CAPÍTULO DOS
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ᴡᴇʟʟ,
ᴘʀɪᴅᴇ ᴡɪʟʟ ʙʀᴇᴀᴋ ʏᴏᴜ ɪɴ ᴛɪᴍᴇ
ʏᴏᴜ ɢᴇᴛ ʟᴏsᴛ,
ɢᴇᴛ ʟᴏsᴛ ɪɴ ᴛʜᴇ ᴄʟɪᴍʙ
ʏᴏᴜʀ ʜᴇᴀʀᴛ ʟᴇғᴛ
ᴛᴏ ᴅɪᴇ ᴏɴ ᴛʜᴇ ᴠɪɴᴇ
ɴᴏ ᴏɴᴇ ʟᴇғᴛ ᴛᴏ ᴡᴀᴛᴄʜ ʏᴏᴜ ᴅɪᴠɪᴅᴇ
ᴛʜɪs ɪs ᴛʀᴀɢɪᴄ
ᴡᴇ'ʀᴇ ᴀʟʟ ᴘʜᴀɴᴛᴏᴍs
ʏᴏᴜ ᴀʀᴇ ᴅʀɪғᴛɪɴɢ ғᴀʀ ᴀᴡᴀʏ ғʀᴏᴍ ʜᴇʀᴇ

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Delacroix, Louisiana
Estados Unidos de América
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BEATRIZ MIRÓ DESCONFIADAMENTE hacia el exterior, a la casa de dos plantas ubicada al borde del río con varias ventanas y un porche amplio desde donde una mujer sentada en un sillón se reincorporó al verlos llegar.

Desde su posición podía percibir el sonido del agua confundiendose con el aire que sopló y los envolvió cuando salieron del coche. Fresco, pero nunca tan frío como lo era en Washington. Las cosas al sur de Estados Unidos parecían ser un perfecto contraste con los estados del Norte, lo cual era bastante curioso, pero la hacía recordar constantemente el por qué estaba allí.

Cada movimiento, cada respiración y cada sonido venido de la nada la hacían estremecer de pies a cabeza.

Sintió las manos frías sobre la tela de su falda, sudorosas, a la vez que observaba cómo el sargento Barnes abría la puerta trasera para sacar a la chica mutante, quien seguía inconsciente después de largas horas de viaje.

La joven reportera no vio ninguna expresión concreta en su rostro a medida que se dirigía hacia la casa, y la mujer morena se apresuraba a ayudarlo. Llevando a Wanda hacia algún lugar del que no sabía... porque nunca había estado allí.

Insegura, esta buscó con sus ojos la mirada de Sam Wilson, quien tan solo le regaló un asentimiento corto con una sonrisa tranquilizadora, y eso fue suficiente para poder calmarla por el momento.

Estando ya en el salón, bajo el ambiente acogedor de aquellas paredes, Beatriz aceptó el té que Sarah le había preparado. Moría de ganas por darse un baño y reposar su cabeza sobre una superficie tan suave como la de aquel sofá donde estaba sentada, pero sabía que todavía tenía muchas cosas que explicar. Especialmente en esos instantes en los que no sabía lo que podría suceder el día de mañana.

Sam y Bucky esperaban delante de ella. Uno pacientemente, y el otro con una mirada ceñuda similar al de un demonio de Tasmania enojado.

Hacía solo unos minutos que habían dejado a la señorita Maximoff en una de las habitaciones de arriba, reposando pasivamente bajo las sábanas. Beatriz había tenido la idea de subir y chequear su estado, pero eso solo sería después de hablar con ellos y revelar finalmente lo que venía ocultando desde su fuga.

━Muy bien, señorita Abernathy. Cuando estábamos al teléfono dijo que tenía una información importante que darme. Creo que es momento de que nos cuente lo que ocurre ━habló Sam con toda calma, tomando asiento justo frente a ella.

La joven suspiró, paseando su mirada de él a su compañero. James estaba apoyado en la pared, sus ojos eran mucho más fríos a comparación con los de los hermanos Wilson. Pero a pesar de seguir estando asustada, ella no se dejó amedrentar por eso.

━Sé que puede sonar loco esto que les contaré, pero nada de lo que se cree sobre las personas que dicen proteger la seguridad del pueblo estadounidense es lo que parece. O al menos no como debería ser ━comenzó a decir con voz temblorosa━ Hace solo unos días me presenté en las oficinas del presidente del FBI. Ustedes deben conocerlo, o al menos haber oído de él. Su nombre es Alan Priest.

━¿Por qué? ━cuestionó el Soldado del Invierno con el entrecejo ligeramente fruncido.

━Teníamos asuntos que tratar entre nosotros. Pero el punto es que me dejó sola por un momento...

━¿Sola? ━alzó una ceja━ No suena como algo que haría el presidente de una organización tan importante.

━He estado sola otras veces en esa oficina. No es nada nuevo.

━¿Por qué? ¿Acaso eres algo así como su amante?

━Bucky... ━lo regañó Sam con una mirada severa. Pero la joven se apresuró en aclararles la situación para que no hubiera otro mal entendido.

━No. No soy su amante. Soy su hija.

Aquella revelación los hizo guardar silencio por unos segundos, asimilando el peso de lo que había dicho cuidadosamente. Pues por más que no les sorprendiera, no dejaba de ser menos extraño. No todos los días un lío como aquel aparecía de la nada.

Sam tragó grueso, dejando salir un pesado suspiro.

━¿Eres hija del líder del FBI?

━Larga historia. Tuvo algo con mi madre años atrás. No se negó a mantenernos por miedo a que ella provocara un escándalo que pudiera perjudicarlo a él y su trabajo. Pero ahora que ya soy mayor decidió que lo mejor sería que dejara de usar su apellido.

Les era impresionante pensar que una persona podía llegar a ser tan cínica como para alejar a otra que compartía su propia sangre después de tantos años sabiendo de su existencia y el lazo que los unía. Aunque por la expresión de Beatriz, no les fue difícil suponer que ella no sentía ningún tipo de cariño por aquel que se hacía llamar su progenitor.

━De todas formas, eso no es lo que importa ahora ━continuó diciendo━ Yo ya sabía desde hace algún tiempo que Priest escondía algo gracias a un amigo que trabajaba dentro de la organización. Él fue quien me advirtió que era un caso extremadamente secreto y que muy pocas personas conocían de ello. Pero no imaginé que la magnitud de ese secreto superaría mis expectativas.

Ante su repentino silencio, Bucky se aclaró la garganta para llamar su atención.

━¿Qué fue lo que viste, Beatriz?

━Ví personas. Muchas de ellas, encerradas en cajas de metal ━les dijo, y a su memoria comenzaron llegar imágenes de todo lo que había presenciado estando allí━ La mayoría igual o más destruidas que la señorita Maximoff. Estaban deshidratados, apenas siendo capaces de mover un solo músculo. Ellos los estaban utilizando como sujetos de laboratorio.

El silencio dentro del salón fue absoluto. A medida que las manecillas del reloj cuco en la pared se movían en un lento clock clock.

━Lo que nos estás queriendo decir es... que el FBI está secuestrando personas para experimentar con ellas. ━Sam no podía dar crédito a lo que escuchaba. La cabeza de la castaña se movió entre negaciones.

━No cualquier tipo de persona ━resaltó━ Están secuestrando mutantes. Intentan buscar una manera de acceder a su cerebro y tener control absoluto sobre sus mentes para programarlos al igual que si fueran robots.

━¿Para qué querrían hacer una cosa así? ━preguntó Bucky.

━Para volverse invencibles. Usar mutantes como armas de guerra podría ser un buen beneficio a la hora de enfrentarse al enemigo.

Las piernas del apellidado Wilson reaccionaron por sí solas, llevándolo hacia el ventanal para poder mirar al exterior, y concentrarse en el paisaje con el objetivo de pensar con más calma.

Jamás le habría pasado por la cabeza que la principal agencia de investigación criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos pudiera estar corrompida precisamente por las ideas de su mismo presidente. Ni mucho menos que esta persona tuviera la idea de usar a otras como ratas de laboratorio solo porque su ADN era distinto al de los demás.

Aquella ideología era completamente hitlerina, egoísta y hasta inhumana.

━Este programa del que hablas ¿El gobierno sabe de su existencia?

━En lo absoluto ━respondió al instante━ El Proyecto Mutante es un secreto para el mundo, aunque no dudo que quizás algún operador de la Casa Blanca ya tenga conocimiento sobre ello.

Sam buscó la mirada de su compañero para confirmar lo que ya sabían. Definitivamente los problemas parecían nunca parar.

Luego posó sus ojos nuevamente en la chica, sintiendo lástima de solo pensar en el creciente peligro que estaría corriendo a partir de ahora.

━Tu fuiste quien sacó a Wanda de allí.

Beatriz asintió.

━La reconocí de la televisión. Sabía que era una vengadora y no me atreví a dejarla allí. Por supuesto, ellos no tardaron en darse cuenta, pero para ese entonces yo ya estaba lejos en mi auto ━sus hombros cayeron, sintiendo que su cansancio la sobrebasaba━ Hemos estado en la carretera por cuatro días. Afortunadamente nadie nos ha atrapado, pero no es seguro mantenernos en un mismo sitio por mucho tiempo.

━¿Ella te ha contado algo sobre los días que estuvo encerrada allí?

━Pues...

De pronto, una voz carrasposa y débil llamó la atención de todos, haciéndolos voltear sus caras hacia las escaleras.

La figura de Wanda Maximoff ━o al menos lo que quedaba de ella━ se encontraba parada en los dos últimos escalones con una sábana cubriéndole los hombros. Lucía pálida, débil y nada parecido a la mujer que antes habían conocido. Bucky supuso que esos eran los rastros de lo que la tortura y los experimentos habían dejado en ella, pero Sam estaba seguro de que había algo más.

Algo más profundo que el dolor físico con el que cargaba.

━No hace falta que me introduzcas, Beatriz. Puedo hacerlo yo misma ━la ex vengadora habló en voz baja, apenas audible, clavando su mirada en el moreno que seguía parado frente a la ventana━ Hola, Sam... ━el aludido no supo cómo reaccionar, por lo que ella terminó ignorándolo y se volteó hacia el castaño━ Barnes.

━Maximoff...

Wanda el amago de bajar el último escalón, pero cuando lo hizo, el suelo comenzó a bailar bajo sus pies. Hundiéndose y girando como un colchón inflable. Lo que la obligó a sujetarse de la baranda para no caer.

Rápidamente, el antiguo Falcón se acercó a ella para ayudarla a llegar hasta el sofá. Siendo esquivado por su mirada fría y carente de cualquier tipo de emoción, por lo que final tuvo que arreglárselas por sí sola.

Había despertado en una habitación desconocida, creyendo en un inicio que se trataba de cualquier otro cuarto perteneciente a un motel de carretera. Pero al oír voces en el piso de abajo, no le fue posible quedarse mucho más tiempo postrada allí. Solo esperaba que el ruido no hubiera despertado a los demás inquilinos.

Beatriz le apartó el cabello de la cara cuando esta se sentó a su lado, respirando dificultosamente por el esfuerzo. Nunca antes en su vida se había sentido tan frágil.

━Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que supimos de ti, Wanda ━Sam estaba mirándola, nervioso━ ¿C...Cómo has estado después de...

━¿De ser abandonada por los que se hacían llamar mi equipo? No lo sé. Dímelo tu.

━¿Ustedes se conocían? ━Sarah Wilson apareció por la puerta de la cocina sosteniendo una bandeja con otra taza de té.

La apellidada Abernathy la tomó, dándoles una sonrisa a modo de agradecimiento, pero la mutante no hizo lo mismo. Parecía no querer reaccionar ante nada dentro de aquel salón.

━Wanda es parte de Los Vengadores...

━Era. ━resaltó, provocando que el moreno agachara su cabeza mientras continuaba hablando.

━Después de la muerte de Tony Stark todos fuimos por nuestra cuenta. Nos concentramos en deberes individuales pensando que así podríamos dejar atrás esa vida...

━Incluyendo a las personas que estaban en ella, por supuesto ━los ojos de la mutante eran como una capa de cielo gris, destilando rencor a través del brillo de sus pupilas━ Demasiado que esperar por parte del nuevo héroe de América.

El entrecejo de Bucky Barnes se arrugó ante sus palabras, enojado.

━Aguarda un segundo, niña ¿Cual es tu maldito problema?

━Oh, tú cierra la boca ━todos se impresionaron cuando Wanda alzó la voz de repente, olvidándose por un segundo de su estado para plantarle cara al sargento━Todo comenzó a irse abajo en el preciso momento que Steve tuvo esa idea loca de ir contra los Acuerdos de Sokovia solo para salvar tu trasero.

Contrario al impacto que debió tener aquella acusación, el ex soldado no pareció muy afectado por ello.

━Tu estabas allí si mal no recuerdo.

━Y no sabes cuánto me arrepiento ahora, Barnes.

Sam se apresuró en ir a separarlos, tomándola por los hombros con delicadeza.

━Creí que habías hecho tu vida de nuevo. Eras una chica fuerte, pensé que estarías bien...

━Bueno, creíste mal. Porque no lo estoy ━respondió con ironía━ Perdí mi maldita cabeza después de esa guerra y me sentí tan sola, tan devastada, tan vacía, que terminé usando mis poderes para crear una realidad donde tenía una familia con mi novio muerto ¿Acaso eso te suena a "estar bien"?

La fuerza con la que escupía las palabras al igual que si fuesen veneno los alarmó. Especialmente a Sam, quien no podía creer siquiera que Wanda, la dulce y agradable Wanda, estaba perdiendo el control justo delante de sus ojos.

━¡Secuestré a un pueblo entero y lo convertí en una casa de muñecas! ¿¡Realmente crees que eso es estar bien, Sam!?

━Yo... no sabía...

━Claro que no ¿Cómo podrías? ━había algo de resentimiento en su tono de voz, el tipo de advertencia que los avisaba de no acercarse, porque podría ser mucho peor.

Sentimientos de culpa y pena se instalaron dentro del pecho del ahora Capitán América, mientras contemplaba de forma casi ácida las consecuencias de lo que habían dejado atrás.

━Realmente siento todo lo que ocurrió, Wanda... supongo que nos aferramos tanto a la idea de seguir adelante que no supimos cómo eso afectaría a las personas que dejamos atrás. Pero si tan solo hubiera sabido que algo iba mal contigo...

━No te atrevas a decirlo ━le cortó, y una capa de lágrimas pugnó sus ojos hasta cristalizarlos━ No hagas como si te importara cuando sabes que yo fui la última cosa en la que pensaron cuando su preciado Steve los dejó.

Con cuidado de no hacerla alterar, Beatriz se puso en pie con expresión miedosa, posicionándose a un lado de la hermana de Sam.

━Escuchen, puedo comprender que ustedes tengan sus diferencias, pero ahora estamos tratando con algo mucho más grande de lo que cualquiera pueda imaginar. El FBI está siendo controlado por las fuerzas de la nueva LCM. Si lo dejamos pasar, acabarán convenciendo al gobierno de aprobar esta injusticia.

━¿Eso que es? ━preguntó Sarah.

━Un programa secreto formado por varios científicos y senadores con el objetivo de capturar y convertir a personas con habilidades especiales en armas que sirvan al gobierno de los Estados Unidos. También mejor conocida como Ley de Control Mutante.

Entonces, su mirada suplicante recayó en la Bruja Escarlata.

━La necesitamos, señorita Maximoff ━murmuró━ Y si vine hasta aquí para buscar al Capitán Wilson y al sargento Barnes es porque sé que pueden trabajar juntos para acabar con esto. Antes lo habían hecho ¿No?

Wanda se quedó varada en su sitio, mirándola como si no acabara de darse cuenta de lo que realmente ocurría con ella.

Quiso decir que luchar no era algo nuevo, pero sí algo que definitivamente deseaba no volver a vivir. Las misiones, las peleas, los conflictos y sobretodo las personas que la habían rodeado la habían llevado a ser la persona que era ahora, y no podía dejar que eso volviera a perturbarla.

No quería perder el control otra vez y terminar convirtiéndose en el monstruo que fue en algún momento. Su existencia era demasiado triste ya como para agregarle otro tormento a sus pesadillas.

━No soy una vengadora. Ya no ━dijo suavemente━ Lo lamento, pero no voy a ayudarlos en esto.

Dio media vuelta y comenzó a subir las escaleras lentamente para regresar a su habitación. Ninguno delos demás quiso insistirle para que se quedara, sabiendo que era un caso perdido intentarlo por la condición en la que se encontraba ahora, tanto física como mental. Ella no estaba bien, así que era mejor darle su espacio.

James Barnes la siguió con la mirada hasta verla desaparecer, preguntándose la causa de esa oscuridad que transmitía.

Bien cierto era que no la conocía tanto como los demás, pero debido a su pasado, había desarrollado esta extraña capacidad para darse cuenta cuando los demonios de otra persona lo estaban consumiendo hasta convertirlos en lo que Maximoff era ahora: Un cuerpo movible, pero sin ganas ningunas de vivir.

No obstante, una llama que había ardido con tanta fuerza no pudo haberse apagado del todo ¿O sí? Por tanto, si decidían involucrarse en aquel lío, mas le valía ponerse su armadura y averiguar de una vez por todas cómo hacerla cambiar de opinión.

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