Capítulo 7. Misión insoportable
Nos llegó un aviso de los tres delincuentes que escaparon. Por lo visto tienen su tinglado en una casa vieja en conocido como Junkertown, así que tuvimos que prepararnos para llegar a la zona, rodear la casa, entrar y detener a los criminales.
Íbamos a ir los mismos, puede que para aprender de nuestros errores y para no confiarnos. Y esta vez Brigitte iba a ir con nosotros, pero antes de partir apareció Winston con un informe importante.
— Brigitte, tendrás que volver con tu equipo. He recibido una llamada de una explosión y te necesitan como apoyo.
— Algún día iré contigo, compañera. — Me dijo sonriendo pero con penuria—. ¿Quién me va a sustituir?
Para mi sorpresa, apareció Angela. Estaba vestida diferente: no iba con su bata ni tenía su tablón de apoyo. Y se le veía bastante seria.
— No tengo nada que decir, aquí tenéis vuestra sanadora. Ahora, tened cuidado ahí fuera.— Winston se giró y se marchó para ir a la sala de comunicación y grabación para que él lo viese todo desde dentro.
Yo no me lo podía creer. Ha pasado poco tiempo como para que vuelva otra vez a ejercer su otro trabajo, el de luchar con los suyos. Todos nos quedamos en shock. No sabíamos que decir, ni que hacer.
— ¿Os váis a quedar mirando? Vamos. — Y la rubia empezó a andar.
Llegamos al sitio indicado. Tardamos muy poco ya que eramos los más rápidos, a parte Lucio nos ayudaba. Y empezamos a trazar otra vez el plan ya que Brigitte se había cambiado con Angela.
— ¿Por qué no hacemos otra vez lo mismo? Solo hay una puerta, nuestro plan es perfecto. Y además, el francotirador debería estar dentro por lo que nos han informado. — Sugirió Lucio.
— No nos confiemos, eso es lo que nos pasó la ultima vez y mira.— Advirtió Mei.
— Yo quiero entrar de golpe. Les pegaré una paliza como hago yo en mis videojuegos.
— Dva, no podemos hacer lo que te de la gana.— Tracer ya se estaba alterando.
Mientras yo y Angela estábamos observando la casa. Aunque yo miraba un poco de reojo a Angela. Su cara de seriedad me trasmitía muchas cosas, incluso me daba miedo. Miedo por como reaccionará antes y después de esta redada. Aunque la viese con seriedad, la veía con amargura. Es normal que se sienta así, ya que yo también perdí a mi madre, o eso creo.
— Ya basta. — Solté. Todos me miraron sorprendidos—. Vamos a intentar hacer lo que hicimos en aquel banco.
— No funcionará.— De repente la rubia habló, con desgana.
— Entonces, ¿qué sugieres tú? — Hablé por encima de ella.
— Que te calles.
Me quedé un poco descolocada. ¿Que me calle? ¿Que quiere decir con eso? Si ella ni hablaba. No da opciones, no da argumentos y llevábamos un buen rato ahí, en un lateral del tejado donde nos cubríamos para que no fuéramos detectados. Estaba harta de esperar. Harta de escuchar tonterías.
— Angela... — Tracer le animó a que se calmara.
— Que os calléis. — Y vi como abrió los ojos como plato. — ¡Agachaos!
Boom. Una explosión en el otro lateral del tejado. Al parecer estaba sonando como una cuenta atrás. Entonces me di cuenta de que Angela no estaba observando, sino intentando escuchar mediante nuestra discusión.
— Preparaos. — Sugirió Angela.
— Angela, yo...— Dije mientras nos incorporábamos para atacar.
— Ahorrátelo, no quiero escucharte. No tienes madera de líder. No estás preparada. Calla y obedece de una vez.
Y fue así, no dije nada. Sentí culpabilidad. Tenía muchísimas ganas de acabar el día, de recoger e ir hacia mi habitación. Pensar que yo sería la que daba órdenes. Pensar que yo sería el escudo para mi equipo. Pensar que yo sería... alguien... importante... Y soy solo más que un estorbo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro