respiración va calmándose, su pecho sube y baja más lentamente lo que indica que está más relajado.

Dejo pequeñas caricias en su hombro, le sonrío lo mejor que puedo y en ese instante el me mira.

Pero, no es una de sus miradas, es una mirada de agonía, siento su terror, sus ojos me piden un abrazo así que yo extiendo mis brazos para recibirle en ellos, el se acerca y yo lo único que puedo hacer es acariciarle la cabeza.

Y ahí entre mis brazos, Pablo se rompe en llanto, porque al fin y al cabo solo es un chico de dieciocho años que sufre la presión masiva de ser de los mejores.

— Ya está, Pablo, ya está, vas a brillar esta noche, créeme.

...

El partido ya ha comenzado, Pablo pudo calentar con todos a tiempo, ninguno pronunció palabra sobre lo que ocurrió en las duchas, ni tampoco pensábamos hacerlo.

La selección parece coger el ritmo rápidamente, cojo mi móvil para llamar a mi hermano, el lo responde rápidamente dejando ver nuestra casa.

¡Hola, renacuaja!

— Hola Álvaro. - sonrío al ver a mi hermano por la pantalla.

Estamos todos aquí viendo el partido.

— ¿Todos?

Cuando digo todos es todos. - mi hermano enfoca el salón donde la mayoría de los jugadores del equipo están sentados mirando la televisión - Mamá está aquí también.

— Mamá te echo mucho de menos.

Mi madre sonríe y me lanza un beso, escucho como mi hermano se queja de que el también existe y más cosas, pero no lo hago mucho caso. Me cuenta que ella y mi hermano están bien y que esperan que esté allí lo máximo posible.

Me despido de ella, le envío millones de besos y miles de abrazos, la cara de mi hermano, vuelve a inundar la pantalla.

Quiero ver lo guapa que vas.

Ruedo los ojos apoyo el móvil en la silla donde estoy sentada, piso excesivamente para que mi hermano me vea, el ríe y veo como hace varias capturas mientras hago el bobo en frente de la cámara.

— Para que haces capturas, idiota.

Que pasa, ¿que el gaviota ese del que llevas la camiseta puede tener fotos tuyas y el guapo de tu hermano no? - mi hermano contesta provocando un gran "uhhh" por parte de sus compañeros.

— ¡Alvaro! El y yo no somos nada.

Ya, y yo me chupo el dedo.

— Que no somos nada.

Eso decía yo de Tania y a la semana ya estaba colado hasta las trancas por ella.

— Tú es que eres un romántico.

Y el moco ese seguro que también. - poco a poco un corro se forma alrededor de Álvaro.

Son tan unidos que parecen marujas de pueblo, los odio.

— El no es nada de eso, tato.

Venga ya, una chica como tú, hace que cualquiera cambie por ella.

— Él no cambió.

A ese le debería haber dado una buena lección.

Voy a responderle cuando el primer gol cae, Dani Olmo se estrena en el partido siendo el primero en marcar, grito y miro a mi hermano que está igual que yo, celebrando.

Ese gol es la puerta que abre los tres siguientes, Marcos Asensio, seguido de un doblete de Ferran Torres, el conjunto español se va al descanso con una sensación bastante buena.

Desde el banquillo he podido hacer varías fotos no solo de Gavi si no se también varios jugadores más.

En el parón aprovecho para sacar la tarjeta de memoria de la cámara y ponerlo en una ranura que las enviara directamente a sus respectivos jugadores.

Jamás había visto tal tecnología, pero, este país si de algo ha mostrado es que su tecnología es bastante mayor que la de España, aunque lo tecnológico no quita lo cultural.

En nada los jugadores salen de nuevo al campo, Gavi me mira y me sonríe, yo le respondo con un "vamos".

La segunda parte comienza con una entrada fuerte de España, a pesar de los goles ya marcados.

Decido subir al palco superior, el campo tiene una mejor vista desde arriba, varias familias de los jugadores de España están en este palco.

Si soy sincera conozco poco de la vida familiar de los jugadores, solo conozco a Allice, mujer de Alvaro Morata porque varias veces se han encontrado con mi hermano.

Me siento y como si la magia de los mundiales surgiese su efecto, un milagro ocurre.

Minuto 71, Morata coloca el balón perfectamente para que Pablo meta el balón en la red de la portería.

Me alegro, quizás más que los goles anteriores y es que el sevillano celebra su gol señalándome, ni si quiera se como ha conseguido saber que yo estaba ahí pero lo a hecho.

Y en ese instante siento como una estampida de rinocerontes acaba con mi estómago, me siento eufórica, le respondo lanzando un beso, que seguramente haya sido retransmitido para toda España.

Pero, sinceramente, me da igual.

...

El partido acaba con un 7 - 0, favoreciendo a España, es una manera estupenda, pero, hay que ser ambicioso, querer mejorar incluso siendo el mejor.

Así como lo hizo Messi.

Las entrevistas empiezan, los jugadores se van a los vestuarios, Gavi se queda en una entrevista.

Con tan solo 18 años ha sido nombrado MVP del partido, estoy segura de que su familia estará más que orgullosa, por verle lograrlo todo, por verle crecer cada día.

"Papá lo estamos consiguiendo, por ti."

Y sin quererlo beso el escudo de mi selección, la selección que fue la vida de mi padre. Evito que me salgan lágrimas, no es momento de llorar.

Gavi posa con el premio, aprovecho y le saco una foto yo también.

Me voy, recojo todas mis cosas y me subo al bus donde todos los jugadores celebran entusiasmados, incluso Luis Enrique está celebrando.

Mi móvil vibra.

◯ pablogavi

pablogavi. I've got my eye on you. @luciaguado

Oh, no.

¿Qué pretendes hacer conmigo, ricitos?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro