Capítulo 13: "Familia".
A pesar de mi escepticismo me ha quedado algo de superstición. Por ejemplo, esta extraña convicción de que todas las historias que en la vida ocurren tienen además un sentido, significan algo. Que la vida, con su propia historia dice algo sobre sí misma, que nos devela gradualmente alguno de sus secretos, que está ante nosotros como un acertijo que es necesario resolver. Recuerda que el diablo fue una vez un Ángel.
Muchas personas afirman que cuando eres víctima de una desgracia no saldrás librado de las que vienen detrás, y en cierto modo es verdad, Jimin lo creía así, era totalmente consciente de que perder a Jungkook significaría el final de su felicidad, de lo que más seguro estaba era que aunque tuviera que esperar muchos años no se rendiría ni daría su brazo a torcer, desde la llegada del pelinegro su vida había cambiado por completo pero lo que más recibió fue amor, del más puro y sincero, jamás pensó que sería merecedor de aquel maravilloso sentimiento y ahora que lo tenía no renunciaría a perderlo por nada del mundo.
Sus entrañas sangraba debido al puño de acero que oprimía su corazón, sentía que le faltaba el aire, y luchando por recuperarlo, un grito desgarrador salió al exterior alarmando a todo el personal de la casa, incluidos todos los que en la planta baja se encontraban.
–¿¡Qué sucedió!?– preguntó eufórico Namjoon al entrar al lugar seguido por los demás.
Jimin no podía hablar, su pecho dolía, su aire se estaba agotando, lo único que hizo fue entregar la nota que su mano había arrugado hasta casi romperla.
–Se lo llevaron, ¡¡secuestraron al fénix!!– dijo en vos alta.
–¿¡Cómo ocurrió!?– se desesperó Tae.
–¡No lo se, tenemos que movilizarnos, hay que encontrarlo inmediatamente!– dio la orden a todo su personal que yacía detrás de su espalda contemplando aterrados el panorama.
–¿¡Cómo es posible que algo así suceda en un lugar tan oculto como este!?– pregunta Yoongi.
Namjoon se detuvo a pensar, en su cabeza no cabía la posibilidad de que hubiera un infiltrado entre las personas que pensaba que le tenían lealtad.
–¡Di algo!– lo agita Jin.
–Es que no puedo creer que algo así esté pasando, solo hay una forma y la verdad me duele mucho pensar que sea cierta.
–¿¡Cuál!?– se alarma Hoseok.
–Hay un infiltrado entre nosotros.
Lo dicho por Nam resonó en los oídos de todos, era impactante pensar que las personas con las que habían compartido mucho tiempo en ese lugar fueran capaces de hacer algo así, se negaban a la sola idea de tener que imaginar semejante posibilidad.
–No puede ser Nam, no lo creo, sabes que estas personas han estado mucho tiempo con nosotros, no los creo capaces de algo así.
–Lo sé Jin, a mi también me cuesta creerlo, pero no hay otra posibilidad más que esa, el escudo protector no ha sido alterado al menos para la entrada, nadie lo ha atravesado de esa forma, pero estoy consciente de que si salió alguien, específicamente dos personas, imagino que uno de ellos sea Jungkook.
–¿Entonces que propones?– pregunta Taehyung.
–Creo que por ahora lo único que podemos hacer es mandar algunos guardias a rastrear a las afueras del escudo, puede que encuentren algo que nos lleve hasta el paradero del Fénix.
–Y mientras tanto ¿qué?, ¿nos quedamos parados esperando a que lo maten?, no creo tener el valor para eso– dio la vuelta y salió del lugar siendo seguido por Yoongi.
–Señor– lo llama Lith– el no se ve nada bien– señala a Jimin tirado en el suelo.
Todos corren a ver que le sucedía, Nam lo levanta y lo lleva hasta la cama.
–¡Jimin! ¿Me escuchas? ¿Estás bien?– lo remueve un poco.
–Traelo, por favor– dice en voz baja.
–Haré todo lo posible, lo prometo, vamos a traer a Jungkook sano y salvo, ya lo verás, pero no puedes estar así.
–Él se lo llevó– más lágrimas recorren su rostro mojado.
–¿Él quién, Jimin?.
–El diablo, estoy seguro que fue él, no hay nadie más que sepa lo nuestro.
–Pero el ya está muerto, ¿recuerdas? Jungkook lo mató.
–Si, lo sé, pero eso no quita que haya salido librado de todo.
–Ya no te preocupes por eso, nosotros vamos a averiguar que fue lo que pasó, ahora debes descansar, no te ves para nada bien.
–Lo extraño mucho.
Y el rubio ya no pudo aguantarse más, estalló en un llanto desconsolador estrujando el corazón de todos los presentes, nunca imaginó vivir momentos tan horribles como esos, en los que las pesadillas dominaban sus noches y las desgracias llenaban sus días, ¿acaso no había fin para tanta maldad?, lloró y lloró hasta que el mar de sus ojos se secó, pero aún así no podía parar, el agua de sus ojos fue sustituida por sollozos rotos mientras se abrazaba fuertemente a la almohada, lo extrañaba y mucho, pasar una noche fría sin Jungkook para calentarlo era un total infierno, mismo infierno que lo consumía una y otra vez sin piedad alguna, mismo infierno del cual quería verse libre por toda la eternidad, un karma sin sentido se adueñaba de su mundo haciéndolo pagar por algo que no hizo, nunca le había echo mal a nadie, pero las pruebas de la vida nos demuestran que vale la pena seguir adelante, y eso haría Jimin a partir de ahora, no dejaría que el miedo y la impotencia ganaran, él era mucho más fuerte y lo demostraría.
La eterna noche se apoderaba de su ser al no tener al amor de su vida consigo, misma que también cubría todo el exterior de la casa, pero no le importó, se despojó de las húmedas sábanas debido al llanto, le colocó a su cuerpo algo que lo resguardara del viento helado que acompañaba a la oscuridad, y sin hacer ruido salió de su habitación, bajó las escaleras cuidadosamente, el silencio sepulcral cubría el lugar, ¿cómo era posible que pudieran dormir con todo el caos que se había formado? Con esa incógnita dando vueltas en su órgano pensante abrió la puerta que daba paso al exterior, posiblemente Namjoon se daría cuenta de su salida, pero no le importaba, lo único que tenía en la mente era encontrar a Jungkook y que estuviera vivo, eso era todo lo que deseaba, así que tomando toda la fuerza de voluntad que tenía corrió lo más fuerte que pudo atravesando el escudo y quedando totalmente indefenso a los peligros del bosque, no tenía idea de adonde ir, pero su anhelo de triunfar en la búsqueda era su mayor fortaleza y lo que le brindaba fuerzas para seguir adelante, caminó hasta adentrarse en el centro del bosque.
–¿A dónde vas?– le pregunta una voz femenina, misma que lo hizo detener su cuerpo con un brusco movimiento.
Giró sobre sus talones y sus pequeños orbes captaron la figura frente a él, suspiró aliviado al ver que se trataba de Lith, esperaba que ella no lo delatara.
–A buscar a Jungkook, no pienso quedarme de brazos cruzados mientras todos duermen– responde decidido.
–Yo siendo tú no iría, no sabes a que clase de peligros te enfrentas.
–No me importa correr peligro, total, mi vida es un completo caos ahora mismo, me han ocurrido muchas cosas, he estado al borde del la muerte, que más da enfrentar otro obstáculo.
–Entiendo por lo que estás pasando, pero Namjoon se va a molestar si ve que saliste solo.
–Puede enfadarse todo lo que quiera, no me importa, ya tomé una decisión y no voy a dar marcha atrás, recuperaré a Jungkook así sea lo último que haga.
–Espera– lo detuvo– ¿sabes el camino?
–No tengo idea, pero ya me las arreglaré solo.
–Yo...¿te puedo acompañar?– se ofreció– no me gustaría que te pasara algo, y si Nam se entera de que te dejé ir sin acompañarte no me lo va a perdonar.
–Está bien– acepta.
Caminaron en silencio hacia quien sabe que lugar, sin rumbo fijo, no tenían idea de a donde iban a parar, pero aún así, continuaron, esperando encontrar algo que sirviera para dar con el paradero del Fénix.
–¿Eres humana?– pregunta Jimin al no sentir ninguna presencia maligna en ella.
–Si, soy humana, pasé por mucha cosas en la vida al igual que tú y gracias a Namjoon estoy viva– dice melancólica.
–¿Qué cosas?, disculpa que sea tan metiche.
–No, no te preocupes, te entiendo, bueno, yo me quedé sin madre a muy temprana edad, y mi padre evadió toda responsabilidad conmigo, en realidad nunca me quiso, por lo que a penas mi madre se fue de este mundo él me abandonó y yo me quedé sola en casa, sin tener nada que comer y en medio de un bosque expuesta a todo tipo de peligros.
–¿Vives en este bosque?.
–Así es, en una pequeña casa justamente en la parte más oculta de el, un día ya no podía más con mi vida y quise morir así que salí al exterior en plena noche esperando a que un animal salvaje me devorara o algo así, ya no quería seguir viviendo, y cuando casi logro mi cometido, Namjoon apareció de momento y me rescató, a partir de ahí me cuidó y alimentó, para él era como su hija y yo lo veía como el padre que siempre deseé tener, y aquí estoy, siéndole fiel hasta el día en que muera, le debo muchas cosas y se las voy a pagar, hasta con mi vida si fuera necesario.
–Siento mucho lo que te pasó, Nam es un buen tipo, es muy buena persona
–Gracias– hace una pausa– eso es cierto, él ha sido la única persona que me tendió la mano durante un tiempo.
–¿Porqué durante un tiempo?.
–Cuando cumplí la mayoría de edad quise venir a vivir a mi casa nuevamente, no me gustaba depender de nadie ya siendo mayor y teniendo las capacidades para sobrevivir sola, así que lo hice, y al cabo de un tiempo vinieron dos personas buscando a mi padre, digeron ser su hermano y sobrino, les dije que él se había ido y me contaron lo que habían pasado y que luego de que destruyeran su casa no tenían a donde ir, les dije que se quedaran pues eran la única familia que me quedaba y quería tener a alguien de mi propia sangre con quien compartir los buenos y malos momentos.
–Entonces, ¿vives con esa familia que encontraste?
–Así es, mi tío y mi primo son mi razón de vivir, por ellos trabajo diario, para que no les falte nada.
–Es muy lindo lo que estás haciendo.
–No me cuesta, son mi familia y por ellos hacemos lo que sea.
–Eso es cierto– dice con dolor.
–¿Tú tienes familia?– pregunta Lith.
–Si, tenía una hermosa familia a la que consideraba perfecta hasta hace unos días.
–¿Porqué hasta hace unos días?
–Pues resulta que mis padres no son mis padres verdaderos y que mi madre biológica está muerta y a mi padre real no lo conozco.
–Que mal, pero yo te puedo ayudar.
–¿En serio? ¿Cómo?
–Conozco a una persona que te puede decir quien es tu padre.
–¿Quién es esa persona?– pregunta mientras una chispa de esperanza se encendía frente a él.
–¿Has escuchado hablar del portador de luz?
–La verdad no, ¿porqué?.
–Bueno, el escribió tu profesía, la del Nefilim redentor.
–¿Y dónde lo podemos encontrar?
–Lamentablemente el murió, pero su hermano conoce toda la historia, y estoy segura de que te puede ayudar ¿qué dices?
–Está bien, si puede ayudarme a esclarecer el caos de mi mente, me gustaría ir a verlo.
–De acuerdo, cuando amanezca iremos, ahora debes descansar, pasaremos lo que queda de la noche aquí– dice mientras se detiene frente a una humilde pero acogedora casita.
–¿Esta es tú casa?
–La misma, vamos– ambos se adentran al lugar.
En el momento en que puso un pie en el interior la alarma de peligro se encendió en su cabeza, no entendía el porqué de aquello, pero no le quedaba más remedio que continuar, no podía volver con Namjoon, él no lo ayudaría a recuperar a su novio, necesitaba rapidez, misma con la que ellos no actuaban, así que decidió no preocuparse por ese raro sentimiento e ir a visitar a esa persona.
–Hola, que bueno que llegaste– habla un señor mayor que a juzgar por su apariencia era el tío.
–Hola tío ¿en dónde está Bill?.
–Aquí estoy– se acerca un chico de baja estatura y de pelo castaño.
–¿Quién es él?– pregunta el mayor de todos.
–El es Park Jimin, es mi amigo, y mañana lo voy a llevar con el patrón.
–Así que tu eres el redentor, que placer conocerte– dice con sorna el chico.
–¿Quién es el patrón?– pregunta Jimin preocupado, aquella sensación de terror se le estaba llendo de las manos.
–Es nuestro jefe– aclara Lith.
–Pensé que tu jefe era Namjoon.
–Pues si, digamos que en él me refugio.
–¿A que te refieres no te entiendo?– el miedo empezaba a apoderarse de su habla.
–Solo lo estoy usando para que no se revele nuestra identidad.
Aquella frase acometió con fuerza contra el estómago ya revuelto del rubio que no sabia si salir corriendo o enfrentar la horrible verdad que tenía frente a sus ojos.
–¿Qué identidad?– preguntó nervioso y deseando que todo fuera una simple broma de mal gusto.
–Olle Lilith, dile la verdad al chico, mira como lo tienes, asustado al pobre– interviene el chico divertido por la situación.
–De acuerdo– dice mientras en su rostro se dibuja una sonrisa espeluznante– A ver, querido– se acerca a él– deja que nos presentemos de nuevo.
–Yo soy Lucion, hijo del hermano del portador de luz– dice el hombre aparentemente mayor.
–Mi nombre es Buer, soy el presidente de la segunda orden de los infiernos– dice con burla aquel chico.
En una fracción de segundo aquellas personas se despojaron completamente de sus fachadas, y lo que los orbes abiertos a tope de Jimin captaron lo hicieron jamás haber querido salir solo al bosque, ¿cómo es que Namjoon no se había percatado de la clase de monstruos que tenía bajo su techo?, el hombre que se había echo pasar por tío tenía una presencia muy poderosa ahora que ninguna máscara cubría su verdadera personalidad, hasta Jimin podía captarlo, su poder no era nada comparado con cualquier otro que hubiera podido sentir, pero su semblante era aún más aterrador, ojos negros como si estuviera poseído, piel blanca con venas rojas adornaban la poca piel que dejaba expuesta, y cuernos negros salían de su cabeza, el otro tenía más aspecto de demonio con cabeza de león y cinco patas de cabra que rodeaban su cuerpo, Jimin no sabía que hacer ni para donde moverse, estaba acorralado, solo rogaba a Dios una y otra vez porque Jungkook estuviera vivo, era lo único que pedía, no le importaba su vida si la persona que amaba estaba totalmente a salvo.
–¿Qu..quién es el portador de luz?– pregunta temeroso Jimin.
–Deja que yo te lo aclare– dice aquella cosa sin forma que caminaba con cinco patas– portador de luz significa en latín Lucifer, o Diablo, como quieras llamarlo– esas escasas palabras bastaron para dejar a Jimin sin fuerzas, y no le quedó más remedio que recostar su cuerpo en la pared que yacía detrás de su espalda.
–Creo que falto yo– dice aparentando distracción mientras dejaba ver su yo original, era muy similar al tal Lucion, presencia totalmente imponente y poderosa, incluso más que la del hombre, piel blanca como la porcelana siendo adornada por venas rojas y negras, ojos rojos y cuatro cuernos negros sobre su cabeza ¿acaso ellos dos estaban relacionados? ¿Eran hermanos o algo así?– soy Lilith y él es mi hermano– señala al hombre para que se le acerque– estamos muy contentos de encontrarte por fin, no sabes la alegría que le va a dar a papá poder conocerte.
–¿De que hablan?– preguntó con miedo.
–Creo que ya quedó más que claro– dice ella– bienvenido a la familia, hermanito.
Y ese es el momento en que uno más desea estar muerto, la mentira en la que estuvo viviendo durante muchos años lo estaban consumiendo poco a poco, y como dicen por ahí, la verdad duele, y era totalmente cierto, pero en este caso a parte del dolor, le daba miedo y mucho, tener que enfrentar ese torbellino de terror que lo podría acercar a la felicidad o simplemente terminar como la más terrible de las matanzas.
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