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Capítulo 7: Secuestros.

La oscuridad más terrible, no es la que te rodea, sino la que te habita. La luz más bella no es la que te ilumina, sino la que se asoma en tus ojos desde adentro. Lo inesperado es lo que te cambia la vida, ¿para bien o para mal? Solo el destino conoce la respuesta.



La total oscuridad que cubría el lugar lo hizo temblar, tanteaba todo a su alrededor y se sostenía de lo primero que captaba su tacto, le era muy difícil avanzar con toda aquella negrura que envolvía el mayor de sus sentidos, pero continuó su trayecto al percatarse de que había llegado a su primer destino, las escaleras.

El escuchar ruidos que provenían de la planta baja despertó su inquietante curiosidad, lo que nunca imaginó era que la falta de electricidad se hacía presente, era extraño en el lugar, pero aún así tomó valor para ver que sucedía, quería que Jungkook lo acompañara pero no quiso molestar su sueño, seguramente estaba agotado, ¿todos lo estaban? ¿Cómo era posible que nadie se había percatado de lo que estaba pasando?

Comenzó a descender poco a poco cuidando de no caer, pero fue imposible, dos manos envueltas en un calor sofocante lo empujaron logrando que rodara escaleras abajo, trataba de frenar la caída pero eso dañaba aún más su adolorido cuerpo, luchaba por mantenerse pero le fue inútil y terminó inconsciente al pie de la muy larga escalera de madera.

–¡¡Maldito hijo de perra, me las vas a pagar!!– dice Jungkook llegando a donde él estaba y empujando al nefando.

–Te dije que te las cobraría todas, pues aquí estoy– expresó calmado.

Jungkook no le hizo caso y corrió a ver como se encontraba Jimin pero al verlo inconsciente su angustia, nerviosismo y rabia aumentaron.

–Jimin– lo removió– Jimin por favor despierta, no me hagas esto si– su voz comenzó a temblar.

–¿¡Pero que pasó!?– pregunta Tae al llegar junto con Yoongi.

–¿Pueden cuidarlo un momento?– preguntó.

–Si, no hay problema pero nos puedes decir porque Jimin está así, ¿¡qué ocurrió!?– expresa Yoongi.

–Eso es lo que ocurrió- señala al inmundo que aún se mantenía en la parte más alta de las escaleras.

–No Jungkook, no lo hagas– advirtió Tae– no te dejes llevar por la ira.

–Es demasiado tarde, ese perro va a pagar con su vida todo lo malo que le ha hecho a Jimin.

Sin mucho que pensar se atrevió a encararlo, sacó fuerzas de donde no tenía y se abalanzó sobre aquel horrible cuerpo, defendiéndose con uñas y dientes, aunque para ser más exactos, a puño de hierro era la frase correcta, ese maldito había sido la única causa del sufrimiento y el miedo de su gatito todos esos meses, quería pensar que así era, deseaba que lo fuera, forzaba su mente para que esa distorsionada verdad se fijara en ella, se negaba a creer que toda la angustia de Jimin se debía a su aparición, aunque en las noches esa idea era su constante pensamiento, su lucha interna, lo que más lo quemaba por dentro, porque sí, por mucho que se negara era cierto, él era la principal causa de las desgracias que hasta ahora sufría su novio.

–Así no vas a conseguir nada– habló el diablo a penas logró quitarse a Jungkook de encima– es una pena– dijo con lástima fingida.

–¡Pena es lo va a ser de tu vida cuando acabe contigo hijo de puta!– expresó con ira mientras tapaba la herida que tenía en su mejilla izquierda debido a la pelea– ¡te lo advertí!, ¡te lo advertí muchas veces y no quisiste hacer caso, todas las que has causado, no solo a Jimin, las vas a pagar con creces!.

Todo aquel caos y alboroto terminaron por despertar a la señora Kang que sin saber lo que ocurría realmente, cometió el grave error de salir a comprobarlo.

–Yo no tengo porque hacer caso a estupideces de críos.

–Jungkook– lo llamó Jimin– ya basta por favor, no te pongas más en peligro por mi culpa.

–No te preocupes, todo va a estar bien, a mi no me va a pasar nada, es mi deber acabar con él y toda su maldad– expresó para tranquilizarlo.

–¡Dios!, ¿¡qué es esto!?– pregunta la señora Kang al llegar a las escaleras.

–Nana, por favor, no te acerques– le advierte Jungkook llevando sus manos al frente– tu y yo vamos a ajustar cuentas ahora– le habla al causante de todo.

–No creo que con esa insignificante forma que tienes ahora seas capaz de dañarme, pero ten por seguro que ese día llegará, y antes de que llegue no voy a dudar en hacerte la vida imposible a ti y a todo el que te rodea– dice mientras una sonrisa siniestra se forma en su deformada boca– nos vemos pronto, fénix.

Dice aquello y desaparece dejando a todos totalmente idos y sin saber que hacer.

–¿Estás bien?– pregunta Jungkook al llegar al pie de las escaleras donde el rubio se mantenía.

–Si, no te preocupes, pero necesito un abrazo– pide con carita inocente.

El pelinegro envuelve a Jimin en un cálido abrazo, le gustaba estar así con él, sentía mucha paz y confort, jamás tendría el valor para separarse de él por mucho que quisiera, le era imposible, así se mantuvieron por unos minutos.

–Jungkook.

–¿Qué pasa?– pregunta al separarse.

–¿Dónde está nana?– el miedo que se apoderó de su cuerpo en ese instante le afectó el habla, su voz temblaba como si tuviera hipotermia.

–Estaba ahí hace un momento– dice poniéndose en pie y señalando la parte más alta de las escaleras.

–No se preocupen, yo iré a buscarla– informa Yoongi mientras sube al segundo piso.

–Ya, todo va a estar bien, seguro se fue a descansar– intenta tranquilizar al rubio aunque muy en el fondo deseaba que fuera verdad su teoría.

–No está– dice Yoongi al llegar a ellos.

–¿¡Estás seguro de lo que dices!?– habla Jimin– ¿¡revisaste bien!?

–Si chicos, estoy seguro, no está en ningún lado– el desespero acometió contra su voz.

–¡Dios mío! ¿¡cómo puede pasar esto!?– se levanta y empieza a caminar de un lado al otro.

–Jimin cálmate por favor, la vamos a encontrar.

–¿¡Qué me calme!?– dice con burla– ¿¡Cómo puedes pedirme una cosa así cuando una de las mujeres que más amo seguramente está sufriendo.!?

–No pienses lo peor.

–¡¡Es que la situación me obliga a pensar lo peor!!, ¿¡ no se dan cuenta!?– los miró a todos– ¡¡es más que obvio que fue ese maldito el que se la llevó!!

Los ojos de todos se abrieron a más no poder debido a la posibilidad que acarreaba lo que decía Jimin, y es que sobraban motivos para pensar eso, ella no se iría por si sola, no tenía razón para ello, buscaron por toda la casa y no estaba, esa era la única opción que les quedaba, pensar que ese nefando se la había llevado.

–Tranquilízate Jimin, la voy a encontrar, te lo juro– intentó acercarse.

–¡¡Ya no me jures Jungkook!!, no te creo– eso dolió en el pecho del pelinegro– ¡¡todo esto es tú culpa!!, ¡¡y solo tuya!!, ¡¡si no hubieras aparecido en mi vida nada de esto hubiera pasado!!– dijo con lágrimas en sus ojos.

–Tienes toda la razón– la palabra dolor abrazaba su pecho– pero eso tiene solución– se le quebró la voz– lo mejor va a ser que yo me valla, pero no te preocupes por nana, haré todo lo posible por encontrarla así sea lo último que haga– las lágrimas corrían por sus mejillas– adiós Jimin.

En ese momento y con la más profunda de las heridas abriéndose paso con sus filosas garras a través de su corazón dio media vuelta y seguido de Taehyung y Yoongi salió de aquel lugar que consideraba su hogar desde que tenía uso de razón pero a partir de ese instante debía de quedar como solo un lindo y agónico recuerdo.

Jimin con sus ojos cristalizados lo veía marcharse, quería hablar y decirle que lo sentía que no fue su intención hablarle así pero la voz no le salía, el nudo en su garganta lo ahogaba y le impedía respirar, no quería quedarse solo, tenía miedo, y ahora sin nana y sin Jungkook se sentía indefenso y propenso a ser atacado de nuevo, en ese segundo la culpa lo golpeó debilitando aún más su indefenso sistema inmunológico, necesitaba compañía y cariño para poder fortalecerse, sin eso no era nadie, y le dolía, sí que le dolía, muy dentro tenía esa noción, sabía que algún día eso pasaría y que terminaría con el corazón echo añicos, caminó sin ganas a su habitación y adentrándose debajo de las mantas, dejó caer su pesado cuerpo, y se adentró en el mar salado que tenía retenido, así fue toda la noche hasta que ya no tuvo noción de las horas transcurridas y su exhausto cuerpo se dejó vencer por el sueño.

                        ...................

–¿Qué plan tienes?– pregunta después de terminar casi mareado de tantas vueltas.

Se encontraban en la casa que desde un inicio tenían destinados para los tres, llevaban toda la noche tratando de idear un plan que al menos les sirviera para recuperar a la señora Kang, pero veían pasar las horas y todas las estrategias eran desechadas porque tenían el mismo punto en común, una falla, hasta el momento en que una brillante idea pasó por la mente de Taehyung y decidieron que esa sería la ideal.

–Creo que la mejor idea sería que le hicieras creer que vas a retomar el trato que abandonaste– ofrece.

–¿Estás seguro?– el contrario asiente– pero yo no, ¿crees que esa cosa es bobo? siempre está a un paso por delante de nosotros– afirma Jungkook.

–Esta vez no lo vamos a permitir, tenemos que idear bien el plan– interviene Tae.

–Yo me niego, ese tampoco sirve.

–Es la única opción que tenemos, no podemos hacer nada más, hay que arriesgarse.

–Ese concepto sería distinto si no tuviera en su poder a una persona inocente, no la podemos arriesgar a ella, si algo le pasa no se que sería de la vida de Jimin– baja la cabeza.

–No va a pasarle nada– contraatacó Tae– hay que tener fe.

–Justamente eso es lo que no tengo Tae, lo siento pero no me pudo arriesgar.

–Yo creo que el Fénix tiene razón, ese tipo sabe que en cualquier momento le vamos a caer, si no es que ya está al tanto de todo, eso sería demasiado obvio, la vida de alguien está en juego.

–Si no les parece mi idea, pues bienvenida sean las suyas, adelante– se sentó– los escucho.

–Es que ese es el otro problema, no tenemos una idea– dice Yoongi.

–¿Entonces que?– levanta sus manos– ¿nos quedamos sentados a esperar que caigan del cielo?– los mira– creo que si hacemos eso estamos más propensos a encontrar a la señora Kang muerta o peor aún que le manden la cabeza de regalo a Jimin.

Esa hipótesis planteada por Tae les dio de que pensar, no podían arriesgar así la vida de una persona como tampoco podían sentarse a esperar, de una forma o de otra debían de actuar y como no tenían otro plan más que ese no les quedó otra opción que aceptar.

–Está bien, intentaremos llevar a cabo esa estrategia, pero antes de eso quiero avisar a Jimin de lo que vamos ha hacer, después de todo se trata de su familia y no me gustaría tener que ocultarle esas cosas.

–Por mi está bien– dice Yoongi y luego mira a Tae.

–Puedes hacerlo, pero ten cuidado cuando salgas.

–Creo que va a ser mejor que nosotros lo acompañemos, ¿no crees?– dijo Yoongi.

–Si es lo mejor– coincidió Taehyung.

–Entoces vamos, ¿a qué estamos esperando?– los apura.

El camino que hace unas horas había sido cruzado por ellos ahora les daba la bienvenida nuevamente, caminaban con prisa pero con cuidado a la vez, debían estar alerta por si ocurría algún otro percance, era lo último a lo que se podían enfrentar en ese momento.

Taehyung iba delante, Jungkook al centro y Yoongi detrás cubriendo las espaldas, el denso bosque que se extendía a sus alrededores era muy tenebroso y más a esa hora de la madrugada, el ruido de los animales nocturnos los ponía aún más en alerta de vez en cuando, el frío acometía contra sus agotados cuerpos dificultándoles el caminar, ni sus cálidos alientos lograban calentar sus manos.

Al llegar al lugar los asustó ver tanto silencio y oscuridad.

–¡¡¡Jimin!!!, ¡¡¡por favor abre la puerta!!!– grita Jungkook mientras la golpeaba.

–¡¡Jimin venimos ha hablarte de algo importante!!– interviene Taehyung.

–¡¡Vamos no seas así, abre por favor!!.

–Chicos– los llama Yoongi captando la atención de ambos– la puerta de atrás está abierta.

Al decir aquello todos corrieron en esa dirección y con mucho silencio y precaución entraron a la casa, revisaron la planta baja y todo estaba en completo orden, solo les quedaba el piso superior y con valentía, ascendieron.

–Yo voy a buscar en su habitación, puede que esté dormido– susurra Jungkook.

Con total calma toma el pomo de la puerta y la abre adentrándose en esta, su miedo fue tan grande en ese momento que quiso explotar, Jimin no se encontraba por todo el lugar, seguramente ese maldito también se lo había llevado, se acercó a la cama y tomó una nota que había encima de esta.

"Es imposible que luches conmigo, no vas a lograr detenerme, poco a poco voy a destruirte a través de las personas que quieres, ¡Ah! Y no te preocupes por tu lindo gatito, muy pronto estará acompañando a su nana en el cielo, o quizás, en el infierno"

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