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Minho había regresado de su trabajo aún con la sonrisa en la boca. Al bajar de su auto pudo divisar al australiano sentado en el césped de su jardín, le llegó un impulso por hablar con el así que se acercó a pasos rápidos.

- Hola. - saludo con alegría.

- Hola, hyung. - respondió el muchacho con una leve sonrisa en su rostro.

- ¿Puedo hacerte compañía? - pregunto el mayor y el menor sintió regresando su vista al cielo estrellado. - ¿Cómo has estado? - volvió a preguntar torpemente mientras se sentaba a su lado.

- Bien, un poco estresado... - suspiro.

- Oh... y, ¿puedo saber el por qué? - cuestiono Min tratando de no sonar más entrometido de lo que seguro ya lo había hecho antes.

- Lo mismo de siempre, pero no le quiero decir exactamente.

Minho prefirió callarse e hizo lo mismo que su acompañante, observar las estrellas.

- Tu rostro es como el cielo. - soltó de repente y el australiano lo miro confuso. El castaño que regreso la mirada y sonrío - tiene estrellas por todas partes.

El rostro del menor se tornó de un pequeño rojo y bajo la mirada avergonzado. Varias personas le habían dicho ese tipo de cosas, pero al salir de la boca de su hyung sonaba tan lindo que lo hizo sentirse nervioso y extrañado del porque se sentía así con él.

- G-gracias, supongo. - tartamudeo y Minho solo asintió con la cabeza e forma de un "de nada".

Una idea un poco atrevida paso por la mente del mayor así que la intento.

- Lix... - hablo recibiendo un quejido para que siguiera hablando. - ¿Te gustaría salir el sábado conmigo?

- No puedo, el sábado trabajo.

- Entonces el domingo.

- Y-yo... no lo sé, creo que lo pensaré, todavía es lunes. - Minho asintió en forma de compresión, realmente quería salir con el, aunque sea como amigos.

- Debo entrar, nos vemos luego hyung. - el menor se levanto y luego de hacer una pequeña reverencia entro a su hogar.

Minho hizo lo mismo pensando todavía en si Felix aceptaría salir con él. No sabía que harían, solo quería pasar tiempo con él para conocerlo un poco mejor.

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Al día siguiente Lee llegó a su trabajo encontrando a Changbin el la entrada del lugar con una sonrisa en los labios.

- Hola - saludo Minho recibiendo un asentimiento de cabeza. -, ¿qué haces aquí?

- Tengo que mostrarte algo. - dijo tomando del brazo al mayor mientras lo arrastraba dentro.

- ¿Y ahora qué te pasa? - exclamo.

- Mira. - señaló a lo lejos como Chan y Bambam hablaban bastante animados.

- ¿Pero que...?

- Lo sé, lo sé. - interrumpió Seo. - Mi sorpresa fue igual que la tuya al verlos.

Ambos siguieron viendo la escena tan extraña frente a ellos.

- ¿Crees que Chan hyung por fin decida salir con el para olvidar a...? Ya sabes. - preguntó rascándose la nuca.

- Eso espero. - suspiro Lee.

La charla que tenían el par de extranjeros terminó y por fin Bang se acercó a sus amigos.

- ¿Qué? - pregunto al ver las sonrisas burlescas de sus amigos.

- ¿Por fin decidiste darle una oportunidad? - dijo Minho.

- No lo llamaría una oportunidad, solo decidí que le hablaría más que antes y ya.

- Bueno es un avance.

Los tres se pusieron camino a sus sitios de trabajo para poder terminar con esa conversación. O eso pensó Chan que pasaría, pero Minho decidió hablar.

- Dime la verdad, ¿le darás una oportunidad? - pregunto girando su silla para ver hacia el escritorio de Chan.

- No... sé.

- Yo digo que deberías. En lo personal no me recuerda tanto a hyung como tu dices.

- Lo sé... - suspiró. -, ahora que lo pienso bien tienes razón. Quizá aún tengo un poco de miedo para algo serio como lo que quiere Bambam.

- Si... te entiendo. - dijo posando sus manos detrás de su nuca. - ¿Puedo preguntar algo?

- ¿Qué?

- Tú... ¿sabes qué ha sido de el? - pregunto incomodo, no quería hacer sentir mal a su hyung.

- No, pero me gustaría.

- ¿Por?

- Quiero saber si debo seguir evitando las relaciones formales por él o seguir con mi vida tal como seguramente lo hizo él.

- ¿Así que era por eso?

- Si, soy un idiota. - dijo riendo con ironía y pegándose con la palma de la mano en la frente.

- No lo eres hyung. - se acercó a el y le acarició el hombro en forma de consuelo. - Solo que todavía estas enamorado.

- El amor te hace idiota. - los dos rieron suavemente antes de dar por terminada realmente la conversación.

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Minho regreso a su casa con varios pensamientos en la cabeza. La conversación que había tenido con Chan lo había dejado pensando demasiado.

"El amor te hace idiota".

Tenía dos opciones en su cabeza; ya era idiota, o se había enamorado y eso lo hizo idiota. Río tras pensar eso, tal vez ya era idiota de nacimiento, no quería imaginar cómo estaría al enamorarse de verdad. El nombre de su vecino le llegó por un fracción de segundo al pensar en eso pero trató de olvidarlo.Fue rumbo a su cocina para tomar un poco de jugo y después salió a su patio trasero escuchando los murmullos de los vecinos, más exactamente de Felix, Hyunjin y Jisung. La barda permitía que no lo vieran.

- Es que a ti solo se te ocurre la estúpida idea del poli amor. - escucho a Jisung mientras soltaba una carcajada.

- ¿Qué? Escuche que a muchas personas les había funcionado, no pensé que Jeongin me iba a rechazar y que Seungmin simplemente me ignoraría. - contesto el más alto encogiéndose de hombros.

¿Poli amor? Las generaciones de hoy en día si que eran raras. Minho se sintió viejo al pensar en eso.

- Eres un tonto, Hwang. - por fin sonó la voz que más esperaba.

- Como si tu fueses muy listo. - bufo.

- Es verdad, si te gusta, ¿por qué no se lo dices? - pregunto Han.

- ¿Cuál de las dos cosas? ¿Qué me gusta o sobre...? - no alcanzo a escuchar lo último porque una llamada entró a su celular y entró a su casa para contestar.

Era Chan.

- ¿Hola?

- Hola, ¿estás en tu casa? - pregunto el mayor, su voz sonaba entre triste y agitada.

- Si, ¿por qué?

- Necesito hablar con alguien y confío más en ti que en el idiota de Changbin.

- Esta bien. Te espero.

Tras eso ambos colgaron. Tenía curiosidad de lo que Chan quería hablar con el y del porque sonaba tan extraño.

Luego de unos minutos de espera Chan llegó a su casa. Tras ambos entrar e instalarse en la sala decidieron hablar.

- ¿Qué te sucede? Parece como si hubieras visto un cadáver. - hablo Lee.

- Algo así sucedió... - suspiro el mayor. - Lo ví a él, ¿cuenta como ver a un muerto?

- ¿Qué? ¿Enserio? - Chan asintió.

- Pero... eso no es por lo que vine a hablar contigo. - bajo la mirada. - Debería aceptar salir con Bambam.

- ¿Eh? ¿Qué tiene que ver eso? - Minho lo miro con confusión.

- Cuando lo vi, estaba con una chica b-besandose. - soltó con pesadez.

Lee abrió los ojos en señal de sorpresa.

- Me alegro, sabes. - dijo Bang. - Me pone feliz que haya encontrado a alguien más - alzo la cabeza dejando ver sus ojos con unas cuantas lágrimas saliendo. -, me hizo saber que puedo seguir adelante y que... que me olvido.

Minho no dijo nada y solo optó por abrazar a su mejor amigo mientras este lloraba en su hombro.

Todavía recuerda cuando cuando Chan le presento a ese chico, le agradó al instante, era educado y amable además de que quería demasiado a Chan y viceversa. Lamentablemente no siempre el amor es suficiente para poder estar con una persona y surgen otros problemas que hacen que todo llegue a su final sin que te des cuenta.

Bang se quedó a dormir esa noche en casa de Minho, no tenía ganas de hacer nada y Lee era la mejor vitamina para animarlo en la mañana para ir a trabajar.

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Volví! Después de mil años xd.
Lamento tardar mucho pero es que últimamente pasaron unas cuantas cosas y no me he sentido muy bien, además de que se me había cortado la inspiración pero ya me regreso uwu.

Bueno eso es todo bye.