epílogo
— ¡Papá espera!
— ¿Desde cuando mi hija de cuatro años me da órdenes?
Dicho eso cojo a Mía entre mis brazos y comienzo a hacerle cosquillas lo que provoca su risa. La pequeña de mechones rubios sale corriendo de la habitación riéndose todavía.
Me miro en el espejo, nunca hubiese creído que estaría aquí a día de hoy, vestida de este modo y tan nerviosa. Me sacudo un poco el vestido dándome un ultimo vistazo a mi misma, estoy mucho más delgada que antes lo que hace que este vestido me haga parecer que tengo más curvas de las que tengo, mi pelo está recogido en un moño del que caen algunos mechones por todo mi rostro.
Por primera vez me veo guapísima.
Alguien toca la puerta y yo grito un "adelante".
Pedri me mira orgulloso y yo le sonrío como siempre, conocer a Pablo me ha provocado muchas emociones, pero si me tengo que quedar con algo es que he podido conocer a alguien tan maravilloso como es Pedri, ha estado siempre, incluso sabiendo que Pablo era su mejor amigo. Él me abraza y me hace girar sobre mi misma.
— Mirate, vestida de blanco y más guapaque nunca, ¿Tenía razón o no?
— Tenias toda la razón del mundo, Pepi.
Ambos reímos.
— Y qué, ¿Has venido con Fer hoy? No le he visto todavía por aquí.
— Todavía no va a llegar, he venido con alguien más.
Le miro sorprendida. Él comienza a ponerse rojo y a jugar con sus manos, me parece el momento más tierno del mundo, Pedri nervioso por decir la pareja con la que ha acudido a mi boda.
— Se llama Maia, es de un pueblito cerca de Tegueste, nos hemos conocido hace unos meses y me parecía bien que viniese hoy.
— ¿Te hace feliz?
Pedri asiente y yo me acerco para abrazarlo.
— Te dije que al final encontrarías a alguien que amas esos ojitos marrones tan bonitos que tienes.
Él se ríe y deja la habitación. No pasa mucho tiempo cuando vuelvo a escuchar la puerta abrirse.
— ¿Qué te has olvidado ya, canario?
— Se me ha olvidado una estrellita perdida por aquí, ¿La has visto por algún lado?
Me giro para mirarlo, está mucho más mayor, se ha dejado crecer la barba levemente y se nota que está más musculado que la última vez, desde que dejó el Real Valladolid no he podido saber mucho más de él más que por mensaje.
— Iván
— ¿No me vas a dar un abrazo?
Me acerco deprisa y él me rodea con sus brazos, de pronto siento esa calidad que solo sentía con el, con mi mejor amigo.
— Yo...
— No tienes que disculparte por nada, sabía lo que había, pero fui egoísta por un segundo y quise saber lo que era amarte, Lucía y, no me arrepiento por nada el mundo por haber compartido esos meses contigo.
— Pero, no me puedes pedir que no me sienta culpable cuando te dije que te amaba cuando había dejado de hacerlo. - el remordimiento inunda mi cuerpo, siento como mis ojos empiezan a escocer.
— Eh, hoy no se llora, que estoy seguro de que Gavi me mataría por hacerte llorar.
Río y agarro sus manos mientras le miro sonriendo.
— Quiero que el primer baile nupcial sea contigo, Iván.
— Será un placer, señorita. - Iván hace una reverencia y me besa una mano.
Una vez se va, termino de retocarme el maquillaje, no tardan mucho en llamarme para decirme que es el momento, mi momento de salir.
Lo que sucede después se me quedará grabado en la mente para siempre,
Mi hermano aparece con la sonrisa más grande del mundo mientras me repite lo guapa que estoy y lo mucho que me quiere. Camino enganchada de su brazo, pero en mi cabeza es mi padre quien me lleva al altar con su barba canosa y su gran tranquilidad que me hubiese dado la calma que he necesitado en muchas ocasiones. No es hasta que le veo allí de pie cuando soy consciente de que me estoy casando, que he decidido compartir el resto de mis días con ese sevillano malhumorado.
Miro a María que me dedica una mirada orgullosa.
En cambio, Pablo me mira sonriendo, sus ojos brillan como dos luciérnagas. El cura comienza la boda, todo el mundo nos mira contento, mi hermano no ha durado mucho y ya está llorando en el hombro de mi madre, blandengue.
La hora de los votos llega y veo como Pablo saca un papel de su bolsillo.
— Realmente no sé como empezar, nunca he sido muy bueno con la palabras y creo que pedirle ayuda a Pedri hubiese sido demasiado, debe estar harto de mi. - algunos invitados se ríen - Desde el primer momento en que te vi en esa playa supe que algo de ti me había llamado la atención, quizá siempre fue mas que eso, me has querido y lo más importante me has dejado quererte, a pesar de todos los baches que hemos ido superando juntos y que espero que sigamos haciendo, que decirte si ya lo sabes todo, pero yo también se que quiero recorrer esta vida contigo, lo supe desde el primer momento y lo sabré por el resto de los años.
En su mirada encuentro el sentimiento más puro que existe, el amor.
— Cuando te conocí y me pediste que te acompañara a Qatar sin ni si quiera conocerte me pareció la tontería más grande que me habían contado, pero al verte tan convencido acepte, a día de hoy no se porqué lo hice, tampoco me importa, porque la vida se trata de tomar decisiones que no sabes que te van a dejar, a mi me hizo conocer al amor de mi vida, una simple foto me hizo empezar esta aventura de la cual me llevo cada momento, me hizo conocer a mi chico, A Pablo, porque siempre fue Pablo y no Gavi.
Gavi me mira para después tomar una de mis manos y colocar el anillo de boda, yo hago lo mismo.
— Pues entonces, el marido puede besar a su esposa.
Pablo me mira y agarra mis caderas para después juntar sus labios con los míos, los invitados estallan en vítores y celebraciones. Yo miro al que ahora es mi marido y entiendo el porque los libros de amor son tan largos, enamorarse es un camino difícil, pero enamorarte del indicado es todo un camino de rosas, unas veces huelen bien y otras pican.
Mi hija corre hacia nosotros y yo la recibo con los brazos abiertos, su padre juguetea con ella hasta que veo como mi madre se acerca hacia nosotros con una cámara, la de mi padre.
Sonreímos y mi madre no tarda en hacernos la foto.
Todo esto sabiendo que una memoria mas sería conservada en un estúpida foto.
Una foto que no podría ser si ese día no hubiese ido a aquella playa de Montgat.
Y colorín colorado, Pablo y Lucía se han casado y esta historia terminado. Muchas gracias por todo siempre, sois los mejores, os estimo molt.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro