dieciséis
Estoy en mi habitación, los médicos me han dicho que dentro de lo que cabe podría haber sido, pero, no puedo negar que todo mi cuerpo duele.
Y no solo físicamente sino mentalmente también, llevo toda la noche mirando al techo sin un objetivo alguno, todavía me duele, me duele el que haya querido volver e intentar destrozarme la vida de nuevo, pero, aparte de dolerme me da rabia, impotencia más que nada.
Alguien toca la puerta, me levanto con las pocas que me quedan.
Pedri está en frente de mi con un ramo de flores y un regalo. Le dejo pasar, esta sonriendo, supongo que para intentar sacarme una sonrisa a mi también, y lo consigue, solo basta mirarle a los ojos y que todas sus emociones se me peguen como una ventosa.
— Gavi me ha dicho que viene dentro de un rato. - Pedri me extiende la caja y el ramo.
— No hacía falta.
— Todos queríamos darte algo, Morata tuvo la idea del ramo y el regalo, nosotros queríamos algo más discreto, pero, bueno, se puso muy pesado.
Suelto una carcajada, Morata siempre ha sido así.
Abro la caja encontrándome con una camiseta de la selección firmada por todos los jugadores, sonrío, el ramo de flores no son unas flores cualquiera, son lirios blancos, mis favoritos.
Abrazo a Pedri y le doy las gracias, él no me abrazo muy fuerte porque sabe que me
dolerá, deja un beso en mi frente y me dice que se tiene que ir a entrenar.
Alguien llama a la puerta. Pedri corre a abrir, supongo que será Pablo, mi boca se abre al ver a mi hermano en la puerta, al verme corre hacia mi y a pesar de que siento todo mi cuerpo llorar de dolor no le digo nada.
Álvaro comprueba que estoy bien y llena mi cara de besos y más besos.
— Llegó a estar yo aquí y me cae la perpetua.
— Tuve muchísimo miedo, Álvaro.
— Pero, Pedri y Gavi llegaron a tiempo y eso es lo que cuenta, Lucas no te hará daño nunca más, puedes respirar, Lucía.
Y con eso el aire entra por mis pulmones por primera vez en mucho tiempo, por primera vez siento que nadie me puede hacer daño, que ahora Alvaro está aquí conmigo y que no tengo porque tenerle miedo a nada.
Mi hermano es y será esa brisa que te permite respirar y que te hace sentir seguro, mi hermano será todo lo importante para mi, mi hermano siempre estará para mi, siempre.
— Mi niña bonita, mamá y yo vendremos para el próximo partido, tiene muchísimas ganas de verte.
— No sabe nada ¿verdad?
Mi hermano niega con una mueca triste.
Si alguien sufrió más que yo cuando estuve con Lucas, fue mi madre, durante ese periodo de tiempo vi que sus ojos perdieron el brillo y la felicidad de una madre, yo nunca fui consciente de ello hasta el día que no pude más y decidí para con aquello.
En cierto modo me odio por eso, por haber hecho que mi madre sufriese por algo que yo misma pude ponerle freno.
Mi hermano me rodea con los brazos y me aprieta entre ellos, me doy cuenta de que Pedri ya no está en la habitación, supongo que se habrá ido a entrenar como dijo anteriormente.
— ¿Entonces te quedas?
— Si, estoy en un pequeño hotel al lado de la concentración.
Asiento, me calma saber que mi hermano está cerca, siempre estoy mejor si Álvaro está a mi lado.
— Al partido también vendrán los chicos.
Mis ojos se abren como platos, no me esperaba eso, mentiría si dijese que no la hace ilusión, pero, si que me hace ilusión.
Después de tanto tiempo voy a ver a los chicos de nuevo.
— Bueno, te dejo, que por ahí hay un chaval que está como loco esperando por entrar aquí. - Álvaro me mira con una sonrisa pícara y yo le empujo como respuesta.
Mi hermano abandona la habitación dejándome completamente sola, sonará raro, pero, desde que conozco a Pablo siento frío si no estoy con él.
Suena raro, pero, es así. El amor es igual de impredecible que la muerte e igual de adictivo que la droga más dura del mundo, pero, aún así lo consideramos una de las cosas más bonitas jamás creadas por el ser humano.
Y conocer a Pablo fue como abrazarme a mi misma y asegurarme que todo iba a estar bien.
La puerta de mi habitación se abre, Gavi entra, tiene una cajita de la mano y se le nota un poco nervioso.
— ¿Habéis preparado más regalos? Pedri me dijo que era solo la camiseta y el ramo de lirios.
— No, esto es de mi parte.
Abro la cajita, en ella se encuentra otra caja más pequeña envuelta en un papel negro de seda, al abrirla me encuentro con dos anillos de plata, uno de ellos es un anillo normal con una mariposa en la parte superior de el, el otro es prácticamente lo opuesto, un anillo de grosor considerable el cual tiene un hueco con una forma de mariposa al igual que el otro anillo.
Son anillos complementarios.
— Me estoy muriendo de vergüenza, no suelo hacer este tipo de cosas, ni chorradas ni pijadas de estas, pero, por ti lo que sea, Lucía.
— ¿Chorradas?
—Quiero decir, nunca he apostado por ninguna de mis relaciones tanto como lo hago ahora, ni he sido de los que componen canciones o de los que escriben un poema precioso, no, a mi me cuesta más que nadie expresar mis sentimientos, pero, que si tengo que ir a recogerte a la otra punta del mundo solo porque te apetece, lo voy a hacer, solo porque eres tú.
Esas palabras se cuelan dentro de mi como una ráfaga de viento. Pablo ahora está sentado a mi lado en la cama.
— Tampoco creo que sea para tanto.
— ¿Que no es para tanto? Podría haber escogido a miles de especialistas en el mundo, pero, te escogí a ti, te escogí sabiendo que no tenías ni idea de lo que era este mundo, te pedí auxilio y tú escogiste ayudarme sin ni siquiera conocerme, ¿sigues creyendo que no es para tanto? Esa foto fue una fue una casualidad, pero, que tú estés aquí no lo es, todo esto es porque tuve el capricho de conquistar a la chica que seguramente no haría caso y que seguramente se enamoraría de alguien como Pedri.
— ¿Que tiene que ver a Pedri ahora?
— ¿Eh? Nada, nada, lo que te quiero decir es que jamás pienses que no voy enserio cuando te digo que me vuelves loco, porque no es una tontería.
— Lo importante es que te he escogido a ti y a nadie más, he aceptado vivir esta aventura contigo y no con otra persona.
Pablo me sonríe y me acaricia con la nariz de forma cálida, como diría mi hermano, un beso de esquimal.
Yo paso mis manos por su pelo y beso su cabeza.
— La cagaré mil veces y te decepcionaré mil veces, pero, porfavor no te vayas, tú no.
— No me iré a ningún lado, ricitos.
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it's always you, amore.
@luciaguado. 🦋
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después de mucho tiempo.
life recently.
@pablogavi. 🦋
Pero, ¿las promesas no tiene fama de que jamás lleguen a cumplirse?
Al fin aparezco después de mucho tiempo jejeje.
Lo que más me gusta es hacer los post de sus cuentas de instagram *atrapada*
Capítulo de relleno, pero, sirviendo siempre, basura, pero cumpliendo PUFJWBDBSJJABA.
Nos vemos, disfrutad mucho de las vacaciones de Semana Santa 😀🫡🫡🫡
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