— Sé que estáis ahí arriba, ha sonado la alarma—Dijo un rubio con un tono burlón—. Podéis huir o morir, como vosotros queráis. — Y empezó a reírse.

Su compañero grandote no hablaba, pero parecía su guardaespaldas. Y su otra compañera estaba tapada, de cabeza a pies.

— Rendíos. Estáis rodeados. — Habló Tracer.

— Cállate, mocosa. Vamos chicos, a divertirnos.

— Tracer y Lucio, cada uno por un lado, rodeando. Mei, tu irás de frente. Cualquier cosa que se vuelva un peligro, haz un muro. Dva, tú y yo iremos por arriba.— Ordenó Angela.

— ¿Y yo? — Dije con cara de sorprendida.

— Tú mantente al margen. Si hay algún desliz, entras novata. Deja todo esto a nosotros, somos expertos, llevamos tiempo y sabemos como trabajar en equipo.

Y empezó la acción. Estaba enfadadísima. No entiendo porqué me trataba así. No entiendo esa indiferencia. Sé que no llevo nada de tiempo pero quería ayudar.

Aunque esta vez no. Decidí cumplir las órdenes y me quedé al margen. Lucio fue por la derecha y Tracer por la izquierda. El grandullón quería pillar con su gancho a Tracer pero ella era más rápida. Y el rubio ponía trampas pero Lucio se las arreglaba muy bien en esquivarlas y saltarlas. Ya empezaban a verse cansados. Entonces entró Mei y fue directa hacia ellos. El rubio y el grandullón empezaron a ignorar a los rápidos para centrarse en la adorable Mei. Y de repente Dva y Mercy aparecieron por el aire, dejando caer el meka de Hana encima de ellos y así Mercy podría encargarse de coger a la pequeña coreana. Los dos quedaron embobados y se apartaron pero los dos se quedaron muy juntos. Mei aprovechó para congelarlos y así arrestarlos. Misión ¿cumplida?