diecisiete
Han pasado varias semanas, España casi se queda fuera de las listas del mundial ante Japón, pero, por suerte Alemania nos dio la ventaja y pudimos pasar por los pelos.
Hoy. Hoy estamos ante la posibilidad de pasar o no de cuartos de final contra Marruecos.
Han pasado 78 minutos y ninguna de las dos selecciones ha tenido oportunidad de gol. Mi hermano está sentado en uno de los palcos más cercanos al campo, se le ve tenso, mi hermano es la típica persona que rompería cualquier cosa mientras está viendo un partido de fútbol.
Sinceramente el partido me está pareciendo aburrido, en mi opinión nuestra selección está por encima, pero, a un nivel muy bajo.
El minuto noventa llega, y a pesar de haber tenido una oportunidad clarísima de Pablo Sarabia el balón no entró por una distancia mínima.
Ahora toca ponerse las pilas en la primera parte de la prórroga.
Gavi se me acerca sonriendo levemente. Me abraza, más por necesidad que por gusto.
— Siento que me caigo, Lucía.
— Lo estás haciendo muy bien Pablo, aguanta un poco más, solo un poco más.
Gavi me mira, y con tan solo una simple mirada sé todo lo que le está pasando por la cabeza, si España cae eliminado no lo va a soportar.
— Confía en ti, Gavi, en tu pasión, en tu juventud y en el talento que tienes, no dudes ni un segundo que no vales para esto, porque lo haces, si alguien en este mundo puede hacernos ganar eres tú.
— Hay miles mejor que yo.
— ¿Y de esos miles quienes está aquí? Solo tú, Pablo, solo tú, sal al campo y demuestra quien eres.
Y con eso parece que le subió el ánimo, o por lo menos parece que le pareció suficiente.
Pablo hace el amago de marcharse, pero, antes de eso se acerca hacia mi y me da un pico con un abrazo que podría haberme roto los brazos.
— Mi suerte siempre está en ti, cenicienta.
Gavi corre hacia sus compañeros para aclarar varias cosas de lo que sucederá en la prórroga, Luis Enrique tiene que tener muy claro a quienes elegir en el caso de llegar a la tanda de penaltis.
El árbitro pita el comienzo del partido tras la selección de campos, España empezará en la derecha y Marruecos en la izquierda.
Mis piernas empiezan a temblar, la realidad es que me aterra el que no clasifiquemos hoy, sería una decepción tras la ilusión que se ve en la gente.
Luis Enrique ha conseguido lo que pocos, ha conseguido ilusionar a todo un país. Y por eso creo que le voy a estar agradecida siempre.
Sin embargo la primera parte de la prórroga transcurre como los noventa minutos anteriores, sin a penas ocasiones de gol. El seleccionador comienza sus últimos cambios, no cuenta con Pablo para los penaltis. El sevillano es sustituido por uno de los veteranos, Álvaro Morata, al que le dedico una mirada reconfortante antes de que salga al campo.
Gavi se acerca hacia mí con la morada totalmente perdida, sabe que este es nuestro final, en cierto modo yo también. Se sienta a mi lado sin decir absolutamente nada, yo tomo su cabeza y la apoyo suavemente e mi hombro mientras dejo pequeñas caricias en ella.
El acontecimiento que ninguno quería llega, nos jugamos la clasificación en penaltis. Según he oído Carlos Soler, Sergio Busquets, Pablo Sarabia, Álvaro Morata y sorprendentemente Pedri, serán los encargados de chutar.
Sarabia falla el primero mientras que la selección marroquí lo acierta, Ziyech encaja la pelota en la portería mientras que Carlos Soler falla el penal, todo depende de Busquets.
El capitán de la selección falla y Unai para la pelota.
Solo queda que pare el siguiente tiro.
No lo hace.
Marruecos estalla en gritos y celebraciones mientras yo siento como si el mundo se me cayese encima, y soy muy débil para soportarlo.
Unos brazos me rodean, Pablo me abraza mientras me mira como si no quisiese que esto me afecte, sus ojos brillan más que nunca bajo las luces de Qatar.
— No pudimos darle el mundial a nuestro país, pero, lo más importante, no pude hacerlo por tu padre. - suelta Gavi con la voz medio rota.
Esas palabras suenan en mi cabeza como una bomba de relojería, mis ojos empiezan a escocer, me tiembla todo el cuerpo. Nos merecíamos más, merecíamos llegar más lejos.
Me pego más a su cuerpo y los brazos de Gavi me rodean como si fuesen una muralla que me protege de todo, no quería llorar cuando llegase este momento, pero, como duele.
Duele el sentimiento de que pudo ser más, que estuvimos a nada de serlo todo, este mundial siempre será esa historia de amor que nunca llega a cumplirse y que sobre todo fue una lucha constante que dejó muchas pérdidas. Esa historia que fue la más bonita, pero, su final siempre será el más doloroso.
— No me sueltes Pablo, por favor.
— No lo haré nunca, amore.
Noto como una mano se apoya en Pablo.
Pedri.
Si Pablo estaba destrozado, Pedri estaba hecho cachos, tenía los ojos rojos, parecía cansado y sobre todo sus ojos reflejaban la impotencia y el odio que se tiene a él mismo por no haber hecho más.
Dolía ver a Pablo mal, pero, ver a Pedri era como una apisonadora que te pasaba por encima.
Abro mis brazos para que el canario se una a nuestro abrazo.
— Tendría que haber corrido más, o dar mejores pases, este mundial me quedó gigante cuando yo soy todavía un chaval que le gusta jugar en la cancha del pueblo.
— Hemos hecho lo que hemos podido, tío. - Gavi le acaricia la cabeza a su mejor amigo.
— Pero no fue suficiente, no fui suficiente.
En ese momento Pedri me mira con lágrimas en los ojos, yo le acaricio la mejilla y le sonrió de la manera más dulce que puedo.
— Todo son experiencias, te caes y te levantas, hoy podrás llorar, pero, mañana ese dolor tiene que convertirse en fuerza.
Pero, en ese momento Pedri quería de todo menos ser fuerte, así que entre lágrimas se acercó hacia mí en busca de consuelo. Pablo le mira con dolor, si algo le dolerá más que nada en el mundo es ver a Pedri tan echo pedazos.
Bueno, eso nos dolerá a ambos siempre.
Yo morí ese día, con la selección que me acompaño durante cuatro magníficos años, la selección de Luis Padrique siempre será una de mis favoritas. 💔
Os dejó aquí una frase que saldrá en los próximos capítulos. ¿Quien creéis que lo dice?
"No intentes aprovecharte de que dependo de ti para vengarte de lo que él te hizo, no seas como las demás."
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